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En la oscuridad... por Sami chan

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Notas del fanfic:

Espero que este nuevo fic les agrade y lo sigan de aqui al final, espero y nos sea esado leerlo. muchas gracias por leerlo.

Notas del capitulo:

SI, lo se... no se me pudo ocurrir otro nombre más que el Tom Felton, lo siento...ok bueno espero que sigan los demás capis, gracias.

 

Y ahí estaba sentado sobre el suelo, observando con detenimiento la estatua de la “Italia Turrita”, la personificación nacional de Italia cuya principal característica es una “corona mural” de ahí el nombre de “turrita” o “con torres” en italiano, una mujer con atributos típicamente mediterráneos, rostro sonriente, cabello oscuro y de una belleza sumamente elegante o idealizada y que sostiene en sus manos un puñado de mazorcas de maíz, lo cual significa un tributo o símbolo de la fertilidad y una referencia a la economía agraria, y sobre su cabeza porta una estrella de cinco puntas, antigua símbolo conocido como “Stella d´Italia” icono de la unificación de Italia.

La vio y dejo escapar un largo suspiro, y distraído comenzó a pasear su vista alrededor de la Piazza Italia, estaba en la Región de Calabria, ya casi era medio día y pronto tendría que buscar un lugar para comer, inconscientemente hizo a un lado su cuadernillo de dibujo, y llevo los brazos hacia atrás colocando las palmas de las manos sobre el suelo y levantando el rostro al cielo, echándose un poco hacia atrás, dejando que los rayos del sol acariciaran su rostro, le gustaba sentir esa paz en su entorno pero sobre todo y muy, muy importante en su interior.

Cuando decidió darle un giro de ciento ochenta grados a su vida, tomando la decisión de dejar todo atrás, todo…sin importarle el enojo y decepción de muchas personas, fue porque sentía que había caído en un pozo sin fondo…y antes de que fuera demasiado tarde, tomo la decisión de “ampliar sus horizontes” después de todo… el ya había cumplido con lo que los demás esperaban de el, así que…

Después de pensarlo por mucho tiempo, de sentirse excesivamente solo aunque estuviera rodeado de demasiada gente, todos zalameros hasta decir basta, que lo único que sabían hacer era lamerle las botas, lo hacían sentirse  asqueado por un lado, y por otro… sentíase muy presionado para llevar a cabo una misión, esta aún más pesada que la que había realizado hacía ya algún tiempo con sus amigos y compañeros, sí, sostener una relación que ni lo llenaba, ni la disfrutaba, y con alguien que definitivamente no le inspiraba ningún sentimiento carnal, pues definitivamente lo único que sentía por en ese entonces su pareja, solo era un fraternal cariño.

Le sonrió al sol, mientras aspiraba profundamente y después muy despacio dejaba escapar el aire de sus pulmones, había estado viajando por varios países del viejo continente y era el turno de la Bella Italia, estaba en la Región de Calabria ¿Cómo fue a parar ahí?  Ni el mismo se lo explicaba, pero daba gracias a su extraviado sentido de la orientación…

Mientras tuviera un cuadernillo para dibujar, dinero para comer, un lugar donde dormir y su fiel varita a su lado, el lugar no importaba…él lo disfrutaba por igual.

En aquella ocasión fue a dar ahí, así que a disfrutarlo al máximo y ver que provecho se podía sacar de ese bello lugar, tomo su cuaderno y miro los dibujos que ya llevaba hechos.

Disfrutaba lo que hacía, entonces… ¿como fue que en algún momento pensó que convertirse en auror era su máximo deseo? Con una muerte sobre sus hombros era más que suficiente.

Durante toda su corta vida, vivió bajo presiones, con gente que no lo quería, y a partir de los once años, vivir con prácticamente una varita sobre su cuello, y bajo el mando de alguien del que  finalmente solo fue un títere, bueno pues…era hora de disfrutar lo que seguía…

Hacia ya dos años que había abandonado el mundo mágico y lo había hecho sin reservas de nada, hizo algo que nadie se hubiese imaginado jamás…se había convertido en cuentista, escribía lo que se le antojaba le gustaría a los niños, por lo menos a él, claro, si él fuera un niño,  y después los ilustraba con sus dibujos…lo mejor, es que lo del dibujo se le daba muy bien.

