No puedo consolarte por Swei

La chicharra que indicaba el final del partido había sonado. Era oficial: Shuutoku había perdido.
Oh, sí, habían sido aplastados por la preparatoria Rakuzan en las semifinales de la Winter Cup, Akashi le restregaba en la cara a Midorima que no ganaría en esa ocasión... si esa vez ni nunca.

Todos se quedaron callados ¿Cuánto se habían esforzado para estar hasta donde estaban? Habían empatado con Seirin después de haber perdido contra ellos en el verano. Las cosas no tenían por qué terminar de ESA manera. Él TENÍA que ser el que le ganara al pelirrojo con heterocromía, él DEBÍA enseñarle a Akashi Seijuurou lo que era la derrota... no al revés.
Sus esfuerzos, su trabajo... todo estaba tirado en el suelo bajos los pies del capitán de La Generación de los Milagros.

-Shin~chan- escuchó
Después de ser rechazado por Akashi cuando le tendió la mano, todo su equipo se dirigió a los vestidores.

-¿Shin~chan tiene el corazón roto?- preguntó a media risa su compañero de equipo que caminaba frente a él.
Midorima no respondió
-Lo siento... esta vez no puedo consolarte...- continuó mientras las lágrimas se desparramaban por su rostro- Shin~chan...-dijo con vos quebrada
En ese instánte el peliverde también se soltó a llorar, odiaba perder. Lo odiaba de verdad. Y a pesar de que no fuera la primera vez que perdía... odiaba esta por encima de ninguna otra... No porque hubieran pisoteado su orgullo como el tirador estrella de La Generación de los Milagros, no porque Akashi lo hubiera rechazado cuando intentó saludarlo, no porque no hubiese dado lo mejor de sí mismo... odiaba esta vez sobre todas porque había ocupado los esfuerzos de Takao y no los había llevado a la victoria, odiaba perder en esta ocasión porque, el chico que estaba caminando frente a él, estaba llorando con impotencia...

Midorima nunca había imaginado que una persona pudiese convertirse en alguien tan importante para él. Además, la idea inicial de Takao era vencerle a toda costa ¿Entonces por qué demonios había desarrollado un sentimiento especial por el chico que siempre se reía de él jugándole bromas tontas? ¡Además era escorpio! Muchas veces el horóscopo de Oha- Asa decía que la persona menos compatible con un cáncer como él debería de ser un escorpio... y, sin embargo, eso estaba mucho más allá de la fortuna.

"Shin~chan" "Shin~chan"
Al final de cuentas, se había acostumbrado tanto a ese sobrenombre que se le hacía extraño escuchar que de vez en vez Takao le llamara Midorima.
Y mientras caminaba absorto en sus pensamientos aun con las lágrimas por sus ojos, se dió cuenta de algo:
Siempre era Takao quien lo consolaba cada vez que algo le salía mal, siempre era él el que estaba a su lado en cualquier momento, sin importar qué tipo de situación fuera, siempre estaba ahí, sin aparterse.... entonces quizás Takao no podía consolarlo como usualmente lo hacía, pero él podría intentarlo... podía hacerlo... si se lo proponía... solo tenía que pensar en una forma....

Llegaron a los vestidores, el equipo entero de Shuutoku estaba bañado en un mar de lágrimas, el llanto y el sorber de las narices era lo único que hacía de ese silencio un coro de lamentos.
-Fue un buen partido- dijo el entrenador- Sin Midorima y Takao que utilizaron ese pase en el aire, probablemente nos hubieran triplicado la puntuación...
Los chicos se limpiaron las lágrimas, los titulares sabían que había mucha razón en ello... todos habían sido neutralizados por "el ojo del emperador" o los "generales destronados" a excepción de esos dos, que por un momento habían encontrado la manera de continuar peleando.
-¡Basta de llorar!¡Todos ustedes ya dejaron el nombre de Shuutoku en alto! ¡Esto no ha terminado! ¡Vamos a seguir peleando por un tercer lugar!- terminó en entrenador, intentando motivar a los muchachos de alguna manera.
La tristeza se difuminó un poco. Era cierto, aún les faltaba un partido, quizás contra Kaijo y su copia perfecta o contra Seirin y su dúo de luz y sombra, pero, sin importar cual de los dos equipos fuera, lucharían por seguir siendo uno de los tres mejores de Japón.
Después de eso se cambiaron y volvieron a las canchas, a ver el partido que definiría a su oponente.

