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Please don't leave me por kanonw

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Notas del capitulo:

2do capitulo, espero que esté siendo de su agrado.

 

Las gotitas de rocío embellecían la ciudad, en la calles los charcos destellaban por la luz del sol; estudiantes y empresarios inundaban todo el camino.

Todo parecía estar en armonía, pero en el departamento de Kamijou todo era diferente. Un aura oscura y arisca parecía rodearlo.

-¡Nowaki, despierta! ¡Tonto Nowaki, tengo hambre! Ve a hacer el desayuno -refunfuñó somnoliento sobre la cama.

Buscó con la mano pero solo encontró algo frío y blando.

-Ahh, cierto, Nowaki ya no está aquí –chistó al mirar la almohada en su puño- me había olvidado de que por fin se fue.

Sentado en su cama bostezó de manera pesada y se acomodó el cabello, tal vez con el propósito de ahuyentar el sueño. Echó un vistazo rápido a la habitación y sintió una pesadez en la nuca; se sobó las sienes con tal de alejar el estrés en su cabeza.

Ropa sucia estaba regada por doquier, libretas y libros estaba en completo desorden.

Últimamente, Nowaki, era el que se encargaba de mantener todo en orden. Pero fue el mismo Hiroki quien se encargó de hacer una revolución total el día anterior.

Decidió tomar una ducha, pues el estrés comenzaba a apoderarse de él. Después de asearse y vestirse optó por tomar el desayuno; dos rebanadas de pan tostado y jugo de naranja fueron suficientes.

Camino al trabajo todo fue tan inesperado, las personas tropezaban  con Hiroki, e incluso un auto deportivo rojo lo había empapado de lluvia mientras pasaba con velocidad; el conductor, a quien Kamijou parecía detestar, se ofreció a llevarlo a la universidad donde trabajaba.

Todo el día fue pesado y sabiendo que tenía un pendiente se tensionaba cada vez mas. Peleó con todos los alumnos, discutió con todo y con todos; nada en el día le brindó respiro. De verdad se sentía mal, había trabajado tanto para que al final todo se hubiese echado por la borda.

El timbre de salida por fin sonó y justo cuando nada podía salir peor el terror se hizo presente.

-¡Kamijou! –saludó Miyagi muy alegre.

-No tengo tiempo para sus bromas –contestó el castaño a secas.

-Pero es importante... ¿Seguro que no quieres saber? –preguntó al tiempo en que sujetaba a su compañero de manera juguetona.

-No –respondió impaciente- Debo irme.

Prosiguió su camino dejando a Miyagi muy confundido.

Decidió ir a pedir un plazo y solicitar 3 días de descanso para así poder realizar su estresante pendiente.

La noche caía de manera rápida. La gente se apuraba en llegar a su destino pues el aire frío anunciaba lluvia otra vez.

Y sin hacerse esperar la llovizna comenzó a caer, caía lentamente y chispeante. Tan solo un detalle ,o mas bien alguien, sobresalía. Hiroki. Caminaba muy lento y cansado.

-Me pregunto si Nowaki... –pensó fugazmente- ¿que me sucede? Está claro que no me importa donde o con quien pueda estar ese tonto –refunfuñó.

Sintió el correr del frío aire provocando que se encogiera, estremeciéndose.

-En una situación asi, Nowaki, ya estaría abrazándome – ruborizándose- ese mocoso siempre hace el ridículo.

De pronto se sintió perdido, como desorientado. Miro hacía los lados pero la llovizna le hacía entrecerrar los ojos haciendo que viera poco. Entonces el sonido de un paraguas al abrirse y unos pasos un poco acelerados lo desconcertaron; sus latidos eran fuertes y sus mejillas comenzaron a ponerse cálidas . en un momento la imagen de Nowaki le cruzó la cabeza creyó que podría ser el, quien llegaba a cubrirlo de la lluvia...como siempre hacia ¿a caso podría ser el? No, era obvio que no pero¿ por que se sentía inquieto ... quería que en verdad fuese Kusama quien lo abrigara en ese momento? Tenía miedo de voltear, quería reírse, quizá de los nervios.

Detuvo su caminar y su exhalación era pronunciada y cálida. Cuando sintió a esa persona muy detrás de el humedeció sus labios, agitado. Pero en su decepción solo vio pasar a un chico que parecía muy preocupado.

-Ahh, Usagi-san me matará, seguro me hará cosas extrañas y pervertidas cundo se de cuenta que salí sin su permiso...

Kamijou soltó un suspiro de desilusión y vio ceñudo como el chiquillo se alejaba. Después de eso echó a andar de nuevo.

Las llaves y la cerradura parecían conspirar contra él; meneaba las llaves y maldecía.

-¡Maldita sea! ¿que le sucede a este jodido mundo? –murmuró para si.

Después del arduo combate decidió tomar una ducha caliente.

Sentía todo el cuerpo dolido y los malestares de cabeza no cesaba. Pero, bueno, ya nada podía empeorar...o eso creía.

