Miraba al centro de la pista, babeaba con sus rígidos movimientos que inútilmente intentaba en imitar a Aoi, que dentro de su embriagues le enseñaba. Se sentía un animal en celo y sin discreción al mirar a su amante, su amigo, a su amor.
—nee Uru…. —la voz de Ruki se hizo presente —te comerás a Rei-chan con la mirada que tienes—soltó una carcajada para apoyarse en el hombro de Kai, quien también bebía
— ¿Que tiene Ruki?—hablo el líder—si son pareja, es normal mirarse con deseo—sonrió para beber el resto de bebida que le quedaba.
—Nada de malo—hizo un puchero —pero…—se apoyo más en el hombro de Kai— Me gustaría que me miraran así con amor—suspiro mirando a su líder, quien por las pocas luces de aquel bar no se percato de la mirada que le dedico el vocalista.
—Vamos enano ¿tan ebrio estas?—carcajeo —con todas la miradas de las fans no te sientes deseado—Uruha se sentó a su lado en el momento que Kai se levanto al baño—no sé si te has dado cuenta, pero nuestro líder si te mira de esa manera y no te das cuenta—susurro —si solo miraras de vez en cuando, lo sabrás—Uruha se reía en su interior nunca creyó que tendría que dar ese empujón a ese par.
—Uru no seas idiota, Kai me mima mucho al igual que a ti y a los otros—bebió de su vaso un poco nervioso con solo pensar que Kai podría sentir algo por él, cuando él era que moría por su líder.
—No seas necio y probemos—se levanto—baila con cualquiera y mira a Kai —empujo a Ruki al centro de la pista y más de una persona se acerco a bailar con el vocalista
Uruha sonrió a ver que Kai regresaba del baño parando a mitad de camino, entrecerrando sus ojos, al ver que Ruki bailaba de una forma muy coqueta y cercana con un tipo más alto que él, mientras le dedicaba una mirada. Se le notaba sus intensiones con el vocal, ya que el tipo en varias ocasiones lo intento besar, pero solo se limitaba a morder su cuello y con sus manos recorría su espalda con descaro.
— ¿Kai-kun estas molesto?— bebido se su Sake cuando el líder se sentó a su lado gruñendo de molestia, sin despegar su mirada de la pista.
— ¿Y tú no lo estás?—Uruha parpadeo varias veces mirando a Kai a la cara sin entender. Miro en la dirección que este le señalaba con un movimiento de su cabeza mientras sonreía.
Uruha trago su Sake y le sabia tan acido, le quemaba su garganta al ver como hombres y mujeres de acercaban a Reita, a SU Reita. Miro a Kai el cual soltó una risa, él sabía que era celoso, pero nunca lo demostraba no como ahora, tampoco podía sentirlo ya que Reita jamás le había provocado celos, confiaba en el, pero no en las otras personas de su alrededor. En sus compañeros de banda no tenía ningún problema, una, Aoi era tan heterosexual y pensaba casi todo el puto día en tetas, Kai y Ruki se gustaban mutuamente, pero ese par tenía un grave problema, que era que no se decían lo que realmente sentían. Seguía bebiendo matando en su mente a esas mujeres de grandes pechos tirarse sobre el bajista que con respeto las alejaba, no aguanto cuando un tipo le dio un agarrón en su trasero al bajista, se iba a levantar de su asiento, pero casi escupió el Sake de pura risa al ver que Reita estampaba un golpe en todo el rostro de ese tipo, para regresar a esa postura de chico rudo que años ha mantenido en la banda.
