Toqué el timbre de nuevo, y golpeé la puerta con un poco de fuerza. Me senté en el suelo, apoyándome contra la puerta, y descansando la cabeza sobre ésta misma.
No por mucho tiempo, puesto que Kai decidió al fin abrir la puerta, logrando que casi ruede dentro de su casa.
Me incorporé como pude, usando los marcos de la puerta como ayuda.
-Aish, estuve como media hora tocando timbre.- Exageré un poco, no llevaba más de 15 minutos ahí
-Vine a traerte este libro- Le di el libro de una manera algo "Bruta", digamos que prácticamente, lo estampé contra su pecho. Jongin solo bufó tomando el libro entre sus brazos. -¿Nunca te dignaras a usar una remera, verdad?- Iba en serio, aún ahora, no estaba usando una remera, ¿Vive desnudo?, me abrí paso dentro de su casa, logrando una reacción lenta de Kai
-¡ESPERA SEHUN NO EN.-
Reaccionas tan lento cómo hablas, Kim Jongin. Ya entré y vi la razón por la que no querías que lo haga.
Saliendo de su habitación, se encontraba el petisito con el que fuimos ayer a la cafetería, frotándose los ojos aún cerrados, con la cabeza hacia abajo.
Lo más probable, era que estaban durmiendo, y por esa razón, Jongin tardó en atender la puerta.
Volviendo al enanito, todavía ahí parado, usando los mismos pantalones de ayer, y una remera enorme.
No era raro de Jongin invitar a los amigos a su casa, quedarse jugando a video juegos, o incluso estudiando hasta la madrugada.
Pero, ¿Por qué no me quería dejar pasar? Después de todo, Kyungsoo es su amigo, y yo también lo soy ¿Verdad?
¿Jongin, qué intentas esconder?
Dejé de cuestionarme la vida cuando el liliputiense levantó la mirada y se encontró con mi presencia. Su cara se tornó roja como un tomate, lo único que logró hacer fue saludarme de manera cortés y formal. Kai entró corriendo al departamento, y se puso a su lado
-Aham... Sehun, el es Kyungsoo, creo que lo conoces- Me dijo, tomándolo de los hombros. Sí Kai, lo conozco, ¿A dónde vas con esto? -Se quedó en casa para ayudarme con el estudio- Le acarició la cabeza -Es muy amable ¿Sabes?- Le sonrió de lado
-Está bien Jongin, no necesito explicaciones-Reí -Dejaste ese libro en la cafetería ayer- Le dije, mientras señalaba el libro que Kai sostenía contra su pecho
-¡OH! Mi libro- Kyungsoo volteó y tómo el libro, prácticamente abrazándolo, soltando un tímido pero tierno 'Muchas gracias'.
Lección del día n°1: El liliputiense tiene lengua, y habla más de 2 o 3 palabras.
-Hey Hun, ¿Viniste solo por eso?- Me preguntó Jongin
-Esto...- Solté -A decir verdad, sí. Pero en casa estaba aburrido y solo, así que quería visitarte-
-Yo iba a ir a tu casa también, luego... Cuando me levantara- Se rascó la cabeza
-¿Te acostaste tarde ayer? Son las 3 de la tarde Kai, casi nunca te levantas a esta hora- Sí Kai. Siéntete interrogado, así como me haces tu me interrogas a veces.
-¿Tarde?... Algo... Algo así- Murmuró -¿Quieres comer algo? Aún no almorcé- Asentí, y nos dirijimos a la cocina. Donde Kyungsoo comenzó a buscar ollas y otras cosas para cocinar algo. Esto es una escena bastante, bastante rara. Ni yo sé dónde Kai guarda las ollas... ¡NI SABÍA QUE TENÍA OLLAS!
La cocina de Kai es bastante espaciosa, aunque nunca la usa para nada. Su "piramide alimenticia" se basa en comidas precocidas, sopas y deliverys. Incluso tiene una pequeña barra con taburetes frente a lo que serían, la heladera, las mesadas y el horno.
Nos sentamos allí mirando al frente, mientras que Kyungsoo, de espalda a nosotros, cocinaba.
-Pororo~ ¿Qué cocinarás?- Soltó Kai, mientras buscaba unos vasos
Wohaa, ¿Lo había llamado Pororo? ¿Pororo como el dibujo animado para niños? Contuve una risita, a decir verdad, el apodo le quedaba bien, puesto que se parecía un poco. Kyungsoo se sonrojó por milesima vez, girándose y lanzando una mirada algo asesina hacia Kai.