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-Shin~chan- dijo Takao ¿Crees que podramos contra Kaijo, se ven muy fuertes... en especial Kise
-Si Seirin les ganó, es obvio que podemos, además siempre y cuando el horóscopo esté de mi lado y cargue mi objeto de la suerte, nada debería de salir mal- dijo Midorima- espera- se detuvo a recoger algo que estaba en el piso.
Takao se alejó un momento, dejando solo al peliverde unos instántes.
Al volver después de un rato, encontró a su compañero hablando con el pelirrojo de Seirin
-Tienes que saber que hay dos Akashis...- estaba diciendo el peliverde al número 10
-¿Qué quieres decir con eso?- le cuestionó su rival
El ojiazul estaba escuchando la conversación a hurtadillas. Ya lo sabía, pero aún así le molestaba que el de lentes le hablára de esa forma a Kagami, que le prestara más atención que a él. Le molestaba que Midorima intentára ayudar a Seirin en su enfrentamiento contra Rakuzan. O eso se decía a sí mismo para no terminar de admitir que estaba terriblemente celoso de que su compañero estuviera cerca del pelirrojo.
-Shin~chan-dijo sin pensarlo
-Si quieres saber más pregúntale a Kuroko- sentenció Midorima a Kagami- yo me voy
-En serio, Shi~chan, deberías de dejar de hacer eso- continuó Takao, acercándose a su compañero y sonriéndose al pelirrojo de forma altanera, con unos ojos burlones.
Y dejando a Kagami con el recién llegado Kuroko, se fueron ambos de allí.

