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Other World por SamiraYagami

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*La mañana siguiente*

Al final Oliver nunca vino a la noche, me mandó un mensaje diciendo que no pudo, y que se quedó en casa. Pero desde ayer.. últimamente mi mente no me deja en paz, solo pienso en ella, mi hermana. Kai. ¿Por que no me hablas como antes? ¿Por que te alejas? ¿Y por que sales con ese imbécil? Ya era de mañana, estaba vestido, iba prepararme café, pero me dirigí a la habitación de mi hermana primero, para ver si había llegado anoche. Y si llegó, estaba dormida en su cama, luego miré mas y en su sillón dormía su.. novio. Agghh. Hijo de puta. Salí en silencio y fui a la cocina. Me preparé en silencio el café, pensando en Kailey. En verdad, no conocía a mi hermana, ya no era la niña de 10 años que una vez había sido, ya no me contaba cuando un chico le parecía lindo ni me pedía que la llevara al parque. Ahora salía con chicos mayores y los traía a casa.

Tomé un sorbo de mi café y me senté, estaba preocupado. Siento que se abre la heladera y miro, era Oliwer, sacando una lata de cerveza, como si fuera su casa. 

- ¿Qué crees que haces? - Le pregunté.

- Beber - Sonrió y se sentó frente mío.

- Agg - Hice un gesto de repulsión y volví mi vista y mi boca al café.

- ¿Tanto me odias? - Miró divertido.

- No te odio - Miré hacia otro lado.

- Tu hermana no podrá caminar - Sonrió y me miró esperando mi reacción.

- O te callas o te vas - Tomé su cerveza y la tiré a la basura.

- No me gusta callarme, y tampoco me pienso ir. ¿Dije algo de malo? - Fingió inocencia.

- Agg - Volví a soltar - ¿Por qué te gusta ponerme de mal humor, hijo de puta? - Suspiré, rendido sobre la mesa.

- Oh, disculpa - Se levantó y se sentó al lado mío - Entonces te pondré de buen humor - Acarició mi pierna.

- Ni se te ocurra - Alejé la mirada y su mano de mi pierna.

- Solo quiero que mi cuñado se sienta bien - Sonrió y volvió a poner su mano en mi pierna.

- Me sentiré mejor cuando dejes de salir con mi hermana, gracias - Volví a quitar su mano y miré mi celular. No tenía ni un mensaje de Oliver. Quizás debería mandarle uno para despertarlo...

- ¿Por que? - Colocó una mano en mi.. ¡En mi entrepierna! - Creí que te caía bien - Sonrió.

- ¡No me toques! - Me levanté, desesperado y luego suspiré, mirando el teléfono - Mierda...-

- ¿Por que miras tanto tu celular? - Preguntó.

- Por nada que te importe - Lo miré serio.

- Que sexy te ves serio - Mordió su labio.

- Idiota - Miré el celular una vez más y escribí 'Buenos días, bonito (:' y se lo envié. Una sonrisa se me escapó y luego volví a mirar serio al imbécil que tenía frente a mí.

- ¿Idiota? Te digo un cumplido y me insultas. ¿Acaso no me crees? - Hizo puchero.

- No, no te creo - Me crucé de brazos - Ahora, vete.-

- ¡Que malo eres! - Se levantó y pasó al lado mío.. Cuando me distraje me tomó el rostro y me robó un beso. Abrí los ojos como platos.

- ¿QUÉ MIERDA HACES? - Chillé.

- Shh, despertarás a Kai - Me cubrió la boca. 

- ¿Qué crees que haces, idiota? - Lo empujé - ¿Te piensas que puedes venir y robarme un beso como si nada? - fruncí el ceño y volví a empujarlo.

- Si, así lo pienso - Soltó despreocupado. 

- Bueno, yo no lo pienso así - Volví a mirar el celular. Puto Oliver.

- ¿Eres soltero? - Preguntó. Suspiré.

- Es complicado - 

- ¿Como complicado? Es si o no - Me miró fijo.

- Estoy con alguien, pero nadie puede saber que estoy con él - Miré mi celular. No había contestado.

- ¿Él? Así que es un hombre, eh - Sonrió - Interesante..-

- Sí, soy... gay - Primera vez que lo admitía y me costaba bastante todavía.

- Eso es antinatural - Me miró fijo. Hubo silencio por segundos - Es broma, yo soy bisexual - Sacó otra lata de cerveza y se sentó nuevamente. 

- ¿En serio? - Me senté.

- Claro, o ¿Acaso crees que el beso solo fue para molestarte? - Levantó una ceja.

- Bueno, eso es lo que creí - Me toqué la nuca.

- En parte fue para molestarte, pero la mayoría fue.. - Me miró fijo - Porque estás muy bueno - Sonrió divertido.

- Idiota - Sonreí - No vuelvas a hacerlo o mueres. -

- ¿Por que? - Hizo puchero - Kai no se va a enterar, y no es mi culpa que estés tan violable - Cruzó de brazos.

- Violable nada, yo estoy con Oliver y no le gustará que una versión en miniatura de él me ande besando - Reí. Abrió los ojos como platos y luego desvió la mirada.

- Ts' - 

- Mierda, ¿Por qué no se despierta? - Miré el celular de nuevo.

- Déjalo dormir - 

- Anoche no vino y tiene algo pendiente conmigo - Reí.

- No quería saber. - Desvió la mirada. - Kai me despierta con un mensaje y la dejo - Rió.

- Tú no dejas a nadie - Lo miré serio.

