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Tu mirada en mi reflejo por Kurosaki Myu

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Notas del capitulo:

Trate de hacer mi mejor esfuerzo para traer lo mas pronto la parte que me faltaba del fic, bueno almenos de este capitulo, disfruten y den su opinion

Capítulo 4.- Probabilidad

 

Parte II

 

Cuando bajaron todas las cosas del auto, Tomoyo se dedicó a guardar todas las cosas que utilizarían para las diversas comidas, por otro lado Fye y Kurogane se instalaron en su “habitación”, cuando terminaron Kurogane sugirió ir a nadar un rato al lago que estaba a pocos metros de la casa, Fye no estaba tan convencido de hacerlo y no era porque no supiera nadar sino porque no quería que viera los incontables moretones en su cuerpo, Kurogane se alisto para irse a nadar más sin embargo Fye lo hizo después de que el saliera se puso un short bastante largo que por lo menos cubriera hasta las rodillas y una playera de manga larga, por lo menos disimularía los moretones de sus muslos y los brazos.

 

Cuando Fye llego al lago Kurogane ya llevaba un rato dentro del agua en cuanto el entro Kurogane salió del agua quedando así Fye embelesado por la imagen que tenía enfrente, Kurogane mojado y mostrando el cuerpo bien formado, que Fye creyó que era por los deportes que el moreno practicaba, avergonzado miro hacia otro lado después de eso se metió al agua junto a Kurogane, paso un tiempo nadando hasta que Kurogane empezó una batalla en el agua, ahí verían quien era el que más quedaba mojado o quien se dejaba mojar más, esos instantes fueron suficientes para que Fye quisiera estar así por siempre, minutos después Tomoyo les llamaba para comer, cuando llegaron a la entrada de la casa ella les ofrecía toallas para que se secaran antes de entrar.

 

La comida paso amena, cuando terminaron Kurogane ayudo a levantar los trastes y lavarlos, le propuso a Fye y a Tomoyo ir al bosque a pasear, sin embargo ella no acepto argumentando que tenía cosas que hacer, después de una rápida ducha los dos jóvenes salieron de la casa directo al bosque, poco a poco se dejaba de ver la casa demostrando que se alejaban cada vez más.

 

- Ten cuidado con las hojas, es bastante resbaloso el piso- Esto lo dijo Kurogane y casi al instante Fye estuvo por caer sino hubiese sido gracias a Kurogane que lo agarro por el brazo.

 

- Gracias- Fue la simple respuesta de Fye, en ese momento se encontraban tan cerca que sus respiraciones se sentían tan cálidas para ellos.

 

En ese momento Kurogane tomo a Fye de la cintura apegándolo más a él, de esta forma comenzó un beso cargado de pasión en el cual Fye era participe, cuando Fye iba a rodear el cuello de Kurogane con los brazos, este se separó bruscamente.

 

- Lo siento, no debí de hacerlo- Tan pronto como Kurogane dijo esto salió corriendo directo a la profundidad del bosque.

 

- ¡KUROGANE, ESPERA NO TE VAYAS!- Pero fue en vano, Kurogane no regreso.

 

Fye tuvo que regresar sobre sus pasos a la casa, cuando entro encontró a una Tomoyo bastante pensativa.

 

- ¿Pasa algo Tomoyo?- Cuestiono Fye, al instante Tomoyo pareció regresar a la realidad.

 

- Oh Fye, ¿regresaron tan pronto?…¿y Kurogane?- Trato de evadir la pregunta.

 

- Bien…él, me dejo en el bosque y regrese- Trato de no dar tantos detalles.

 

- Es un inconsciente, ¿y si te hubieses perdido?...¿en que estaba pensando?- Tomoyo no se veía molesta, pero si preocupada.

 

- No te preocupes estaba cerca, no me costó tanto regresar, apenas estábamos ingresando a los adentros del bosque…es que el me…beso y salió corriendo, al parecer no debió pasar- Lo dijo bastante apenado y con un sonrojo en el rostro.

 

- Ese tonto, prometió que no intentaría nada, aun así no se justifica lo que hizo, sé que ustedes dos se quieren, se nota a lo lejos, deberías de…- No pudo terminar porque fue interrumpida por Fye.

 

- Si es verdad que lo quiero, pero no creo que sea el momento ni la persona adecuada para él, no creo que sea bueno para el- Esto lo dijo de una forma segura y vacía, que hacía notar la tristeza en Fye.

 

- No te menosprecies, eres una persona increíble y cualquiera estaría interesado en ti- Vio el semblante de Fye y a pesar de haber sido unidos en su tiempo no indagaría más en esta situación- Bueno cambiaremos de tema, ¿está bien?- Trato de darle otro sentido a la conversación.

 

- Esta bien, por eso te vuelvo a repetir, ¿qué pasa?, te conozco bastante para decirte que algo te está molestando- Él no quería ayuda, pero a ella la apoyaría en lo que pudiera.

 

- Pffff, está bien, sé que nuestra relación es de una buena amistad y también sé que por querer a Kurogane estarás ahí para el- Esto intrigaba a Fye demasiado- Después de lo que te diré, te pido que apoyes a Kurogane en lo que puedas- La mirada de Tomoyo reflejo suplica.

 

- Claro, pero acaso, ¿tan malo es?- Fye estaba preocupado.

