El despertar cada mañana y ver que a su lado dormía la persona que más amaba y con la que quería pasar el resto de su vida era algo que aún no se lo creía por completo. Sentir el aroma de sus cabellos marrones, de su piel, ver su rostro con una expresión tan serena era lo que hacía que una enorme sonrisa se dibujara en su rostro, una sonrisa que difícilmente se podía borrar.
-Mmm... buenos días...- dijo mirándolo aun con sueño -
-Buenos días mi pequeño...- respondió el chico de cabellos negros, sentado al borde de la cama -¿Dormiste bien?-
-Siempre duermo bien a tu lado...- comentó dibujando una enorme sonrisa -
-Te amo Taeminnie- le dijo tomando su rostro entre sus manos para darle un suave beso en sus labios -
-Yo también te amo Minho- le respondió y lo tomó por la cintura al moreno, jalándolo para que se eche de nuevo en la cama y se colocó encima de este -
-¿No quieres que desayunemos primero?- preguntó el moreno viendo en los ojos del más pequeño algo de lujuria -
-Eres todo lo que necesito para vivir...- le respondió pasando sus manos primero por los pectorales y luego por los fornidos brazos del mayor...-
-Te encanta provocarme...- dijo el moreno dejando escapar un suspiro -
-Me encanta ver como reaccionaras...-
Y el moreno paseó sus manos por las caderas del menor bajando hasta su trasero, el cual tomó con fuerza, haciendo que el menor suelte un par de gemidos. Sintió como el calor que todo ello le provocaba se concentra en un solo lugar, y vio como le sucedía lo mismo al menor, que se acercó y comenzó a besarlo de forma más apasionada. El moreno lo besaba intensamente y luego pasó su lengua sobre los labios del menor, para luego lamer su cuello y finalmente tomar entre sus dientes su lóbulo derecho. El menor gruñía de placer mientras sus manos descendían para atender la notoria erección que tenía el moreno.
-Ohh... mier... da...- musitó el moreno al sentir los finos dedos del menor sobre su erección -
-¿Te gusta?- le preguntó mirándolo con morbo -
-Me encanta...- contestó dejando salir varios gemidos de su boca -
Cada uno estaba concentrado en darle placer al otro, cuando de pronto sonó el móvil del moreno...
-Pero a quien...-
-¡Ya! No te molestes y contesta- le dijo el menor sonriendo al verlo molesto -
-¿Aló?... Buenos días papá... ¿ahora?... Está bien...- respondió y terminó la llamada -
-¿Tu papá quiere verte ahora mismo?- preguntó algo curioso el castaño -
-Si...- le contestó el mayor algo serio -
-¿Por qué estas así? ¿Sucede algo malo?-
-No es nada...- mencionó mirándolo a los ojos y dibujando una sonrisa lo bastante convincente en sus labios -
-Bueno... que puedo hacer mientras no estés...- dijo el menor tratando se sonar triste -
-Vendré tan pronto como sea posible... - respondió el moreno dándole un corto beso en los labios para luego ponerse de pie y terminar de vestirse -
-Entonces te esperare para desayunar juntos-
-Vale...- le dijo el moreno acercándose para darle un último beso antes de irse -
-
-Buenos días papá...- dijo el moreno entrando a la oficina de su padre y acercándose al escritorio de este. Su padre miraba por la ventana hacia la calle sin pronunciar palabra alguna -¿A qué se debe tu llamada?- preguntó y su padre volteó a verlo muy serio, abrió un cajón y sacó un sobre que luego aventó sobre el escritorio -
-Quiero que me expliques que significa todo esto- dijo con una voz muy dura. El moreno tomó el sobre y lo abrió, descubriendo su contenido -
-¿De dónde sacaste estas fotos?-
-Eres mi hijo y tengo todo el derecho... ahora, ¡quiero que me expliques lo que hay en esas fotos!- le dijo su padre alzando su voz y acercándose más a él. Ahora su escritorio ya no los separaba. El moreno no pudo evitar quedarse en silencio, buscando las palabras adecuadas para decir la verdad a su padre -
-¡HABLA DE UNA VEZ!-
-Padre... Taemin y yo estamos juntos- dijo el moreno mirándolo a los ojos -
Y el silencio que vino luego de que el moreno hablara fue roto por el sonido de la mano de su padre impactando en su mejilla. El moreno volvió lentamente la cara sin decir nada
-Cómo te atreves a decir semejante abominación. ¿Así es como me pagas todo lo que hice por ti?-
-Yo no elegí enamorarme de él... simplemente sucedió-
-¡Cállate! ¡No quiero escucharte! ¡Nunca quise que entraras a ese grupo! ¡Sabía que no iba a ser bueno para ti!-
-¿Y crees que eso hubiera cambiado mis gustos?-
-¡No me hables de esa manera!- gritó su padre golpeándolo con el puño en el pómulo. Minho lo miró molesto y dolido por la reacción de su padre hacia su confesión, así que solo se limitó a salir de aquella habitación -
-¡ALÉJATE DE EL, TE LO ADVIERTO!- le gritó su padre antes que la puerta se cerrara detrás suyo -
-
-Amor ¿cómo te fue?- preguntó el menor desde la cocina al sentir que el moreno había vuelto -
-Bien...- respondió el moreno huyendo hacia el baño, abriendo el caño y mojándose la cara, tratando que no se notara el labio roto que le había dejado el golpe de su padre sin éxito, también su mejilla estaba algo amoratada por el golpe. El menor entro al baño e hizo que el moreno lo mirara a los ojos.