- Ja, como si me quisiera - 

- ¿Ella no te quiere? Supongo que si no te quisiera, no estaría contigo... - Bebí un poco de café.

- Está conmigo porque solo le recuerdo a alguien - Tomó un gran trago de la lata.

- ¿Qué? - Abrí los ojos como platos - ¿Cómo puede hacer eso? -

- No lo se, me da igual. - Bostezó.

- ¿La quieres o simplemente te interesa llevarla a la cama? - Suspiré. A estas alturas, ya preguntar eso parecía algo poco incómodo.

- Si te digo lo segundo no me matas ¿Verdad? - Me puso la misma mirada que me pone Oliver cuando dice algo estúpido.

- No puedo prometer nada - Miré hacia mis pies.

- ¡Hey! - Levantó los brazos y señaló hacia la nada refiriéndose a Kai - ¡Ella hace lo mismo conmigo! - 

- Entiende que es mi hermana menor - Suspiré - Siempre la traté como a una niña pequeña... - Lo miré, con la mirada triste. En menos de un día tuve que afrontar la pérdida de su inocencia y que encima no amaba a su novio, sólo salía con él porque le recordaba a alguien... ¿A qué alguien?

- Lo siento - Se tocó la nuca.

- No importa - Sonreí - Supongo que si eso la hace feliz, por mí está bien...-

- No la hace feliz. - 

- ¿No es feliz? - Moví la cabeza - Debes pensar que soy un idiota por no conocer a mi propia hermana - Hice una mueca.

- No es feliz, solo cubre un vació estúpido con una segunda opción.-

- ¿Quién es la primera opción? - Pregunté.

- Alguien que jamás tendrá - Sonrió.

- Nombre, apellido, dirección y un arma, por favor - 

- ¿Por que la violencia? - Levantó las cejas.

- No lo sé, supongo que porque gracias a él, ella no es feliz - Suspiré - Soy un idiota y sobreprotector.-

- Quizás, pero si ella estuviera con él, él no sería feliz - Sonrió.

- ¿Por qué tantos rodeos para decirme el nombre? - Entrecerré los ojos.

- Kell..- Me miró fijo - ¿A quién te hago acordar? - Sonrió y levantó una ceja.

- Mierda - Me quedé pálido.

- Veo que encontraste la respuesta rápido - Bostezó - ¡Que pereza! - Estiró los brazos.

- Dios... - Suspiré y apoyé mis brazos sobre la mesa de mármol, agarrándome la cabeza con las manos.

- ¿Traumante verdad? - Apoyó sus brazos en la mesa y los usó de almohada.

- Mi hermana quiere estar con mi novio... - Suspiré. ¿Por qué de todos los chicos en la faz de la tierra tenía que elegir a Oliver?

- Vaya, ¿Recién te das cuenta? - 

- Supongo que siempre creí que le parecía lindo y eso, pero no creí que fuera más que eso... - Cerré los ojos.

-  A lo de "Más que eso" ¿A que te refieres? - Preguntó curioso.

- A no ser feliz si no lo tiene... - Hice una mueca - Es igual de caprichosa que el hermano. -

- Pero no creo que lo de ella sea sentimental.. - Me miró.

- Probablemente en eso sea en lo que diferimos... - Lo miré.

- Que pereza - Alguien entraba a la cocina, vaya sorpresa, ese alguien era Oliver. No dije nada, sólo lo miré. - Kell - Sonrió y luego miró quien mas estaba. - ¿Y el quien es? - Lo señaló mientras lo miraba detalladamente.

- Mi novio - Solté, en broma, pero mi cara estaba tan seria que se lo creyó. Frunció el ceño.

- ¿Como que tu novio? - Chilló. Oliwer me mandó miradas como diciendo "Te odio" - Eh, tu, niño. ¿Quien mierda eres? - Lo levantó y empujó.

- Déjalo - alejé a Oliwer de Oli - no es mi novio, ¿qué no puedo hacerte una puta broma ahora?

- Es de mañana, enano imbécil,  ¿Como quieres que reaccione? - 

Entró Kai.

- ¿Que son esos gritos? - Estaba en camisón y talló sus ojos. - ¡Oliver! - Sonrió. - ¿Como estas? -

- Eh, yo también existo - Dijo Oliwer.

- ¡Tu debes irte! ¡De seguro molestas a mi hermano! - Lo tomó de la muñeca y lo fue empujando hasta la puerta.

- P-Pero..- Quejó.

- ¡No lo molestes! - Cerró la puerta y volvió hacia nosotros - ¿Quieres un café Oli? -

- Si por favor - Se sentó en la mesa mientras bostezaba.

- ¿Por qué tratas así a Oliwer? - Pregunté enojado - ¡No me estaba molestando! -

- Que nombre.. raro - Soltó Oli poniendo mirada de asustado.

- ¡Si lo hacía! Lo conozco, siempre causa problemas - Preparaba el café.

- De hecho, estábamos hablando y me cae demasiado bien, incluso más que tú - Le solté, como una bomba.

- ¿Q-Que? - Le dio la taza a Oliver y me miró fijo - ¿Como me vas a decir eso? - 

- Por lo menos él me habla, ¿Sabes? - Suspiré - Mi única familia que tengo eres tú y ya ni me hablas...-

- ¡Si te hablo! ¡Tu no tienes tiempo para mi! - Quejó.

- ¿Que no tengo tiempo? Si cuando te pregunto algo, ¡Lo único que haces es evitarme! - Grité.

- ¡Ayer respondí tus preguntas! - Gritó.

