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Catfish:Mentiras en la red por koru-chan

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Después de un día de arduo trabajo, por fin me podía dirigir hacia mi solitario departamento, llegué diciendo un típico “estoy en casa” sin, obviamente, tener respuesta de nadie. Aflojé mi camisa mientras me preparaba algo de comer, encendí el televisor dejándolo en cualquier canal, la verdad no estaban dando nada de mi agrado, la apagué tomando mi notebook encendiéndolo mientras me serbia mi humeante comida. Despejé la mesada y comencé a comer entretenido visitando páginas de música, hasta que fijé mi vista en la barra de mis favoritos, prestándole mayor atención a aquel icono de fondo azul claro con una “efe” de contornos redondeados y tonalidad blanca.

¿Hace cuanto que no habría aquella famosa paginas? Más de un año… desde que me enteré de aquel fraude. Maldije en voz  baja  al recordar que ha esta hora solía hablar con la “famosa Merry” – ¡¿por qué demonios recuerdo esto ahora?! – hablé entre dientes rabioso, llevando por inercia el puntero  hacia aquel icono seguido de un click, esperé que la pagina abriera para luego ingresar mis datos de rigor; mail y clave correspondiente.

Entré al fin viendo miles de notificaciones, al igual que mensajes y varias solicitudes de amistad. Bufé quitándole importancia mirando estados de amigos con desgana. Terminado mi cena, me levanté para buscar algo de tomar, llevando, al mismo tiempo, mi plato vacio hacia el fregadero, dejé las cosas sucias remojar para dirigirme hacia el refrigerador y tomar un refresco de frutas, me volví a sentar frente aquella pantalla brillante viendo que varios “amigos” me hablaban

–Demonios, estoy conectado. – me apresuré en inventarles que estaba trabajando para desconectarme.

Takanori Matsumoto

– ¿Akira…?–

Me quedé mirando aquella diminuta ventanilla titilante tan común del chat pasándome por su nombre hasta leer una y otra vez su “mensaje”.

Takanori Matsumoto

–Esperé mucho para que te conectaras, te envié miles de mensajes…–

 

Veía como continuaba escribiendo mientras yo sostenía mi puntero sobre la opción “desconectar chat”, me pregunto por qué pasó por mi mente responderle…

Deshice ese estúpida idea haciendo click desconectándome de inmediato, pero aun así continué mirando mi pantallita viendo en silencio como aquel típico globito de puntos suspensivos  desaparecía, seguramente me quería seguir escribiendo pero como vio que me desconecté se detuvo, quizá esperaba algo como “¡oh tanto tiempo que no hablamos!” por favor, que imbécil es ese enfermo muchacho.

Takanori Matsumoto

–Sólo quería saber si te encontrabas bien… perdón por molestar. –

Fue lo último que escribió o por lo menos que vi por qué cerré mi laptop bajando la pantalla con suma detención, extrañamente me embargó una absurda culpabilidad, recordando aquel rostro afligido de aquel chico.

–Te estás volviendo viejo y sensible, Akira. – me dije con una risilla, me rasque la nuca mientras caminaba hacia mi habitación tirándome en mi cómoda y desordenaba cama, inmerso en mis fastidiosos pensamientos, los cuales sólo me dejaron en paz cuando al fin concilié aquel anhelado sueño…

 

–Hace calor…– dije despojándome de mi saco, una turba de música electrónica me embargó. ¿Dónde me encontraba? Pensé.

 ¿Hace cuento que no solía pisar uno de estos antros? estos lugares que apestaban a sexo, drogas y alcohol; jóvenes que ni siquiera tenían ni una pisca de conciencia de sus actos, muy bien, en definitiva los treinta me cagan la vida, junto a mi sabiduría  de un tipo longevo Bufé molesto conmigo mismo. Me acerqué a la barra, pediría un trago, si me encontraba en este detestable lugar, no me iba a ir sin probar aquella adictiva bebida etílica.