-¿Qué te pasó en el labio?- dijo al ver el rostro del mayor -¡Mira tu mejilla!-
-Nada de qué preocuparse-
-¿Pero cómo no me voy a preocupar si vienes todo golpeado? ¿Fue tu padre no? - dijo y el moreno bajo la mirada -
-El... se enteró de lo nuestro, ¿verdad?-
-...Si, pero nada de lo que me diga me alejara de ti o cambiara lo que siento por ti- dijo el moreno abrazando al menor -
-Y yo no pienso alejarme de tu lado jamás- agregó el castaño besándolo suavemente en los labios -
-Te amo Taemin- le hizo saber el moreno volviendo a unir sus labios con los del menor -
-Yo también te amo Minho - le susurró al moreno separando apenas los labios para volverlos a unir en un beso más profundo y lleno de deseo -
Y pronto los besos comenzaron a volverse más apasionados, las manos de cada uno recorrían el cuerpo del contrario con lujuria y necesidad. El menor lamía y mordía el cuello del moreno, dejando marcas rojas y haciéndole soltar pequeños gemidos. Ambos desean acabar con lo que habían iniciado horas atrás, por lo que la ropa pronto comenzó a estorbar, y mientras se iban deshaciendo de ella, salieron del baño para dirigirse a un lugar mucho más cómodo e íntimo.
El moreno acostó al menor en la cama y se posicionó encima de él, lo besaba con desesperación, primero en la boca y después en el cuello, para luego bajar hacia su torso desnudo y tomar entre sus dientes uno de sus botones, haciéndolo gemir cada vez más y más fuerte. Lo que más los excitaba era el roce de sus erecciones, lo cual los volvía locos haciéndolos sentir como si tocaran el cielo. El moreno puso sus dedos en la boca del menor haciendo que los lama y ensalive para preparar su entrada. Coló un dedo en la angosta entrada del castaño haciendo gemir de dolor y placer a la vez, un momento después colocó un segundo dedo, moviéndose en el interior del menor con cuidado, y cuando pudo meter el tercer dedo el menor no dejaba gritar fuertemente.
-Oh... Minho... ah... joder... mételo ya...- rogaba el menor con los ojos nublados por el placer que sentía -
-Espera... solo un poco... más- respondió el moreno sintiendo su entrada ya casi preparada -
-Mmm... Uhhh...- el menor jadeaba de placer, mientras el moreno retiraba sus dedos de la entrada, para meter su polla -
-¡Ahhhh!- bramó el castaño al sentir la erección del moreno introduciéndose en su entrada -
-Mierda...- apenas pudo pronunciar le moreno al sentirse dentro del menor y empezar a embestirlo -
-Más rápido...- le pidió al mayor sin poder callar los gemidos -
El moreno aumentó el ritmo de las embestidas, alzando las piernas del menor a sus hombros y tomo con una de sus manos su palpitante y roja erección. La velocidad de las embestidas era cada vez más rápida, aumentando también la intensidad de los sonidos que salían de la boca de ambos. Un momento después el menor se vino en la mano del mayor, quien no tardó en seguirle. Y saliendo con cuidado del menor se acostó a su lado, haciendo que este se recostara en su pecho. Sus respiraciones seguían aún algo agitadas y sus cuerpos estaban cubiertos por una ligera capa de sudor. Ambos mantenían una enorme sonrisa en sus labios por lo que acababan de hacer.
