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Una noche de Trabajo... por Alice_Sutcliff

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Notas del capitulo:

Bueeeeeno, me eh dignado al fin a hacer de este que ERA un One-Shot un Two-Shot jajaja les traigo un regalito para que sepan lo que paso despues, espero que lo disfruten. 

muchos abrazos y besos a ti que te tomas el tiempo de leer.

 

Recuerden que esta historia continua en el fic ''Cold bullet Blues...''

 

Un gran saludo¡¡

Se quedó un momento inmóvil, retomando la respiración y después si recostó a un lado. Grell también se repuso un poco y lo miro, ambos jadeando, sus cuerpo bañados en sudor… y otros líquidos. Grell estaba algo cansado, ya era de madrugada y entre cerro los ojos un poco. Sebastian lo miro y se rio por lo bajo, a lo que Grell lo miro extrañado. Sebastian lo tomo de la muñeca y lo atrajo hacia el mirándolo muy fijamente.

 

-. No te duermas aun… -dijo acariciando su cabello- El juego acaba de empezar…

 

Grell se quedó mirando la mirada picara que el pelinegro le mostraba, si, él sabía que apenas había comenzado todo. Se sonrió y se relamió los labios para después incorporarse ante la vista de Sebastian que no sabía que haría el pelirrojo. Se acercó felinamente hasta ponerse entre sus piernas y deslizo sus delicados dedos sobre el miembro semi erecto del pelinegro ante la mirada lasciva de este comenzando a masajear toda la extensión. Sebastian lo miraba soltando leves sonidos que salían de su garganta. Grell se hizo el cabello a un lado y se acercó entonces a dar ligeros lengüetazos.

 

Sebastian no pudo evitar someterse ante aquella cálida lengua que comenzaba a saborearlo, desde la base hasta la punta para después sentir como lo introducía completo en su boca empezando a subir y a bajar con suavidad.

 

-. Aah… -musitaba quedamente Sebastian- Ufff… eres un dios… -hablaba entre cortado al tiempo que tomaba al Pelirrojo de la nuca para marcarle un tiempo más rápido-

 

Grell obedeció el ritmo que le marco y empezó acelerar sintiéndose de nuevo entrar en ese estado de excitación, llevo su mano libre a su propio miembro y empezó a masturbarlo ante la mirada de Sebastian que parecía disfrutar de esa imagen. Lo jalo del cabello y lo mantuvo con su pene dentro de la boca hasta el fondo por unos segundos hasta que escucho ligeras arcadas por parte del de lentes, levantando su cabeza sin soltarle los cabellos viendo como un delgado hilo de saliva salía de los labios de este con expresión sofocada tratando de tomar aire.

 

Lo soltó del cabello y entonces lo haló de la mano poniéndole hincado contra la cabecera de la cama mientras el besaba, mordía y lamia su cuello blanco logrando robar gemidos de los labios del pelirrojo. Después, lo tomo de la cadera sacándola un poco y dejando su cara pegada a la madera de la cabecera, acaricio su trasero y sus piernas y después sin aviso lo penetro de una sola estocada.

 

-. ¡Aaaaah! – Exclamo Grell al sentirse invadido sin haber sido avisado-

 

-. Mmm… ¡Sí!… -se mordía los labios el pelinegro al empezar a moverse-

 

-. Aaahhh…  uuff… mmmmm…. Aaaaahhh –gemía y gemía Grell sintiendo las estocadas cada vez más fuertes y más profundas-

 

A Sebastian le excitaba de sobre manera escuchar la voz de Grell mientras gemía, lo ponía a mil por hora y la velocidad que sus caderas le permitían para realizar las estocadas no era suficiente. Lo jalo del cabello haciéndolo arquearse hacia atrás y con la otra mano, metió su dedo índice y el dedo corazón a la boca de este haciéndolo lamerlos sin dejar de penetrarlo.

 

-. Aaahhh… mmmnnggg… aaaaaah aaaaahhh si… aaaahhh uuummm…. –no dejaba de gemir-

 

-. Ufff…. Mmmmm… eres delicioso, Grell… -musito Sebastian jadeante en el cuello de Grell-

 

Cansado de esa posición, Sebastian tomo al de lentes y lo coloco a cuatro en la cama, volviendo a penetrarlo sin miramientos. Grell sentía que en cualquier momento podría terminar, un ligero cosquilleo empezaba a avisarle, y Sebastian se sentía igual, deseando que ese momento pudiera durar mucho para disfrutarlo de verdad. Hizo al pelirrojo recostarse y coloco una de sus piernas en su hombro recargándose en la cama con ambas manos para tener el mayor acceso posible embistiendo con fuerza, mirando la cara de éxtasis de Grell que lo miraba desde abajo sin poder dejar de gemir en ningún instante.

