Se levanto de aquella mesa en la que se había quedado dormido, su cabeza daba vueltas, después de entrenar para su nuevo tour mundial, había regresado al estudio, tenía que terminar los últimos detalles de su nueva canción: "MichiGO”.
Volteo a su alrededor y ahí estaba una enorme taza de café con una nota pegada en ella.
¿Qué es esto? – Dijo un Ji Yong algo confundido, perdido en sus pensamientos, tomo la taza con sus delgadas manos, y podía ver su reflejo en ella.
¡DIOS, QUE ME HA PASADO! – Empezó a arreglar un poco su alocada cabellera, y después de darse por vencido por un par de rebeldes mechones, dejo caer su cabeza de lado, viendo la taza, en eso, un pequeño Post it cayó, que había ignorado por tanto cuidado que tenía en él.
Lo tomo con dos de sus delgados dedos, y lo coloco frente a el, mientras le daba un sorbo a ese delicioso café, con dos de azúcar como a él tanto le gustaba, el aroma del café ayudo, y lentamente se vio como poco a poco sus mejillas se fueron tornando de un color carmesí, comenzó a morder su labio inferior, mostrando un poco su claro nerviosismo.
Tomo la nota y la apretó fuertemente a su corazón, - Mi Seungie, siempre me alegras el día.. – Soltó un leve suspiro y dando un pequeño brinco al escuchar como se abría la enorme puerta tras de él, empezaba a voltear su enorme sillón, cuando sintió como unas enormes manos lo aprensaban, y lo olfateó, ese olor tan dulce como el café recién hecho.
Jiyongie, amor, te has despertado.. – Dijo el de cabellos o obscuros, depositando un dulce beso en la mejilla del otro.
El líder intento ponerse de pie, pero aquellas manos no lo dejaron, el mayor, volteo el sillón y lo trajo hasta el otro, se sentó y lo comenzó a observar detalladamente. El menor algo nervioso puso sus manos en la cara, tratando de cubrirse apenado.
Después de su cansado entrenamiento, había decidido ponerse lo más cómodo que había encontrado en su guarda ropa, una sudadera que citaba “One Of A Kind” color negro, una pantalonera verde limón, algo arrugada y rota de abajo, unos Converse negros sucios, los mismos con los que sacaba a pasear a Gaho y a Jolie, y una gorra que citaba “Giyongchy”, cabe mencionar que tampoco traía nada de maquillaje, estaba cansado y tenia pensado visitar la YG sólo un momento, no contaba con quedarse dormido allí, y que para su mala suerte, en la mañana siguiente se encontraría con su chico.
Que por cierto, ahora que lo pensaba, siempre tan guapo, y varonil, ese saco color gris le quedaba increíble, entre abierto, dejaba ver esa camisa color blanco, que el mismo había escogido como un regalo perfecto la navidad pasada, ese pantalón de mezclilla color negro ajustado, quedaba perfecto con su bien formada figura, su novio no tenia un enorme cuerpo como Taeyang o Daesung, pero era por mucho, muchísimo más sexy que estos dos juntos, esos lentes obscuros, y su sonrisa de lado que siempre le dedicaba al verlo, inclusive ahora, que el se sentía del asco, el seguía viéndolo con esa cara, pero en ella encontraba algo más que amor, era.. ¿Lujuria?
Pensaba “¿Cómo pude venirme así al estudio? ¿Cómo me pude quedar dormido? ¿Por qué ahora que estoy así, Tabi tiene que venir a verme? Seungie, mi Seungie..“ – Sus pensamientos fueron interrumpidos por un dulce beso del mayor. Un beso dulce, que sólo rozo un poco sus labios. Dejando a Ji Yong un tanto perplejo.
Me encanta como te ves en las mañanas.. – Decía Seung cariñoso, acercándolo a él, tomándolo de su delgado cuerpo y acomodando su cabeza en la del menor.
¿De que hablas? Soy un asco idiota.. – Ji trataba de ocultar su pena, que el mayor le hablara así lo ponía de una forma rara, por no decía caliente, pero para su desgracia, Seung lo conocía bien, sabía que su novio era así cuando se apenaba, pero cuando estaban en una situación normal, el era el más dulce hombre del mundo.
De qué hablas pequeño, eres lo más hermoso que mis ojos pueden ver. – Deposito un pequeño beso en la cabeza del menor, que se encontraba algo despeinada, sonrío, el líder comenzó a alzar un poco su cabeza, hasta quedar a la altura del mayor.