-¿Qué era lo que quería Kagami?-preguntó el pelinegro intentando disimular su disgusto.
-Había perdido un anillo...
-¿No.. estás siendo muy amable con él?
Midorima se detuvo en seco
-¿Por qué lo dices?-dijo mirándolo
-¡Por nada! Vamos ya que tengo que pedalear a tu casa-respondió entre dientes, avanzándo rápidamente.
-Está bien- dijo a media sonrisa.
El peliverde se puso a pensar de nuevo. Nunca antes había dependido de alguien, o siquiera se había detenido a considerarlo, su fuerza individual le era suficiente para derrotar a cualquier rival sin contar con ayuda de otra persona, y tampoco le importaba hacerlo. No fue sino en el momento en que Takao decidió estar cerca de él, cuando comenzó a darse cuenta de alguien más, cuando comenzó a verlo como un aliado, fue el momento en que se dio cuenta de que el pelinegro molesto podría llegar a gustarle. Un motivo más para obligarlo a pedalear hasta cualquier lugar en cualquier día, la excusa perfecta para verlo incluso los fines de semana.
Y lo que había pasado hacía un momento no le pasaba desapercibido, casi podía notar un tinte de molestia en esa pregunta irresponsable por parte del más bajo.
-Llegamos-dijo el chico sudando medio muerto frente a la casa del más alto- ¡Estúpido Shin~chan! ¡Siempre soy yo el que termina pedaleando todo el trayecto! ¡Y ni siquiera me das algo de beber! Debería de estar descansando para el partido contra Kaijo.... En serio, debo dejar de hacer esto...
-Cierra la boca, Takao, mientras más pedalees más fuertes se harán tus piernas- contestó Midorima de la manera usual, es decir, serio-¿Quiéres pasar por algo de tomar?
-¡Woo!¡Shin~chan! ¡Eso sería fabuloso!-exclamó sorprendido
-En serio, Takao, cállate- susurró dándole la espalda y acomodándose los anteojos mientras un leve sonrojo se extendía por sus mejillas
-¡Siempre tan tsundere!-rió el pelinegro
-¿¡Quién demonios es tsundere!? ¿Vas a entrar o no?-gritó Midorima volteando a verlo
-Vale, vale, ya me callo-dijo riendo mientras seguía al más alto -¿y tus padres?
-Salieron regresan hasta el próximo fin de semana ¿Por qué?
-Jaja ¡Fiesta en casa de Shin~chan!
-¿Por qué haría una fiesta si acabamos de perder?
Al momento de decir eso, Shintarou se arrepintió. La sonrisa de su compañero desapareció, su mirada se desvió y se volvió un poco sombría. Lo había arruinado
-Supongo que tienes razón...-susurró
-Toma, subamos a mi habitación-dijo Midorima golpeando a Takao con el vaso de agua en la cabeza-puedes quedarte por hoy, no creo que sea bueno que salgas así, tu cuerpo ya se enfrió.
El más bajo casi suelta su vaso de agua ¿Acaso Midorima....?
-¿Shin~chan está preocupado por mi?- cuestionó de forma divertida con una sonrisa
-¡No!-respondió rápidamente-¡no... no es eso! ¡Es solo que...! ¡Que...!¡Bueno qué más da si quieres largárte y morirte de un resfriado!
Volvió a reír, esa parte tan contradictoria del tipo de verde era lo que más le encantaba de él.
-Con permiso, entonces-concluyó siguiendo al peliverde
Subieron las escaleras, hasta la puerta que pertenecía a la habitación del lanzador estrella de La Generación de ls Milagros, abrieron la puerta y pasaron.
Realmente era un lugar extraño, era amplio, pero a parte de los pósters de baloncesto pegados a las paredes, la mayoría de los estantes estaban ocupados por lo que seguro eran los objetos de la suerte del más alto.
Ahí estaba la figura de mapache que había cargado en su primer encuentro contra Seirin, una guía telefónica, su rana de juguete... incluso el abanico de una Idol que al parecer no le había devuelto a su senpai.
"Que tipo tan más raro"pensó Takao antes de soltarse a reír desesperadamente al ver semejante lugar.
-¡Jajajajajajaja!- el chico se doblaba de la risa- ¡jaja! ¡Shin~chan! ¿¡En serio esta es tu habitación!? ¡Jajajaja!
-¡Cállate Takao!-reprendió, pero el otro no se detenía
¡Jajajajajajajajajajajaja! ¡¡Midorima.... Shintarou...!! ¡¡¿Esta es la... habitación de un jugador prodigio?!! ¡Jajajajajaja!
Muchas cosas se cruzaron por la cabeza del peliverde, estaba feliz de ver a Takao reír, pero de repente su mirada cambió.
Se acercó a Takao que aún se retorcía de la risa y, sin pensarlo mucho.... lo besó.
Fue un beso rápido y superficial, apenas un roce de labios, pero lo suficientemente impactante como para que el más bajo soltara su vaso.
-¿Shin... chan?
-Te dije que te callaras, Takao
No supo que decir. Midorima lo había besado... aunque fuera solo para que se callara, pero había sentido los labios del peliverde. Lo que tanto había deseado se había cumplido.
-¡Mierda!- escuchó de Midorima mientras salía de su ensueño-Tendré que limpiar esto...
Para cuando reaccionó, el otro chico ya había levantado los trozos de cristal del vaso roto. No lo negaba, quería sentir de nuevo esos labios....
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En realidad no sabía muy bien por qué lo había hecho, pero la reacción de Takao le auguraba buena suerte. A pesar de que había tirado su vaso causando un desastre en el piso, no lo había rechazado. Aunque, ahora, era la parte incómoda.
-Shin~chan ¿quiéres que te ayude?-preguntó
-No, ya terminé.Me voy a dar una ducha-dijo sin mirarlo a los ojos
-¡Mo! ¡Yo también quiero darme una ducha! ¿Y si nos damos una juntos?- propuso un sonrojado Takao- así ahorramos tiempo..
-Pues...- inició Midorima impactado-si no otra manera...
