Como todos los días, Lucas se levantó a las 7 de la mañana, e hizo todo lo que tenía que hacer, bañarse, desayunar, cambiarse, etc. Después se fue al colegio o mejor dicho ¨Escuela de Criaturas Míticas¨. Lucas es un mago especializado en el arte de adivinación, cosa que a él no le gustaba del todo, ya que no le gusta mucho predecir el futuro, siempre dice que lo que tiene que pasar, pasara.
Después de salir de su casa, y llegar al colegio, solamente gracias a que vive al lado de este, solo porque vive solo, y tiene que buscarse la forma más fácil de vivir. Al llegar, se encuentra con sus 4 amigos de siempre, todos de especies diferentes que él, pero igual de extraños.
Lucas: Hola chicos
Marie: Hola Lucas ¿Cómo estás?
Lucas: Bien, deseando no tener que coger la clase de adivinación.
Ricardo: Pero que dices, si eres el mejor en eso, y más que nuestro último año.
Lucas: Solo por la beca que ofrecen por esa materia, si no me interesaría tanto.
Alejandro: Además no puedes hablar mucho que es nuestro último año, ya que cierto demonio pacifico que conozco aun no saca sus alas.
Marie: Y cierto vampiro no chupa aun sangre.
Ricardo: Y nuestra querida angelita que aún no controla su temperamento. El único perfecto es Lucas.
Lucas: No lo creo, aun soy pésimo en pociones y algunos hechizos.
…: Yo no creo eso mi brujito-Dijo una persona desde atrás abrazando a Lucas por la espalda, haciendo que se sonrojara un poco.
Lucas: ¿Qué quieres Manuel?
Manuel: Nada, no puedo saludar a mejor adivino del colegio
Lucas: Si, pero no tienes que ser adivino para saber qué es lo que sigue ahora.-Chasqueando los dedos, Manuel aparece repentinamente abrazando a un cactus en el lugar donde estaba Lucas, y este a unos metro de él y sus amigos.
Lucas: Lo siento, pero me tengo que ir, adiós.
Manuel: Auch!!! ¡Lucas ven, que necesito preguntarte algo!
Pero este siguió su camino, ignorando al molestoso de su compañero brujo, él no sabía porque cada vez que hacia eso él se sonrojaba, tenía que admitir que Manuel es lindo, comprensible y con un buen cuerpo, pero nunca lo había mirado con otros ojos. Pero últimamente sentía que le atrae más Manuel.
Lucas: ¨Que estoy pensando, que la persona que me molesta más en todo el colegio, ahora lo estoy empezando a ver de una forma distinta, que ridículo.¨
Este se encontraba en su clase de pociones, y como siempre, no atendía a nada de nada. Hasta que una persona lo saco de sus pensamientos.
Prof.: Señorito Lucas, ¿puede volver al mundo por favor?
Lucas: Si, si claro profesor.
Prof.: Además quisiera pedirle que esta tarde le ayude con la adivinación a joven Manuel si no es mucha molestia.
Lucas: P-pero ¿por qué yo?
Prof.: Porque así evitare bajarle puntos este mes en su nota de pociones, y porque es el mejor en esa área.
Lucas: Ok profesor. –Lucas se voltea a ver a Manuel, y este le sonríe de una forma picara, a lo que Lucas se voltea inmediatamente ante esa sonrisa.
Después de eso, el día paso normal, lo único extraño era que Lucas no podía parar de pensar era en esa sonrisa que le había delicado Manuel, solo pensar en ello lo hacía sonrojar, pero sin ningún motivo, pensar en todo eso lo volvía loco.
Prof.: Lucas, porque no vuelves a la tierra y me dices que es lo que ves.
Lucas: Ahh… Si profe, ahora mismo.- Lucas volvió a concentrarse en la bola de cristal, viendo un futuro cercano.
Prof.: ¿Y que ves?
Lucas: Veo 2 personas, parecen que están en un aula, uno le esta explicando al otro algo, pero de repente, el otro se para, lo gira y sus caras se acercan, y de repente, sus labios se pegan, se besan.
Prof.: ¿Puedes identificar a las personas?
Lucas: Eso intento, creo que son…
No pudo responder ya que las personas que vio eran él y Manuel, a lo que identifico que eso sucedería esta tarde, presentando una de las razones por la cual odiaba la adivinación, pero no se podía creer lo que estaba viendo, no había forma de que eso pasase.
Prof.: ¿Y bien?
Lucas: Lo siento, no estoy muy concentrado ahora Prof. No puedo reconocer del todo a las personas.
Prof.: No te preocupes, me sorprende que puedas ver algo así, es un futuro muy cercano, es más fácil ver futuros distantes.
Lucas: Gracias profesor.
Alumno: ¿Por qué es más difícil un futuro cercano?-Pregunto una alumna desde atrás observando al profesor
Prof.: Es que uno lejano puede pasar a cualquier hora o tiempo, pero uno cercano pasa a una hora definida, y no se puede cambiar el proceso.
Esto último preocupo a Lucas de una forma que ni él se imaginaba, como que no podía cambiar eso, significa que como quiera iba a besarlo, solo de pensarlo hacia que un fuerte sonrojo se depositara en sus mejillas, por más que pensara que no iba a pasar nada, sabía que iba a pasar algo que cambiaría su vida este día en la tarde.