~Pov Kris ~
¿Cómo era posible? , ¿Cómo pudiste haberte ido? … esa misma tarde… nosotros habíamos ido a nuestro aniversario… 2 años juntos… y de la nada… alguien te aleja de mi lado, sin importarle el hecho de que yo sin ti, no soy absolutamente nada.
Ahora me encuentro en la Iglesia, completamente solo, con una foto tuya, en lo que es tu funeral, todavía no lo entiendo, ¿Cómo es posible? Esa pregunta suena en mi cabeza sin descanso. ¿Quién pudo haber querido terminar con tu vida así como si nada…?
Tenías miles de sueños, uno de ellos los estabas cumpliendo, por fin habías tenidos tus propios recitales de baile… y … teníamos… demasiado futuro… juntos.
Sigo mirando tu fotografía, no entiendo nada, sigo esperando el momento en que prendan las luces y me digan que todo fue una broma, y que tú aparezcas frente a mí. Lágrimas empiezan a caer sin permiso, y sin poder detenerme, ¿Qué se supone que haga ahora sin mi panda? Sin la razón de mi vivir estos 2 últimos años.
Si alguien me pudiera decir lo que tengo que hacer para traerte de vuelta, lo haría, pero sé que no es posible, no es posible atrasar el tiempo, y sacarte los audífonos para que escucharas al auto que se te acercaba sin opción de frenar… nada…. Absolutamente nada…
Me paro y me voy… dejando una flor blanca en el asiento, tal vez, si tengo un poco de suerte, te encuentre cuando salga, sabiendo que es imposible, pero aún así, nada tiene sentido para mi… porque mi Zi Tao… se ha ido de este mundo.
Salgo de la iglesia con la mirada abajo … no quiero mirar a nadie más que no seas tú, pero me golpeo con algo, mejor dicho con alguien.
-Lo siento…
-Ah… no te preocupes… no pasa nada….
Levanto la mirada, no me lo creo, es imposible, ¿tan mal estoy que ahora te veo en todas partes? … es… es imposible… eres tú… tan solo hace segundos atrás… estabas…en tu … ataúd… y ahora estas aquí.
Te abrazo, no puedo evitarlo, te tengo aquí junto a mí de nuevo… real o no…. Te tengo bajo mis brazos de nuevo… aunque… algo no está bien… no me abrazas… te noto incómodo… me empujas, pareciera que nunca antes me has visto. Tomas tus cosas y te alejas… pareciera, que… soy un completo extraño para ti.
Entras a la iglesia, dejándome en el suelo… sin saber qué es lo que está pasando.
Una semana ha pasado desde que te vi… y … una semana desde tu fallecimiento. ¿Tiene sentido todo esto?... no lo creo.
Paso por tu sala de practicas… ahí estas practicando como siempre lo hacías, solo que ésta vez, no estoy yo adentro esperando a que termines para luego salir a comer.
Tomo uno de los diarios que hay afuera… los mismos que hace una semana daban a conocer tu trágica muerte.
Te espero hasta que sales, ya se ha hecho de noche. Una vez más tienes tus audífonos puestos… ¿Cuántas veces te dije que no te los pusieras cuando vas por las calles?
Te sigo… Y como es de esperar no miras a los lados para cruzar la calle… por suerte… te logro correr y te abrazo… si no hubiera sido así, hubiera revivido lo de hace una semana.
Otra vez no me doy cuenta y te sigo abrazando, me sueltas… es entendible…. Para ti… soy tan solo un extraño.
-M-Me llamo Yi Fan… o Kris… como quieras… -logro decir entre tartamudeos…
-Tú de nuevo- me dices mientras te sacas los audífonos…
-S-Sí… iba pasando y te vi… lo lamento si te asuste… -¿Cómo es posible que no me conozcas?...-
-No te preocupes… y gracias…. Soy muy distraído… Me llamo Zi Tao… o simplemente Tao… - me sonríes-
-T-Te acompaño… así me aseguro de que llegues bien… -te sonrió tratando de no asustarte…-
-Claro… así no me voy solo- me sonríes coqueto y al mismo tiempo dudando.-
En el camino me cuentas sobre tu recital, que tienes una presentación dentro de poco, te has matado ensayando, pero es lo que amas, y no te quejas por eso. Ya que es lo que tú habías querido siempre.