Nunca imagino que tendría un éxito rotundo, ya que la mayoría se había olvidado de esa parte muy importante de la población, los niños…además, esa era una razón muy importante por la que dejo que lo manipularan a su antojo…luchar por los más desprotegidos, además…

Estos eran el público más sincero que había en el mundo entero, fuera mágico o muggle.

Los escribía, los ilustraba y se los mandaba a su editor en Londres, quien se encargaba de hacer todo el trabajo restante, y después le depositaba los pagos en su cuenta y todos contentos…y no es que lo necesitara, pues tenia dos bóvedas llenas de galeones en el banco de Gringotts, pero disfrutaba lo que hacia y si por ello le pagaban pues muchísimo mejor.

Recogió su cuadernillo, lápices, plumones y crayolas y los guardo en un morral, se levanto y colgándose el morral atravesado sobre el pecho se estiro con pereza.

Camino alrededor de la plaza buscando algún restaurante que se le antojara para comer, camino despacio disfrutando del paseo y de la vista hasta que lo encontró, tenia unas mesas afuera del local para disfrutar de la vista mientras los comensales disfrutaban sus alimentos o de un simple café.

Escogió una mesa que era para dos, se sentó de manera que pudiera disfrutar de todo el panorama, suspiro, amaba esos momentos en los que no le importaba estar solo, porque era una soledad que el mismo se había buscado, disfrutaba esos momentos de paz, se le acerco un chico para enseñarle el menú y tomarle la orden.

Reviso el menú y con una sonrisa término pidiéndole al chico que le recomendara algo típico de la región, el chico con una sonrisa muy coqueta asintió y después de algunos minutos regreso con dos platillos que el moreno degusto con calma, terminando de comer se pidió un café y un postre y mientras los disfrutaba paseo muy despacio su vista por todo el lugar, estudiando a cada persona, así estaba cuando… ahí sintió un vértigo que lo trasporto a los tiempos de guerra, a las personas caídas en medio de la batalla, sintió que se quedaba sin oxigeno, poniéndose demasiado pálido en cuestión de segundos, tanto que el mesero se acerco muy asustado y ver si lo podía ayudar en algo, la presencia del joven lo ayudo a volver a respirar pues por segundos sintió que incluso ese ejercicio tan natural lo había olvidado. 

Si no estuviera seguro que esa fue una perdida muy grande (por lo menos para él) en la guerra, diría que a unos metros de donde el se encontraba, esa persona hacía lo mismo que el…disfrutar un buen café, ¿era él o acaso era un fantasma?

¿Por qué…por Merlín, y por todos los putos magos del mundo no lo dejaban en paz?

No podía quitarle la vista de encima, y seguía sin poder articular palabra alguna, lo miro detenidamente sopesando la posibilidad de que equivocarse no era tan descabellado…

Aunque lo más probable es que se estuviera volviendo loco…

Sentado casi frente a su mesa, estaba… él…

 Con su rostro delgado, mostrando una nariz perfecta, unos labios delgados que cuando hablaba mostraban una dentadura divinamente blanca, despacio recorrió ese rostro con detenimiento, observo esos ojos grises como hablaban por si solos, volvió a mirar esos labios y vio como al mismo tiempo que hablaba, este  gesticulaba con ambas manos frenéticamente, pero lo que en verdad le quito el aliento, fue escuchar su risa… esta era hermosa, aunque si lo pensaba bien… en el colegio el nunca tuvo es oportunidad, jamás lo escucho reír, de ningún modo la disfruto ni mucho menos lo vio sonreír…y sintió tristeza… una inmensa tristeza.

Con su lacio cabello al viento libre de toda gomina, de un espectacular rubio platino natural que le quitaba el aliento a cualquiera, se veía tan suave y sedoso que ganas no le faltaron de enredar sus dedos en el, hipnotizado vio como un mechón le caía sobre un ojo cubriendo parte de este y que su compañero con suavidad le recogió, acomodando detrás de la oreja para después a su paso suavemente  acariciarle una mejilla.

