Capítulo 0
~Prólogo~
Shin. Stop My World.
Después de hacerlo dos o tres veces en el sillón de la sala, nos pusimos una camisa sin abrochar y nuestros boxers, caminamos en dirección a su recámara con el resto de nuestras ropas en mano. Una vez que estuvimos dentro de la habitación, no se molestó siquiera en cerrar por completo la puerta y me tumbó en la cama para así hacerlo otras dos veces. La última vez, nos corrimos juntos.
Él se dejó caer sobre mi pecho y se quedó ahí recostado hasta que su respiración volvió a la normalidad. Nos profesamos nuestro amor y después hubo un pequeño silencio. Comencé a fumar y pareció que el olor de mi cigarro o el olor de mi perfume habían logrado dormir a Neal.
Lo miré dormir y lo cobijé para que no le diera un resfriado a la mañana siguiente. Me quedé pensativo, recordando todo desde aquel día en que nos conocimos...
>>Después de un mes sin presentaciones, BLACK XV reapareció en una de las ferias más populares de la ciudad. Fue la última banda en presentarse.
-Lo mejor para el final ¿No lo creen? -dijo el director del evento y después salió de escena.
>>Uno a uno, los integrantes de BLACK XV entraron: Luisa, la vocalista; Rayley, el guitarrista; Jeff, el segundo guitarrista; Érica, la baterista y Shin, el bajista. Sus rostros no tenían ninguna expresión y sus miradas estaban apuntando al suelo. Una vez que todos entraron, el escenario oscureció. Hubo algunos murmullos en el público.
-Buenas noches… -dijo la vocalista al momento en que una luz la apuntaba desde el techo. Luisa levantó la mirada y el silencio entre el público volvió a hacerse.-Somos BLACK XV.
>>Otra luz apareció y apuntó a Shin.
-Y hemos venido a seducirlos.- Shin sonrió y guiñó el ojo.
>>El público se emocionó y la función comenzó. El público estaba más que emocionado, estaba alborotado. Seguían las letras de las canciones que habían dejado de escucharse durante un mes entero. Era una noche llena de estrellas, ahí empezó todo. Las últimas 4 canciones fueron cantadas por la dulce voz de Luisa y la de Shin le hacía sombra, los hermanos fundadores de la banda cantando juntos era algo que el público no se había esperado. Cada melodía incluía un exquisito solo de guitarra al final.
>>Justo antes de la última canción, hubo una pequeña pausa muy rápida para un cambio de vestuario, el escenario volvió a tornarse totalmente negro. Una vez en el camerino, Jeff se acercó a Shin, le tomó ligeramente de los hombros para después despeinarlo un poco.
-Te ves animado. –Le dijo mientras sonreía.- Y mirabas fijamente a alguien en el público.
>>Rayley, que estaba a una corta distancia de ambos, rio ligeramente.
-¿Hay alguien que te haya gustado? –le preguntó a Shin mientras le miraba de manera pícara.
>>Shin sonrió, cerró sus ojos y continuó vistiéndose sin pronunciar palabra alguna respecto a eso. Sí, estaban en lo correcto, alguien en el público le había cautivado desde que habían entrado al escenario. Aquel guiño que había hecho después de pronunciar la frase que representaba a la banda, había ido dedicado a esos ojos color avellana que se habían clavado en Shin desde un principio. Simplemente correspondió a esa excitante mirada.
>>Estaban por volver a salir, Luisa se acercó a su hermano y le extendió una rosa roja con un listón color turquesa atado en el tallo. Ella le guiñó el ojo y le sonrió, dándole a entender que esa noche era su turno de seducir al público.
>>La dulce voz de Luisa, con la de Shin haciéndole sombra. El estremecedor sonido del bajo, las guitarras y la batería. Música exquisita que hizo que el público experimentara varias emociones mezcladas, provocando que las lágrima de algunos se desbordaran.
-Muchas gracias… -dijo Luisa al terminar la dulce balada que habían dejado para el final. –Nos veremos otra noche.
>>Shin se encaminó a la orilla del escenario con la rosa en su mano derecha, miró fijamente al chico de ojos avellana que estaba en la tercera fila de la zona VIP, lanzó la rosa al aire y se dio media vuelta para encaminarse a la salida junto con los demás integrantes. Se detuvo para dejar pasar a las chicas de la banda, miró hacia atrás justo en el momento en que el chico, sin dejar de mirar fijamente a Shin, atrapó la rosa y al instante depositó un dulce beso en ella. Ambos sonrieron y en el instante en que Shin se desvaneció en la salida, el escenario volvió a ponerse oscuro.
>>Se dieron un abrazo grupal, algo que el grupo solía hacer después de cada concierto. Se colocaron sus suéteres y unas mascadas pues la noche comenzaba a enfriar cada vez más. Se encaminaron a la salida de la feria.
-Muy buen trabajo, como siempre. –dijo Luisa.
>>Los guardias les abrieron el portón principal y les despidieron y agradecieron por el magnífico show. Dieron unos pasos fuera de la feria y de repente se vieron rodeados de personas con sonrisas en los rostros, sus fans.
>>La mayoría de los fans traían unos regalos para su integrante favorito de la banda, algunos llevaban pastelillos caseros, bufandas, suéteres y algunas cosas algo caras como accesorios de Coco Chanel, Vivienne Westwood y Burberry.
>>Después de que los fans se dispersaran, los integrantes de BLACK XV decidieron ir a tomar algo de alcohol solo para festejar el gran concierto. Luisa miró a su hermano, quien se encontraba encendiendo un cigarrillo y mirando hacia la acera del frente. Luisa se acercó a él mientras le sonreía.
-Se nota que te quieren mucho. –dijo ella al ver las 3 bolsas grandes que rodeaban las botas de su hermano.
>>Shin no dijo nada y no apartó su vista del frente, Luisa volteó y se encontró con un chico recargado en su autor oliendo la rosa roja que Shin había lanzado al final del concierto. Esbozó una sonrisa y le dio unas palmaditas en el hombro de su hermano.
-Suerte. –le dijo y después se perdió, junto con los demás miembros de la banda, entre la oscuridad de la calle.
>>Shin por fin apartó la mirada del frente solo para asegurarse de que su hermana y los demás se fueran con cuidado. Tiró la colilla del cigarrillo y la aplastó con la suela de sus botas. Justo en el momento en que su mirada iba a volver a posarse al frente, el chico que le había cautivado ya no estaba recargado en su auto. Desvió su mirada hacia la derecha para así buscarle y le encontró justo al lado suyo, mirándole fijamente con esos ojos color avellana repletos de deseo.
>>La rosa que Shin le había lanzado desde el escenario se encontraba decorando dulcemente el bolsillo del saco negro que estaba usando el chico. Ambos sonrieron, el más alto sujetó a Shin de la cintura y le acercó más a él para así inclinarse y poder besarlo suave y dulcemente en los labios. Ahí comenzó todo…