Te ame de la misma forma en que me odiabas…
Te desee de la misma forma en que me despreciabas…
Te añore en las noches de invierno, de la misma forma en que tu mirada me esquivabas…
Te acaricie de la misma forma en que tu amargura crecía…
Y hoy me vez aquí, olvidándote mirando como empiezas a valorarme. Mientras que mi amor por ti ya esta muerto….
Abriles de historias contadas….
El lo miro a los ojos, solo la luz de aquel farol iluminaba su rostro de porcelana; quiso abrazarlo, susurrarle al oído promesas de amor.
Mas basto con que el alzara la mirada, para que no pudiera dar un paso mas a su encuentro, las estrellas daban un toque de romanticismo, mas lo que se escondía en las pupilas de aquel hermoso pelirosa no era amor, la desolación anunciaba su llegada.
Los copos de nieve caían del cielo danzando un loco vals a las oscuras, congelando la piel de los dos, cuando en el corazón lo calido tampoco existía en ese encuentro de miradas.
El tiritar de sus labios cualquiera que viera diría que es por el frió, mas el pelirrubio sabia bien que el temblar es por tenerlo a el de frente, jamás se imagino ese encuentro o puede que si, ahora se sentía un pequeño con miedo de ser atrapado o abandonado por aquel hombre de mirada callada, escondiendo un dolor mas profundo que el mar, esa mirada que en un tiempo atrás brillaba de la mas inmensa alegría.
Giro sobre si dando una media vuelva, negó con la cabeza y alzo la mano a modo de despedida. No tendría sentido esperar que el hablara, aclarar el que?, mejor seria resguardase del frió invierno y los copos de nieve. No mira lo que atrás dejaba, aquel rubio tendría que saber que por el un sentimiento mas ya no existía.
Miro el cielo teñido de negro, metió sus manos en los bolsillos del pantalón, cada paso que daba una sonrisa surcaba su rostro, los recuerdos se amontonaban creando una mezcla de puñales.
Lo espero sabe Dios cuando quiso calmar ese frió corazón con las caricias del pelirrubio, nadie se imagino que el silencio se debía a su ya quebrada alma, sin el cada abril se sentía a cristales rotos que se incrustaban en la piel.
Días y noches lloro llamándolo para que volviera, mas solo el eco de la habitación le contestaba un rotundo no.
Perdió y se entrego al vicio del brillante líquido que le prometía un olvido de cinco minutos, su vos se había marchado de su garganta, el amado escritor no volvía, ni su inspiración para cantar. Pero todo cambio una mañana de mayo, habrían trascurrido ya tantas lunas, tantos abriles sin el pelirrubio, que su espíritu se canso de amarlo, de lastimarse, porque el se olvido del camino de vuelta a casa. Que lo guardo en un cofre, cada momento, fotografía las quemo, no intento olvidarlo mas bien recordarlo en cada fase bueno o malo, para no repetir el mismo error se decía en cada esquina que un flash de antaño volvía en su mente.
Se prometió volver a amar, con una sonrisa de ángel, espíritu de guerrera, temperamento que se quiebra en cinco minutos, se enamoro de su pequeña princesa, ella que no le prometía amor eterno pero si amarlo hasta que el tiempo decida un basta para los dos.
No podría ahora escuchar hablar a aquel pelirrubio que se queda de piedra en esa cuadra al verlo partir, el ya tiene a su mujer, a su pequeña princesa que ama y por nada del mundo la dejara por las historias del pasado, por las hojas amarillentas de un libro que hace mucho tiempo puso en letras grandes fin.
Lo vio partir, por un momento se quedo de piedra, al ver que no retrocedió ni miro hacia el, se dejo caer golpeando sus rodillas con el frió suelo de aquella cuadra que le trago a su amor y ahora lo arrebataba de su lado.
Lo ama sabe Dios que su corazón tembló al verlo allí de frente, mas las palabras se atoraron en su garganta, se fue lo abandono hace ya tanto, que debía imaginarse que no la recibiría con los brazos abiertos. Las punzadas daban en el punto exacto, el ya no le pertenecía se lo hizo saber, cuando le dio esa despedida tan fría como la nieve.
De que le serbia ese perdón que escuchaba con el viento, si ya su amor jamás tendría. Las lagrimas las dejo salir, lo perdió y derecho a reclamarlo no tenia, lo perdió y el tiempo le estaba cobrando caro por romperle el corazón sin un porque a el, un chico de sonrisa angelical que lo amo, le lleno de sentimientos calidos. Pero el se cejo y con egoísmo pensó que lo esperaría, mas ahora ve que la historia de ellos, tiene un final amargo, todo culpa de su ingenuidad.
Y con el frió de la noche, se permitió gritar lo que en su corazón ya no podría guardar o explotaría…….
Te amooooo,…. Más solo el eco de su vos escucho los latidos de un órgano vital, su corazón….
Lo siento amor, vuelve………………..
El pelirosa que se encontraba ya a una distancia prudente, sacando de su bolsillo una nota, la ultima que había escrito para su ex amado escritor, la dejo volar con el viento, y por fin deshacerte de todo el recuerdo de un quebrado corazón.
Ya lo vez, corazón que se siente….
Corazón que muere, corazón que no siente….
Corazón que vive sin penas….
Ya lo vez, amor de porcelanas…
Corazón sin ataduras, libre de no quebrarse…
Tal vez, algún día en otro lugar…
Las lágrimas se deslicen de tus mejillas…
Tal vez, en un mar de gente te sientas solo…
Y tu corazón sangre con golpes de nostalgia…
Tal vez, en una habitación oscura….
Escuches el eco de mi voz…
Y es que solo tal vez cuando no este a tu lado…
Puedas darte cuenta de lo que tuviste pero perdiste…
Corazones rotos, van bajando por allí…
Corazones rotos, que ya no quieren más vivir...
Corazones rotos, yo soy uno de ellos…
Corazones rotos, eres uno de ellos…
Corazones rotos, todo fue tan bello….
Corazones rotos, y hoy solo fragmentos del mañana son...
The End