Antes que me llegara mi trago me quedé prendado mirando hacia la multitud, la cual danzaba de manera frenética al ritmo de la música. Continúe mirando, paseando mi vista deteniéndola sorprendido sobre  un pequeño, a quien no deseaba ver, me quedó mirando con una sonrisa tristona para luego perderse entre la multitud.

Caminé por inercia, no tenía idea que hacía, ni para donde me dirigía, ni porque estaba en busca de ese mentiroso con el cual había perdido el contacto hace bastante tiempo, pero aun así no salía de mi mente, amargándome la vida día tras día.

Vi como una puerta negra se cerraba delante de mí, una niebla espesa comenzó a rodear el lugar al mismo tiempo que la música se iba debilitando haciéndose cada vez más  imperceptible. Cogí la manilla de la puerta abriéndola con brusquedad… me quedé paralizado  en la entrada viendo como aquel enano se besuqueaba ¿con...conmigo? ¡¿Que mierda?! Sin duda, era yo, era como si de una película se tratase y yo era el único espectador…

Era como si observara todo aquel preludio de caricias y besos, pero aun así era como si participara en el acto sintiendo mi piel erizarse con cada caricia suya…

 

 

Oí el sonidito de una musiquita molesta. –mmh…– me alcé de la cama frotándome la cara.

–Maldito sueño…– tomé mi teléfono, el cual sonaba con desesperación.

– ¿Qué quieres Uru?– pregunté con desgana luego de ver que eran las dos de la madrugada.

–OYE, PORQUE NO VIENES, EL AMBIENTE ESTÁ INCREÍBLE... – sentía que cualquier minuto mi oído explotaría, no sé si por la música de fondo o por la exaltada y chillona voz de mi amigo parrandero.

– No quiero, estoy cansado… – respondí levantándome para beber un vaso de agua, manteniendo aun mi celular en mi oreja siendo sujetado por mi hombro.

–REITA QUE TE HAS VUELTO AMARGADO… ¡VEN! ¡…POR FAVOR!– alcé una ceja, muy bien me está “rogando” o eso pensé.

–Dime que quieres de una vez… No creo que tu idea sea que me vaya a divertir a tu antro de mala muerte. – espeté entrando de nuevo a mi cuarto tumbándome otra vez sobe mi cama, meditando si ir o no, total, mañana no tenía que trabajar.

–Oye, mi “antro” como le dices esta cada vez más popular, y hoy necesito tu ayuda, contraté personal nuevo, pero no saben el ritmo ni la destreza que se debe tener en la barra, y tú como trabajaste hace tiempo aquí, ¿por qué no me vienes a ayudar?  – la música al otro lado de la línea se hacía cada vez más tenue, seguro se había movido hacia un lugar más tranquilo, internamente se lo agradecí, no sabía cuánto podría soportar escuchando su voz gritona.

Sonreí un tirado sobre mi colchón, recordando aquel tiempo de la universidad donde trabajábamos para su padre en aquel bar, que después de su muerte pasó a manos de Shima y lo convirtió en un antro de mala muerte como le digo para molestar, en verdad era un lugar basten llamativo, lastima por la calaña de personas que asistían al bar; peleas y drogas era pan de cada día.

–Está bien, en quince minutos estoy allá. – respondí cortando de inmediato, lo ira a ayudar, de igual forma me serviría para despejar mi mente, aunque ir a ese lugar era como hacer aquel extraño sueño realidad… de cierta forma…

 

 

 

Aparqué mi auto una cuadra antes de llegar al famoso antro viendo desde lejos la multitud que hacía fila para entrar. Llamé a Uruha mientras me acercaba a paso lento; me salió a buscar con una sonrisa impecable, cogiéndome del brazo para adentrarnos por la parte de atrás del local.

–Gracias por venir…– dijo con su rostro afligido.

–Uh no te preocupes, eso sí, me tienes que pagar... – le giñé un ojo divertido colocándome un delantal alrededor de la cintura mientras nos dirigíamos hacia la barra, la música ya nos rodeaba desde afuera, estando dentro era mucho más potente, las luces, gente bebiendo, y saltando al ritmo de esa música electrónica hacia un ambiente prefecto, envolviéndome de igual forma. Saludé a unos muchachos de rostros exhaustos para luego ponerme a “trabajar” sirviendo tragos de apariencia “toxicas” pero de un sabor exquisito.