Empezaron a juntar sus labios, primero con un beso cálido e inocente, pero con medida que pasaba el tiempo, su beso se hizo más largo y por ende mucho más pasional, lo que había comenzado por un dulce beso, ahora era una guerra de lenguas, luchando entre ellas, ambas esperaban saber quien seria la vencedora, y claro, sería la que no le faltara aire para continuar. Las cosas continuaron subiendo de tono, donde anteriormente Seung tenía a Ji abrazado, ahora lo tenía cargado, con sus enormes manos en las retaguardia del otro, Ji tenía ambas piernas enredadas en el torso de su pareja, y ambos brazos en el cuello de este, tomándolo cada cierto tiempo de su negra y suave cabellera intentando llegar más lejos de su boca, el mayor, comenzó a sentir en su torso un leve bulto emergiendo de entre las piernas del menor y eso le ponía de sobre manera, separaron un poco sus bocas y se vieron el uno al otro, no sabían como habían llegado a esto, se quedaron quietos un segundo, mientras que en el rostro del menor se dibujaba una traviesa sonrisa,provocando lo mismo en el otro, pero, no era una sonrisa normal, no, su sonrisa era de deseo puro..
A raíz del trabajo de ambos, ninguno tenía tiempo para estar juntos, hace ya un par de meses que no tenían intimidad, se quedaban en casa de ambos, pero llegaban tan cansados que a veces apenas y se daban un beso, para después caer en las manos de Morfeo.
El menor no pudo evitar morder su labio una vez más y empezó a hacer movimientos circulares en el abdomen de su novio.
Oh.. Ji, amor, no hagas eso, sa-sabes que no me resistiré.. - Dijo en una voz baja pero aún poderosa a raíz de su ronca voz, era una voz ahogada, llena de deseo.
Eso es lo que quiero, Tabi.. – Lentamente la sangre se le subió a la cabeza y sus mejillas estaban prendidas como fuego, no pudo contenerse más y empezó a besar el cuello de su pareja, y lo olfateó una vez más, ese olor, que tanto le agradaba.
Adoro que me llames así Jiyongie.. – El de cabellos obscuros lo deposito en el sillón con mucho cuidado, lo observo detalladamente por un momento, y de un momento a otro, el menor contempló como el de voz profunda desabrochaba su cinturón, no pudo evitar bajar su mirada hasta aquel bulto que tanto le encantaba, sentía que pronto ese pantalón tan ajustado iba a romperse por la presión del miembro del mayor, al ver eso, no podía parar de morderse los labios, tanto que sentía que sangraría.
Te has portado mal pequeño, y ahora no me podré contener.. – Dijo ya un muy excitado Seung, que comenzaba a desabrocharse lentamente la camisa, intentando provocar el menor.
No me hagas esperar más, vamos Seungie, te quiero dentro.. – Ji Yong dijo esto con una voz tan sensual, y eso último, lleno de lujuria, tomo la camiseta de su novio, y de un tirón hizo que se cayeran todos los botones de esta, dejando a su vista y tacto aquel perfecto cuerpo que sólo le pertenecía a el.
¿Todo esto es mío, Tabi? – Dijo el menor, abriendo sus piernas para con estas mismas acercarlo a él. El mayor cayó encima de este y con sus grandes brazos tomo a Ji Yong cargándolo nuevamente.
Claro que lo es amor, sólo tuyo. – En lo que el mayor terminaba de decir eso, su chico se apodero de uno de sus pezones, haciendo que con tanta fricción de su lengua este se reaccionara, mientras con su mano izquierda tomaba el otro pezón, y al mismo tiempo se movía circularmente para que el mayor comenzara a sentir ya, su muy notaria erección.
El mayor lo seguía tomando, pero esta vez lo coloco encima de la mesa del estudio, teniendo ahora las manos libres para probar el delicado cuerpo de su amante.
Esa sudadera es muy grande, ¿No crees? – Dijo en tono juguetón. – Esta estorbando, vamos a quitarla. – Con sus largos dedos hizo contacto con la piel caliente de su novio, y el menor al sentir sus manos frías encima de él, no pudo evitar emitir un leve gemido.
Ahhhh.. Se-Seungieee.. – Alargo esto último, al sentir como aquel moreno, después de quitarse la sudadera, se apoderaba de su pálido cuello.
¿Hace cuanto que no te tocaba así eh? Moría por sentirte mi pequeño. – Decía el de cabellos negros, mientras su novio lo guiaba hasta sus pezones. El mayor comenzó a succionarlos con amor, pero después no pudo contenerse más y mordió uno, haciendo que el menor se estremeciera haciendo su delgado cuerpo en arco.
¡AHHHHH, SIGUE SEUNG! – Grito un alocado Ji, que ya no podía aguantar más, sabía que habían estado sin sexo todo ese tiempo, pero ¿Cómo era posible? Ellos siempre eran insaciables.