- Aghh - Gruñí - No lo entiendes, Kai, no sé nada de ti hace años si no fuera porque te lo pregunto, ¿Qué mierda nos pasó? - Hice una mueca y me levanté de la silla. Ignoré a Oliver por completo.

- ¡Déjame en paz! ¡Falso! - Chilló mientras tiraba los vasos, alzó unos cuantos vidrios y se echó a correr.

- Holy shit - Soltó Oliver corriendo tras ella.

- ¡¡¡KAILEY!!! - Corrí hasta su cuarto, donde vi que se encerró - ¡¡KAILEY, ABRE LA PUERTA!! - 

- ¡NO! - Gritó. Oliver embistió la puerta con su cuerpo lograndola romper. No entré, simplemente me quedé en shock, allí, observándola. Un hilo de sangre recorrió su muñeca, recién empezaba a cortarse, no se hizo mas nada. Soltó el vidrio. - ¡Oli! - Dijo asustada, bajando al piso para ver como estaba. - ¿Estás bien? -  Lo intentó levantar.

- Lo estoy, lo estoy, no te preocupes - Se arrodilló y se agarraba el brazo. - La pregunta es  ¿Tu estas bien? -  Yo observaba toda la situación sin decir una sola palabra. No podía hablar. Mi lengua parecía haber sido comida por ratones.

- ¡Estoy bien! ¡Lo estoy! ¡Lo estoy! -

- Si lo dices así, me das miedo - Le dijo.

- ¿Seguro estás bien? - Lo arrastró para que se sentara en su cama - ¡Déjame ver si te hiciste una herida! - Le quiso sacar la camisa.

- No, no, está bien - Le bloqueo las manos empujándolas - No hace falta. - No podía soportar que mi hermana se comportara así. Me acerqué en silencio y la tomé del brazo para ver el único corte que se había hecho.

- Déjame, Kellin. - Desvió la mirada - Estoy bien. - 

- Kailey, no lo estas - Solté, en un hilo de voz casi inaudible. Se me quebró la voz. 

- ¿Por que lo dices? - Me miró fijo.

- Agg - Suspiré y caí al suelo, abrazando sus rodillas - No quiero más peleas, por favor.-

- Los dejo solos - Soltó Oli yéndose de la habitación.

- Perdón - Agachó la mirada.

- Kai, quiero volver a ser tu amigo - La miré - Quiero volver a contarnos cosas, a volver a conocernos como antes, ¿Podemos? - Le acaricié la mejilla.

- S-Si - Me tomó la mano.

- Te quiero, fea - me levanté y la abracé fuerte, como cuando era pequeña y se raspaba la rodilla al caer de la bicicleta.

- Te quiero - El ruido de algo que se caía nos interrumpió. Ambos miramos hacia el frente y yo decidí besarle la frente y moverme hasta donde el ruido provenía.

Estaba Oliver sobándose la cabeza, al parecer cayó de las escaleras.

- ¿Estás bien, bonito? - Me acerqué a él y le toqué la cabeza, aparentemente le dolía mucho, ya que apenas lo toqué, chilló.

- Soy un torpe - Rió.

- Eres perfecto - Lo besé - Todavía sigues dormido, ¿No? - Hice una mueca.

- Un poco - Me miró cansado. Y luego me besó. Miré de reojo para arriba y pude ver que Kai se asomó viendo lo que pasaba, frunció el ceño y se fue.

- Agh - Suspiré y puse los ojos en blanco.

- ¿Pasa algo, enano? - Preguntó.

- No, nada... ven, vamos a mi habitación - Lo ayudé a levantarse.

- Bueno - Y me siguió hasta ella. Cuando entramos se sentó en la cama - ¿Que ocurre? - 

- A Kai le gustas - Me senté junto a él en la cama - Bueno, no le gustas, sólo quiere tener sexo contigo. -

- Lo sospechaba - Se rascó la nuca.

- Supongo que era obvio... - Suspiré - Creo que me odia por salir contigo, pero sinceramente, no me importa. - 

- Ya se le pasará - Me acarició la espalda.

- El único que puede tener sexo contigo soy yo - Lo besé.

- Eso es un hecho - Me sonrió.

-  Bonito - Sonreí en medio del beso y comencé a acariciar su espalda por debajo de la camisa hasta que toqué algo que me sorprendió. Paré en seco - ¿Qué es esto? - Pregunté, tocando nuevamente algo que sobresalía de su espalda pero sin ver lo que era todavía.

- N-Nada - Se apartó de mi.

- Oli, déjame ver - Intenté alcanzar su espalda pero no me dejaba.

- No es nada - Sonrió.

- ¿Seguro? - Fruncí el ceño.

- Seguro - Se dirigió a la puerta. - Pronto será la hora del almuerzo.. será mejor que compre cosas -

- Te acompaño, ¿Quieres? - Le sonreí, levantándome de la cama.

- No, está bien. - Suspiró.

- Bueno, espero aquí - Volví a sentarme, e hice una mueca. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué estaba tan raro?


                  .         .          . 


Ya volviendo de la tienda, alguien me paró en seco.

- ¿Cuanto tiempo ha pasado? Oliver - Me di vuelta.

- Mucho, copia barata mía - Bufé.

- ¡Cállate! - Chilló.

- Hasta en el nombre, Oliwer. - Lo miré fijo.

- Ts' - Evadió mi mirada - Derek quiere que esta noche vayas al callejón de siempre. - Cerré los ojos y suspiré.