 

- Quizá para el significaría el que no nos volviera a hablar a mi familia y a mí, necesito que escuches atento- Recibió un asentimiento por parte de Fye- Yo creo que sabes cómo murieron los padres de Kurogane, pero lo que ni tu ni Kurogane saben es que no fue un simple accidente automovilístico…hace catorce años lo que en verdad ocurrió fue completamente distinto, aquella tarde mis tíos pasaron a dejar a Kurogane a casa de mis padres, él estaba enfermo y al parecer mis tíos le prometieron llevarlo a la fiesta de recaudación de fondos del grupo Suwa, mas sin embargo no pudieron por lo delicado que estaba, cuando lo dejaron en casa le prometieron regresar lo más rápido que pudieran y se marcharon, mi padre que es doctor aprovecho para monitorearlo hasta que regresaran mis tíos, esa tarde nos la pasamos jugando hasta que caímos rendidos y al no aparecer mis tíos mi madre decidió dormirnos juntos en mi cuarto, yo no tengo el sueño pesado, es por eso que aquella noche, más o menos a las doce, el teléfono comenzó a sonar, creyendo que serían mis tíos llamando para avisar que llegarían pronto como siempre lo hacían, me levante y fui directo a la sala, en ese momento oí decir a mi padre que debía de ser un error y al instante callo de rodillas al piso, mi madre se le acercó preguntándole que pasaba, pero mi padre no contesto, al hacer esto tomo el teléfono y le pregunto a la otra persona que se encontraba del otro lado, su sorpresa fue grande pues en ese mismo momento dijo que no podía ser posible que mis tíos estuvieran muertos, detrás de mí se encontraba Kurogane que al escuchar esto soltó el oso de peluche que mis tíos le habían regalado días antes en su cumpleaños, fue por ese sonido que gire a verlo, desde ese momento Kurogane fue distinto, esa noche mi padre fue a reconocer los cuerpos de mis tíos, mi madre y nosotros fuimos siguiendo a mi padre, estando en el forense Kurogane se soltó de mi madre y corrió hacia donde vio salir a mi padre, encontró los cuerpos de mis tíos en ese cuarto, fue un trauma aún más grande para él, días posteriores a los funerales de mis tíos, mis padres tuvieron que contratar una niñera como apoyo, Kurogane no comía, no hablaba, dormía y despertaba por inercia, después de aquello Kurogane empezó a reaccionar, pero no era el mismo niño yo tenía cinco años y el tres, ¿cómo es posible que un niño pase todo esto?- Rememorar eso le causaba dolor.

 

- ¿Eso fue lo que tuvo que pasar Kurogane?- Fye estaba consternado.

 

- Kurogane dejo de ser el niño alegre, se volvió solitario, para aumentar el dolor, nos fue arrebatado por nuestro abuelo, el obtuvo la custodia y por eso se lo llevo a vivir a la mansión Suwa, mis padres no podían ir a ver a Kurogane, pero yo podía entrar por ser nieta, pasaron tres años antes de que pudiéramos ver totalmente a Kurogane y eso fue hasta que mi abuelo murió, es así que de nueva cuenta Kurogane volvió con nosotros y mis padres obtuvieron su custodia, estábamos felices porque al fin tendría una familia, tenía seis años, pero no pensaba como un niño, al parecer mi abuelo estaba empeñado en convertirlo en un empresario desde pequeño, es por eso que lo tenía en clases particulares avanzadas desde pequeño, ese tiempo era para que jugara, no para que aprendiera a dirigir una empresa, Kurogane solo vivió un año en casa y de ahí empezó a ir de internado en internado por decisión propia, es hasta ahora que es posible tenerlo en casa- Tomoyo se veía nostálgica.

 

- Tomoyo, pero ¿Por qué dices que les dejara de hablar?, esto es la historia que él sabe y vivió, o ¿no?- Cuestionaba Fye pensando que la narración había acabado.

 

- Esto es lo que el vivió y sabe, pero no la verdad…la muerte de mis tíos no fue ningún accidente causado por que estaba lloviendo, sino por que cortaron los frenos del auto, mis tíos en efecto viajaban cuando llovía, pero lo que causo que el auto se desbarrancara fue la falta de frenos, si hubiesen tenido los frenos solo se hubiesen ido a estrellar contra las protecciones y no pasaría de algunas fracturas, esto fue a causa del que era abogado del grupo Suwa, el planeo cada una de las acciones, pero se lavó las manos al hacerlo por medio de su asistente, aquella noche mataría a mis tíos y a Kurogane pero él no fue y su plan fallo, la muerte de mi abuelo no fue coincidencia, el sufrió un ataque al corazón y el abogado le negó su medicamento estando enfrente de él, el único que se interponía en su plan para quedarse con la fortuna de los Suwa era Kurogane, pero mi padre no se conformó con el simple hecho de que mis tíos iban a alta velocidad y que lo frenos fallaron como la policía había dicho, investigo por su cuenta y llego hasta el asistente que suplico por la seguridad de su familia si el ayudaba a resolver el caso, el abogado había extorsionado a su asistente con matar a su familia sino hacia lo que él quería, es así que el asistente corto los frenos del auto cuando ellos estaban en aquella fiesta, al no ser perfecto el plan, el abogado desecho a su asistente como colaborador, después de trabajar de cerca con mi abuelo, el abogado se ganó su confianza y el día en que murió mi abuelo se negó a firmar la carta poder donde mi abuelo le sedería todo el poder a aquel sujeto, mi abuelo se dio cuenta y no lo firmo, al abogado le era preferible que muriera, así manipularía sencillamente a Kurogane, y el al ser la cabeza de la familia  tendría la posibilidad de quedarse con todo si Kurogane se lo cedía, sin embargo mi padre lo acuso por lo que el asistente le había dicho, pero no se le pudo comprobar nada a pesar de la declaración del asistente, para colmo tiempo después de haber sido procesado por eso el asistente fue encontrado muerto y el caso  estaba por cerrarse, pero hace un año al fin fueron encontradas pruebas para condenarlo y hace unas semanas fue condenado a la máxima pena- Tomoyo se veía más relajada al decir todo esto.