Seung no pudo evitar reír al ver a su pequeño de esa manera, y cubrió un poco su boca con una de sus manos. – Shhh, silencio amor, sí alguien nos escucha, no podremos seguir disfrutando.. – Espero a que su amado asintiera, y después de esto, quito su mano de la pequeña boca de su novio comenzando a besarlo desenfrenadamente, su lengua lo volvía loco, y sólo buscaba más contacto con él, el menor de ambos, sólo se aferró fuertemente a él, aprisionándolo con sus delgadas piernas, quedaron a la misma altura, Ji seguía sentado en la mesa y sus miembros erectos por primera vez se tocaron.
Ambos emitieron un gemido, bajito, que sólo ellos pudieron captar, Seung bajo un poco la cabeza y Ji la hizo para atrás, no podían más.
Creo que nuestros pantalones también estorban, ¿Verdad, Jiyongie? – Dijo un Seung bajando la vista a los problemas que ambos tenían. El menor no pudo evitar soltar una risita traviesa y asintió levemente, ese hombre era tan dulce, incluso en la hora donde el se ponía salvaje, siempre era tan, tierno.
Seung se separo un poco y Ji lo trajo a el una vez más, se encargo de desabrochar rápidamente el pantalón para que el mayor no lo hiciera sufrir más, el de cabellos oscuros solo rió, le encantaba ver a su novio tan impaciente. Bajo rápidamente su pantalón junto con su bóxer para no hacer esperar más a su amado, al voltear el menor ya no traía nada, su pequeño sí que era rápido, sin más, le hizo una señal de que se acercara y juntaron sus cuerpos desnudos, acercándose a la oreja del más grande y le dijo bajito y en un tono muy meloso.
Sólo quiero sentirte dentro, amor.. – Seung abrió de par sus ojos como platos, eso habría prendido hasta al más santo, no pudo evitarlo, se separo un poco y empezó a hacer fricción de sus enormes miembros, ya demasiado despiertos, pedían atención a gritos.
¡AHHHH, AHH, Seungie, la tienes TAAAAAN grande! – Dijo el menor, tomándose con fuerza de la mesa, siguiendo con la mirada el enorme miembro de su novio, lo volvía loco, le encantaba ese enorme trozo.
¿Te gusta Jiyongie? ¿Quieres sentirlo dentro de ti? – Dijo entre suspiros el mayor, cerrando un poco sus ojos y moviendo su cabeza hacia atrás.
Sí, lo quiero.. En mi boca. – El menor se bajo sin avisarle nada al otro y de una se metió todo su palpitante miembro, haciendo que el mayor gimiera, mientras con sus manos acariciaba los testículos de este. Le encantaba su sabor, y lo succionaba como una paleta, de arriba a bajo, no dejaba ninguna parte sin ser tocada por su ya muy experimentada lengua, haciendo que este soltara un poco de líquido preseminal.
Aún no Tabi, quiero que me la metas.. – Dijo un Ji Yong aún limpiándose un poco la comisura de los labios.
Seung no pudo más, y lo levanto entre sus brazos, colocándolo una vez más en la mesa, abrió sus piernas y mientras con su mano izquierda empezaba a masturbar al menor, le dio tres de sus dedos para que este empezara a lamerlos, y lo hizo, como sí se tratara del miembro del mayor.
Ahhh, amor, lo-lo haces.. ¡AHHH! Ta-tan bien. – Soltó el ya muy excitado rapero mayor, con esa voz, sólo provocó una mayor exitación en su pequeño, saco los dedos de su diminuta boca, y sin avisar, metió uno, el menor se estremeció tomándose fuertemente de la espalda del mayor, arqueando una vez más su espalda, apretando fuertemente sus rasgados ojos.
¿Te gusta, mi pequeño? Dime cuanto te gusta. – Soltó el pelinegro, observando detalladamente la expresión de su novio.
Le había dolido un poco, pero casi no lo había sentido, su alta excitación no se lo había permitido, ahora estaba gozando por todo ese tiempo en el que no había tocado a su chico.
¡Métemela de una vez, Seung! – Volteo a ver a su novio, y ambos sudaban a mares, el mayor le sonrío y no pudo evitar decirlo. – Me encantas cuando te sonrojas y pides más.. – Ji se perdió en su mirada, y en lo fuerte que el mayor empezó a mover su mano sobre el miembro del menor.
Pero espera un poco más amor, no te quiero lastimar, primero, te tengo que preparar. – Soltó el mayor depositando un dulce beso en el hombro de este, mientras su pequueño disfrutaba de ambas cosas, metió su segundo dedo, y empezó a moverlos como tijeras para dilatar un poco más.
¡SEEEEEEUNG! ¡YA NO PUEDO MÁS! – Gritaba Ji, ya poco le importaba que afuera los escucharan, todos sabían de su relación, y los pobres integrantes de Bigbang siempre tenían que soportar esos “Leves roces” como los llamaba Ji Yong para excusarse. Ahora lo único que quería era sentir todo lo que el mayor le podía dar.
