Ahora estaba parado uno frente al otro preguntándose cómo es que llegaron al punto en que bebían matarse el uno al otro.
L había terminado de leer aquella extraña carta, cuando escuchó un par de disparos provenientes de afuera de la casa. Corrió para ver de qué se trataba, para su sorpresa encontró a varios de sus colaboradores en el suelo, les habían disparado a matar sin tener algún tipo de contemplación con ellos.
Intento ir en su ayuda, pero uno le hizo señas de que el culpable se había corriendo en una dirección al bosque. En definitiva debía salir en su búsqueda, no consocia casi el bosque de ese país. Con algo de prisa se fue corriendo hacia donde le indicaron, pues su instinto casi nunca fallaba.
Poco sabia de lo que le esperaba en ese momento, no podía simplemente llegar y decirle: ¡Qué bueno verte!, debía pensarlo con delicadeza, mas cuando recordaba la carta de Beyond, en parte lo entendía, en una muy pequeña parte lo entendía; El por qué al final no pudo amar totalmente a Light.
“Querido L
Seguramente te estarás preguntando; ¿Por qué solo yo estoy muerto?, ¿Por qué el chico que conociste una vez ya no nos recuerda? , bueno eso comenzó hace mucho tiempo, antes de que si quiera tu aparecieras en nuestra vida…
Todo comenzó una fría tarde invierno… como hoy precisamente. Hace algunos años existieron dos amigos, uno era huérfano y el otro no sabía de dónde venía, sus nombres eran Alex y Light. Por mucho tiempo se llevaron bien, pero las cosas se complicaron cuando una persona llego al orfanato donde Alex vivía y Light decidió que por el bien de ambos se fuera muy lejos.
No tenían mucho contacto pero aun así de vez en cuando se veían. Hasta que un suceso lo cambio todo… Light mato a Alex.
Al principio no entendía sus razones, por mi podía matar a quien fuera, pero cuando me entere de esa verdad, no puede evitar pensar en lo irónico que sonaba esa confesión. Quiero decirte que por primera vez entiendo a lo que las personas se refieren cuando dicen: “Estoy viviendo con el enemigo”
Lo mato porque necesitaba su corazón, un trasplante le salvaría la vida… y decido ir con la persona que era compatible con él.
Así comenzó un círculo en donde Light tenía curiosidad por conocerme y tu Elle solo estabas en medio.
Al final ninguno de los dos obtuvo lo que quería, al final yo no lo amaba tanto como creía y el solo puedo sonreír de forma triste, porque se quedo a mi lado porque se lo prometió a Alex. . Tu lo amas, el dice amarme y yo nunca pude olvidar a Alex.
Esta será nuestra despedida Elle, ya no hay nada que podamos hacer para remediar nuestras malas decisiones, mate a muchas personas, no puedo arrepentirme ahora, para decir un simple lo siento.
Seguramente pronto escucharas la parte final de esta historia. Lo has visto más de una vez, que ninguno de los dos merecemos vivir. Tú posiblemente tampoco, pero el mundo sería más comprensivo contigo.
Light recuerda todo, eso no fue más que una mentira para que lo dejaras sin vigilancia, es un chico bastante inteligente y si quisiera ya se habría escapado, pero creo que no lo hare. Lástima que no estaré para ver cuando se encuentren, sería divertido.
L… solo una última cosa antes de que salgas corriendo tras esa persona que nos quito todo y a la vez es parte de nuestro todo. Te odio.
PD: No olvides llorar por mi”
Creyó por un momento que era una mentira hasta que escucho el sonido del arma disparándose. No puspo cómo pero al fin encontró al susodicho. Como en aquel sueño, estaba parado en un puente solo que no estaba riendo. El agua corría a cantaros a pesar de ser invierno. Se acerco lentamente esperando a que se volteara a verlo.
Cada paso que daba le costaba imaginarse como reaccionaria. Principalmente cuando observo el arma con la que había matado a sus subordinados hace tan solo unos momentos. Mirarlo hay parado era como contemplar un fantasma, el día estaba por terminar y el ocaso quería hace acto de presencia.
—Si te digo; ¿Cómo paso? ¿Me creerías? — al escuchar sui voz sintió como si de pronto quisiera hacer más que hablarle.
—Encontré la carta de Beyond, donde decía que tu asesinaste a Alex, eso incluso para mi es nuevo — menciono encaminándose al puente, decía dar pasos seguros sin temor a quedarse a medio camino.