Lección del día n°2: Nunca llames "Pororo" a Kyungsoo, o te matará con la mirada.
-Ki-kim-kimchi y spaghetti, ¿Está bien?- Tartamudeó, volviendo su vista a lo que estaba cocinando.
-Siempre está bien, después de todo, cocinas muy bien... - ¿"Cocinas muy bien"? Poro.- digo, Kyungsoo, ¿Ya había cocinado para Kai?
-...Pororo~-Remarcó Jongin en un tono infantil. Lo estaba provocando, lo hacía apropósito, y se notaba. Si el petisito venía aquí,y lo pateaba en la entrepierna, lo tendría más que merecido.
Pasó un pequeño rato, hasta que Kyungsoo finalmente terminó de cocinar y se sentó a comer con nosotros en la barra.
-Um, esto es tan rico- Masculló Kai, con spaghetti en la boca y unas manchas de salsa en sus labios. Jongin es un chico apuesto, bien visto, educado, etc, ante todos a la primera... Pero es un desastre cuando entra en confianza.
-¡AIIIIGO! ¡Jongin! No hables con comida en la boca- Kyungsoo lo regañó como si fuera la madre, y tomó una servilleta para limpiarle la boca. Repito; esto es raro y no soy yo el que está imaginando cosas...
-Eh Kai- Llamé su atención, puesto que el chico seguía con su vista sobre Kyungsoo y comiendo como un salvaje.
-¿Qué harás por año nuevo?- Le pregunté, intentando romper un poco la tensión que sentía en el aire.
-Estaré en casa supongo... las noonas me extrañan~- Suspiró -Seguramente haré una fiesta luego, cómo hace unos años- Me guiñó un ojo.
Hace unos años, unos dos años. Kai organizó una fiesta en su casa, el día después de Año Nuevo, con un par de amigos, comida chatarra y varias bebidas (Muy pocas eran alcohólicas, puesto que varios eramos menores). Nos quedamos hasta la madrugada despiertos, jugando videojuegos, viendo televisión, haciendo idioteces, hablando, etc. Fue un día realmente genial y desde aquel día, se volvió casi una tradición hacer una fiesta de fin de año.
Terminamos de almorzar, y le agradecí a Kyungsoo por la comida.
-E-e-está bien Sehun- Me sonrió -Kai, ¿Puedo usar tu..- Tartamudeó de nuevo, como si hablarle a Kai le diera vergüenza. -...Usar tu ducha?-
-Claro que sí Soo~, está allí, por ese pasillo a la izquierda.- Le regaló una gran sonrisa, y comenzó a limpiar la cocina conmigo, mientras "Soo" se iba por el pasillo a la ducha
-¿Es muy tímido, verdad?- Pregunté, mientras limpiaba la mesa
-Sí...- Masculló, mientras dejaba los vasos en el lavavajillas. -...Pero, es bastante interesante-
¿Interesante? ¿Qué tipo de significado le da 'Interesante', sobre una persona? Veamos... Luhan... Luhan es interesante, para mi, lo es. Y mucho.
Tiene 22 años, y una hermosa cara de bebé, con la que podría mentir sobre su edad tranquilamente, pero no lo hace. Tiene una historia de vida la cual conozco muy poco, pero sé lo suficiente para saber que no la pasa bien y que tal vez, tampoco la haya pasado bien. Tiene una dulce y tierna personalidad, la cuál está comenzando a gustarme demasiado, y me encantaría saber mucho más sobre él.
Es... es interesante. ¿Así de interesante era Kyungsoo, para Kai?
Me quedé callado unos segundos, apoyado sobre la mesa, con la cabeza sobre mi brazo.
Sentí que algo me sacudía la cabeza y esta vez, definitivamente, no era Luhan.
-Hun, ¿Estás bien o estás en coma?- Kai me había tomado de los hombros, y había comenzado a sacudirme de costado. -Estás soñando despierto, ¿No?... Aigo, Oh Sehun, nunca cambias. Siempre soñando despierto.-
-Yah~, deja de molestarme, estoy bien despierto, no estoy soñando- No le convenía seguir sacudiéndome, iba a vomitar lo que recién había comido, y él iba a tener que limpiarlo.
