Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tom por ferchan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Y lo que se suponia era una tarea termino siendo yaoi. 

Para Tom me base en Tom H.

 

Aclaracion: Sí, lo gemelos se aman. 

 

Bye. 

-Vamos, vamos, no sean cobardes –hablo Jack- será divertido, se los prometo

Los hermanos voltearon a verse por un segundo, una simple mirada les basto como consulta entre ellos, era una de esas extrañas habilidades que solo desarrollan los hermanos gemelos, Altaír observo en la mirada de James ese miedo que solo lograban las cosas sobrenaturales sobre él, pero también logro observar esa curiosidad irrefrenable que lo caracterizaba tanto.

-De acuerdo, aceptamos –hablo Altaír, el seguía sin estar muy convencido de hacerlo, pero sabía que tarde o temprano la curiosidad terminaría por vencerle y le pediría a Jack que los llevase.

Después del largo día de clase se dirigieron hacia algún centro comercial de que les quedase de paso, compraron algo para comer y volvieron a montar sobre sus bicicletas y se dirigieron hacia las afueras del pueblo, yendo colina arriba y pasando por en medio de un bosque, el punto era tener esa pequeña aventura, pero no que los atrapasen.

Aquel bosque era espeso, pero solo si te adentrabas demasiado en él, por lo demás si solo utilizabas en el camino de tierra que lo atravesaba y llegaba hasta otra meseta en el que solían  quedarse los circos y ferias que pasaban por el lugar.

Había otra forma de llegar hasta ahí, por la carretera, cruzando un viejo punto y sobre la vía destinada a los peatones y a las bicicletas, pero como para ello necesitaban cruzar por en medio del pueblo, pero era último que querían los hermanos, a Jack le daba igual, pero para ellos significaba un posible castigo para todo el fin de semana, ya que ese día era viernes.

Después de un largo trayecto en las bicicletas llegaron a aquella meseta, observaron por un momento desde lo alto de la pequeña colina el campamento de gitanos que había llegado desde el miércoles, al ser temprano no había muchas personas, aunque si se notaba mucha actividad entre los mismos gitanos, los veían moverse de un lado hacia otro, haciendo una u otra cosa.

Descendieron aquella pequeña colina para llegar hasta los límites del claro y acomodar sus bicicletas cerca de un árbol, un gran roble antiguo que destacaba de entre la vegetación del lugar, puesto que era el único, además de que esa no era un región con el clima propicio para que creciese.

Jack los dirigió hacia una de las carpas, una de un color purpura oscuro, en el camino algunas de las personas los saludaron y Jack les devolvía el gesto gustoso, al parecer ya los conocía, no les parecía que extraño, él era así, incluso probablemente les hubiese esperado antes de que llegaran.

Al llegar a la carpa Jack retiro una de las cortinas que impedían la vista hacia el interior, encontrándose con otra cortina de abalorios multicolores, a lo lejos pudieron distinguir el fulgor de dos gemas verdes, como un par de esmeraldas envueltas en un fuego igualmente verde, estas de poco a poco se fueron acercando hasta ellos, los hermanos inconscientemente se habían tomado de las manos, entrelazando sus dedos, pero no podían despegar la vista de aquellas dos gemas tan brillantes.

Cuando llego hasta ellos observaron que era un chico, de apariencia delgada, piel clara y el cabello negro le llegaba hasta los hombros, recogido en una coleta baja a la altura de la nuca, de una belleza etérea, jeans de mezclilla y una camiseta negra sencilla, sin ningún estampado o algo parecido en ella. Les dedico una tímida sonrisa, entrecerrando un poco sus ojos por la diferencia de luz, en el interior de la carpa no se podía observar nada, todo estaba oscuro.

Jack lo atraso hacia si en un abrazo y le regalo un beso en la mejilla, y volteo hacia sus amigos  con una gran sonrisa estampada en la cara, pero sin deshacer el abrazo.

-Chicos, les presento a Tom

James miro detenidamente al chico por un momento, y después dio un vistazo a las demás personas que se encontraban en el campamento, la diferencia era más que notoria, simplemente con observar su piel y su vestimenta, mientras que la de él era pálida, la de las demás era un tono moreno, y su ropa era la típica vestimenta de un adolescente y la de los demás era la típica vestimenta que se presentaban en las ilustraciones de sus libros de historias fantásticas y antiguas. Dirigió su mirada de nueva cuenta a Tom, encontrándose con que él también le miraba, pareciera que le estuviese leyendo la mente, porque respondió al cuestionamiento que se acababa de formular en su mente.