 

- Es cruel todo lo que dijiste, ¿Cómo puede ser que haya pasado esto por tanta ambición?- Fye estaba aturdido por todo esto.

 

- Toda esta historia la conozco desde que tengo quince años, pero Kurogane no sabe nada, pienso que nos va a odiar por ocultar tanto y aún más va a odiar al asesino de sus padres y a nosotros por ocultarle que mi tía estaba embarazada cuando murió- Ahora era miedo lo que reflejaban los ojos de Tomoyo.

 

- Yo creo que como es Kurogane, le dolerá, en efecto, pero dudo que los odie, trataron de hacer lo mejor para él, debe de entender y si no es así yo tratare de hacer que lo vea así, estaré ahí para apoyarlo- Contesto Fye lo más seguro que pudo.

 

- Gracias Fye- Tomoyo tenía fe en que las palabras de Fye fueran ciertas- No quiero perder a mi hermanito así, mis padres siempre lo consideraron un hijo más y Kurogane los estima como sus verdaderos padres- Esto lo dijo más para sí que para informar a Fye.

 

- Y esto se lo dirán, ¿cuándo?- Fye entendía que si se lo había dicho, es probable que sería pronto que Kurogane supiera la verdad.

 

- Regresando de este viaje, es mejor decírselo antes de su cumpleaños, así sabremos si el querrá seguir estando con nosotros o querrá tomar el mando de la empresa- Tomoyo se veía bastante angustiada.

 

- Yo sé que Kurogane es una persona fuerte y sensata, esto lo va a tomar de la mejor manera, créeme, yo sé que no va a pasar nada- Confiaba Fye que fueran verdad sus palabras.

 

- Eso quiero creer también- Contesto Tomoyo lo más calmada que pudo.

 

- ¿Por qué dices que Kurogane es la cabeza de los Suwa?, ¿no debería de ser tu padre?- Le intrigo a Fye.

 

- Es una…como decirlo…¿tradición?, el hecho de que solo los hombres puedan dirigir la empresa de los Suwa es frustrante y sito “Solo el hijo primero de cada generación siendo hombre podrá dirigir y tener el apellido Suwa”- Dijo algo enojada Tomoyo.

 

- Eso es discriminante- Opino Fye.

 

- Yo no lo digo por el hecho de que no lleve el apellido o no sea la que lleve el mando del grupo, sino porque a pesar de ser una Suwa no podre apoyar del todo a Kurogane- Lo dijo un tanto frustrada- No podre opinar con total libertad y apoyarlo si algo pasara- Se sentía impotente.

 

- ¿Pero tu padre no puede tener el mando del grupo Suwa por ahora?- Trato de indagar Fye en lo dicho.

 

- No, no puede, no es el heredero legítimo, mi tío era el hijo mayor aun así mi padre se casó antes, mi padre llevaba “ventaja” pues después de casarse me esperaban a mí, en ese entonces mi padre aun llevaba el apellido Suwa y aun no sabían qué iba a ser una niña, cuando mi madre dio a luz se puso muy mal, le dijeron que si se embarazaba de nuevo no sobreviviría, mi padre prefirió perder la fortuna a perder a mi madre, prefirió que todo lo que tenia se le fuera arrebatado antes de pelear por él, porque el motivo que lo impulsa es el amor por nosotras, por su familia, eso fue lo que mi abuelo siempre renegó de él, le dijo que era frágil, que no tenía potencial como dirigente- Tomoyo estaba orgullosa de lo que su padre había hecho.

 

- ¿Entonces tu padre no tiene ningún bien del grupo Suwa?- Pregunto Fye algo intrigado.

 

- Tiene acciones y tiene acceso limitado a la fortuna, no es lo mismo que el puesto que tiene Kurogane o el que tendría mi tío, pero es algo, mi padre adquirió el apellido de mi madre cuando por obvias razones se le fue arrebatado el Suwa, entonces es por eso que llevo el Daidouji al igual que mis padres- Se veía mucho más relajada, en todo el tiempo en que Fye la conocía jamás le conto todo esto, ahora entendía por qué muchas veces la notaba melancólica.

 

- Por cierto, ¿cuándo cumple años Kurogane?- Lo conocía como compañero y “amigo”, pero no conocía muchos aspectos de él.

 

- ¿No te lo ha dicho?, vaya torpe resulto ser, cumple el 23 de Febrero, aún falta, pero es por eso que queremos decirle lo de sus padres antes- Su semblante había cambiado de nuevo a uno preocupado.

 

- Tomoyo todo va a estar bien, el sabrá la razón por la que hicieron esto y entenderá- Se inclinó y tomo la mano de Tomoyo en forma de apoyo.

 

Pronto se escuchó que afuera empezaba a llover, en ese instante ambos se preocuparon, pues Kurogane seguía afuera en el bosque, pocos instantes después llego corriendo a la entrada de la casa.

 

- ¿Podrían darme algo con que secarme?- Tomoyo para ese momento ya tenía una toalla en sus manos.

 

- Sécate y en seguida te metes a bañar, no quiero que te resfríes- Fue lo que le dijo Tomoyo- En cuanto termines de bañarte cenaremos- Se dirigía a la cocina a preparar la cena.

 

- Si mamá, enseguida lo hago- Kurogane se dirigió a su cuarto compartido a sacar ropa seca y se dirigió al baño inmediatamente.

 

Después de que Kurogane saliera del baño comenzaron a cenar, era una cena un tanto incomoda, pues todos tenían que ocultar o avergonzarse de algo, ya cada quien instalados en sus respectivos cuartos (nótese que Kurogane y Fye compartían uno), se empezaban a reflejar los nervios en Fye pues después de lo que había pasado en la tarde en el bosque no sabía a ciencia cierta que pasaría esa noche, Kurogane ya estaba acostado en la cama justo al lado que daba a la pared.