- Dos noches seguidas eh..- Abrí los ojos - Muy raro de él.- 

- Nos vemos, viejo - Se subió a la moto.

- Solo te llevo 6 años.- Le levanté una ceja. Él se puso el casco.

- Da igual - Y se marchó.

Entré a la casa, Kell estaba sentado en la mesa con Kai.

- Llegó su chef experto - Sonreí dejando las cosas en la mesa.

- ¿Algún día me enseñarás a cocinar? - Preguntó sonriente, sentándose sobre la mesa, al lado de la comida.

- Si - Lo besé. Apenas lo hice miré de re ojo a Kai, la vi molesta.

- Iré a ordenar mi habitación - Soltó - Avísenme cuando todo esté listo - Se fue.

- Dios... - Suspiró Kell, bajando la mirada a sus pies, que colgaban de la mesa.

- Hey - Le puse la mano en el hombro - Tranquilo - 

- Espero que no sea así por mucho tiempo - Desvió la mirada - O no podremos invitarla cuando nos casemos - Soltó, junto con una sonrisa.

- ¿Casamiento? - Le levanté una ceja.

- Déjame soñar - Rió.

- Está bien - Le di la espalda para cortar la carne en la mesada.

- Te verías lindo con un vestido blanco - Soltó, burlón - Y Oskar podría llevar los anillos. -

- Técnicamente, te verías mejor tu con el vestido blanco - Le sonreí - Por tu altura - Reí.

- ¡Hey! - Frunció el ceño y se cruzó de brazos, era tan lindo cuando se molestaba - Eso no es gracioso. -

- No era un chiste - Le levanté una ceja y puse la comida en el horno - Sino quieres ir de vestido blanco, podrías usar una faldita corta, bien sexy junto con un top - Reí.

- ¿Por qué mejor tú no usas una tanga? - Frunció el ceño de nuevo y bufó - Probablemente sería más sexy...-

- Bueno, dime donde guarda las tangas Kai - Reí y lo senté en la mesada.

- Mejor te presto una de las mías - Me guiñó un ojo y reímos.

- Eres genial - Lo besé.

- Tú lo eres más - Me besó y me atrajo más a él con sus piernas.

- Te haría el amor aquí mismo - Le susurré al oído y mordí su lóbulo mientras mis manos recorrían su cuerpo.

- No veo el porqué no podríamos - Lo escuché reírse en mi oído cuando comenzó a mordisquear mi cuello.

- Estamos en la cocina, goloso - Besé su cabeza.

- ¿Y eso qué más da? Es mi casa y yo decido dónde hacerlo - Dijo, con aires de superioridad.

- Kai nos podría ver, además estoy cocinando - Mi enano es tan infantil de un cierto modo.

- P-Pero... - Suspiró - Luego de comer, podríamos hacerlo, ¿Verdad? - Sonrió, esperanzado.

- Creo que desperté tu lado ninfómano - Reí. 

- Seis años de abstinencia, bonito, me tendrás así un buen tiempo - Sonrió y luego se mordió el labio.

- Eh, no te muerdas, solo yo puedo - Lo besé y mordí su labio con delicadeza. Volvió a atraparme con sus piernas mientras sus brazos rodeaban mi cintura. - Pasan los días y aún no lo creo - Sonreí.

- ¿Qué es lo que no puedes creer? - Preguntó inocente.

- Que estemos juntos, que seamos tan felices - Lo besé.

- Yo tampoco puedo creerlo, bonito - Sonrió alegre - Eres todo lo que necesito y más...- Le devolví la sonrisa y me separé de él. Saque la carne del horno, le agregué mas ingredientes y la corte para luego dejarla sobre la mesa. Creo que está todo perfecto, y huele delicioso.

- ¿Voy por Kai o vas tu? - Pregunté.

- Creo que mejor voy yo - Bajó pegando un saltito y caminó hasta la habitación de su hermana.

Yo serví la comida y me cercioré de que todo estuviera perfecto, y lo estaba. Me senté y los esperé.

- Huele delicioso - Dijo Kai entrando.

- Ya quiero comer o moriré de hambre - Se sentó Kell al lado mío.

- Hace mucho que no sentía esto..- Suspiré feliz.

- Me alegra que estés bien, Oli - Me acarició la pierna mi enano y me sonrió, dulce como siempre.

- Este calor familiar - Sonreí. Me sonrió y sus ojitos se iluminaron. Amaba esto. Lo amaba a él. Pero tanto silencio incomodaba.. - Esto.. Kai. ¿Tienes novio? - Pregunté.

- S-Si..- Miró a otro lado.

- Se llama Oliwer, es el chico con el que estaba hablando antes - Kellin comía como si nada, pero la tensa situación era notable.

- Oliwer ¿Eh? Tiene pinta de ser buen chico. - Solté sabiendo que era un imbécil.

- Sí, eso parece, y encima es lindo - Hizo una mueca Kell.

- ¿Lindo? - Entrecerré los ojos.

- Lindo y mío eh - Dijo Kai.

- Sólo dije que era lindo, no sé porqué tanto escándalo - Sonrió pícaro.

- ¡Vas a ver Kellin! - Crucé de brazos.

- ¿Qué hice ahora? - Me miró fijo.

- Me cambias por alguien mas joven - Miré a otro lado.

- Tonto, sabes que lo decía en broma - Me acarició la pierna.

- Sh, vete con ese, no me hables - No dejé que me mirara, yo sonreía.

- Bueno, tengo su número, supongo que lo llamaré - Lo escuché decir.

- ¡Hey! - Chilló Kai.

