- Suena bien hagamos la prueba -…-
Eran sumamente diferentes el rubio era tranquilo, racional ,pensaba antes de actuar ,no se dejaba llevar por impulsos, mientras que el Fénix aunque muy parecido igual era lo contrario, si algo no le parecía lo decía ,no se callaba nada s si fuera cruel.
El caballero aprendiz de leo se encontraba matando el tiempo en su templo hasta que llegara la hora de que su amante terminar su meditación diaria, a lo que a sus ojos era un exageración, si bien a el le gustaba entrenar y ser fuerte, el rubio era demasiado estricto consigo mismo era uno de los mas fuerte al punto de ser llamado el más cercano a los dioses, no pudo resistir y salió rumbo al sexto templo, cuando llego seguía con su meditación y por lo visto iba para largo, no le quedo de otra que recostarse en la habitación de su pareja hasta que terminara, apenas se acostó sintió el aroma que caracterizaba al hindú, un aroma de que le embriago las fosas nasales, haciéndolo dormirse.
Termino su meditación se dirigió a su habitación en donde encontró en su cama, abrazando una almohada a su joven amante, aquel joven implacable y feroz parecía un pequeño niño indefenso no quería despertarlo se veía tan tranquilo lleno de una serenidad tan poco característica que odiaría quitársela, simplemente se recostó a su lado para abrazarlo, el peliazul al sentir el calor que se le proporcionaba atrajo el delgado cuerpo para abrazo sobreprotectoramente. Durmieron por largo rato hasta que el caluroso sol de Grecia se ocultó para abrirle paso a la luna, solo hasta entonces se separaron y hablaron.
-Buenas noches-el joven santo de bronces beso los delicados labios de su novio mientras este le sonreí tiernamente.
-Ikki-
-Me has dejado solo
-No puedo interrumpir mis meditaciones y lo sabes pero…-no lo dejo terminar pues corono su labios con los propios ante cualquier Posibilidad de negativa, metió su bronceada mano por la túnica que portaba durante sus meditaciones, jugo por un rato con sus pezones antes de quitarle por completo la prenda y lamerlos, cuando los dejo bien erectos, bajo por su vientre hasta delinear su ombligo, mientras acariciaba sus piernas, el otro al ver la desigualdad de condiciones igualmente le quito sus prendas.
Ambos quedaron solamente con su ropa interior, las cuales se encargaron de quitar, dejando a la vista sus notorias erecciones, el menor las tomo para masturbarlas al unisonó
-ii..iki - ambos se vinieron casi al mismo tiempo.
Ambas respiraciones se encontraba agitadas, apenashubieron de tranquilizarse un poco, el oji azul fuerte , lamio el miembro del otro de la cabeza a la punta, hasta volver a despertarlo ,lo recostó sobre la cama, y subió a su boca, donde compartieron un beso, delineando las delicadas piernas froto el erecto miembro , marcando con caricias sus camino llego hasta el estrecho canal del santo de virgo luego de un rato metió tres dedos a la boca del sexto guardián, este entendió que le estaba pidiendo, a si que los lubrico para que continuara, saco los dedos, y los dirigió a su entrada metiendo uno por uno, cuando estuvieron los tres los remplazo por su miembro el cual delicadamente introdujo.
-Ahhhhh- a pesar de que no era la primera vez, sintió un leve dolor, que su amante se encargó de desaparecer, y con sumo cuidado comenzó las embestidas, hasta que ambos se corrieron
El correr de los años aminoraba la carga en el santuario, paz entre dioses impedia una guerra asi que para lo santos el dia a dia era como quisieran vivirlo, el la casa de virgo como de costumbre el rubio meditaba sin falta.
Por otro lado Ikki que ya era caballero de leo después de que Aioria se fuera a vivir definitivamente al noveno templo, tenia las cosas inciertas, a mas de dos años de relación su vida con el rubio era una rutina, despertar,bañarse,entrenar,ver a Shun, y esperar a que su amanete terminara su meditación para luego cenar, acostarse y si les iba bien una noche juntos.
El rubio se dejo caer en los brazos de Morfeo seguido de su amante o por lo menos uno de ellos pues el mas joven se puso sus pantalones tomo su ropa, dio un ultimo vistaso y salio de la habitación, caminando hasta el cuarto templo ingreso a la habitación ya conocida en esta el guardian lo esperaba con una sonrisa perversa, ambos sabían su juego, sin sentimientos de por medio,sin caricias,besos, tan solo sexo doloroso que los hiciera sentir vivos, Death olvidando el desprecio de Piscis e Ikki olvidando el del propio Shaka.
Para que Ikki pudiera olvidar la monótona vida que llevaba con el Rubio,necesitaba de eso ¿Lo quería? Si, o eso creía, sin embargo Shaka no era lo que pensó, el rubio prefería sus meditaciones antes que a el, su vida no estaba con el, el no era suyo, pero simplemente no podía abandonar a este, sus intento ya habían sido frustrados, su única opción era esta, satisfacerse con el idiota de Death Mask aunque eso significara lastimarse a si mismo con una vida tan deplorable, faltante de amor y pasión. Despues de satisfacerse tanto como pudo abandono el lugar falto de algo, llego a su templo para bañarse y borrar un poco de lo que traía consigo, tomo un pantalón de pijama y se tiro a dormir.
- Realmente te quise – una solitaria lagrima bajo por su mejilla, el que tantos años dejo de amar y cuando por fin lo hizo, nuevamente le rompieron el corazón, solo que esta vez con indiferencia, prefiriendo todo antes que su amor.
- Shaka de Virgo
- Descartado – el mayor nuevamente elimino un rostro de su pantalla, aquellos sentimiento del Felix tan depresivos lo hicieron sentir mal, el como dios del amor podía prever como serian las relaciones, aunque claro estaba nunca lo hacia a no fuera que Anteros lo obligaba y esta vez estaba de acuerdo con el – Nadie merece eso- “Aunque se solo una ilusión” Asi que la Flecha de Ikki segui guardada.