—Era mi único amigo y yo lo mate, lo mate como a todas esas otras personas que conocía, en realidad no sentía nada al matarlas así que creí que con Alex seria igual ya que sigue siendo solo una persona, pero me equivoque… entonces todo comenzó a empeorar… necesitaba matarlos, matarlos a todos… deseaba tanto matarlos — L se dio cuenta de una de las razones por las que mataba.
— ¿Qué pasa con tus intentos de suicido?, ¿Qué pasa con tus heridas? —
—Yo quiero morir, pero no me atrevía a hacerlo, tal vez por eso quiero matar… —
— ¿Piensas que voy a dejarte morir?, te recuerdo que debes ir a prisión — hablo sintiéndose infeliz.
—No me importaría ir a prisión, solo que en ese momento ya no tengo ganas de vivir, Beyond ya no está… — más bien parecía una escusa barata, pero en si formaba parte de su apresurada decisión.
—El decidió simplemente suicidarse, no lo creo… ¿Qué paso entre ustedes estos dos últimos años? — pregunto acercándose un poco más, quería al menos sentirlo por última vez.
—No pudimos, nuestro amor no fue tan fuere, nosotros no estamos hecho el uno para el otro… el alma gemela de Beyond siempre fue Alex y cuando lo mate no quedo más que un poco de insatisfacción a la vida — quería comprender un poco mas sus sentimientos, después de todo aun lo amaba y no creía que eso fuera a cambiar nunca.
—Light… no puedo hacer como si no hubiese hecho nada, pero date la oportunidad de cambiar —
—No hay nada que puedas hacer, pero te lo pondré fácil. Mueres tu o muero yo… yo no puedo vivir en un mundo donde tu estas lejos de mi físicamente, ya eres todo lo que me queda — sentía la desesperación en sus palabras seguramente planeaba hacer una tontería.
L tenía que pensarlo bien, si hacia algo sin sentido, ambos podrían terminarían muy mal.
—Dame el arma Light —aquella con la cual planeaba matarlo o en dado caso suicidarse.
Esa dulce sonrisa que vio en su rostro le hizo entender que no daría marcha atrás con sus palanes, quería que lo viera morir o quería matarlo todo eso podía resumirse en las decisiones que habían tomado.
Su corazón sabía que debía detenerlo, su mente también pero ambos por motivos diferente.
—Perdóname — por primera vez vio llorar a Light, quería hacer algo, detener la locura en la que se había convertido todo eso, no debió dejar que se fueran, debió protégelo. Quería entender, quería poder hacer algo, pero no podía porque simplemente en el fondo no le perdonaba ser un asesino.
En el fondo nunca se lo perdonaría.
Ahora estaba parado uno frente al otro preguntándose cómo es que llegaron al punto en que bebían matarse el uno al otro.
Pero eso no pasaría se encargaría de eso, ya sin pensarlo dos veces paso a la acción, tomo a Light de las manos, principalmente la que sostenía el arma, ambos comenzaron a forcejear, podía ser que L fuera más fuerte, pero miedo a lastimarlo le impedía hacer algo mas brusco. Principalmente porque el punto donde estaban parados estaba algo resbaladizo por la nieve, no tenía más que unos pequeños tablones de protección, si se distraía podían caer.
Intentaron por todos los medias quitarte al otro de encima. Querían que todo terminara hasta que escucharon el sonido devastador.
Por un momento todo quedo en silencio, el arma ya se había disparado y sabían perfectamente que alguno de los dos había resultado herido, se miraron a los ojos con sorpresa. Se sentía como un alivio recorría su cuerpo. Tal vez así debía terminar todo.
—Te amo… nunca pensé estar loco de amor por alguien. Hasta que llegaste tú — entonces en un suspiro sintió como sus fuerzas se desvanecían. Mientras que el otro solo podía mirar como las cosas no tuvieron el final esperado y de un momento a otro. El también deseaba morir.
Antes de que el otro se desvaneciera, con un impulso audaz le beso, se besaron, sabían que eran el uno para el otro, pero no en esa vida, o en ese momento, no en ese lugar, pero lo sabían. Fue el único y último beso que se dieron fue uno tan simple, tal delicado que pasionalmente las sonrisa de ambos estaría retratada en sus rostros. Si no fuera por uno estaba meriendo y el otro era el causante.
Al verse por última vez. Con disimulo ambos dijeron con las pocas fuerzas que les quedaban.
—No olvides llorar por mi — entonces como su fuese el momento indicado el ocaso llego y con él una despedida.