Entre las gotas de lluvia que pegaban ligeramente en la ventana la sombra de una persona se reflejaba suavemente, una mujer estaba sentada en su cocina bebiendo un té caliente para soportar el frio, con una revista de ciencia en mano.
No oía ningún ruidos a su alrededor, todo era completo silencio fue entonces que escucho el sonido de la madera rechinar de manera ligera, desvió la mirada hacia el pasillo de su casa, era extraño pero razonable a la vez era una casa ya vieja, pero el rechinido volvió a sonar, la luz de la lámpara e la cocina era lo único que alumbraba, lo demás estaba completamente obscuro.
— ¿Kitty? — asomo su cabeza esperando ver a su pequeña gata, mas no escucho ni un maullido, fingió que tal vez era su imaginación, sin embargo el sonido persistía.
Con algo de dudas se levanto de la mesa, prendió la luz del pasillo para pasar a las escaleras, las cuales subió con sumo cuidado no quería tropezar y caer.
Otro ruido extraño apareció, tal parecía que provenía de su oficina personal, se acerco un poco para poder entrar en la habitación, el rechinido de la puerta era casi ensordecedor, la abrió lentamente hasta que sintió como su pequeño gato efectivamente pasaba entres sus piernas.
— ¡Oh! Kitty vamos no asustes a mamá de esa manera — se sentía aliviada, tomo a su pequeña gata para luego bajar de nuevo a la cocina.
Mas si se hubiera figado mejor notaria que algo le faltaba.
Se encontraba en un pequeño café no muy alejado, la lluvia había comenzado a caer de improvisto, algunos truenos se hacían presentes.
—Veamos Yagami Light, — el informe robado yacía en su manos, hace apenas unos instante lo había conseguido de la casa de la mujer, la cual estuvo a punto de morir sin saberlo , pero se contuvo de hacerlo, le interesaba más obtener el expediente que otra cosa.— Ingreso a la institución mental a los 12 años, sin razón o motivo aparente comenzó a cortarse diario con lo que pudiera encontrar.—Beyond se quedo viendo el informe con suma delicadeza, que cada letra no pasara por alto.
—Aquí tiene su pan con mermelada y café señor — anuncio la camarera quien rápidamente se alejo del lugar, mas él no le prestó atención.
—No tenía antecedentes de nada, ni un crimen pequeño aunque solo tenía doce años, se dice que fue obra de un trauma de la niñez antes solía llevarse bien con varios compañeros pero un día eso cambio se volvió solitario e increíblemente serio sin expresiones, de ahí comenzó el problema — dijo susurrando, todo lo que leía solo eran algunos de los informes que le había facilitado la directora de la institución a la psiquiatra de Light, nada nuevo pues él se había cerrado en un muro que nadie había podido entrar.
— ¿Qué esconde esa cabecita tuya Light? —sonrió con emoción plasmada en su rostros, sería divertido encontrar la respuesta, mas porque L también estaba metido en el asunto.
Sin embargo en el parque, cierto chico está mirando atentamente aquel herida que recién se había hecho el dolor causado en la piel era algo, que no sentía así mucho tiempo le hacía recordar, esa sensación de miedo combinado con odio, bajo la lluvia que caía la sangre que resbalaba por su piel suavemente.
—Dime ¿Crees que estoy loco?— pregunto un el pequeño a su amigo.
— ¿Por qué lo dices?—se asombro un poco ante su pregunta.
—Todos dicen que estoy loco, aunque que creo ellos son los locos —se rio suavemente casi susurrando.
— ¿Entonces qué significa? ¿Lo estas o no lo estás?— seguía sin entender lo que decía, el sol sobre ello hacia que comenzaran a tener sed— será mejor regresar—se levanto de la tierra
—Yo me quedo aquí —sonrió para luego
Fue el ruido de uno de los trueno en el ambiente que lo saco de sus recuerdos, su voz y rostro no podían expresar nada en ese momento, volvió a ver sus heridas, recordó el por qué se cortaba, el por qué quería hacerlo.
—El dolo también ayuda a recordar —en su interior lo había olvidado, esos años en rehabilitación le hicieron olvidar el por qué de cortarse, solo de esa manera podía recordar, recordar algo que no quería olvidar pero por su sistema de protección a si mismo su cerebro había olvidado todo lo relacionado con él.
Se sentía cansado, con algo de nostalgia acumulada con culpa, jamás se lo diría nadie, nadie debía entrometerse, no quería olvidar si lo olvidaba se sentía vacio, ya sin nada que dar al manando, comenzó lentamente a reírse, sus labios enmarcaron un sonrisa llena de eso nada más que desesperación.
—Nadie hará que te olvide, ni a ti, ni a tu dulce locura—comenzó a reírse entre las gotas de lluvia el ruido de la ciudad no se distinguía el sonido, pero siempre estaba presente.
En el cuartel L aun se sentía inquieto y sin nada que pudiera aliviar su ansiedad, había tenido una oleada de nuevas emociones que hasta ahora no se habían hecho presentes.
—Watari, dame mi teléfono —no podía soportarlo necesitaba escuchar su voz, aunque sea solo un momento.
—Aquí tiene—le extendió el teléfono para que los estuviera, marcación rápida como siempre, no había atado todos los cabos referente a Yagami Light, según su padre el que tuviera las vendas fue porque se cortaba sin razón aparente, pero debía haber una razón, y esa razón Light la estaba ocultando se dio cuenta desde la primera vez que le pregunto.
—Light —anuncio mientras intentaba sonar tranquilo.
— ¿Qué sucede? —su voz sonaba normal , como siempre algo fría pero como siempre, debido a que la lluvia estaba presente en todo el área no supo si estaba en casa o afuera.
— ¿Te encuentras bien?— pregunto con seguridad—Está lloviendo
— Claro que estoy bien —se rio un poco — ¿Qué pasa? No te oyes bien ¿sucedió algo con papá?—le hablo con algo de preocupación en su voz.
—No es nada, pero si tu padre quería saber si estabas bien, pues la tormenta es algo fuerte y estas solo en casa— mintió, el que mencionaría a su padre fue una buena idea.
—Si estoy bien solo algo mojado, tuve reunión con mi doctora y acabo de regresara a casa—se oyó la puerta cerrarse tras de sí.
—Bien entonces, ¿Qué te parece si salimos de nuevo mañana? Claro si puedes —sonaba divertido atreves de la línea de teléfono.
—Por supuesto, es muy divertido pasar tiempo con un amigo, gracias —se sentía aliviado al parecer todo estaba bien o eso quería creer al escuchar su voz.
—Hasta pronto Light –kun —
—Que tengas buena noche Ryuzaki —ambos colgaron con una inocente sonrisa en su rostro, sin embargo del lado Light estaba completamente empapado por la lluvia, dio un gran suspiro, subió pesadamente a su habitación con calma, había tantas cosas en su cabeza en ese momento, s e sentí a feliz de que Ryuzaki lo llamara pero no estaba completamente seguro de que fuera buena idea relacionarse con el aunque parecería ser una buena persona.
—Quiero dormir y nunca despertar —entro a la habitación, todo en silencio, exceptuando la tormenta, darse un baño y después a la cama o eso esperaba apenas eran las seis de la tarde, tantas cosas en que pensar y ninguna solución…—debo estar mal… cierto estoy loco…