-Debería empezar con mis pendientes -dijo peinando las gotitas de agua sobre su cabello.

Se dejó caer sobre el sofá y cerró los ojos, lentamente, como si fuese a meditar. Había pasado un tiempo cuando un timbre lo despertó enseguida, arrebatándolo de sus pensamientos.

Tipipipi...

Corrió enseguida a buscar su celular y sin ver donde pisaba, tropezó.

-Ay que tonto soy...-sobándose las caderas.

Tanteó con la mano sobre la mesita hasta encontrar el ruidoso aparatito.

-¿Se-Sensei? –Murmuró confuso al ver la pantalla luminosa.

Carraspeó un poco, seguro, sería otra broma de Miyagi.

¿Como está el profesor más gruñón y hermoso del mundo?

Kamijou, te aviso que tu planeación está sobre mi escritorio, ahí la dejaste hace unos días y no sé por que.

Quise recordartelo hoy, pero estabas tan furioso y extraño que no me diste tiempo de hablar.

Con cariño Miyagi, el sensei mas sexy.

Azotó el celular sobre la mesita, con furia, con decepción, con el orgullo aniquilado...con vergüenza.

-Cuando vea a ese tonto lo voy a matar –carraspeó cubriéndose la cara, un tanto infantil.

Suspiró pesadamente, sentía un nudo en el estomago. Sentía como toda la tensión y el estrés lo abandonaban lentamente, de verdad estaba feliz de que su arduo trabajo no estuviese perdido...tan solo algo, o alguien, faltaba.

Nowaki...

De pronto, la imagen del medico, le aturdió el pensamiento. Cubrió su boca con la mano como en un gesto de arrepentimiento, ladeó la cabeza como si quisiese evadir la pena.

-Supongo que...que le debo una disculpa al tonto- dijo sonrojado- pero el también tiene la culpa...también debe disculparse. –suspiró- debo de llamar...

Entonces se sobresaltó recordando que había visto el celular de Nowaki sobre la mesa, y peor aun, no sabía donde diablos estaba Kusama. De verdad, no tenía ni la mas remota idea de como, donde o con quien estaba.

Tsk...

En fin, decidió tomar sus días libres para buscar a Nowaki. Ahora debía descansar pues aun tenía los efectos del estrés torturándolo.

Optó por moverse e ir a la cocina a ver que encontraba y luego se entregaria en brazos de morfeo. Pero entonces, el timbre del celular lo distrajo, otra vez. Esta vez era una llamada

Maldijo a Miyaji, creyendo que era una llamadita de mal gusto; miró la pantalla del aparato e inmediatamente frunció el ceño: era un número desconocido. Observó la parpadeante pantalla muy extrañado, decidió no contestar pero al ver la insistencia desistió.

-¿Si? –contestó

-Hiro-san...Hiro-san –exclamó una voz muy rara.

-¿Qui-quien es? Se equivocó de número..

-Hiro-san, soy yo, Nowaki...¿Como estás? Estoy muy preocupado...

-¿No-Nowaki? ¿En serio eres tu, Nowaki?- interrumpió, la voz a tra vez de la llamada parecía muy gruesa y convaleciente- Nowaki –exclamó inquieto, casi feliz.

-¡Hiro-san! Yo...

-¡Nowaki, vuelve a la cama! No me hagas ir hasta donde estás-interrumpió la voz de una mujer, parecia joven y estricta, con una voz muy fresca y sencilla que cualquier, con solo escucharla, hubiese apostado que era muy bonita.

-Pero Mimi-san yo.. –contestó Kusama.

-Nowaki, con quien... -Quiso preguntar Kamijou, pero entonces el sonido de una llamada ya colgada apareció.

Se quedó muy atónito y parpadeante; no daba crédito a lo que recién había escuchado. Intentó llamar al desconocido número pero no obtuvo respuesta.

¿Acaso Nowaki se había ido para siempre? ¿con una mujer? ¿en realidad esto estaba ocurriendo? Esto no podía ser real, Nowaki no seria capaz de hacer algo asi, ademas a el no le gustaban las mujeres ¿o si? Bueno, ella tenía una voz muy linda y por su tono parecía estar preocupada, aun asi ¿que no era Kamijou algo importante en la vida de Nowaki? Entonces de dio cuenta.

Si había algún culpable aquí era Hiroki, el y solo el podía propiciar que Nowaki tomara una decisión de tal magnitud; sin embargo quiso atarse a esa chispa de ilusión y creer que todo era una vil confusión

Se acomodó entre las sabanas. Cada detalle de su habitación e incluso la misma oscuridad, le recordaba que Nowaki no estaba con el. Arrugo los gestos de su mirada, como si fuese un pequeño niño queriendo no llorar.

Y de apoco se quedó dormido, con espesas lagrimillas sobre sus ojos.

Notas finales:

Este fue el 2do cap, criticas, opiniones ya saben.

Suerte


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