 

El local estaba en su capacidad máxima, la música era fuerte, tan así que  las paredes vibraban; se oían gritos de la muchedumbre exaltada producto de la excesiva ingesta de alcohol y la juventud a flor de piel. Sonreí mirando aquel espectáculo frente a mis ojos, añorando aquel tiempo libre de preocupaciones, libre de pensamientos estúpidos y sin sentido, sólo me preocupaba de divertirme, ahora, lo que más anhelo es estar con alguien estable, pero siento que como pintan en esas novelas “románticas” el amor, ese  tan puro y noble; perfecto… para mí eso es irreal, patrañas inventadas por un soñador, el amor está lleno de engaños; mentiras… algo dentro de mí se destruyó dejándome un vacio inhóspito, un vacio donde ya no quiero saber más del tema, donde ya nadie me interesa…esa es la mentira que día tras día me digo, porque muy en el fondo si anhelo a alguien… ese alguien que inconsciente mete extraño, quien ya no busco, quien me destruyó, ese “alguien“, el cual me hace pelear con mis sentimientos, ese “alguien “es al que espero aunque me haya alejado de él…

Serbia los tragos perdido en mis pensamientos. – ¡MIRA, AKIRA! – me giré mientras le entregaba un trago de color radiactivo a una chica que me miró coqueta, no le di gran importancia sonriéndole para luego acercarme donde mi  amigo se encontraba – ¿QUÉ OCURRE?– pregunté en un gritito producto de la fuerte música.

 

– ¿Ves a esa pareja? – vi a un tipo moreno, no sé si era por las luces, pero su cabello tenía unos reflejos rosas, abrazaba a alguien, pero por la lejanía no distinguía bien.

–Están lejos, no logro verlos bien, pero, ¿qué ocurre con ellos?– pregunté sin entender nada de su exaltación.

–El muchacho, el bajito… ese, ¿no es Takanori? – ¿era por el ruido cierto? Era por ello, ¿no? Sorprendido miré el rostro de mi amigo, pero sabía que él no me jugaría una broma de aquel calibre. Volví a enfocar mi vista, mirando con detención a la pareja, la cual parecía que discutían.

Salí de mis pensamientos de manera drástica al ver como aquel moreno cogía del brazo a Takanori, con notable brusquedad, besándolo de manera ruda, vi como este aniñado  se apartaba recibiendo un golpe certero en su estomago.

– ¡MIERDA! –exclamé reaccionando al momento que lo vi desplomarse, salté la barra con destreza  corriendo dirección al tipejo, tarde, ya se había perdido entre la multitud. Bufé molesto viendo como Shima cogía al pequeño con dificultad.

–No te preocupes, yo lo ayudo…– dije acercándome  aun casi desfallecido muchacho.

– ¿Estarás bien?– me preguntó con preocupación mi amigo, yo simplemente asentí con una sonrisa pintada en mis labios, tranquilizándolo.

Lo cargué entre mis brazos hasta una especia de camarín detrás del local recostándolo sobre unas bancas de madrera, lo quedé observando mientras el se encontraba semi-desmayado.

¿Hace cuanto que no veía a ese pequeño mentiroso? Más de uno año… después de todo, aquel sueño tuvo algo de “realidad”  sus ojos estaba cerrados y de ellos descendían pequeñas lagrimillas, su rostro demostraba dolor, busqué un par de toallas y las humedecí alzando un poco aquella polera negra para colocar una compresa casera, la cual no tenía idea si serviría para calmarle el dolor.

Me senté a su lado aproximándome levemente a su pálido rostro de mejillas sonrojadas, para secar aquel reguero silencioso de dolor, fijándome como tenia magulladuras en sus labios y un par de moretones en sus brazos y barbilla.

–¿Qué te ocurrió…– dije en voz baja inconscientemente acariciándole el cabello.