Estaba  mudo y de la impresión también se quedo inmóvil, lo vio levantarse y tomar del brazo al chico que lo acompañaba, con una mirada recorrió despacio su cuerpo, vestía impecable como siempre, un pantalón de vestir en color negro, zapatos excelentemente lustrados, camisa en color gris perla que hacia que sus ojos resaltaran con un brillo espectacular, pero cuando estuvo a punto de levantarse y salir corriendo para que no lo descubrieran, fue cuando los vio caminar hacia donde él se encontraba, estaba petrificado, ahí si que se quedo sin respiración, esperando…no se que…no se dio cuenta de que estaba aguantando la respiración, hasta que la pareja paso junto a él ignorándolo completamente, fue entonces cuando el se dio cuenta de que necesitaba respirar,  solo por el simple hecho de que se sintió ahogar.

Fue en aquel momento cuando como zombi pidió su cuenta y salió de ahí.

Camino sin rumbo fijo, se sentía como ido, mareado…si no estuviera seguro de que esa fue una de las perdidas más grandes en la guerra… diría que era él en persona…

Estuvo presente cuando sus angustiados padres no se dieron por vencidos y lo buscaron por aire, mar y tierra, a pesar de que sabían de antemano que nunca darían con el, sabia que el no podía huir, porque si a alguien amaba ese condenado rubio y por los cuales daría hasta la vida, esos eran sus padres, por ellos en su momento no le importo casi convertirse en un asesino…

Además y sobre todas las cosas, estaba el testimonio de un alumno de Hogwarts que vio cuando uno de los mortífagos le lanzo una maldición, tras la cual lo vio desplomarse, tras perder el conocimiento y poco después…solo aire, lo desapareció en el acto, lo vio saltar mientras gritaba alegremente que había terminado con la vida del hijo único de uno de los principales traidores de su amo y señor, Lord Voldemort…

De ese fatídico día de una guerra que jamás olvidaría a la fecha, ya habían pasado cuatro años, cuatro años en los que sintió que algo le habían arrancado de las entrañas, nunca supo porque…

Camino pensativo por espacio de casi cuatro horas, no supo en que se le fue tanto tiempo, ni le importo, solo sabia que necesitaba despejar su mente y principalmente su corazón…

Despacio llego hasta la casa donde tenia alquilado una habitación, era una casa de huéspedes, muy limpia y acogedora que administraba un matrimonio ya mayor, Berardo y Laura Rossi, quienes no tenían hijos y que a cada uno de sus inquilinos los trataban como si fueran eso…sus hijos, logrando que se sintieran como en casa.

Llego y se encerró en su habitación a piedra y lodo, se dejo caer en la cama y sin poderlo evitar dio rienda suelta a sus emociones, lloro como hacía mucho tiempo no lo hacía, dejo que estas salieran en tropel y lo apabullaran como una pesada lapida sobre su pecho, sobre su espíritu lastimado…porque aunque pasaran mil años el peso de una guerra, de muchas muertes seguirían oprimiendo su corazón…

Ahí, acostado sobre la cama se abrazo a si mismo y poco a poco comenzaron a salir uno tras uno todos esos sentimientos… de tristeza,  de soledad…de perdida…de abandono…

Al principio comenzó a llorar en silencio, las lágrimas resbalaban con abundancia por sus mejillas mientras su pecho convulsionaba tratando de sofocar sus sollozos, ahí se dio cuenta de porque no había soportado la parodia de relación que tenia con la hermana menor de su querido amigo Ron, sí, la quería, pero no como a una mujer, si no como a una hermana…

Dejo escapar un grito desgarrador, porque por vez primera reconoció en voz alta el sentimiento que llevaba guardado muy escondido en el fondo de su corazón…

Nunca lo dijo en voz alta, a nadie, ni mucho menos a él mismo, pues decirlo significaba reconocer esos sentimientos que pensó estarían prohibidos…

Decirlos en voz alta, significaba…volverlos reales, muy reales.

Desde que lo conoció…se enamoro de él…sí, él amaba a Draco Malfoy…y nunca tuvo la oportunidad de expresarle sus sentimientos, en medio de una guerra, ellos fueron los títeres de unos locos ansiosos de poder.