- Calla, tonta - Rió - Oliver, date vuelta - Me tocó la espalda y nuevamente tocó la herida. Hice una mueca de dolor y luego los miré fingiendo que nada pasó.

- ¿Que quieres, traidor? - Solté divertido.

- Nada - Sonrió y me besó - Estaba todo muy rico - Se mordió el labio.

- Lo sé - Dije orgulloso.

- ¡NO! - Chilló Kai - ¡Lo olvide! - Se levantó y lavó su plato lo mas rápido que pudo.

- ¿Qué sucede, Kai? - Preguntó él, preocupado.

- ¡Hoy salgo con Oliwer! ¡Lo había olvidado! - Tomó su cartera - ¡Nos vemos! -

- Adiós - Dijo Kell, pero ella no llegó a escucharlo - Supongo que tendremos la casa para nosotros dos solos...- Se a lo que quiere llegar, tengo que evitarlo.

- Si - Dije mientras empecé a lavar los platos.

- Te amo, Oli - Me abrazó por la espalda y sonrió.

- Yo también - Sonreí - ¿Que quieres hacer hoy? ¿Ver películas? ¿Algo? -

- Lo que tu prefieras - Dijo y me besó, poniéndose en puntitas de pie para llegar.

- Bien - Lo cargué, soportando el dolor de mi espalda y lo tiré en la cama de su habitación y me acosté al lado de él. - Dormir - Reí.

- Qué aburrido eres, feo - Me besó la nariz - Pero bueno, si eso es lo que quieres... - Suspiró - Dulces sueños - Sonrió.

- ¡No soy aburrido! ¡No me provoques! -

- Lo eres, Oliver Scott aburrido Sykes - Rió. Suspiré.

- Pitufo estúpido - Le comencé a sacar la camisa.

- Oli, no hace falta - Volvió a acomodarse la camisa - Hoy no - Me besó dulce - Me conformo con estar abrazado a tu lado.-

- Si hace falta - Le volví a quitar la camisa.

- Oli - Me miró fijo, casi intimidándome - Te amo más que a mi propia vida, ¿Lo sabes? - La seriedad que tenía provocó que mi sangre se helara.

- No lo sabía..- Sonreí - Te amo, perfecto.-

- Te amo - Susurró, abrazándome con fuerza, como si fuera un niño pequeño.

- Hermoso - Le fui bajando el pantalón.

- Oliver - Se mordió el labio.

- ¿Si? - Me saqué la camisa y me acosté. No debo dejar que vea mis heridas, probablemente no me mueva mas de aquí.

- ¿Te sientes bien? - Me besó en la frente.

- Claro, ¿Por que preguntas? - Me desabroché el pantalón.

- No lo sé, te noto raro - me ayudó a bajarme el pantalón una vez que estuvo desabrochado - ¿seguro que estas bien? -

- Lo estoy, ¿Por que raro? - Me bajó el boxer.

- No lo sé, sólo quería asegurarme - Hizo una mueca y comenzó a lamer la punta de mi miembro.

- K-Kell - Solté sonrojado.

- Te lo mereces - Sonrió mientras con una mano buscaba la mía y volvía a llevarse a la boca mi miembro, ahora entero. Maldito enano, me hacía delirar del placer cuando hace este tipo de cosas. Se me escapó un gemido.  Me levanté un poco y estiré el brazo para tomar su miembro y masturbarlo. De vez en cuando, se alejaba para echar algún que otro gemido y cerraba los ojos del placer. Noté que a veces se ahogaba y eso me daba aún más ternura, si es que eso era posible. Me acosté.

- K-Kell, es suficiente - Suspiré.

- ¿Qué sucede? - Preguntó preocupado, levantando la cabeza.

- Deja de preocuparte - Del cajón saque un condón y le sonreí.

- No puedo dejar de preocuparme, quiero complacerte en absolutamente todo - Sonrió nervioso.

- ¿Estás nervioso? - Abrí el preservativo.

- Sí - Suspiró - Soy un idiota, ¿Verdad? -

- No, me intriga saber el porque estás nervioso - Lo miré fijo.

- ¿En serio quieres saberlo? - Miró hacia otro lado y se mordió el labio. Maldito tic.

- Si, si quiero. - Exigí.

- Me pone nervioso tenerte cerca mío, tenerte encima mío, que me desnudes, que me toques... es como si me costara manejar con tanta perfección y tuviera miedo de no ser lo suficientemente bueno para ti - Su mirada se entristeció y tras unos cuantos parpadeos, un par de gotas cayeron de sus ojos. Le pegué una cachetada.

- Yo no soy perfecto - Le dije. - No digas estupideces, eres perfecto para mi, sino eres tu no es nadie. ¿No lo entiendes acaso? -

- No me pegues - Se quejó - Que duele - Hizo un puchero - Es que a veces cuando estoy contigo siento que todo es tan perfecto como si no mereciera tenerte... - Me miró y me rozó los labios.

- Mientras mas hablas, mas ganas de pegarte tengo - Reí.- Si lo mereces y mas, idiota - Le di el condón. - Pontelo -

- ¿Q-Qué? - Preguntó asustado.

- ¿Por que tan sorprendido? - Le levanté una ceja.

- Es sólo que... hace mucho no hago esto - se lo colocó con torpeza - tengo miedo de hacerlo mal...-

- No lo harás mal - Le sonreí.


- Eso espero - Suspiró. Se introdujo en mi, se me escapó un gemido, hacía mucho que no sentía esta sensación. Suspiré. Lo miré y note que seguía nervioso.