 

-. Creo… creo que yo… -musito casi extasiado Grell-

 

-. Si… anda… -musito Sebastian al momento que tomaba el miembro de Grell masturbándolo-

 

Sin aviso, el espeso liquido blanco salió una vez más del interior del pelirrojo  bañando todo a su paso, parte de las sabanas se mancharon y su pelvis quedo con manchas de este. Sebastian al ver esto no pudo más, pero, decidió salir del interior de Grell y terminar ahí mismo, donde había terminado Grell, por lo que termino bañándolo de nuevo ahora con su liquido esparcido por toda la pelvis y las piernas del pelirrojo que luchaba por recobrar el aliento.

 

Cuando Sebastian termino, se inclinó un momento sobre el pecho del pelirrojo, recobrando su aliento por un momento, para después tirarse a un lado a tratar de recuperar las fuerzas perdidas. Grell, que ya estaba un poco más recuperado, se incorporó recargándose sobre sus codos y con los dedos limpio un poco del líquido que había cerca de su ombligo.

 

-. ¿Te molesta que hagan eso? –Pregunto Sebastian mirando la acción-

 

-. No… -musito Grell como si nada y después le sonrió-

 

-. Algunos me han dicho que soy muy tosco… -dijo como si nada cruzando los brazos detrás de su cabeza- Si te parece, dímelo… tampoco me gusta ser un patán –cerro los ojos un instante-

 

Grell esbozó una sonrisa zorruna y después se recostó apoyando su cabeza en una mano mirándole fijamente aunque este tuviera los ojos cerrados.

 

-. De hecho me gusta… -dijo de repente- me gusta mucho tu ‘’técnica’’ –dijo bromeando haciendo que Sebastian soltara una risilla y lo mirara-

 

-. ¿A si? –le miro sonriendo juguetonamente- pues que complacido estoy –dijo con tono victorioso-

 

-. De eso se trata –hablo Grell con tono entusiasta- Ese es mi trabajo, que estés complacido –le guiño un ojo-

Sebastian lo miro y esbozo una sonrisa pícara tomándolo de la cintura después haciendo que este terminara sentado a horcajadas sobre su cadera soltando unas risas divertidas ante lo precipitado de la acción. Le miro desde abajo sin borrar su sonrisa, Grell apoyó sus manos en el pecho del pelinegro haciendo su cabello rojo hacia un lado con un movimiento del cuello ante la mirada carmesí del hombre que lo había contratado.

 

-. ¿Qué? –Pregunto Grell con una sonrisa nerviosa al sentirse un poco intimidado por la penetrante mirada-

 

Sebastian negó suavemente sin despegarle la mirada de encima. Acaricio sus piernas suavemente, sintiendo la suavidad de su piel, así, sin decir nada. Grell solo le dejaba hacer tratando de evitar esa mirada que lo ponía tan nervioso sin dejar de reírse con nervios. De repente, Sebastian levanto su mano y acaricio la mejilla de Grell ante la mirada interrogante de este. El pelirrojo sin entender del todo le sonrió dulcemente dejándose hacer. Sebastian llevo su mano hacia la nuca de Grell y lo atrajo hacia sí dejándolo a unos cuantos centímetros de sí mismo.

 

Sintió los mechones de cabello rojo rosarle la piel, los ojos verdes clavados en los suyos con un interrogante en su mirada, observo sus labios entreabiertos que parecían querer hablar. Paso su dedo pulgar por la mejilla de Grell y después por sobre sus rosados labios.

 

-. ¿Puedo pedirte algo…? –Pregunto de repente Sebastian con voz dulce y tranquila-

 

-. Por supuesto… -respondió Grell de la misma manera-

 

-. Bésame… como si yo, fuera importante para ti…

 

Por un instante Grell sintió su respiración entrecortarse ante la repentina petición de su contratista, aunque no tuvo tiempo de cavilar la petición, cuando se dio cuenta, Sebastian lo besaba de forma lenta, tranquila, dulce. No pudo más que ceder a ese beso que podría jurar, era el beso más puro que habría dado en toda su vida, así de repente, le regalaban algo así, la sensación de saber cómo sería besar a alguien que quieres de verdad y había sido él, ese ‘’alguien’’ que mando llamar a quien fuese para pasar un rato con él. Por un momento se preguntó si haría lo mismo con cada chico que pasa por sus brazos, pero decidió no pensar en nada más, y solo disfrutar del momento que tan de repente, se había convertido en algo especial.