-Sabes, pensé en invitar a Chanyeol a la fiesta también...-
Jongin y él eran buenos amigos, de hecho, Jongin fue quién me lo presentó y desde ese día, nos hablamos. No somos unos 'grandes amigos', y como ya dije, me daba algo de miedo, pero al menos, intento ser su amigo. Chanyeol tampoco era mala persona, no iba juzgarlo solo porque era creepy, era bastante bueno, divertido y gracioso.
Otra vez me quedé callado, hasta que un comentario de Kai cortó todos mis pensamientos.
-Podrías invitar a tu vecino nuevo- Rió -Parecen ser buenos amigos...-
Es una buena idea, sí lo es. Luhan no conoce a mucha gente aquí, así que tal vez le vendría bien salir un rato, ir a una fiesta, conocer gente nueva, pero... Ok no, tal vez eso no. Él es mío, no quiero compartirlo con "gente nueva".
-Ahm, lo...- ¿Lo qué? ¿Lo pensarás?, vamos Oh Sehun, solo dile que le avisarás y luego ves qué haces. -Se lo avisaré- Le sonreí
Kai ladeó la cabeza suspirando -Eres tan raro Sehun...- Me devolvió la sonrisa
Kyungsoo salió de la ducha, con una remera en su mano, la remera que antes tenía puesta.
-¿J-j-jongin? ¿Dónde dejo tu remera?- Me eché a reír de manera muda, logrando que Kai me mirara con una cara poco amigable.
-Esto... déjala en mi habitación, no te preocupes- Kyungsoo asintió y se fue caminando a su habitación.
-¿Yo soy raro? ¿Y tu, J-j-jongin?- Solté, imitando al petisito. Kai no pudo evitar reírse y tratarme de babo, mientras me hacía señas de que moriría si seguía hablando.
Soo volvió de la habitación, y nos sentamos un rato en el living a hablar por un rato, uno largo, sin medir horarios.
Ya estaba cayendo la tarde y comenzando la noche, y yo tendría estar volviendo a mi casa.
La extrañaba de cierta manera... extrañaba estar allí, junto a mi vecino, aunque esté separado por metros de muebles, cemento, ladrillos y vaya a saber qué otras cosas. Aparte de eso, no puedo acostarme muy tarde hoy, puesto que mañana tengo que ir a la escuela, y eso implica levantarme "medianamente" temprano.
Me despedí de ambos, y Kyungsoo hizo lo mismo, él también debía irse,
~
Después de un pequeño viaje en bus, llegué al edificio donde vivo. E hice la misma rutina de siempre; entrar, pedir el ascensor, entrar, piso 4, mi departamento.
Pedí el ascensor repetidas veces, hasta que levanté la vista y me encontré con un cartel que decía: "No está en funcionamiento, por favor, usen las escaleras".
Oh, mierda. El único ascensor del edificio, eran 4 pisos de escaleras, y llevaba un largo tiempo sin ejercitarme. Ya no tenía ganas de entrar, así de perezoso era.
Lo pensé dos veces, hasta que decidí ir a comprar una pizza y una gaseosa antes de entrar a casa. Si pedía un delivery, iba a tener que bajar 4 pisos y volverlos a subir.
Busqué mi billetera en los bolsillos de mi campera, y por suerte, no me la había olvidado en ningún lado.
Salí del edificio, caminé un par de manzanas hasta llegar a una pizzería donde a veces frecuentaba con Kai, y casi siempre pedía delivery. No era como Kai, a veces me dignaba a cocinar, aunque sea arroz o algo así.
~
Compré la pizza y también la gaseosa. De nuevo, y por última vez, volví caminando al edificio, encontrándome desde una esquina, con una sombra sentada en el escalón más bajo de la puerta. Me fui acercando lentamente, intentando distinguir quién o qué era....
Era Luhan. Su pecho se movía con fragilidad, tenía la respiración cortada y cansada, su cabeza descansaba sobre sus rodillas, junto a sus brazos, había unas bolsas tiradas en el suelo a su alrededor, junto a unos rastros de... de sangre. Corrí hacia él, e intenté buscar de dónde venía la sangre. Prefería que no fuera de él, que ya estuviera ahí hace un rato y no la había visto, cualquier cosa menos que él esté lastimado. Pero no fue así...
-¡LUHAN! ¿¡QUÉ CARAJOS TE PASÓ!?- Grité
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