Pasaron unos minutos donde no aparté mi vista de su rostro, el cual iba cambiando su expresión adolorida a una suave y serena. Con lentitud abrió sus ojos de un azul claro bellísimo, mirándome sin entender donde se encontraba, llevó sus pequeñas manos a su rostro refregando sus ojos para luego enfocar mejor su vista, volviendo a mirarme con detención.

–A-Akira…– titubeó sentándose lentamente siseando adolorido.

–hey! Ten cuidado…– yo lo cogí de sus hombros levantándome se mi asiento para volverlo acomodar, colocándole mi chaqueta de cuero sobre su cuerpo.

–Gracias…– me dijo esbozando aquellas palabras en un susurro casi inaudible al instante que sus ojos se volvían cristalinos soltando pequeñas lágrimas las cuales no dudé en limpiar.

– No te preocupes…– lo miré enternecido, ¿qué demonios me ocurría? ¿No se supone que debería odiarlo?

Levanté un poco mi casaca, para girar aquella toalla húmeda para volverla a ubicar sobre su vientre.

– Reaccioné tarde, no merezco tú “gracias”– espeté recibiendo una sonrisa débil esbozada por sus labios. Sentí como mi estúpido y congelado corazón era envuelto con una sensación cálida seguida de palpitaciones  desenfrenadas. Lo miré serio, estaba confundido como nunca, ¿qué me pasaba? ¡¿Acaso me gustan los chicos?!

 

 

 

– ¿Te encuentras mejor? Dije deteniendo mi auto a las afueras de un edificio bastante elegante, habíamos permanecido en silencio todo el viaje hasta llegar al que parecía su hogar. Takanori asintió mirándome afligido a mi pregunta para luego abrir la puerta de mi auto, girándose una vez más para mirándome con detención.

–Me encantó verte, aunque haya sido en estas circunstancias…– habló con pesar.

–Él es tu novio, ¿no es así? ¿Siempre tiene ese tipo de reacción? ¿Siempre te golpea?– lo miré con reproche viendo como sus ojos turquesa se entristecían  asintiendo avergonzado.

–Es algo que me merezco después de todo…– me sonrió girando su rostro hacia sus manos, las cuales tocaba con nerviosismo.

–Tú no te mereces esa mierda…– lo cogí con brusquedad del cuello de sus polerón, asustándolo viendo como cerraba sus ojos apretándolos con temor, pensando, quizá, que lo golpearía después de hablarle de una manera tan tosca. Miré sus labios gorditos de un rojo hipnotizante me comencé a acercar a ellos de manera lenta,” ¡¿qué estaba haciendo?!” una vocecita colérica gritaba dentro de mi mientras sentía la calidez de sus labios rosar con los míos, abrí mi boca masajeando su  húmeda cavidad, la cual me respondía con timidez, nos mantuvimos a si un par de minutos, donde nos separábamos sólo unos centímetros para tomar el aire suficiente para volver a acoplar nuestros labios. Sentí como se aferraba de mi ropa cuando al fin me separé de su cálida cavidad, sintiendo nuestras respiraciones agitadas, nuestros alientos mezclarse, no aparté mí vista de su rostro, intentando sacar de ahí una respuesta a mi no consecuente acción.

 

Notas finales:

Espero que no se vayan desepcionando con el mini fanfic ._. siento que mi inspirasión, estoy días, a valido mierda, les confiezo que re escribí cuatro veces el cap :c pero lo bueno esque al capi salio, ahora sólo deseo que les agrade...

ojalá no hayan tenido problema de no entender algo, cualquer cosita me preguntan ^^

[sepan entender cualquer falta de ortografía y palabras mal escrita :c]

 

No me puedo retirar a dormir [1.23 am xD ] sin antes agrecer sus lindos, preciosos, emotivos reviews ;O; soy jodi'amente preciosas :L [como siempre los respondo todos con mucho amosh <3]


Por útimo C: agradecer a Lizuka y a caroGreen por siempre leerme y apoyarme, hermosas!!!! de mi corazón u//.//u <3

[pd: caro, espero que me leas ya que actualicé antes del finde... D: xd]


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