 

 

 

 

************************

 

 

 

Parpadeo un par de veces tratando de enfocar su vista y tomo sus lentes que estaban casi por caerse del buró a un lado de donde estaba, se los puso y miro a su alrededor, no había nadie, supuso que se habría ido, como normalmente sucedía. En el buró donde estaban sus lentes había un sobre blanco con la leyenda ‘’Grell’’, lo agarro y lo abrió, ahí estaba su paga. Se puso de pie y busco su ropa, recordando que la había dejado en el baño cuando se cambiara. Aprovecharía para tomar una ducha antes de irse.

Salió de la habitación desnudo y camino por el pasillo hasta el baño, abrió la regadera y espero a que el agua caliente saliera. Se metió y dejo que el agua mojase cada rincón de su piel, aunque no pudo evitar sentir algo de remordimiento, por alguna razón, quería dejar grabadas en su piel las huellas de que la noche anterior realmente había ocurrido, un deseo estúpido, para alguien que se dedicaba a algo como lo que él hacía, pensó para sí mismo, pero aun así, ese deseo ahí estaba.

 

Se abrazó instintivamente al recordar que ya no le volvería a ver, sintiendo una ligera punzada en el pecho. Por un momento se quedó inmóvil asimilando esa triste situación, pero después, se sonrió a sí mismo, consolándose con la frase ‘’solo  ha sido… Una noche de trabajo’’.

 

Termino de ducharse y salió de la regadera, seco su cabello, se puso su ropa, peino su cabello atándolo en su típica cola de caballo y salió en busca de su mochila. Tomo un tubo de crema y aplico un poco en sus manos para después tomar su bálsamo labial y aplicar un poco. Bebió un poco de agua de las botellas de cortesía que ponen en las habitaciones, se colocó su saco rojo y tomo sus cosas listo para irse y dejar atrás esa habitación, pero, cuando miro a la mesita donde estaba el teléfono y los menús de donde habían pedido de cenar la noche anterior, había una hoja doblada en forma de pirámide que tenía la leyenda ‘’Grell’’ otra vez. Parpadeo y se le quedo mirando por unos momentos para después tomarla entre sus manos, la abrió y comenzó a leer.

 

 

‘’Buenos días Grell, disculpa por irme sin despedirme, pero mi vuelo se adelantó y tuve que salir antes, muchas gracias por tu compañía, realmente hiciste un gran trabajo pues me voy realmente complacido, de hecho me gustaría que, cando vuelva a visitar la ciudad, pudieras visitarme un par de veces, estaré encantado de contactarte. Discúlpame de ante mano pues me eh robado tu número de móvil, lo siento, no quería despertarte y me tenía que ir. Pero bueno, espero poder hacer que me perdones la próxima vez.

 

Que tengas un buen día.

 

Sebastian M. ’’

 

 

Termino de leer la nota y se quedó ahí de pie, sin darse cuenta de la sonrisa de idiota que tenía ahora en la cara. No podía creerlo, era la primera vez que le pasaba algo así. No de que quisieran volver a verle, tenia ‘’clientes frecuentes’’, pero, era la primera vez que se alegraba realmente por ello. Tomo la nota y la guardo en su cartera sin poder borrar esas sonrisilla de sus labios. Camino a la salida y abrió la puerta echando un vistazo tratando de no olvidar detalle alguno de lo que había ocurrido ahí. Salió, cerró la puerta y fue a recepción a entregar la llave.

Camino a la salida del hotel con andar danzarín sonriendo a todo el mundo, llegando a las puertas de cristal corredizas que le reflectaron una imagen completa de él mismo. Se miró unos segundos hasta que las puertas se abrieron, llevo sus manos a su cabello y lo soltó acomodándolo con un simple movimiento de cuello, dejándolo así y salió del interior del hotel.

 

-. A Él le gusta más así…

Notas finales:

Alice Sutcliff...

 

No se olviden de visitar  ''Cold bullet blues...'' Aquí la historia continua.


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