—Esa actitud se parece a la de una nena—sonrió Kai llamando la atención de Uruha
—“si supieras lo nena que es a veces”—se dijo el guitarrista a sí mismo en su mente, manteniendo un sonrisa al recordar ciertas cosas, pero salió de sus pensamientos al ver a Kai levantarse de golpe apretando sus puños con coraje— ¿Qué paso?—miro con sorpresa— ¿Kai?— vio a su líder caminar a grandes paso y con prisa en dirección de la pista y entendió la molestia de Kai, a ver que el tipo con el que bailaba Ruki lo tenía apresado en un abrazo por detrás, con una sus manos recorría el pecho de vocal bajo la camisa y con la otra intentaba colarse por sus pantalones, noto el rostro de gran asco por parte de Ruki que pataleaba por alejarlo, sorprendiéndose ya que Ruki a pesar de tener el cuerpo pequeño y delgado, igual tenía la fuerza para alejar a las persona que se sobrepasaban con él, pero esta vez era distinto, ya que veía a su amigo como si fuera un niño.
Uruha sonrió al ver como su líder aparto a ese tipo del vocalista, no sabía qué cosas le habrá dicho o que cara habrá puesto aquel sujeto, ya que le faltaron pies para salir huyendo de Kai, quien a grandes pasos arrastro a Ruki en dirección a la salida. Supo de inmediato que ese par no lo volvería a ver hasta el otro día. A pesar de tambalear un poco, con elegancia camino en dirección de su objetivo que era Akira, quien sonrió al ver como se acercaba.
—Aki-chan—se escucho su gruesa voz a pesar de la música—quiero follar ¿vamos?—susurro en su oído—
—Eres un pato sexual—recibió un mordida en su labio inferíos como respuesta.
Ambos se despidieron de Aoi quien quedo con unos amigos con los que se encontró en el bar. Tomaron un taxi y en el camino se dedicaban miradas hambrientas, haciéndose el camino en dirección del departamento de Uruha demasiado largo.
Una vez dentro de esas cuatro paredes se cazaron en apasionados besos, Akira recorría el cuerpo del más alto con desesperación, pero se llevo las sorpresa a ver que el termino acorralado contra la pared.
—no creas que tendrás esta vez el derecho de ser el de arriba—Uruha agarro con brusquedad el mentón de Reita, lo miro a los ojos e hizo entender a Reita el porqué ese tipo de “castigo”, al recordar a esa mujeres y al tipo del bar.
—estás loco, yo no hice nada—sonrió y apretó sus labios de excitación, no era que ocurría muy seguido esto, pero de que a Uruha saliera esa dominancia le encantaba, a demás reconocía solo ante el que era un “poco” masoquista.
Uruha con rapidez le quito la bandita que cubría la nariz del bajista y con la misma ato sus manos, percatándose un leve escalofrió de excitación recorrer el cuerpo de Akira. Lo arrastro a su habitación tirándolo sobre su cama, lo miro y de manera felina se acerco a su presa quedando sobre él, se lamio los labios al tener bajo su cuerpo al gran Akira Suzuki alias Reita, el bajista y chico rudo de The Gazette.
Mordió con poca delicadeza el cuello de Akira que gimió gustoso por ese trato, subió hasta sus labios los cuales también mordió, pero con más suavidad. Se percato de que Akira quería sacarse las amarras, solo que no se lo permitió cuando tomo uno de los extremos de la bandita y la ato en la cabecera.
—Aki-chan, Aki-chan—su voz retumbo en los oídos del bajista—no escaparas de mi cariño—en el momento que decía eso sus manos se colaron bajo la playera de Reita, para arañar su pecho ganándose deliciosos gemidos.
— Shima…—no alcanzo a decir nada más, al recibir un fuerte pellizco en uno de sus pezones
—Para ti soy Uruha-sama—agarro el mentón de Reita y asomo su lengua para lamer su mejilla y llegar a su oreja la cual mordió— ¿entendiste?—su voz salió en un gruñido
—si—suspiro y reprimió un gemido al estar bajo la indescifrable mirada de Uruha.
Se levanto con agilidad felina parándose sobre el colchón, para despojarse de su ropa, dejando lentamente a la vista esa piel que volvía loco a Reita, quien solo se limitaba a observar y morderse sus labios, al ver que Shima se dejaba solo sus bóxers para sentarse sobre él.