 

- No muerdo, ve a dormir ya Fye- Kurogane vio el exalto que Fye hizo en su lugar y fue ahí cuando recordó lo que había pasado- Ahora si prometo no hacer nada, tu tendrás la mitad de la cama y yo la otra mitad, no va a pasar nada, te lo juro- Kurogane levanto una mano a modo de garantía.

 

- Es..está bien- Fue la escueta respuesta e inmediatamente se metió a la cama, le dio la espalda a Kurogane, se tapó con las mantas hasta el cuello y dijo…-Buenas noches- Kurogane solo regreso las palabras y fue todo lo que hicieron.

 

Esa noche nadie dijo nada, todos se quedaron en silencio…., por la mañana Tomoyo entro despacio a ver si los chicos estaban despiertos, cuál fue su sorpresa Kurogane veía dormir a Fye, ellos estaban frente a frente, Fye se veía relajado, bello desde el punto de Kurogane, no quería que esos momentos terminaran, fue entonces que escucho el sonido de un flash, Tomoyo había tomado una foto, Kurogane la miro enojado y ninguno pudo decir nada pues Fye comenzaba a despertar, Tomoyo cerró la puerta despacio y Kurogane se hizo el dormido, después de eso, se alistaron y desayunaron, esta vez habían salido al bosque los tres, habían regresado tarde a la cabaña, comieron una vez llegaron y la tarde restante se fue entre juegos y risas, cenaron y se fueron a dormir temprano, partirían por la mañana para llegar a tiempo de nuevo a la ciudad.

 

Por la mañana desayunaron y arreglaron todo, subieron las cosas al auto y después de tres horas de viaje, habían llegado a la ciudad, nuevamente retomarían sus vidas, a Fye lo dejaron donde lo habían recogido y se marcharon, Kurogane había aconsejado irlo a dejar a su casa, pero Fye insistió en quedarse ahí, después de despedirse Kurogane y Tomoyo se marcharon, Fye solo tenía que implorar al cielo que Yuui llegara pronto y que sus padres no llegaran antes, pocos minutos después llego Yuui y unos minutos más tarde sus padres, de nueva cuenta su atención fue dirigida hacia Yuui solamente, Fye mientras tanto subía el equipaje de los dos al auto, cuando llegaron a la casa no fue distinto, bajo y subió el equipaje a la habitación de los dos, esperaría a que ellos terminaran de comer para el poder bajar por algo de comida, esperaría pacientemente después de eso a que su padre lo llamara para así poder “recibir su castigo”, y fue como lo pensó, una, dos, tres, cuatro veces o más, su padre tendría y se daría el privilegio de tomar su cuerpo hasta que se saciara, una idea cruzo por la mente de Fye, ¿Kurogane estaría en mejor posición que el a esas alturas?, ahora Fye no le preocupaba las veces que su padre lo había tomado, ni cuantas veces le había golpeado, mucho menos cuantas veces lo había humillado, en ese momento le preocupaba Kurogane.

 

Cuando Kurogane llego a la mansión Daidouji, él y Tomoyo comenzaron a bajar las maletas del auto, ayudados por las personas que trabajaban en la mansión, al punto de vista de los empleados, aquellos jóvenes sin duda eran educados y no se comparaban con otros muchachos de su misma categoría, Kurogane a pesar de haber llegado hace poco a la mansión había dejado una buena impresión con los empleados ganándose el respeto y la simpatía de todos ellos, momentos después de bajar todo del auto Kurogane decidió ir a descansar un poco hasta la hora de la comida, cuando por fin llegó la hora Tomoyo fue por el a su habitación, ella tenía una cara entre seria y preocupada, esto le puso en alerta enseguida, la comida era extraña, todos completamente en silencio, preocupados, fue entonces que Kurogane le preocupo esto, cuando terminaron de comer, pasaron al despacho del padre de Tomoyo y comenzaron a contarle a Kurogane aquel secreto que habían guardado los tres.

 

- Como quieren que no esté enojado, esto debieron habérmelo dicho en su momento, no ahora- Kurogane estaba parado caminando de un lado al otro del despacho, tratando de calmar su enojo.

 

- No iba a cambiar en mucho que te dijéramos esto antes o después, tus padres no iban a regresar, entiende no queríamos hacerte daño y tampoco queríamos perderte, eres muy importante para nosotros, te queremos mucho hijo y…- Sonomi fue interrumpida por Kurogane.

 

- ¿Cuál hijo?, ¿querían protegerme?- Todo esto lo decía en un tono burlón- No sé qué querían hacer, no acepto esto, esto no….se hubieran quedado con esto, preferiría mil veces quedarme con mi versión de la historia a esto- Estaba en verdad enojado, pero no sabía si por el o por sus tíos.

 

- ¿Cuál?, en la que tú fuiste el culpable de que ellos murieran- Su tío se oía retador- Eso no fue así, te dijimos que paso y dentro de eso no se encuentra que tú eres culpable de algo.

 

- Me voy- Después de eso solo se escuchó la puerta azotándose.

 

Toda esa tarde Kurogane se quedó encerrado en su habitación no salió ni cuando lo llamaron y cenar y cuando abrieron la puerta con el juego de llaves, él no estaba dentro, lo único que quedaba era esperar a que el regresara, pero el tiempo estaba jugando en contra de ellos.