Sí…definitivamente la vida no era justa, le quito a sus padres, le quito a su padrino, le quito  a Remus, Tonks, y aunque era un maldito viejo manipulador…la vida también le quito al director del colegio, a Albus Dumbledore…y ahora una vez más se burlaba de el.

Al término de la guerra, cuando esta ya se daba por ganada, ocurrió lo de, el menor de los Malfoy…

¿Por qué? Porque si ya estaba resignado a la perdida, ¿porque ahora lo castigaba de esa manera dejándole ver un fantasma?

Ok, esta bien que dicen que en el mundo entero hay  siete personas idénticas a ti, pero el no quería una copia, ni un clon…ni a alguien parecido, el daría lo que fuera…la vida misma por regresar el tiempo y lograr salvar al amor de su vida…

Y ahí fue cuando odio como nunca a su querida amiga Hermione, por permitirse perder el único giratiempo que quedaba en el mundo mágico, ya que los que el ministerio tenía a buen resguardo acabaron destruidos en un ataque a dicha institución…

Ahora a cuatro años después de la guerra…a cuatro años de haberlo perdido… y el lo seguía amando como cuando lo conoció…como cuando tenia once años…

Apenas contaba con la corta edad de casi veintidós años y ya se sentía un viejo…

Lloro como nunca, lloro por mucho tiempo y sin darse cuenta se quedo dormido, agotado de tanto llorar…de tanto extrañar…de tanto amar…agotado de vivir perdida tras perdida…agotado de tanta soledad…

 

 

 

El día amaneció gris, como su estado de ánimo, desde hacía una semana de que ocurrió aquel suceso en el restaurante, no tenia ánimos de escribir, mucho menos de dibujar…

Salía a caminar tratando de encontrar inspiración y de alejar la depresión antes de que se instalara profundamente en su corazón y después le fuera imposible alejarse de ella.

Llevaba su bolso colgado atravesado en su pecho, se detuvo a comprar unos dulces cuando ocurrió de nuevo…

Ahí estaba… sentado en una banca de un parque junto a la plaza, y nuevamente con su acompañante, ya había pagado por su compra y sin sentirlo comenzó a caminar con dirección a la pareja, que amenamente charlaban sin preocupaciones y sin haber notado su presencia.

A punto estaba de llegar a la banca donde se encontraban estos, cuando los vio levantarse, y nuevamente como en trance vio que el rubio volvía a coger del brazo al chico que lo acompañaba, ese simple gesto, ese movimiento a Harry, y se le había hecho tan intimo que dedujo por si solo que eran pareja.

Lo veía y no podía quitarle la  vista de encima…caray, eran idénticos, o… ¿o seria que el lo extrañaba tanto que lo quería ver exacto a Draco? 

No…porque el timbre de voz…era idéntico…y cuando su pecho se inflo pensando que… si acaso Dios le podía mandar un premio por sacrificar todo por sus amigos, de nuevo los vio caminar directo a él, se dispuso a dar aunque fuera una sonrisa…y cuando se acercaban… solo pasar de largo…nada…ni siquiera una mirada, mucho menos una sonrisa…

No supo que sintió…terror, desilusión, dolor, por un momento sintió pánico…

Regreso a su habitación en la casa de huéspedes y volvió a llorar sin poderse contener…

 

 

Habían pasado al menos dos semanas de aquel encontronazo que lo dejo noqueado, cuando se entero, que habían llegado a la pensión una pareja amigos de los anfitriones y que el matrimonio Rossi les daría una cena especialmente a ellos y que los demás huéspedes estaban invitados a asistir, Harry con los ánimos por los suelos había pensado en negarse, pero cuando vio la alegría en los rostros viejos y cansados de sus anfitriones desistió de la idea de negarse, así, que se bañaría y se arreglaría para dar la bienvenida a esos nuevos inquilinos.

Se estaba dando los últimos retoques al espejo tratando inútilmente de domar su cabello cuando decidió que se daba por vencido, después de todo esa mata de cabello le daba un aspecto rebelde a su rostro. 