Se dejo caer sobre el cuerpo de Reita y mordía su mentón, su cuello, ensalivo su pecho y mordía sus pezones con gula, cuando con sus grandes manos rasgo la playera del bajista, dejándolo en harapos. Descendía dejando un camino de saliva, mordiendo de vez en cuando, mientras sus uñas se encargaban de marcar el contorno de cuerpo de Akira, dejando a la vista una finas líneas rojas sobre su piel. Estaba fascinado, extasiado, al escuchar los gemidos de Reita, sentir la piel de este erizarse ante el rose de sus labios y arañazos con sus uñas, con su lengua delineo el límite de la piel de Akira con el borde de sus pantalones que le impedía llegar a ese objetivo. No se limito a esperar, estaba muy impaciente y a jalones despojo a Akira de sus pantalones junto a su ropa interior.
—Ah…—jadeo el bajista ante semejante mamada. Se mordía el labio pero era inútil.
—que rico eres Aki-chan—dio una gran lamida, para devorar la longitud de Reita dando pequeñas mordidas.
—Shima más….ahh—se quejo ante un gran mordida que le propino Uruha sobre el lado interno de su muslo derecho
—Te dije que para ti soy Uruha-sama…—abrió las piernas de Reita para posicionarse entre ellas. Se ensalivo sus dedos y sin esperar metido dos de sus dedos, ganándose quejidos dolorosos por parte de su amado bajista— dime o no seré amable contigo—sonrió
—Lo siento Uruha-sama—miro con ojos suplicantes—me duele Uruha-sama.
—Buen chico—le dio un beso en la punta de la nariz e hizo unos movimientos en otra dirección con sus dedos logrando ganarse gemidos de puro placer del bajista, quien se estremecía bajo su cuerpo. Estaba tan caliente viendo las expresiones de Reita, sentía que con solo verlo de esa forma se correría—pídelo, se que quieres que lo haga—susurro sobre sus labios
—ahh follame—jadeaba y sudaba mucho
—Vamos Aki-chan….convénceme—dejo de mover los dedos en el interior de Reita—ruega porque te la meta—sonrió como nunca.
—ahh ¡maldita sea! ¡Por favor follame de una vez Uruha-sama!—grito, suplico desesperado.
Uruha no siguió más con el juego, estaba muy caliente para esperar más y sin contemplación se enterró en el interior de Akira, para iniciar un frenético vaivén, se sentí en el puto cielo, eran escasas las veces que era el activo y le gustaba, aunque reconocía que le gustaba estar más abajo. Sabiendo que someter a alguien como Akira, era como jugar con fuego, sabia de sobras que en el momento que esto terminara sería el turno de su pareja, quien le devolvería todo lo que había hecho de manera doble o triple. Apretó sus labios mientras embestía al ver a Reita, escuchar sus gruñidos cuando acertaba en su sensible punto interior, ver como se revolcaba de placer bajo su delgado cuerpo, no resistió esa hermosa imagen y con una de su manos recorrió el sudado cuerpo de su amante, para terminar en una de sus piernas alzándola y colocándola en uno de sus hombros, logrando mas gemidos y gruñidos al entrar más en el bajista, el cual seguía atado, quedándole lentamente sus muñecas rojas.
Estuvieron en esa posición hasta que el orgasmo los alcanzo, Uruha se dejo caer rendido sobre el pecho de Akira, quien trataba de recuperar un ritmo normal de respiración.
—Shima…—ese tono de voz puso en alerta a Uruha—creo que me toca a mi—asomo una sonrisa que asusto a su pareja quien salió de su interior y no reprimió un gemido, es más como que lo alentó —tres.
—espera Akira—sonrió nervioso al ver el rostro de total perversión por parte de su amante.
—dos—sonrió al ver a Uruha que se levanto de la cama y retrocedía con precaución, mientras movía sus adoloridas manos, rompiendo su bandita que lo “apresaba” con tan facilidad.