 

Por la mañana en la casa de Fye se mostraba todo tranquilo, su padre apenas lo había dejado ir con fuerzas para terminar yendo a su habitación, al final no había podido dormir lo necesario, por la mañana sus padres se habían marchado temprano pues tenían que cerrar un negocio fuera de la ciudad, cuando Fye despertó lo único que hizo fue levantarse corriendo he ir al baño a devolver todo lo que había comido la noche anterior, Yuui quien se percató de esto corrió detrás de su hermano, cuando llego a su lado miro la cara de Fye, era una mescla entre horror y miedo.

 

- Creo que estoy embarazado- Fue la frase que salió de sus labios.

 

- ¿Cómo puedes estar tan seguro?- Yuui se veía preocupado- ¿Qué vas a hacer si es verdad?

 

- No lo sé Yuui, no sé ni cómo enfrentar esto- Quería llorar, esto no podía ser posible.

 

- Un momento estamos sacando conclusiones antes de ver los hechos, es mejor que te asegures si esto es verdadero o no- Miro su reloj de muñeca- Es tarde, se hace tarde para ir a la escuela.

 

- Yo también iré, si me quedo en casa y padre regresa me va a ir peor- Fue lo que le dijo a su hermano.

 

- No creo que sea conveniente que vayas, te ves pálido y no quiero que empeores- Yuui lo veía, no sabía qué hacer, se sentía frustrado, si en verdad estaba pasando lo que suponían, Fye había caído en lo que Yuui siempre quiso impedir.

 

- Voy a estar bien, si llego a sentirme mal, saldré de inmediato del salón y te avisare, es casi hora de irnos- Fye tenía la sensación de querer vomitar de nuevo, pero aun así iría a la escuela, tendría que enfrentarse a lo que viniera, no había marcha atrás en ese punto, bueno o malo seguiría adelante.

 

Los hermanos se apresuraron para ir a la escuela, Yuui estaba preocupado por Fye pues no se veía bien, después de sacar todo lo que tenía en el estómago no había querido comer nada, solo para prevenir y no tener que salir del salón como loco directo al baño, en la escuela casi llegando  al salón Kurogane lo detuvo.

 

- Hola Fye…- Se quedó a mitad de lo que quería decir, pues vio el semblante de Fye- ¿Te encuentras bien Fye?

 

- Hola Kurogane, estoy bien, bueno la verdad me sentí mal en la mañana, pero no podía faltar- Esta vez ya no servía mentir, si en verdad estaba embarazado dentro de algún tiempo se darían cuenta de lo que pasaba.

 

- Entonces por qué viniste, debiste de quedarte en tu casa a descansar- Era la primera vez que Kurogane en verdad demostraba la preocupación por Fye en un cien por ciento.

 

- En realidad, yo debería preguntar si estás bien- El semblante de Kurogane no estaba tan distante del de Fye- Te vez bastante cansado y además vienes un tanto…desarreglado- Esto lo dijo un tanto confundido.

 

- La verdad, tuve un altercado en casa ayer por la tarde y me salí, llegue en la madrugada y por la mañana me vestí aprisa para no ver a nadie- Fye de antemano sabía a qué altercado se refería, pero no era el momento para decirle que el sabia sobre el problema.

 

- Debemos de entrar al salón, ya casi es hora de la primera clase- Fue lo único que pudo decir antes de seguir el camino directo al salón.

 

No habían hablado más al respecto, en todas las clases antes del receso Fye se sentía mal, pero trato de disimular lo más que pudo para no preocupar Kurogane y Yukito, quien se percató de inmediato en cuanto entro al salón que algo le pasaba a ambos, pero se veía peor el semblante de Fye que el de Kurogane, el receso llego y todos comenzaron a salir del salón

 

- Lo lamento Kurogane, hoy no podre almorzar contigo, Yuui me pidió que le ayudara a hacer algunas cosas del comité, me disculpo- Y entonces salió aprisa.

 

- No te preocupes- Pero fue inútil, esto ya no lo escucho Fye.

 

Fye salió lo más rápido que pudo del salón, llevaba ya rato aguantando las ganas de devolver el estómago (que realmente no era que tuviese algo en el estómago, pues no había desayunado nada), Kurogane salió del salón, al igual que Fye él no había desayunado, claro por cuestiones distintas, caminaba por el pasillo cuando vio por la ventana a Yukito, el cual estaba sentado cerca de un árbol, se le hizo raro, pero creía que algo le estaba pasando, pues la mayoría del día había estado distante en las clases; se dirigía fuera del edificio cuando un alboroto comenzó a hacerse cerca de su salón de clases, Fye se había desmayado a pocos metros, nadie sabía qué hacer ni que decir, esto pasó desapercibido por los dos únicos amigos del rubio.

 

Mientras tanto…

 

- ¿Qué tienes Yukito?- Kurogane lo saco de sus pensamientos.

 

- Ah, Kurogane, eh yo…no tengo nada, no te preocupes- Le dirigió una sonrisa, que al parecer era forzada.

 

- No te creo, pero no voy a forzarte a decirme que te pasa, solo quiero que sepas que en estos meses te he considerado un amigo, quiero que puedas confiar en mí, pero eso es decisión tuya- Se sentó a un lado y vio el cambio de semblante de Yukito.

 

- No se…es que yo…está bien te contare, pero no sé cómo me veas después de esto- Su rostro demostraba miedo.

 

- No voy a juzgarte, todos tenemos secretos y un pasado, no soy quien para hacerlo- Kurogane estaba tranquilo, pero tenía una sensación un tanto extraña.

 

- Es acerca del viaje del fin de semana, sabes que les dije que no podía ir por cuestiones familiares, en realidad no fue nada de eso, yo…- Yukito ahora se sentía avergonzado por decir la mentira que había dicho a Kurogane- La verdad es que me encontré con alguien.