- Tranquilizate - Le acaricié la mejilla.

- Te amo - Me sonrió, aún nervioso. Y allí fue cuando comenzó a moverse, primero lento, como si cada embestida fuera una caricia. Pero luego comenzó a aumentar la velocidad, llegando a un ritmo bastante acelerado.

- God - Lo hacía bastante bien, no estaré en el cielo, pero me estoy tirando un ángel. Me aferré mas a él.

- Te amo - Susurró y, a su vez, comenzó a masturbarme.

- Te amo Kell - Lo besé. No dijo nada y me atrajo más a él, besándome el cuello para luego volver a mis labios. Cada vez era mas intenso, cada vez sentía que en cualquier momento me iba a correr. Gemía sin control, me sentí avergonzado y miré hacia el otro lado.


- No sabes lo hermoso que eres - Me besó el pecho, aunque le costaba hablar, estaba gimiendo casi más que yo. Cerré los ojos y acabé en su mano, fue inesperado, no sabía que iba a ser tan pronto. Y eso no fue lo peor, sino que después de acabar, él la llevó a su boca y lamió la palma de su mano. Maldito Kellin Quinn.

- K-Kell - Miré a otro lado. ¡No es justo! ¡Solo yo puedo hacerle eso!

- ¿Te gusta? - Rió, pero luego dejó de reír y comenzó a moverse más y más rápido. Los gemidos eran constantes. Y un gemido final anunció que había llegado, agitado se acostó en mi pecho.

- Me encantas - Le susurré.

- Me fascinas - sonrió y besó mi pecho, abrazándose a mi con fuerza. Ese enano sacaba lo mejor de mí.

Esperé a que se durmiera para darme una ducha, vestirme y volver a su lado y dormir, sin riesgo a que descubra las heridas.


*Horas después*

- ¡Oli! ¡Oli! - Se escuchaba y me desperté.

- Kell - Me tallé los ojos. - ¿Que pasa? - Miré el reloj y ya era de noche.

- Tengo hambre - Sonrió. Y yo le sonreí.

Después de hacerle la comida me fui con la excusa de que algo urgente ocurrió en Drop Dead... Obviamente, no fue así.


- ¿Que quieres ahora Derek? - Me dirigí al callejón donde él estaba.

- Mira - Chasqueó los dedos y dos matones traían a Kai, ésta luchaba para que la suelten pero era inútil.

- ¿Q-Que? - Quedé perplejo.

- Acuéstate con ella - Dijo.

- ¿Q-QUE? - Chillé. - ¡No! - Colocó una navaja en su cuello.

- Acuéstate con ella, o la mato frente a tus ojos, mato al perro y a Kellin también, sabes que soy capaz, Oliver. -

- ¡Espera! - Agaché la mirada - No lo hagas..- Rogué.

- Entonces ya sabes que hacer. - Los matones la empujaron contra la pared y la soltaron.

- No quiero hacerlo... ¿No puedes hacerme hacer otra cosa? - Lo miré - ¡Es la hermana de Kellin, n-no podría! -

- Se que ustedes dos volvieron juntos - Cruzó de brazos y sonrió. - Acuéstate con ella - La señaló - O los mato. Frente a tus ojos.-

- No quiero hacerlo...- Me agarré la cabeza - Derek, por favor. -

- Como tu digas. - Se acercó a ella, levantó la navaja en alto y la bajó con velocidad.

- ¡¡NOOO!! - Grité. Él se detuvo a tiempo.

- Pues..- Sonrió mientras me señalaba con la cabeza. Los matones me tomaron y me arrojaron junto a ella. - Que haya acción, no creo que te cueste tanto, es decir.. Kai es una chica muy linda, y tu no eres gay - Rió.

No dije nada. No me quedaba otra. Ella se colgó de mi cuello y me empezó a besar, mientras con su rodilla frotaba mi entrepierna. Derek, esto no te lo perdonaré nunca. NUNCA.


*A la mañana siguiente*


- ¡Oli! Estuviste genial anoche.-

- Cállate, Kai. - Bufé. - No puedo creer que realmente seas hermana de Kell. Me das asco -

- ¡Lo disfrutaste también! ¡Así que tu también das asco! - Contestó.

- No. No lo disfrute. - Fruncí el ceño -  Ts' - Me senté en la mesa.

- Ten - Me dio café.

- G-Gracias - Evadí su mirada, molesto.

- Eres el mejor cuñado que pueda tener - Me abrazó de atrás y me besó la mejilla. Justo entró Kellin.

- ¡Buenos días hermano! - Dijo sonriente, aún sin deshacer el abrazo - ¿Te preparo café? -

- S-Sí - Dijo, todavía dormido y sentándose frente a mí. Con los labios me preguntó ''¿Qué le pasa?''. Levanté los hombros como diciendo "No se" Pero si sabía, y la culpa me carcomía por dentro..

- Aquí tienes - Le sirvió el café y le dio un beso en la mejilla.

- ¿Estas bien, Kai? - Preguntó, todavía medio dormido.

- Estoy feliz - Dijo mientras dejaba tostadas con mermelada en la mesa.

- ¿Por qué estas feliz? - preguntó Kell. Rogué con la mirada para que no dijera nada.

- Mi novio me invitó a viajar con él una semana - Se sentó. Yo suspiré aliviado.

- ¿Sí? - Sonrió - Eso es genial, estoy seguro que lo van a disfrutar mucho - Bebió un poco de café. Yo me mordí un dedo, había traicionado un Quinn con otro Quinn, soy una mierda, ¿Como puede ella tener la conciencia limpia? La miré fijo.

