Todo ese día se la pasaron en la habitación encerrados. Solo gemidos, jadeos y frases entrecortadas se escuchaban en casi todo el lugar. De seguro si alguien hubiese pasado cerca de esa casa hubiese escuchado los sonidos claros de puro goce carnal. Finalmente después de tan excitante labor, durmieron tranquilamente: estaban exhaustos.
-Albafica…eres mío por fin….tu virginidad me pertenece!!-hablaba dormido el peli plateado.
-Quizás tengas eso…pero mi corazón…mmm…nunca-contestó también entre sueños como si estuvieran conectados de pensamiento.
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Shion se estaba agotando cada vez más. Su cerebro inventaba toda clase de excusas para no llevar a cabo tan maléfico plan; además, ya no valía la pena intentarlo, su amor secreto estaba unido de por vida a Minos de Grifo y él, ya no tenía ninguna oportunidad con ese bello ser de ojos celestes, cabello del mismo color, tez blanca como la nieve, boca aterciopelada, delicada….en definitiva el ángel más hermoso de todos… Lo único que le quedaba era resignarse, tratar de conseguir un nuevo amor y convencer a Aiacos de Garuda de dejar tranquilo al “feliz” matrimonio.
-Aiacos por favor entiéndelo…ellos están casados y no hay nada que nosotros podamos hacer para separarlos…Es caso perdido!!
-Que acaso Shion no te hierbe la sangre de solo pensar lo que esos dos hacen todas las noches en la cama aparte de dormir??
-Cállate ya!! No sabes cómo me arrepiento de no haber tenido las suficientes agallas de confesarle mi amor a Albafica!!-se lamentaba el santo dorado.
-Aún hay oportunidad. Lo que debemos hacer es intentar separarlos por todos los medios posibles…
-Pero…-trató de insistir.
-Pero nada…Este es el plan: Yo les caeré de sorpresa a esos dos en su casa y con eso me aseguraré que no sigan teniendo sexo, mientras tú, viajaras a Roma, te hospedaras en un buen hotel y todos los días irás a la casa, sacaras a Albafica con cualquier excusa; así me dejaras a solas con mi buen amante Minos…que te parece??
-No. No estoy de acuerdo y nunca lo estaré. Si quieres seguir adelante hazlo tú solo pues conmigo no cuentas!!-dijo mientras salía corriendo de ese lugar. El simple hecho de pensar en su amor perdido le destrozaba el alma.
-Eres un cobarde. No mereces ser un santo de Athena…-furioso-…Vete!!...no necesito de tu ayuda para nada!!
Shion no lo oyó. La distancia era mucha.
-Ahora sí. Debo llevar a cabo mi plan lo antes posible…-murmuró al aire mientras cogía sus maletas y salía como alma que lleva el diablo hacia el aeropuerto.
Su viaje fue realmente incómodo. Debido a su baja economía, tuvo que escoger un avión de carga, en el cual se encontró con varios animales que hacían apestar todo por sus eses y aunque no lo crean el vómito apestoso, asqueroso de dichas criaturas. Su hígado estaba por reventar de tanto mal olor, más sus ganas de volver a follar con Minos libremente lo impulsó a soportar…
Cinco cochinas horas después llegó por fin a su destino, dirigiéndose inmediatamente a la casa de los esposos.
-Maldita sea que no abren…-renegando-…llevo más de veinte minutos esperando!!
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Su sueño fue interrumpido por la insistente puerta de salida que no dejaba de sonar tras el golpe seco de una fuerte mano varonil…
-Arrgg…mmm…ña…ña…ña…ña…-aun con los ojos cerrados, medio dormido-…podrías abrir la puerta…mmm…Albafica??
-Maldita sea!!...-levantándose de mala gana-…está bien…
Tipo zombi con los ojos cerrados el hermoso baja las escaleras rodando, pues por no fijarse en nada, pisa el borde de uno de los escalones, resbalando y rodando las escaleras hasta terminar en el piso de abajo inconsciente a causa de un fuerte golpe en la cabeza. Tirado en el suelo, sangrando ligeramente por la nariz; ahí se quedó solo, sin ser atendido. Su “querido” esposo seguía desparramado en la cama, por lo que no sospechaba absolutamente nada de lo que le acababa de pasar al “venenito”.
Media hora más tarde, Minos se levanta, baja a paso de tortuga la escalera y al llegar al final se encuentra con el cuerpo inerte de Albafica. Asustado se agacha, se arrodilla a su lado, lo carga como si fuese la muñeca más delicada y delgada del mundo, sube a paso ligero, llega al segundo piso, camina hacia la habitación, se acerca a la cama y lo deposita suavemente. Sin dudarlo, se recuesta a su lado y lo abraza. Acaricia con una mano su largo caballo celeste, aspira el dulce y embriagante aroma de su piel. Cierra sus ojos esperando a que su esposo despierte. No sabía por qué pero una extraña sensación de temor se instalaba en su pecho causándole una gran presión…¿Será que en verdad estaba enamorado de Albafica???. No, eso no puede ser. El solo se interesa en personas vírgenes, su propósito siempre es conquistarlos, acostarse con ellos y botarlos; sin embargo esa sensación nunca la hubo sentido y eso le preocupaba en demasía… Ya tendría tiempo de descifrar que significaba aquello…
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Los pies le dolían, el sol quemaba su piel, la cabeza le daba vueltas….realmente estaba muy mal pero no le importaba nada más que no fuese el asunto de recuperar a “su” Minos; claro que para eso tendría que sacrificar su “honor de amante” y humillarse teniendo que ser plato de segunda mesa por culpa del idiota ese de Albafica de Piscis… Que le habría visto Minos a ese???...Acaso era tan hermoso que lo superaba??... Era acaso competencia para alguien tan experto y experimentado como él???....Dioses!! De solo pensar en eso se le salía el hígado por la boca de la rabia, coraje.
Finalmente decidió hospedarse en algun lugar, ya mañana regresaría a reclamarles el ser tan descorteses con las “visitas”…
Continuará…