 

- Debió de ser alguien importante sino, no hubieras mentido, ¿o sí?- La sensación no desaparecía, sentía que algo estaba ocurriendo, pero no era dentro de la plática que sostenía con Yukito.

 

- No debí de haber ido, él no me considera importante a mí- Se comenzaba a abrir a Kurogane- La verdad es que un día antes del viaje me llamo para tener una cita, por eso cancele con ustedes, todo el día fue perfecto, me llevo a muchos lados, pero por la noche me pidió que hiciéramos “eso” y luego se despidió y se fue, así sin más, dijo que fue bueno recordar viejos tiempos, comprendí que fue un error el haberlo vuelto a ver- Sonaba decepcionado.

 

- ¿Ese alguien tiene nombre? Y puedo suponer que tienes historia con él, no te apenes, si ya me contaste lo peor, esto no puede ser tan malo- Kurogane trato de darle un poco más de confianza a Yukito.

 

- Se llama Touya kinomoto- Kurogane reconoció el nombre enseguida, era el primo de Tomoyo- Era mi novio en la secundaria, cuando íbamos en segundo el comenzó a avanzar rápido, me refiero a que es un genio, adelanto años y pronto entro a la universidad, yo me quede en segundo, siempre supe que esa relación no iba a funcionar, algunos encuentros de vez en cuando, citas espontaneas o inconclusas, y si hablamos de familia…fue uno de los motivos por los cuales me dejo, yo no podía tener hijos- Aun sentía latente ese dolor.

 

- ¿Tener hijos?- Kurogane estaba desconcertado.

 

- Es difícil de entenderlo, o creerlo, pero hay algunos hombres que pueden dar vida al igual que una mujer, yo no soy uno de ellos, la relación que teníamos iba de mal a peor, lo que definió esto fue que el conoció a mi hermano mellizo en una fiesta, al principio ninguno se llevaba, pero poco a poco se fueron conociendo más y una tarde cuando llegue a casa y fui a buscar a mi hermano a su habitación los encontré haciéndolo, Touya solo me dijo que lo sentía y termino conmigo, a los pocos días mi hermano me restregó en la cara que él era el nuevo novio de Touya, no lo soporte y me fui a vivir a un departamento a regañadientes de mis padres, creí que él se había dado cuenta que yo era a quien amaba, pero lo que le importa a Touya es tener una familia y a mi hermano jamás lo va a dejar, el a comparación de mí, puede tener hijos- Era la primera vez que decía la verdad a alguien más.

 

- No sabía de este tipo de situación…lo único que puedo decir es que tu hermano y ese tipo no tienen perdón, no soy quien para decirlo, pero que tu propia sangre te traicione así- En ese instante recordó lo que sus “padres” habían hecho…no esto era distinto, lo de Yukito fue una traición, sus padres solo lo estaban protegiendo.

 

 

 

- Sé que el odiarlo no me va a regresar a Touya y que si ya de por si causo un distanciamiento con mi familia, ahora me toca luchar por quien en verdad debe importarme- Su mirada denotaba decisión.

 

- Te aseguro que él te va a corresponder, no sientas que lo has traicionado por este desliz, ahora debes de luchar por el- Solo pudo ver sorpresa en la cara de Yukito.

 

- ¿Sabes de quien estoy hablando?- Sabía que era obvio en ocasiones, pero nadie lo noto como Kurogane.

 

- Ambos quedamos prendados de ellos dos, ahora nos queda luchar por ellos- Kurogane recibió una afirmativa de Yukito- Es hora de irnos, el receso casi termina- Los dos se dirigieron directo su salón.

 

Cuando pasaban por los corredores empezaron a oír cuchicheos de algunos de los chicos que estaban fuera de los salones, según Kurogane y Yukito, al parecer decían que un chico se había desmallado y que nadie quería ayudarlo, en ese instante lo que Kurogane sintió momentos antes cuando platicaba con Yukito empezó a ser más fuerte, era una desesperación, por ello comenzó a apresurar el paso, cuando entro al salón seguido de un muy agitado Yukito, vio que Fye no estaba en el salón, se dirigió a su lugar y vio sus cosas, fue en ese instante que le pregunto al jefe de grupo donde estaba Fye, la respuesta fue la misma que no quería oír, ENFERMERIA, el chico del que hablaban en los pasillos era Fye.

 

Al momento de que Fye se desmayó los alumnos que estaban cerca actuaron de distinta manera, muchos se quedaron viéndolo sin hacer nada, otros pasaban a su lado y pretendían que no pasaba nada, fue hasta que uno de sus compañeros aviso al jefe de grupo lo que pasaba con Fye, el jefe de grupo de mala gana fue a ver que ocurrió, como Fye no reaccionaba, optaron por llevarlo a la enfermería.

 

Kurogane en cuanto escucho donde estaba Fye se dirigió a la puerta, topándose de frente con el profesor de algebra, este profesor había adquirido un cierto rencor hacia Kurogane, pues en muchas ocasiones los métodos que Kurogane utilizaba a la hora de solucionar problemas eran más sencillos de seguir,  que los que daba el mismo docente, dejando en ridículo al profesor, cuando este se equivocaba en los resultados.

 

-  ¿Va a algún lado señor Suwa?- Fue el cuestionamiento del profesor

 

- A ningún lado señor- Lo dijo con molestia evidente en el tono de su voz.

 

Kurogane no tuvo otra opción que regresar sobre sus pasos directo a su lugar y sentarse, ya tenía un reporte de mala conducta, dos llamadas de atención en clase y estaba fichado como un mal elemento (claro, solo en esa clase), pero si tenía otro reporte, era seguro que lo expulsaban, quería con todas sus fuerzas ir a ver a Fye y saber su estado, pero no le convenía salir, si iba, lo iban a expulsar y entonces sí, no iba a poder estar cerca de Fye, esperaría hasta que las clases se terminaran para poder ir a verlo, también esperaba que no fuera necesario y poder ver a Fye entrar por la puerta del salón.