Uruha intento salir de la habitación, solo que pudo dar un miserable paso fuera de ella, cuando escucho un susurro <<uno, ay Shimita no podrás caminar>>. Después de eso, su cuerpo en un parpadeo termino en la cama, en donde grito, gimió, estremeció, se corrió más de una vez, ante las muchas felaciones y penetraciones rudas en distintas posiciones conocidas e inventadas por Reita.
Al otro día reía solo mientras con dificultad se sentaba en el sillón que tenían en la sala de ensayos, no importaba caminar como pingüino, no lo consideraba castigo sino como premio, al poder someter a Reita, las cuales podían ser contadas con una sola mano. Volvió a reír, ya que a pesar de que Reita podía soltarse de su improvisada amarra sin ningún problema, dejo que lo follara, sabiendo de sobras que el recibiría lo mismo o más. Dio un largo suspiro mientras agarraba su guitarra sin dejar de sonreír, ya que ambos eran unos masoquistas.
Estaba sumergido en las notas de su hermosa guitarra, esperando a que Aoi y Reita quien caminaba como si nada hubiera pasado anoche, volvieran a la sala de ensayo junto a manager quien junto a ellos intentaban localizar a Kai y a Ruki. Salió de su propia atmosfera que creo con los sonidos de su guitarra, al ver que los tres ingresaban a la sala.
—Es raro que Kai-kun no llegue temprano y que Ruki-kun no conteste su celular—el manager se preocupo.
—Quizás…—todos miraron a Uruha quien recordó que Kai saco arrastrando a Ruki del bar.
Uruha iba a seguir hablando, cuando la puerta se abrió con un poco de brusquedad interrumpiéndolo, pero ahí todos vieron al líder y al vocalista que venían muy pegaditos sonriendo como idiotas, con su ropa de la noche anterior un poco desordenada al igual que sus cabellos. Había unas notorias marcas en el cuello de Ruki que apenas la cubría el cuello de su camisa, solo fue Uruha que las noto cuando este se sentó a su lado y soltando una carcajada, llamando la atención de Reita, al ver que el enano se quejo tratando de acomodarse en el sillón, mientras el manager regañaba a Kai quien solo reía.
Aoi y Reita se miraron al entender que había pasado entre esos dos, no dijeron nada y solo se limitaron a reír, al escuchar lo regaños del manager, ya que realmente estaba preocupado.
El manager solo los había reunido, para dar información sobre la venta del nuevo live, ponerse de acuerdo en las canciones del nuevo álbum y el single. Después terminada las indicaciones, hablar con el Staff y Kai, se retiro para empezar todo al día siguiente, dándoles el día de libertad.
—me largo nos vemos—dijo Aoi entusiasmado con las invitación de un amigo, dejando a los cuatro en la sala de ensayo, que aun recogía sus cosas para retirarse.
—Nosotros nos vamos ¿verdad Kai?—el vocalista recibió una sonrisa, un fuerte abrazo en su cintura y un susurro en su oído que no fue escuchados por Uruha y Reita, pero de lo que si se dieron que no era algo “inocente”, al ver que a Ruki en segundos estaba rojo como tomate maduro.
—oh de que me perdí—hablo Reita cuando sus compañeros se retiraron con mucha prisa dejándolo solo con su Uruha que sonreía
—Al fin están juntos —se agacho con dificultad a recoger su guitarra y sintió los brazos de Reita rodear su cintura, para lentamente girarlo quedando cara a cara y con su espalda apoyada en la pared
— como nosotros—susurro sobre los labios de pato del guitarrista.
—Sí, pero no de esta forma media masoquista o eso creo—sonrío agarrando el mentón del bajista con un poco de brusquedad y lamio su mejilla, mientras que su otra mano apretaba una y otra vez una de las nalgas de Reita.
— ¡Hey! ¿Quieres empezar aquí?—se pego mas al cuerpo de Uruha mordiendo su cuerpo.
Ambos se miraron por unos segundos para darse un apasionado beso, sería un día agitado por la lujuria. No esperaron más y caminaron en dirección del departamento de Uruha.