- Y... ¿A dónde irán? - Preguntó.

- A-Aún no sabemos, eso arreglaremos hoy - Soltó. Era chica, aún le costaba mentir.

- Bueno, después me cuentas bien a dónde van - Mordió una tostada. Tan despreocupado y yo estaba casi caminando por las paredes. Eso es lo que me asustaba de Kell, decía las cosas tan tranquilo, se da cuenta de todo y lo calla, nunca sabes si se enteró o no. Me pone nervioso que sea así.

- Será mejor que los deje solos, adiós hermanito - Lo besó en la mejilla. - Adiós cuñadito - Me besó casi en la boca, Kell abrió los ojos, eso lo hizo despertarse del estado de sueño al parecer. - ¡Estaré en mi habitación! - Se fue.

- ¿Qué mierda fue eso? - Preguntó, en voz baja, pero bastante alterado.

- N-No se - Dije casi con el mismo susto. - Eso fue raro - Comenté, sabía porque lo hacía, claramente. Estaba feliz por lo de... anoche. Pero si seguía así Kell se daría cuenta que pasa algo.

- Estoy muy cansado - Soltó y me miró - Lo de ayer fue maravilloso - Me sonrió. Me sentí una mierda.

- Se repite cuando quieras, enano - Le sonreí. Aggh, me odio. Suspiró.

- Creo que hoy me pasaré todo el día en la cama viendo películas, ¿Me acompañas? - Preguntó.

- Con gusto, hermoso - Le tomé la mano y se la acaricié. Le sonreí mientras por dentro estaba destruido. Me vibró el celular,  y esta vez era en serio un mensaje de mi compañía, no creo que Kellin se trague tres veces el mismo verso, por mas que esta vez era verdad.. - Shit.. Tengo problemas en Drop Dead - Solté viendo el celular.

- ¿Qué paso? - Hizo una mueca rara - ¿Por qué siempre están llamándote? ¿No pueden arreglarse solos? - Se quejó.

- Al parecer no - Me toqué la nuca y me levanté - Tendrá que ser otro día - Lo besé. - Lo siento -

- Está bien, supongo... - Suspiró y se arregló el flequillo. Su mal humor comenzaba a salir a flote. Me fui del lugar antes que se pusiera peor.


                  .         .          . 


¿Por qué siempre lo mismo? Algo raro estaba pasando, Drop Dead es una empresa como cualquier otra y, por mucho éxito que tenga, al igual que la mía, no daba tantos problemas. Oliver me ocultaba algo, como siempre, ocultaba cosas. Agg, suspiré. Maldito Sykes. No había mucho que hacer, había dicho en la empresa que me tomaría unos días libres para estar con Oliver y accedieron, ya que mucho no me necesitaban. Decidí hablar con Kai y fui hasta su cuarto, pero me detuve detrás de la puerta, que estaba entreabierta, ya que estaba hablando por teléfono. La curiosidad, como siempre, mató al gato.

Y sí, yo, Kellin Quinn, soy un gato, al igual que Ashley Purdy.

- ¡Estoy tan feliz!... ¿Oliwer? No, mira si voy a estar feliz por aquel idiota - Se escuchaba. Maldita. ¿Por qué no quería a Oliwer? Decidí seguir escuchando. - A que no sabes con quien me acosté - Soltó entre risas. Levanté la oreja, bien bien alta, decidido a pegar a la persona que nombrara a continuación. - Pero no debes decir nada, es un secreto, nadie debería saber pero tu eres mi mejor amiga..- Suspiró - Con Oliver.. Si, Oliver Sykes.. ¡Pero no digas nada! Cuando te vea te cuento mas.-

De un momento a otro, todo mi mundo se había derrumbado. ¿Oliver con mi hermana menor? Finalmente, ella había conseguido lo que quería y yo había perdido lo único que tenía. Intenté ser sigiloso y alejarme de la puerta lo más rápido posible sin que lo notara. Quedé en shock, me senté en la mesa y quedé petrificado, por horas quizás, ya nada importaba, ni mi existencia.

- ¡Kellin! - Entró Kai - ¿Quieres que te prepare algo de comer? - Sonrió. No le contesté. Ni siquiera la miré. Ni hice una mueca. Prácticamente, casi ni pestañee. Solo me quedé allí. - ¿Kell? - Se acercó - ¿Pasa algo? -  Volví a no contestarle. Lo único que quería hacer en ese momento era morir, que la tierra me tragara por un instante o directamente no haber existido. Sí, eso. No existir. No haber conocido a Oliver. No haberme enamorado de él. Eso es lo que quería en ese mismo momento. - K-Kell, m-me asustas - La puerta se abrió, y vaya quien llegó.

- Volví - Era Oliver. Lo miré. Fijo. Pero mantuve la calma y me levanté de la silla, ignorando por completo a Kai. Me quedé allí, en la nada, observándolo a él. - ¿Sigue en pie lo de las películas? - Dijo tocándose la nuca. Inhalé y exhalé, preparado para lo que venía.

- La única película que verás hoy - Dije, con un hilo de voz casi inaudible, lleno de dolor, exponiendo ante ellos dos que estaba completamente quebrado - Es una porno y con mi hermana, hijo de puta - Lo último lo vomité, con rabia, lo escupí como si fuera ácido, sabiendo que mis palabras lo lastimarían. Pero, ¿qué más daba? No podrían lastimarme más de lo que ya lo habían hecho. Abrió los ojos, asustado.

