Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

NUNCA DIGAS ADIOS... por suicidal teddy

[Reviews - 38]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sobre las mentiras públicas y las verdades ocultas...

 

“I can love you much better
If you can't see it, you're blind
I can love you much better
 you know someday
I'm gonna make you mine”

 

- Love You much better, The Hush Sound

 

 

- ¿Y yo porqué tengo que pedirle que se vaya? Mejor dile eso a Ville – protestó Erik mortificado. No era para tanto.

- No, Ville no se puede enterar – repetí una vez más -. Ya te dije, Joaquim es un chico que estaba enamorado de mí en la escuela. Prefiero que él no sepa de esto y que desaparezca de aquí antes de que vuelva – Ni muerto podía enterarse de mi ex novio.

- Eso es pasado mañana – dijo Bert saliendo de la cocina.
Estaba de visita con Mikey -. No me digas que de verdad crees que Joaquim se va a ir mañana mismo.

- Por favor, Erik, ayúdame – cogí su mano desesperado.

 

Erik era un amigo que había conocido en la universidad hace tiempo. Era mi tercer año de estudios y él acaba de ingresar. Solíamos coincidir en la biblioteca con tanta frecuencia que descubrí que yo le gustaba. Un día conversamos y comenzamos a frecuentarnos hasta que una tarde me declaró su amor. Sin embargo tuve que rechazarlo porque no sentía lo mismo por él y para variar seguía enamorado de Joaquim. Con el tiempo todo quedó olvidado y nos hicimos muy amigos. Por eso, apenas me echaron de mi casa, le pedí que se mudara conmigo para compartir nuestros gastos.

 

- Está bien – aceptó incómodo -. Tengo que hablar con él ¿no es así?

- Te adoro – solté emocionado -. Si, si. Vamos ahora mismo – tomé su mano y salí de nuestro departamento con prisa.

 

Una vez afuera caminamos unos pocos pasos hasta la puerta del departamento de Joaquim; respiramos profundamente y nos quedamos parados sin saber muy bien cómo proceder. Podía sentir el temor de Erik invadir sus pensamientos. No tenía nada de qué preocuparse; Joaquim era inofensivo.

 

- Toca el timbre – murmuré para que reaccionara.

- Esto…- dudó como si hubiera olvidado cómo hacerlo. Suspiré.

- Lo haré yo – apreté el botón dos veces -. Cálmate, no es nada tan grave.

 

Joaquim apareció en el umbral de la puerta. Estaba lindísimo; vestido de negro, con una mano cargada de anillos apoyada cerca a la cerradura. Nos observó detenidamente; primero a mí y luego a Erik.

 

- Que quieren – soltó con un tono tan seco que no me gusto en absoluto.

- Mi novio viene a pedirte que te alejes de mí, que te vayas a vivir a otra parte – empujé ligeramente a Erik.

- No me digas – miró a Erik directamente a los ojos. ¿Por qué no reaccionaba?

- Sí, nos molesta tu presencia – aseguró con voz aguda. ¿Qué le pasaba? Mentir no era tan difícil -. Agarra tus cosas y lárgate.

 

Joaquim comenzó a reír divertido.

 

- Honestamente Johan, estas ridiculeces solo se te ocurren a ti. Me sorprende que lo hayas arrastrado a esto.

- Estamos hablando enserio – aclaré. ¿Así decía que me amaba? Infeliz.

- De eso no tengo la menor duda - sonrió-. Tus ridiculeces siempre van enserio.

- Estúpido – ataqué lleno de impotencia. ¿Para eso habíamos ido? ¿Para que se mofara en nuestras caras?

- ¿Por qué quieres que me vaya? – preguntó con curiosidad.

- Porque nos molestas – informó Erik -. Sé que quieres estar con Jaybee y no me gusta que estés fastidiándolo con tus cosas.

- ¿De verdad creen que me voy a mudar porque me lo piden? Les agradezco por el espectáculo, estuvo divertidísimo, pero tengo cosas serias que hacer – Nos cerró la puerta en la cara despreocupadamente.

- Te detesto – grité pateando la puerta con todas mis fuerzas.

Dos segundos después su rostro volvió a aparecer frente a nosotros. Se acercó a mí repentinamente. Estaba serio. Cerré los ojos con fuerza. Sus labios cayeron sobre mi frente. Pudo haberme besado en donde quiera, de cualquier forma habría reaccionado muy tarde.

- Ve a descansar ¿Jaybee? – susurró y cerró la puerta definitivamente.

 

- Te besó – dijo Erik apenas regresamos.

- ¿En la boca? – preguntó Bert.

- No, en la frente – expliqué fastidiado.

- Que lindo – suspiró Mikey desde el sofá.

- ¿Estás seguro que nunca le diste esperanzas? – preguntó Erik suspicazmente. Se sentó en la mesita del comedor.

- Por supuesto que no. Joaquim está loco.

 

Mikey y Bert me sonrieron. Los dos sabían la verdad, pero mejor que se hicieran los tontos.

- Frank ya debe estar por llegar – Mikey consultó su reloj – Hay que regresar.