 

 

 

Fye se sentía mareado, lo primero que vio fue un techo blanco, no sabía en qué momento llego a ese lugar, sabía que era la enfermería de la escuela, pero no sabía cuánto había estado ahí, la doctora se dio cuenta de que Fye había despertado.

 

- ¿Por fin despiertas, como te sientes?- La sonrisa de la doctora transmitía cierta paz para quien la viera y pensar que ella era la esposa del director, eran personas completamente distintas.

 

- Si, ¿qué paso?- Fye se sentía confundido, hasta ese momento Fye recordó la probabilidad de que pudiera estar embazado y comenzó a sentir temor de nuevo.

 

- Te desmayaste en el pasillo y tu jefe de grupo te trajo aquí, al parecer regresabas del baño, ¿paso algo grave para que fueras al baño y luego te desplomaras en el pasillo?- Tenía que hacer un reporte para el expediente médico de Fye.

 

- Yo…yo me sentí mal, esta mañana y quería vomitar- Fye se sentía cada vez peor y no era precisamente por los síntomas, sino porque alguien se enterara de que pudiera estar embarazado.

 

- ¿Algún otro síntoma que tengas?- Pregunto anotando en la computadora que tenía en el escritorio.

 

- Bien…yo…yo me he sentido mareado- Estaba claro que no faltaba mucho para que se dieran cuenta de su estado.

 

- Bien, por los datos que tengo, sé que puedes dar vida- Un respingo por parte de Fye alerto a la doctora- Así que por eso necesito que te hagas esta prueba- Fye seguía sentado en la camilla por ello la doctora se levantó de su asiento con una cajita entre las manos, depositándola entre las manos de Fye- Es una prueba de embarazo, así que sería bueno saber si lo estas o no.

 

- Yo no estoy embarazado- La voz de Fye comenzaba a temblar, quería parecer lo más tranquilo posible, pero no estaba funcionando.

 

- Ok, tú dices que no, pero es protocolo de la escuela que hagas la prueba por tu situación, además tienes dos de los síntomas, si es que no estas embarazado, no va a pasar nada- La doctora estaba tranquila, Fye no quería hacer la prueba, pero no tenía otra opción en ese momento.

 

- Esta bien- Fue la respuesta que Fye emitió, se puso los zapatos y se dirigió al pequeño baño que estaba en la enfermería.

 

Ya en el baño Fye siguió las intrusiones, espero el tiempo necesario y salió, después de eso entrego la prueba a la doctora, el no quería saber el resultado, fueron segundos que le parecían siglos.

 

- No estas embarazado, efectivamente, me habías dicho lo correcto, entonces comenzare a revisarte, creo saber lo que tienes, pero necesito que me respondas algunas cuestiones- Empezó a teclear algunas cosas en la computadora.

 

- Si- Fue la escueta respuesta de Fye.

 

Paso un rato más hablando sobre algunas cosas con la doctora, el chequeo duro poco, pero lo que no se esperaba es que alguien fuera a la enfermería en ese momento, de repente se escuchó que alguien tocaba la puerta, la doctora hizo pasar a quien estuviera detrás de la puerta.

 

- Buenas tardes…¿Cómo se encuentra Fye?- A quien menos quería ver Fye, Kurogane ya no espero más y fue directo al grano, claro hasta que acabaron las clases.

 

- Lo siento, ¿pero quién eres?- Cuestiono la doctora.

 

- Lo lamento, perdón por la brusquedad, soy amigo de Fye y me sentía muy preocupado por su estado- Se disculpó Kurogane por su imprudencia.

 

- Oh, bueno él está bien, tiene un caso de anemia, que puede ser reversible si se alimenta mejor y toma vitaminas, por lo que le paso hace un rato, es por una leve infección en el estómago, nada grabe, al parecer se encuentra mejor ya- Después de esto le regalo una sonrisa a ambos jóvenes- Ya se puede retirar el paciente, come bien y estarás repuesto, hazlo lo más pronto posible- Después de esto se levantó y dirigió a los jóvenes a la puerta, Kurogane se adelantó y la doctora detuvo un momento a Fye- Recuerda que si tienes sexo, es con protección, entendido- Le dijo esto como último consejo.

 

- Esta bien, comprendo- Salió esperando a que Kurogane no hubiese escuchado esto.

 

Desde que salieron de la escuela Fye y Kurogane no se habían hablado, Fye le había pedido que le entregara su mochila, pero Kurogane le dijo que el bien podía con la de él y la de Fye, Fye se limitó a seguir  a Kurogane, de repente pararon en un restaurante muy elegante, Kurogane jalo adentro del local a Fye, escogieron una mesa y esperaron a que llegara un camarero.

 

- Buenas tardes, puedo tomar su orden- Un chico simpático se acercó a ellos vestido con el clásico chaleco y pantalón negro, además de una camisa blanca.

 

- Buenas tardes, queremos dos órdenes de ensalada, como plato fuerte un filete de pollo a la plancha sin condimentos y de prostre helado de pera- Kurogane pidió todo esto al mesero, el cual comenzó a escribir las ordenes.

 

- No debiste haberte molestado, podría haber comido en mi casa- Fye se sentía como una carga para Kurogane en esos momentos.

 

- No es molestia, necesitas comer, además yo tampoco he comido, tengo hambre y no quiero comer solo- Kurogane le regalo una sonrisa a Fye.

