Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Please don't leave me por kanonw

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Primer fanfic de Junjou romantica y de Hiroki y Nowaki.

 

 

Junjou romantica pertenece a Shungiku Nakamura

El eco de los angustiados pasos de Hiroki llenaban todas las habitaciones del departamento. Caminaba de un lado a otro, registraba su escritorio, los cajones, bajo la cama, entre la ropa sucia pero solo carraspeaba y maldecía al encontrar inútil su búsqueda; Nowaki observaba inmóvil la desesperación en Hiro-san.

En realidad llevaba mas de una hora espectando todos los movimientos de su amado Hiroki, sonriendo por el refunfuñar de su amante. Sonreía a pesar que el limpiaba y el castaño se encargaba de desordenar nuevamente.

Por fin Kamijou se dejó caer sobre el mueble, tallándose las sienes buscando alivio y con un semblante tétrico y cansado.

-Hiro-san, ¿que estás buscando? –preguntó el medico un poco preocupado- Hace rato que te veo muy angustiado.

-No encuentro mi planeación, es de la universidad y debo entregarla en pocos días –contestó quejándose.

-Mmm ya veo... –dudó un momento y segundos después la cara se le iluminó- ¡Hiro-san! ¿Por que no salimos a pasear un rato al parque? Asi despejas tu mente y recuerdas donde dejaste tu planeación.

-¿Ahh? ¿Acaso eres tonto? Necesito encontrar esos papeles y no tengo tiempo para paseos –refunfuñó, tirándose de los cabellos.

-Está bien, Está bien... pero relájate ¿si? No me gusta verte de esa manera, Hiro-san es muy importante para mi y no me gusta verlo sufrir –dijo con alegría en el rostro.

-No pidas que me relaje, mocoso -chistó el castaño- eres un inmaduro y no entiendes la gravedad de esta situación.

El menor se acercó a Hiroki sentándose a su lado, tomó su mano y le sonrió.

-Hiro-san , si quieres yo te ayudo a realizar tu planeación otra vez –dijo con entusiasmo.

-No seas igualado, Nowaki –contestó, mirándole con exaltación- Ademas, volver a hacer una planeación como esa tomaría semanas.

Hiroki en verdad estaba angustiado. Le había dedicado a esa planeación de universidad bastante tiempo e incluso sacrificó la compañía de Nowaki, pero ahora tenía extraviados sus valiosos documentos y comenzaba a irritarse de verdad.

-Pero yo no he visto algo parecido a una planeación – quedándose pensativo- Cuando acomodé las cosas de tu escritorio solo habían cuadernos viejos y...

-¿Que hiciste que? –pregunto el castaño muy asustado.

Hiroki lo miró con los ojos y con la boca abierta, como si estuviera viendo un fantasma y Nowaki le sonreía confundido. El castaño echó a correr muy preocupado hacia su habitación donde tenía su escritorio; Nowaki lo siguió mientras le preguntaba que le sucedía.

Abrió la puerta de la habitación un poco de estruendo, buscó con la mirada su lugar de estudio y cuando le localizó corrió hacia el lugar. Lo que vio lo llenó de enojo haciendo que jadeara de rabia; un escritorio muy bien arreglado, libre de suciedad o de polvo y con un detalle muy simpático un pequeño detalle con envoltura dorada. Pero, para Kamijou, en ese momento nada era simpático.

-Nowaki tonto ¿Pero que has hecho? –preguntó muy endemoniado. Te he dicho ciento de veces que no te metas con mis cosas del trabajo.

-Pero... Hiro-san –trató de excusarse, pero las palabras de Hiroki eran rápidas.

-Eres un tonto inmaduro, Nowaki –refunfuñó mientras desordenaba todo el escritorio con la esperanza de encontrar su valiosa planeación- ¡¿Que hiciste, Nowaki?!

-Yo nada, tan solo me encargué de limpiar las cosas de Hiro-san y echar a la basura lo que ya no servía –contestó con suavidad.

-¡¿Que?! –vociferó el castaño golpeando la mesa- Estúpido eso es lo que eres, un tonto estúpido inmaduro ¿por que te entrometes con mi trabajo?... estoy seguro que aquí dejé planeación y que la perdiste.

-Pero, esta mañana me dijiste que podía limpiar tu lugar de estudio- se excusó el medico- Nunca toco tus cosas de trabajo sin tu permiso.

-¡¿Ahh?! No recuerdo haberte dado permiso...

-Pero si lo hiciste, Hiro-san.

-Flashback-

-Mmm Hiro-san, en el hospital me han dado un par de días libres y pensé en limpiar el departamento porque ya está muy sucio por aquí –opinó Nowaki mientras tomaba el desayuno en la mesa.