- ¿Hoy se muda? – viviría con ellos en el departamento del frente. En mi opinión eran muchos, incluyendo a Gerard, pero Mikey había dicho que pronto se iría a vivir con Daniel así que no habría problema. Se iba a casar, de mentira, pero era maravilloso. Me pregunté si algún día haría algo así con Ville.

- Sí, tenemos que ayudarlo a instalarse. Vamos Bert.

- Nos vemos – se despidió -. Jaybee anda pensando qué cuento le vas a meter a Ville para que no descubra el caso “Joaquim”- me guiño un ojo.

 

Era una pesadilla. Nunca le conté que salía con un chico antes de él; no tenía caso, jamás imaginé que volvería algún día. Ahora vivía al lado y no quería largarse. ¿Qué hacer?

 

Nada, Ville retorno de su viaje sin que pudiera cambiar la situación. Ni modo, algo se me ocurriría en caso de emergencia.

 

- Te extrañe – corrí a abrazarlo y lo jalé hacia la sala. Era reconfortante ver su rostro después de casi un mes de ausencia.

- Yo también – me besó.

- No te vayas tanto tiempo sin mí – reclamé acomodando sus cabellos ondulados. Lo adoraba.

- Descuida, no nos separaremos hasta la muerte, o por lo menos la mía…tenemos pendiente la visita a tu padre.

- No es necesario – resoplé-. Será en vano hablar con él. Además no me interesa lo que piense.

- Me siento culpable por tu discusión con él. Por lo menos déjame intentarlo.

- Está bien, pero solo por ti voy a ir a que nos echen de allí a patadas, ya verás.

- Gracias mi amor, yo también te amo – me abrazó -. ¿Estás solo? – susurró a mi oído.

- Erik está en la universidad.

- Excelente – me llevó hasta el sofá y comenzó a besarme apasionadamente. No importaba nada. Al fin era plenamente feliz y Joaquim no podía quitarme eso ahora.

 

La luz de la ciudad llegó hasta nosotros a  través de las ventanas. Una tranquilidad infinita inundaba mi alma.

 

- Será mejor que encienda la luz – susurró Ville levantándose a mi lado.

 

La luz agredió mis ojos.

 

- No ¡Ville!

- Tienes que acostumbrarte, niño. El dolor es un sentimiento pasajero…y a veces placentero – se paró delante de mí para hacer un poco de sombra -. Tengo que irme.

- ¿De verdad?

- Sí, he dejado todo regado en mi casa para venir a verte lo más pronto posible – me besó.

 

Lo acompañe hasta la puerta del ascensor deseando que se quedara un poco más, pero con Joaquim merodeando por allí, era mejor así.

- Nos vemos – me abrazó y nos besamos tiernamente. Era lindo conmigo, como siempre. De verdad no quería que se fuera nunca. Tenía que solucionar ese asunto de una vez por todas, así tuviera que negociar con Joaquim y confesar, por supuesto.

- Te adoro – le dije una vez más.

- Yo también – acarició mis cabellos. Un sonido sordo se deslizó detrás de él. Separé mis labios lentamente.

- El ascensor está aquí. Te recojo mañana de tu trabajo – me soltó y se metió al elevador.

 

Todavía muerto de amor encontré la mirada de Erik frente a mí, luego la de Joaquim; acaban de salir del ascensor. Mi pulso se aceleró; me había descubierto de la peor forma y por la expresión de su rostro era hombre muerto.

 

- No me digas que también tienes un amante – espetó avanzando hacia mí.

- Claro que no – confesé rendido -. Él…él es mi novio…el verdadero.

- Tenía que ser…- murmuró secamente -. Solo a ti… ¿A dónde crees que vas? – se interrumpió cogiendo el brazo de Erik. Pobre; había fallado su intento de huir furtivamente. Estaba pálido – Eres un  pequeño mentiroso – se acercó mucho a él entrecerrando los ojos.

 

Erik se quedó estático, sus mejillas estaban rojas, con la cabeza gacha y el cabello castaño cayendo sobre su frente ¿Qué? Finalmente atinó a mover su brazo para ser liberado.

- Suéltame – musitó.

- ¿Por qué? – Señaló Joaquim irónicamente – Mereces que te encadene a mí para siempre.

- Que me dejes te digo – forcejeó hasta darle un golpe en el estómago. Joaquim lo soltó pero lo  cogió del cuello de la casaca de inmediato. Estaba enojado. Tragué saliva.

- Basta – interrumpí pero fui ignorado.

- Ten cuidado con lo que haces pequeño ¿Entendido? – advirtió acercando su rostro. Pude ver la mano de Erik ceñirse a sus ropas tímidamente. Estrujó su camisa a la altura de su cadera. Joaquim pareció no darse cuenta en absoluto.

- Sí – atinó a decir con la respiración entrecortada. Demonios su expresión era clarísima.

- Hablaremos luego – acomodó el cuello de su casaca con cuidado. Con cada movimiento que daba Erik estaba a punto de desmayarse.

 

Al maldito le gustaba Joaquim.

Notas finales: Proximo capitulo: Nostalgia compatida

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).