Te dejo a unas cuadras de tu casa… y quedamos en juntarnos otro día… para poder conocernos como se debe. Te veo marcharte, y mi pregunta sigue… ¿Cómo es posible todo lo que esta pasando?
Ya habían pasado unos días desde nuestra primera “cita”… y ahora estábamos en un café…. Me sirves mientras yo estoy perdido en mis pensamientos… veo un cartel de tu recital… y el miedo vuelve automáticamente a mi, no quiero que nada te pase… de nuevo.
Veo que tu café está listo y le pongo azúcar… me observas detenidamente… no puedo evitar ponerme nervioso… ya que siento que en cualquier momento desaparecerás.
-¿Cómo sabías?... ¿lo del azúcar?
Tomo mi café rápidamente y me quemo…
-Sopla antes de tomar… así no te harás daño. – me dices medio riéndote…
Me muero de vergüenza y sigo como si nada. Al rato salimos del café… vamos caminando… todo esto ya lo he vivido.
-No parece que fuera a llover…. ¿por qué traes un paraguas? – me sonrió al saber lo que viene…
-Espera un momento…. – miro la hora…- ahora sí…- abro mi paraguas y te pego a mi… y al instante empieza a llover.- Me sonrió al ver tu cara de impresión.
En esa misma noche voy al lugar donde fue tu accidente, pensando en que puedo hacer para evitarlo.
Al día siguiente vamos caminando juntos, te tomo de la mano, y entramos a una tienda, me quedo observando un reloj que me gusto, me doy cuenta de que me miras y te saco de ahí.
En la tarde te acompaño a ensayar… te miro… eres exactamente la misma persona de la cual me enamoré, me miras fijamente a los ojos, y poco a poco las imágenes de tu funeral y accidente vuelven a mi cabeza sin dejarme descansar, me preocupo nuevamente, y salgo de ahí para tomar aire fresco.
Al volver… te encuentro con el pedazo de diario que cuenta sobre tu recital.
-¿qué? ¿Acaso eres un acosador? – me miras con indiferencia.
-Ése día… el día de tu recital… fue el día de tu funeral…
-¿Mi funeral?...-
-A tu recital… ¿podrías no ir?...
-Largo… Largo de aquí
-¡Si vas puedes morir!-
-Te dije que te vayas.-
Me fui de ahí esperándome lo peor, ahora sí que no podría hacer nada por ti… ya no era responsabilidad mía, solo me podía limitar a que hicieras conciencia…
Pasaban los días y quedaba muy poco para que llegara el día de tu recital y así, el de tu muerte…
Finalmente el día había llegado… corría buscándote, para ver si podía lograr evitar el accidente que estaba por ocurrir, te encontré… nuevamente tenías los audífonos puestos… y un auto acercándose a ti a toda velocidad….
-¡TAO!
Corrí para evitar el impacto, logrando así… que el auto me chocara a mí… y no a ti…
Me encontraba tirado en el piso con un dolor punzante en mi cabeza… lo último que logre ver fue un reloj, el mismo reloj que me gusto en la tienda, y a ti gritando mi nombre y a la vez por ayuda…
-T- tao… co- conocerte… f- fue lo me-mejor que me … p-paso… t-te a-amo…
-¿¡Qué!? … y-yo a ti… pero no! ¡No te despidas!... te recuperaras…. Ya lo veras… ¡AYUDA!
-Tao… no,… se… se feliz…
Y así… el ruido de la calle se hizo cada vez más lejano… al igual… que los gritos desesperados de Tao, hasta que llegó un momento que no sentía el dolor de mi herida, ni el ruido. Solo sentía algo parecido a un pesado sueño.
~ Tontamente, te amé tontamente, por ti no pude soñar con otro amor. ~