-Si, está bien –acompañando el desayuno.

-Pensé en limpiar también tu escritorio, está muy desordenado y quitarle un poco de polvo no le caería mal –dijo riéndose suavemente.

-Ahh si, claro –contestó Hiroki llevándose una rebanada de pan tostado a la boca.

-Hiro-san es muy importante para mi y yo haré todo lo posible para que el esté muy cómodo -exclamó sonriente, mientras Hiroki se sonrojaba.

-Fin Flashback-

El ambiente se tornaba muy tenso entre Hiroki y Nowaki. Esta vez parecía una discusión más seria.

El castaño no dejaba de vociferar y culpar a Nowaki.

-Idiota, tú eres el culpable de esto –jaló la silla y se dejó caer sobre ella- ¿Ahora que haré...?

-Hiro-san...yo –dijo acercándose.

Hiroki sintió unas manos posarse sobre su cabeza que lo despeinaban suavemente;el castaño arremetió agresivamente y se levantó de la silla de manera violenta.

-Estúpido idiota, todo es culpa tuya -refunfuñó, mientras ya sostenía el cuello de la camisa de Nowaki- siempre haces cosas estúpidas... metiéndote donde no te llaman.

-Pero Hiro-san, yo solo quería ayudar –dijo tristemente y ceñudo; viendo el furioso rostro de cerca.

-Esta no es forma de ayudarme –le gritó- si de verdad quieres ayudarme desaparece de mi vista en este momento, ya no quiero verte –lo empujó- ya no quiero verte.

-Yo solo quiero que Hiro-san esté muy cómodo... –dijo, dando varios pasos hacia atrás, vacilando.

Hiroki dio media vuelta buscando el detalle dorado, lo tomó y lo deformó por la fuerza en su mano y terminó arrojándolo a los pies de Nowaki.

-Vete, ya no quiero que estés aquí –decía enfurecido- lárgate de mi departamento ...tan solo me has traído problemas y ya no quiero mirar tu tonta cara, me enfurece.

El interior de Nowaki comenzó a sentirse herido e incomodo por las dedicatorias de su compañero.

Nunca hubiese imaginado que palabras que palabras con esa densidad brotarían de los labios de su amante, y sin embargo lo único que deseaba es que él encontrara sosiego.

Miró como el obsequio dorado era arrojado con enojo a sus pies. Escuchó con lejanía las palabras que Hiroki le dedicaba y sintió como fuertes golpes en el pecho lo insitaban a abandonar la habitación.

-¿Que esperas para irte? –le gritó mientras lo sacaba del lugar a empujones- entiende..Nowaki

-Si eso es lo que Hiro-san quiere, entonces lo haré – susurró a secas, deteniendo las violentas manos con cortedad- tan solo mírame a los ojos, pídeme lo que tanto deseas y entonces lo haré -dijo con firmeza.

El castaño dilató los ojos por unos segundos ante la reacción de Nowaki, después desvió la mirada hacia un lado, muy incomodo. Abrió la boca pero no logró que las palabras salieran, consiguiendo solamente chasquear los dientes.

Entiendo, Hiro-san...

Kusama dio media vuelta abandonando la habitación para después dejar el departamento sin mas, sin chistar, sin apelar. Tan solo salió del lugar llevándose con el la ropa oscura que llevaba puesta.

De inmediato, el silencio invadió todo el entorno de Hiroki. La soledad se desató por todo el lugar oprimiendo al castaño, era como si la ausencia de ruido le lastimara los oídos y la quietud le oprimiera el pecho.

Se dejó caer sobre la cama, muy exhausto. Su respiración estaba muy agitada y se cubría la cara buscando mitigar el dolor de cabeza que recién lo asaltaba.

Intentaba no pensar en él, negaba con la cabeza cuando el recuerdo pretendía abordarlo y apretaba la mandíbula con fuerza. Tan solo quería dormir y que el día terminara pronto, tal vez en la mañana podría reordenar su mente y pensar en algo para resolver el dilema con su trabajo.

Se quedó dormido acurrucado sobre si y diminutas lagrimas le humedecían las pestañas.

Un cielo nocturno amenazaba con cubrir la ciudad. Cantaros de fría y fina lluvia se dejaron caer sobre la gente que comenzaba correr en las calles, solo alguien llevaba el paso lento y melancólico.

El otro extremo de la ciudad también era cubierto con la lluvia, aquí el vecindario tenía una fachada mas simple.

Un timbre sonó y una puerta se abrió.

-¿Nii-san...?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).