-No sabes lo feliz que me haces, Taeminnie...- dijo de pronto el moreno arrimando los cabellos del castaño que se habían pegado a su frente por el sudor, dándole un beso en la frente -
-Siempre estaremos juntos, Minho- respondió el menor acurrucándose más en el pecho de este -Para siempre...-
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Tres semanas después...
-Tae...- lo iba a llamar el moreno cuando vio unas maletas hechas y al castaño parado junto a estas -¿a dónde vas?-
-¿Yo? A ningún lado... tu eres el que se va...- le respondió mirándolo serio -
-No comprendo ¿estas bromeando no?-
-¿Me ves con cara de bromear?- el castaño no cambiaba su expresión -
-Por qué...- preguntó el moreno -desde hace unos días estas raro, pero esto en serio me preocupa, ¿hice algo malo? Ven, conversemos, por favor- le pidió acercándose un poco, pero el menor retrocedió -
-No hay nada de qué hablar... es simplemente que ya no quiero estar contigo-
-Taemin...-
-Yo... ya no te amo, así que tú ya no puedes seguir viviendo aquí conmigo- dijo de pronto el castaño y el moreno sintió un terrible dolor en el pecho, sentía que se ahogaba y no había nada que pudiera hacer para remediarlo -Por favor, ya no vengas a verme, ya no somos nada...-
-¿Así piensas acabar lo nuestro?- dijo de pronto el moreno mientras sentía la voz del menor repitiéndose en su cabeza una y otra vez, diciendo "Ya no te amo" -
-¿Y que opción tengo? Si por mi fuera me voy de aquí, pero estamos metidos en el mismo grupo- le respondió mostrando su frustración -
-Sabes, no te creo una maldita palabra- escupió de pronto el moreno con odio, sentía que todo era una terrible pesadilla, de la cual quería salir -Te conozco, a mí no me puedes engañar con eso de que... ya no me amas...- le dijo acercándose más y más al menor, tomándolo por las muñecas y pegando los brazos de este contra la pared, acorralándolo -
-¡Aléjate de mí!- le grito el castaño, luchando en vano por librarse del agarre, pues el moreno era más fuerte -
El castaño no podía mirarlo a los ojos, no podía ver esos enormes ojos negros que le hacían perder la noción del espacio y el tiempo, y más aún cuando el moreno se empezó a aproximar peligrosamente, por lo que giró la cabeza dejando expuesto su cuello, y fue entonces que el moreno, que estaba casi seguro que todo lo dicho antes por el menor era una gran y completa mentira, se sintió caer en un abismo oscuro y sin fin. La piel color blanco marfil del castaño tenía unos pequeños hematomas que solo podían hacerse de una forma...
-Quien... cuando... y donde- dijo el moreno destilando odio en cada palabra -
-Eso ya no te interesa- respondió el castaño tomando valor y mirándolo nuevamente a los ojos -ya no somos nada-
-¡Me interesa porque eso no te lo hicieron hoy!- grito soltando una se las muñecas del castaño para golpear la pared con su puño -
-Y si te respondiera, ¿eso en que cambiaría lo que paso? ¿Acaso quieres que te cuente todo con lujo de detalles? ¡Ya no te amo y por eso te engañé!-
El moreno odio tanto esas últimas palabras dichas por el menor, que para cuando volvió en sí, este ya estaba en el suelo con el labio sangrando...
-Taemin... yo...- dijo tratando de disculparse por lo que acababa de hacer -
-Vete...- le respondió el castaño limpiándose con el dorso de su mano -ya no tienes nada que hacer aquí- agregó mirándolo fríamente -creo que ya entendiste que no quiero seguir más contigo-
No quería reconocerlo, pero ya no tenía motivos para seguir allí, porque aunque le doliera infinitamente aceptarlo, Taemin ya no era suyo. Estaba más que claro que él ya no quería seguir con la relación, lo conocía demasiado como para seguir pensando que podía ser algún tipo de broma, y que le siguiera insistiendo no iba arreglar las cosas, al menos no en ese momento. Camino pesadamente en dirección hacia donde el menor había dejado sus maletas, las tomó y sin voltear salió del apartamento, cerrando la puerta tras de sí.
El castaño permaneció en el suelo en silencio un buen rato... tocándose el labio roto y mirando hacia la puerta...