-No, yo no soy gitano como ellos, al menos no de sangre, pero sí de corazón, me adoptaron con ellos cuando yo era pequeño, a pesar de mi apariencia soy querido como uno más, sobre todo por mi madre, es una mujer hermosa.

Al decir lo último, lo dijo con una sonrisa, mirando un punto fijo detrás de ellos y estiro su mano, hasta ellos se acercó una de las gitanas, tomo su mano y le regalo un beso en la frente y una sonrisa enigmática a los demás, era realmente hermosa, con sus ojos negros y su piel morena, sus brazos llenos de pulseras multicolores y la falda larga, junto a una pañoleta en el cabello.

-¿Desean que les lea su suerte? ¿Su futuro?

Tom soltó una risilla un poco ahogada, los hermanos se miraron por una fracción segundo y asintieron al mismo tiempo, una simple confirmación del porque estaban ahí.

Los cinco se adentraron en la tienda de color purpura, siguiendo a aquella gitana, quedando Tom un poco rezagado, y aunque su rostro estaba serio y al parecer sin emoción alguna en sus ojos de notaba la gracia que le causaba todo aquello.

 La gitana se sentó en un taburete que estaba frente a una pequeña mesa con un mantel de color verde oscuro, tomo un pañuelo descubrió una bola de cristal  que estaba en medio de la mesa.

El aura de aquel sitio en ese momento les pareció… normal, sí, esa era la palabra, normal, nada de magia ni misticismo ni… nada. Hasta cierto punto les pareció una estafa.

-Tú no puedes leer nuestra suerte, ni nuestro futuro –hablo Altaír muy seguro de sí mismo, aquello no era una pregunta, era una afirmación

-Fraude –la voz de James si apenas había sido un simple susurro al viento no escuchado por la nada

La risa suave y melodiosa de Tom se dejó oír, mantenía una sonrisa en su rostro.

-Es increíble que se hallan dado cuenta, normalmente nadie lo hace –

-Es muy simple en realidad… –soltó James

-Está en el ambiente, se nota –hablo Jack

-Además de que las personas normalmente solo desean escuchar aquello que es de su agrado, amor y dinero más que nada

-Pero tu si puedes, ¿no es cierto? –Hablo James- tu si eres capaz de ello –aseguro

Tom sonrió ladino, con un gesto les indico que le siguieran, salieron de la tienda y se dirigieron hacia otra que estaba más alejada, la última del campamento, un tanto más rezagada que las demás, esta era blanca y más grande, les pidió que les esperasen por un momento.

Cuando salió tenía un paquete de barajas entre sus blancas y delgadas manos, incluso parecía que se romperían por la forma con la que jugaba con las cartas. Sentados detrás de la tienda comenzó a partirla y barajarla, la coloco frente a los hermanos y uno de ellos se dispuso a partirla, pero Tom lo detuvo.

-Su destino esta juntos, háganlo juntos

Ambos tomaron una parte de la baraja y la partieron, Tom las tomo de nueva cuenta y las dispuso frente a él, primero formando una cruz y después bajando más cartas, todas boca abajo.

De poco a poco las destapaba, pero la expresión de su rostro era indescifrable. Tuvieron que esperar a que terminara de leer las setenta y ocho cartas para que volviese a hablar, ya que les pareció de lo más descortés interrumpirlo cuando se notaba cuan concentrado se encontraba, bajo aquella aura de tonos purpuras que solo James lograba divisar y que le daba otra perspectiva.

Soltando un ligero suspiro volteo a verlos, primero a uno y luego al otro.

-El loco, el mago, la estrella y el universo aparecieron primero, logran aquello que más desean, aunque aún no sepan de que se trata, también veo sufrimiento, poco, pero doloroso, batallas largas que afrentar, una vida larga para ambos, y la muerte… algo sucederá pronto, pero las cartas no me lo quieren mostrar –mostro una sonrisilla picara, parecía que hablara de ellas como si hablase de una amiga–   una pequeña fortuna en camino, procuren no desperdiciarla, les servirá mucho, y otras cosas irrelevantes.

 

Pasaron el resto de la tarde y todo el fin de semana en el campamente de los gitanos, aprendieron muchas cosas, y aunque Tom desaparecía a ratos, cuando este les dejaba junto a ellos aparecía un gato negro con ojos verdes.

-Eres extraño… -susurro James mientras observaba el amanecer

-Define “extraño” –contesto el gato.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).