- ¿Q-Q-Que? - Tembló. - ¿D-De q-que ha-hablas K-Kell? - Tartamudeó.

- No vales la pena - Hice una mueca de asco y caminé con tranquilidad hacia mi cuarto. Sí, simulé estar tranquilo, pero era lo que menos tenía en mente. Me encerré, con llave, y dispuse a buscar algo filoso. Sí, haría una locura que a Oliver no le agradaría que hiciera nuevamente, pero ¿Saben qué? A la mierda Oliver. Pero algo me detuvo, gritos de mi hermana.

- ¡¡¡SUÉLTAME!!! - Me pegué a la puerta y escuché bien qué decían antes de abrir.

- HIJA DE PUTA, ESO LO QUE ERES, HIJA DE PUTA -Se escuchó un golpe.

- ¡Yo no dije naadaaaaa, Oliii! - Se escuchó llantos.

- ME ACABAS DE ARRUINAR LA VIDA, ESTÚPIDA DE MIERDA, NO TIENES UNA IDEA DE LO MUCHO QUE TE ABORREZCO, DESDE EL PRIMER DÍA QUE TE CONOCÍ.- Gritó con rabia. Abrí la puerta.


- A mi hermana la dejas en paz - Solté, frío - Y te vas de esta casa ahora mismo.-

- Tu hermana es una puta, eso lo que es - Escupió con rabia y cerró la puerta de un portazo. Kai estaba sentada en el piso, asustada.. Y pude divisar que cerca de ella había gotas de sangre.


Me agaché hasta quedar a su altura y observé los cortes en su brazo.

- No creas que no estoy enojado contigo - Suspiré - Pero eres mi hermana, no hagas estas cosas - Me saqué la camisa y limpié sus cortes superficialmente, por lo menos evitando que saliera más sangre aún. Observé detrás de ella, donde había estado anteriormente el idiota, y había más sangre, pero no parecía ser la de Kai, ella no estaba sangrando tanto como para dejar esta mancha en el suelo que realmente asustaba.

- Y-Yo..- No me quiso mirar - Mejor vuelvo con mamá - Secó las lágrimas - S-Solo soy un estorbo y arruino todo..- Agachó la mirada - Mereces una hermana mejor, no la basura de mi - Se levantó - Iré a empacar. -

- Kai - La miré fijo - No tienes por qué irte, sabes que puedes quedarte - Suspiré - Sólo necesito tiempo para pensar, ¿Sí? -

- Si tengo.. igual a nadie le importaría.. mamá se va a mudar de país, lo mejor sería que la acompañara y no t-te moleste mas..- Tenia la voz quebrada.

- Kai - Le besé la mejilla - Te quiero, hermana. - Ella seguía llorando, no me respondió y fue hacia a su habitación, la puerta estaba entreabierta, vi como ponía una maleta sobre su cama y empezaba a doblar la ropa.

Me encerré en la mía y comencé a llorar y a golpear lo primero que veía. Una puerta, una mesa, un par de cosas sobre el escritorio, algún que otro almohadón hasta que... rompí un espejo.



                  .         .          . 

 

- No lo puedo creer, Josh, te juro que no puedo - Sollozaba.

- Oli... - Me abrazó - Ya encontraremos la solución - 

- No la hay.. no la hay.- Dije sin esperanzas, él no respondió, solo me miró fijo.

 

                  .         .          . 

 

 

Un pequeño trozo cayó al suelo, sobre mis pies. Lo tomé y lo miré fijo antes de echarme al suelo. Una línea fina y horizontal sobre mi muñeca, seguida de otros ocho cortes más. Al principio, la sangre salía con lentitud, como si fueran pequeños hilos rojos, pero pronto se formaron en gotas y cayeron al suelo, creando un charco pequeño. El ruido de una moto que chocó contra la casa, justo dando mi habitación detuvo lo que estaba haciendo. ¿Que había sido? Con las pocas fuerzas que me quedaban, me levanté del suelo y fui a ver quién era el idiota que había chocado. Con cada paso que daba, la sangre salía más y más.

 

Salí afuera y pude ver a Oliwer tirado en el suelo, con la ropa algo desgarrada y sobándose la cabeza.

 

- ¿E-Estas bien? - pregunté, algo mareado y sentándome en el suelo a su lado.

 

- Yo si, tu no.. - Dijo mirando mi brazo, lo tomó para ver las heridas, sus guantes estaban muy desgarrados en los nudillos, alcancé a leer lo que decía el tatuaje que tenia ahí.. ¿Drop..Dead? El mismo tatuaje del imbécil ese... - Shit - Me miró - Dime que no te ibas a suicidar - Hizo una mueca.

 

- Estaba en proceso hasta que llegaste - hice una mueca y seguí mirando su tatuaje. ¿Trabajaría en la empresa? ¿Oliver lo conocía y no dijo nada? Qué raro, Oliver mintiéndome una vez más...

 

- No lo hagas - Me miró asustado. La sangre seguía saliendo. - Mierda no tengo nada con que pararla - Se agarró la cabeza. - Fuck - Soltó mientras se sacaba la bufanda con molestia. La envolvió en mi brazo y la ajustó para que se detuviera el sangrado. Miré su cuello y... ¿Las mismas rosas que tenia Oliver?

 

- ¿Qué son tus tatuajes? - Pregunté, dándole importancia a cualquier cosa que no fueran mis cortes.

 

- N-Nada importante.. - Desvió mi mirada.

 

- Oliwer - Me maree de nuevo, fuck - Quiero la verdad.-

 

 


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