Se miro por última vez al espejo de cuerpo completo, llevaba unos jeans deslavados algo viejos, sí pero muy limpios, se puso una camisa de un color rojo quemado con los dos botones de arriba abiertos, y dejando escapar una sonrisa de resignación, decidió que ya era hora de dar la bienvenida a sus vecinos de habitación…

Llego al salón, llevándose la sorpresa de que estos aún no se presentaban a la cena en su honor,  así que mientras esperaban el arribo de dicha pareja todos se dedicaron a cotillear un poco, ahí fue donde se entero que la pareja viajaba mucho, porque uno de ellos era restaurador de obras de arte, pero que en esta ocasión uno de ellos, no había querido viajar y se quedaría al cuidado del matrimonio mayor.

Harry sonrió, ha, vaya…al cuidado del matrimonio, pues que era… ¿una chiquilla de quince años?, pero bueno, ni modos, después de todo, ¿Quién era el para criticar a nadie?

Decidió salir al balcón a tomar un poco de aire fresco mientras la pareja hacia arribo al salón.

Se le fue el tiempo pensando, y dejando escapar uno que otro suspiro,  que cuando decidió regresar al interior del salón, la pareja de honor llevaba ya varios minutos de haber llegado.

Ya todos estaban en sus respectivos lugares, y ahora solo faltaba él para dar comienzo a la celebración, así que apenado ocupo su lugar sin mirar específicamente a nadie, grande fue su sorpresa, que al levantarse para dar una disculpa que se quedo nuevamente mudo…

La pareja por la cual se había realizado esa cena, eran nada más y nada menos, que la pareja que lo llevaba atormentando ya casi un mes…

Los observo en silencio y con detenimiento, dándose cuenta de que ahí, por primera vez veía al hombre que acompañaba al rubio platino.

El hombre era alto, mas o menos de la misma estatura que el rubio, si acaso unos cinco centímetros mas alto, tenia el cabello negro algo ondulado y ojos color avellana, un bigote pequeño cubriendo unos labios delgados y un cuerpo delgado, sí, pero algo musculoso, por lo que se podía notar, hacía un poco de ejercicio para mantenerse en forma…él, era el restaurador de obras de arte, y por lo que se entero Harry, en esta ocasión el moreno tenia que viajar a  Japón, y el rubio decidió que en esta ocasión el se quedaba, el viaje duraría alrededor de dos semanas, y como el moreno no quería dejarlo solo, pues se decidió que conociendo ya de tiempo atrás al matrimonio dueño de la pensión, el rubio, bien se podía quedar con ellos.

Harry casi no hablo con nadie, pero no podía quitar la vista del rubio, gracias a Merlín que este ni cuenta se daba del escrutinio al que estaba siendo sometido por parte del moreno.

Eso corroboraba que el rubio no lo conocía.

Harry no sabía si sentir alegría o pesar…tenia tantos sentimientos encontrados, que ya no sabia que era realmente lo que quería…

Llego su turno de hablar con la pareja, intento resistir lo más que pudo, haber si podía escapar, se sentía ansioso y a la vez temeroso, pero llego el momento en que se dio cuenta de que, si salía de ahí sin despedirse,  seria una grosería para sus anfitriones, así que haciendo de tripas corazón, le toco intercambiar algunas palabras, sobre todo con el moreno.

 

-      ¡Hola, siento el retraso y no haber hablado mucho en la cena!  -  lo miro a el primero y después al rubio que seguía ignorándolo completamente, se presento viendo con expectación, si al decir su nombre alguno de ellos tenia alguna reacción adversa  – mi nombre es Harry Potter y estoy viviendo aquí, así que somos vecinos  -  sonrió  -  así que si se le llega a ofrecer algo, lo que sea, no dude en pedirlo  -  le dijo al moreno quien no desaprovecho la oportunidad y dijo…

 

-      Mi nombre en Alex Mathew  -  y dedicándole una sonrisa encantadora le dijo -  viajare por espacio de dos a tres semanas y sí, en verdad le agradezco el ofrecimiento, mi compañero…  -  dijo al momento que volteaba a ver al rubio quien en ese momento platicaba con el matrimonio  -  se llama Tom Felton, el se quedara aquí y de verdad le agradezco que si algo se le llega a ofrecer y está en su mano ayudarlo, yo le pagare el favor de eso no le quede la menor duda… 