Su pareja, al ver tremenda expresión de su pequeño, no pudo más y sin meter un tercer dedo, tomo ambas piernas del menor y se dispuso a entrar, dejando su glande en la ahora muy dilatada entrada del líder, y entro en él. Ambos emitieron un gemido fuerte, que no buscaban ocultar.
¡AAAAAAAAAAH, ERES TAN ESTRECHO JI! – Grito el de la voz más gruesa. Su novio volteo a verlo y no pudo evitarlo, grito también. – ¡ES TAN GRANDE SEUNG, MÉTEMELA MÁS!
El mayor sonrío confiadamente al pequeño, al ver esa mirada llena de lujuria que le dedicaba, empezando a dar profundas y fuertes embestidas, moviendo la mesa y dejando caer todos lo que se encontraba en ella. Poco les importo, ahora se escuchaba aparte de sus gemidos, los enormes rechinidos que emitía aquel objeto.
¡AH! ¡AH! ¡SÍ! ¡ASÍ AMOR! – Decía un extasiado Ji , su novio volteo un poco hacia abajo y vio como el miembro de su novio pedía atención a gritos, empezó a masturbarlo con su mano derecha, mientras con la izquierda seguía sosteniendo su pierna, cada vez llegaba más adentro, más profundo, hasta que llego al punto dulce del menor, haciendo que al mismo tiempo soltara su liquido preseminal.
¡AHÍ SEUNGIE! ¡AHÍÍÍÍÍÍ! – Veía venir cerca el orgasmo, y no pudo evitarlo, volteo y ver a su enorme hombre sudado lo ponía más. El mayor dio un par de embestidas más llegando al punto sensible del menor y el pequeño no pudo evitarlo, se vino en el abdomen de su chico manchandolo a el y toda su mano, contrayendo su entrada, haciendo que por ende, el mayor se viniera dentro de su estrecho lugar.
Emitieron en unísono un enorme gemido que estaban seguros se había escuchado en toda la YG. - ¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH! – El mayor dio un par de embestidas más suaves, y su pequeño cayo encima de él, cansado, soltó su pierna y lo abrazo fuertemente, no sabía de donde sacaba esas fuerzas, pero lo cargo nuevamente al sillón donde ambos se acostaron, Ji se acomodo en los brazos del mayor, parecían que habían sido hechos para el, ya que eran la medida exacta para abrazar su cuerpo, el líder volteo a ver a su pareja, que tenía ambos ojos cerrados, y su respiración comenzaba a calmarse, deposito un dulce beso en la mejilla de este, el otro reacciono y abrió un poco sus ojos, volteándose a ver, sus miradas se encontraron una vez más.
Seungie, te amo.. – Dijo un meloso Ji Yong acurrucándose al pecho del mayor, este le beso la frente, y le respondió en un tono dulce, pero fuerte. – Yo también te amo Jiyongie..
Cansados por aquella actividad, cayeron muertos de sueño, un par de horas después Seung abrió los ojos, todo se encontraba obscuro, observo que a su lado no se encontraba su pequeño, exaltado, se puso de pie de una sola vez y comenzó a vestirse rápidamente buscando su celular para llamar a su amado, en lo que, se encontró con una linda taza en forma de corazón en la mesa, con aquella nota que el había escrito en la mañana, pero al parecer ahora volteada al otro lado, con algo escrito. Se puso su bóxer y camino hacia ella, tomo la nota y sonrió después de leerla, su pequeño le había hecho ese lindo gesto.
“Espero despiertes pronto Tabi, te dejo este pequeño regalo, para que despiertes lleno de energía, salí a comprar la cena, quédate hoy a cenar conmigo en el estudio, ¿Quieres? Te amo Seungie, te amo con mi corazón..
Atte: G.
PD: Llegando quiero todo este desastre limpio para poder trabajar, te toca por provocarme de esa manera, babo.
Pd2: Gracias por el pequeño detalle de la mañana, sólo tu sabes como me gusta el café..
TE AMO..”
El mayor sonrió y la pego fuertemente a su corazón con ambas manos, le había encantado ese pequeño detalle, lo puso de lado y se dispuso a limpiar, dejándolo del lado de la nota que él le había escrito en la mañana. Donde se podía leer esas dulces palabras de amor.
“Jiyongie, me dijeron que estabas aquí y te encuentro tan encantadoramente dormido, no te quise despertar, te ves cansado, descansa un poco más, ¿Quieres amor? Te dejo este café que se que te alegran las mañanas.
Te ama por siempre.
Tu Tabi..”
- El café, ese aroma que siempre los había conectado, ese aroma que tanto les encantaba a ambos, ya que, al estar juntos desde hace ya mucho tiempo, era el olor que sin darse cuenta, ambos compartían..-