 

Después de que les llevaron la comida empezaron a ingerirla, ambos tenían hambre y el solo olor de aquellos alimentos empezó a causar un efecto un tanto ansioso por parte de ambos jóvenes, después de haber acabado, Kurogane pago la cuenta y se retiraron del establecimiento.

 

- Podemos parar un momento, necesito comprar las vitaminas- Fye entro en la farmacia que había visto, pocos minutos después salió con una pequeña bolsa negra, la cual metió a su mochila.

 

- ¿Te encuentras mejor?- Fue el comentario de Kurogane.

 

- Si me encuentro mejor, ya no quiero devolver el estómago como esta mañana- Estaba mintiendo, no quería preocupar a Kurogane, sentía aun la sensación de vaciar su estómago- Debiste de comer en el receso, es malo saltarse comidas- Fue ahora turno de Fye de preocuparse.

 

- No tenía hambre, recibí una noticia algo impactante y no tenía cabeza para pensar o razonar de la mejor manera- Tenía que llegar a casa y disculparse con su familia, había entendido tarde por qué habían ocultado la verdad de sus padres.

 

- Así que te enteraste- Esto Fye lo dijo en un susurro, pero fue audible para Kurogane.

 

- ¿Tu lo sabias?- Fye se sorprendió, la voz que utilizo Kurogane era grave y algo confusa- Lo siento, no quise asustarte- Era un momento algo incómodo para Kurogane.

 

- No perdóname a mí, esto es un asunto que no me concierne, no soy tu familia- Esto último le cayó como balde de agua fría a Kurogane.

 

- Ya no importa, por cierto, ¿Cómo te enteraste?- Ahora no tenía cabeza para buscar una explicación.

 

- Tomoyo me conto cuando fuimos a la cabaña del lago, me dijo que podía servirte como apoyo, si es que te sentías confundido o algo así- Fue honesto con sus palabras, no quería que lo odiara por ocultar algo así.

 

- Ya entiendo, pero no es necesario, ayer me sentía traicionado e inclusive herido, pero ahora que lo pienso mejor, comprendo que ellos no tenían la mala intención de hacerlo- Dijo sincero y de cierta forma arrepentido por lo que había hecho.

 

- Bueno eso está bien, puedes darme mi mochila ya llegamos- En esos momentos habían llegado al lugar donde siempre se separaban

 

- Como crees, voy a acompañarte- Lo dijo avanzando un poco.

 

- No, es enserio, ya me siento mucho mejor, te lo aseguro, puedo ir solo- Lo dijo lo más tranquilo que pudo.

 

A regañadientes Kurogane le dejo la mochila y espero a que se alejara lo suficiente para que él se dirigiera a su casa.

 

Cuando Kurogane regreso a casa, su “familia” estaba en el comedor, lo único que pudo hacer el enfrentarlos y decirles que ellos no tenían la culpa de nada, que disculparan lo que hizo, después de eso subió a su habitación y se dispuso a descansar.

 

Fye cuando llego a casa, entro y se dirigió a su habitación, dentro se encontraba Yuui, estaba preocupado, pues se había enterado de lo que había pasado con Fye en la escuela, aun mas, si las sospechas de esa mañana eran ciertas, no quería ni pensar que iba a pasar.

 

- ¿Dónde estabas?, ¿Qué te paso?, ¿Cómo estás?- Fue el interrogatorio de Yuui.

 

- Estoy bien, me siento mejor, pero…bueno, tengo que saber si en verdad no estoy embarazado- Fye saco de su mochila la bolsa negra que había adquirido en la farmacia, de ella saco una prueba de embarazo, a pesar de que se había hecho una en la escuela, no estaba convencido, si la prueba había fallado, esta le diría la verdad.

 

Su hermano vio lo que pretendía hacer, lo vio salir de la habitación y dirigirse al baño, cuando regreso, Yuui estaba muy nervioso, veía a Fye, su cara no reflejaba emoción alguna, así que Yuui no supo interpretarla.

 

- Y por fin, ¿Qué paso?- Yuui temía por lo que le diría su hermano.

 

- No…no estoy embarazado- Ambos hermanos respiraron tranquilos, a pesar de ello, Fye se sentía vacío, no es como si quisiera estar embarazado de su padre, pero por un momento pensó en un pequeño creciendo dentro de él.

 

- Por otro lado, este viernes será San Valentín, ¿has pensado en que regalar?- Yuui trato de desviar los pensamientos de su hermano a otro asunto.

 

- No, no he pensado en algo, no tengo a quien regalarle, bueno no a muchos- Sonó un tanto distante.

 

- Yo he pensado en regalar brochetas de bombones con chocolate, no sé, puede que compartamos materiales y puedes regalarle algunas a tus amigos- Yuui sabía que Fye estaba triste, por eso trataba de sacarlo de ese estado.

 

- Si, por qué no, sería buena idea- Fueron las simples palabras de Fye.

 

- Quizá le puedas dar más de una a Kurogane- Esto tomo por sorpresa a Fye, adornando sus mejillas con un color carmín.

 

- Somos amigos solamente- Esto era cierto, pero solo porque Fye no quería que pasara algo más.

 

Pasaron un rato hablando sobre los preparativos de aquellas brochetas, un rato más tarde llego el padre de Fye ordenándole que bajara, en esta ocasión Fye tomaría precauciones, es por eso que además de la prueba de embarazo, también había comprado pastillas anticonceptivas, para evitar algún incidente, esa noche, como muchas otras Fye sacio los deseos de su padre hasta altas horas de la noche.

Notas finales:

Espero sea de su agrado, enserio dejen un review, son la mejor forma de saber sus opiniones, perdonen que no los conteste, pero a pesar de ya llevar un tiempo dentro del sitio no se como usar la web, enserio una disculpa, soy muy torpe


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