 

-      ¡¡¡¡Tom Felton!!!!  -  -  A partir de ahí, ya no escucho nada más  -  así que se llama Tom…   -  no sabia que sentir, por un lado, descubrir que su fantasma tiene nombre es bueno y al mismo tiempo no lo es…por un lado que bueno que por fin sabe que tiene un nombre, porque así ya sabe que no es la persona que quiere… que busca…que desearía que estuviera vivo, por un lado sabe que ese hombre tiene pareja, y sabe que no puede acercarse de otro modo…de repente quiso patearse mentalmente el mismo, casi se rio de la clase de pensamientos que estaba teniendo en ese momento, ¿acercarse, vivo, nombre, pareja…? ¿O sea en que demonios estaba pensando…?  Suspiro derrotado, ese hombre no es, quien él quiere que sea, el hombre que el quiere…esta muerto, ¿cuando lo acabara de entender???   Pero aún así…desearía que por un segundo ese hombre sentado a unos metros de él no lo ignorara tan olímpicamente, daría lo que fuera por verse reflejado un segundo en sus ojos…y como si le leyeran el pensamiento, Alex dijo…

 

-      Se lo voy a presentar…  -   se irguió un poco y dijo dirigiéndose al rubio… -  Tom cariño ¿puedes venir…?  -  volteo a ver a Harry  -  permítame ir por el… 

 

-      ¿ir por el?  ¿que acaso el otro necesitaba ayuda para caminar o que…?  ¿acaso temía que se fuera a perder en esos dos o tres metros si avanzaba solo…? O ¿acaso sentía que alguien se lo podía robar en ese pequeño espacio?  Harry no supo que pensar, que sentir…si alegría, dolor, pesar…  -  ¡Merlín!  Ayúdame a soportar esto… -  ya no supo que estaba pensando, cuando vio como si fuera en cámara lenta, el momento en que el rubio se levantaba, iba todo vestido de negro, vaya…suspiro y pensó – algunas cosas no cambian…  - de repente quiso morir ahí mismo cuando vio que para caminar se ayudo de un bastón… -  ¡¡por todos los cielos!!  ¿será que se cayó y se lastimo? ¡oh por la puta Morgana! El como siempre hablando de más…bueno, en este caso, pensando de más…lo miro caminar tan tranquilo, que se fijo solo en su manera de andar y pensó -  no…pues si  camina bien, ¿enton…ces?  -  entonces quiso morir de verdad… miro con detenimiento el bastón… ¡por Merlín!  El bastón…era un… un bastón para ciegos -  ¡esta… esta…!  - Sintió como algo se le destrozaba por dentro, ¡el rubio clon de Malfoy esta… ciego!  Sintió que su corazón en realidad si se detenía, sintió como el oxigeno lo abandonaba, con razón…con razón siempre lo ignoro…

 

Sintió como le oxigeno abandonaba sus pulmones, y en un segundo deseo que la tierra se abriera y se lo tragara, quiso abandonar el salón comedor y de paso morderse la lengua para ver si solito se envenenaba, se supone, que la serpiente no era el.

Se quedo petrificado viendo como el moreno Alex llegaba hasta el rubio Tom, quien inmediatamente tomo muy suavemente el brazo que el moreno le ofreció, con un movimiento ya conocido por él, llevándolo hasta donde el ojiverde se hallaba sin encontrar este, palabras que decir.

 

-      Tom, cariño te voy a presentar a otro huésped, con el cual no hemos tenido oportunidad de conversar aún…   -  Harry estaba petrificado viendo como la pareja se aproximaba cada vez más a él, y quiso correr, escapar de ahí, y esta vez  sin poder mover ni un musculo, pareciera que hubiera recibido un Petrificus Totalus.

   

 

En la oscuridad…

 

CAPITULO  UNO

 

Notas finales:

Espero y les haya gustado y lo sigan de aqui en adelante, yo les agradesco de antemano el haber leido el primer capi, graciassss


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