-Minho...- dijo de pronto, asomándose por una ventana que daba hacia la calle y vio que el moreno se subió en un taxi, perdiéndose entre los demás autos -No te vayas... te amo...- comenzó a decir con la voz quebrada -no quise hacerlo...-
-Vaya, vaya... resultaste un gran actor...- dijo un joven vestido de traje, que acababa de salir de la habitación del castaño -
-¡¡Vete a la mierda!!- le respondió el castaño gritando lleno de ira -
-¿Viste? Eso de hacerte unos chupetones no fue mala idea, así se lo iba a creer todo más rápido- siguió hablándole como si nada -
-¡MALDITO SEAS! ¡LÁRGATE! ¡DÉJAME EN PAZ! ¡YA HICE LO QUE ME PEDIERON! ¡ANDA DE UNA VEZ Y DILE QUE YA NO ESTAMOS JUNTOS!-
gritaba a todo pulmón, desahogando el dolor que sentía -
-Taemin... no te pongas así... vas a malograr esa linda voz que tienes- dijo tratando de sonar preocupado, acercándose al castaño que lloraba desconsoladamente -
-Minho...- dijo este sintiéndose mareado de pronto, para luego caer inconsciente -
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-Minho...- exclamó sorprendida la señora al ver a su hijo parado en la puerta de su casa -
-Hola mamá, perdona que haya venido sin avisar pero... ¿me puedo quedar unos días acá?- dijo el moreno mostrando su equipaje -
-Claro que si mi amor, los que quieras... ¿pero por qué estas triste? ¿has estado llorando?- preguntó acariciándole el rostro al notarlo un poco raro -
-Te extrañe mucho mamá, eso es todo- dijo el moreno abrazando a su madre -
-Debes haber estado muy ocupado, pero no te preocupes, yo lo entiendo- le respondió mientras le acariciaba la cabeza como si fuera un niño, y es que para ella, Minho seguía siendo su pequeño niño -
-Anda desempaca esas maletas, date un baño y baja a cenar, prepararé tu comida favorita- dijo haciéndolo ingresar a la casa -
-Gracias mamá...- dijo el moreno tomando sus maletas y dirigiéndose escaleras arriba -
Ni bien el moreno entró a su habitación, cerró la puerta y pegó su espalda a esta, deslizándose poco a poco hasta quedar sentado en el suelo. Las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos, su garganta le dolía, aún no creí lo que acababa de suceder. Taemin, su Taemin lo había dejado, ya no lo quería a su lado porque había dejado de amarlo. ¿Qué había hecho mal?
No le encontraba sentido a nada, se sentía morir, su vida funcionaba por el castaño, él era su razón de vivir, y ahora se había marchado con alguien más. Minho sentía que sin él no era nadie.
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-Mmm...- gruñó el castaño recobrando el sentido y abriendo los ojos -
-Hasta que despiertas...- le respondió una voz que desde que la escuchó, empezó a odiarla -
-¿Qué haces aquí?- pregunto serio el castaño al ver que ese chico seguía con él en su departamento -
-Te desmayaste, por eso me quede-
-Yo no quiero nada que venga de ti y mucho menos tu lástima, así que vete de una vez-
-Volveré mañana, y no intentes nada, sino ya sabes que puede pasar- le dijo en tono un poco amenazante el chico de cabellos rojos para luego marcharse -
Una vez lo hubo hecho, el castaño se paró de su cama y comenzó a gritar, mientras tiraba y rompía todo lo que se cruzaba en su camino. Sentía la necesidad de desfogarse, le dolía tanto el pecho y le molestaba tanto ese nudo que sentía en la garganta, jamás pensó que todo fuera a terminar así, se odiaba mil veces por ser hombre, y es que el simple hecho de serlo fue por lo que lo estaban obligando a alejarse del moreno. Lo ama demasiado y se siente de lo peor por haber tenido que terminar su relación con él de esa manera. ¿Qué haría cuando se volvieran a ver? ¿Qué sucedería cuando tuvieran alguna actividad grupal? No podía por nada del mundo estar a solas con él, no podría resistirlo, y es que el revelarle la verdad al moreno y decirle que su padre era el que los estaba separando, le podía costar caro. Si ya era bastante sufrimiento para él haber terminado su relación así, no se imaginaba tener una vida de la cual Minho no formara parte, así que, por más que ya no tuvieran algún tipo de relación, más que simple compañeros de grupo, eso le bastaba para poder sobrellevar todo. A partir de ahora tendría que aprender a conformarse con ello por muy difícil que fuera.