Ambos se desvistieron. No era la primera vez que se veían desnudos ni mucho menos.A veces las duchas no tenían separación, incluso se habían bañado juntos varias veces, como cuando fueron al campamento de entrenamiento donde se encontraron a los chicos de Sirin, donde el pelinegro comprobó lo mala que era la vista de su amigo.
No era la primera vez... pero era un poco diferente, quizás porque nunca se habían percatado de lo provocativo que podía ser el cuerpo desnudo del otro.
Como pudieron se colocaron una toalla en la cintura y se dirigieron al baño. Era amplio, como el resto de la casa de Shintarou, De un lado estaba la bañera y del otro la regadera
-¡Ne!¡Shin~chan! ¿Te tallo la espalda? ¡Dí que sí!
-Haz lo que quieras...
Midorima se sentó en el banquillo que había debajo de la regadera yabrió la llave. El agua caía por su verde cabello, recorriendo su piel desnuda. A la vista de Takao, era una imagen tan sexy que deseaba que lo tomara ahí en ese mismo instánte. Supo que si no dejaba de soñar despierto, su cuerpo respondería inconscientemente.
-V...vale..voy a.... empezar...
Tomó una esponja y de hincó, pasándola por la amplia espalda de Midorima, tocando de vez en cuando rincones por donde no se suponía que estuviera la esponja.
-Takao-dijo de repente- ¿Está bien para ti?
-¿Eh? bueno... sí ¡Me agrada tallarle la espalda a Shin~chan!
-No me refiero a eso...¿No estás decepcionado de haber perdido? Es decir... sé que falta otro partido pero... creo que si me hubiera esforzado un poco más... quizás si hubiera dejado de ver a Akashi como mi antiguo compañero de equipo y lo hubiera visto como un verdadero rival, dejando de lado la admiración que siento por el... Takao... quizás tus esfuerzos no hubieran sido en vano...
El ojiazul detuvo su trabajo
-Shin ~chan... sí me siento decepcionado, pero no creo que mis esfuerzos... que nuestros esfuerzos hayan sido en vano... luchamos hasta el último minuto... y no ganamos.. quisiera decirte algo más... pero como te dije, no puedo consolarte, no sé como hacerlo...
-Puede... que haya una forma...
Midorima cerró la llave antes de voltearse. Su capacidad de visión era malísima, pero era suficiente como para que lograra ver a Takao .
Desde hacía un instánte su cuerpo había empezado a reaccionar por esas irresponsables caricias que el otro chico le proporcionaba de vez en vez. Y desde entonces había estado intentando sacar un tema a colación que le permitiera acercársele a Takao.
-¿A qué te refieres Shin~chan?- la sonrisa y voz del chico no sonaban tímidas ni mucho menos. Su matíz era pícaro, lascivo e incitante para los oídos de Midorima- Será... a... ¿esto?
Esta vez fue Takao quien jaló a Midorima enredando los brazos en su cuello, para poder besarlo.
Poco a poco se convirtió en un beso húmedo, como sus cuerpos, las lenguas de ambos se acariciaban constantemente la una a la otra, intentando llegar más profundo dentro del otro.
Midorima, sentado como estaba, tomó bruscamente al chico de las caderas, levantándolo un poco y juntando su cuerpo con el suyo.
La piel de los dos estaba en contacto directo con la contraria. A saber si era por la tensión causada por el partido o por estarse conteniendo tanto, pero ambos miembros estaban totalmente erectos, y en la posición en la que se encontraban, -que era básicamente Takao "casi" sentado sobre Midorima- se tocaban con mucha facilidad
-¡Ahhhh!-jadeó el pelinegro al sentir como su miembro hacía contacto con el del peliverde- ¡Ahhh....Shin....ahhhh...!!!
-Inconscientemente comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo, logrando así excitar en demasía al contrario
-Ta... kao...-musitó el otro
Y de pronto, con una de sus grandes manos, Midorima tomó ambos miembros, comenzándo a masturbarlos al mismo tiempo, frotándolos frenéticamente uno contra el otro.
-Hmnnn.... ahh... ahhh... Shint...ahhh....
Los jadeos del pelinegro eran callados por los salvajes besos que se daban. A Takao no le quedaba sino agarrarse fuertemente del cuello del contrario para no caerse.
-Shin.... ~chaaahhhn... - jadeó como pudo- vayahhh... mos ahh!!! tu cama.... ah!!!
-Hummph...
Las manos de Midorima descendieron hacia las nalgas de Takao, asiéndolas fuertemente y separándolas un poco. Las piernas del chico se enrrollaron en la cintura del más alto y entonces este se levantó, no si esfuerzo, caminando rápidamente hacia su habitación mientras se besaban, dejando un terrible desastre en el trayecto.
Y una vez que cruzáron la puerta del cuarto, Midorima se dejó caer encima de Takao, que terminó sobre la mullida cama
-Shintarou...
Las palabras sobraban. La excitación estaba en todo su esplendor, antes de que sus labios se despegaran, el peliverde tomó entre las yemas de los dedos uno de los sonrosados pezones de Takao
-¡Ahhh!!¡Nnn!!¡Hmmmm!-gimió cuando Midorima tiró levemente de el
-Ta..... taka... ah!!! hummm...
-Shin~chaaaaahhhhnnn... déjame hacerloa mí.... ahhh!!!
El más bajo se movió de manera que le dió la vuelta a la posición y quedó encima de Midorima. Por segunda vez rozando descaradamente sus miembros.
Tomó con una mano el de Midorima, recorriéndolo desde la base hasta la punta con un dedo. El más alto lo acercó un poco, y después de hacer lamido uno de sus largos dedos, lo introdujo en Takao...
-¡Ah!¡Duele!- se quejó entrecerrando los ojos
-Pasará...
Y a ese dedo le siguieron otros dos, dilantando la pequeña entrada
-¡Takao! Hmmm... Ya no aguanto....-dijo Midorima que hacía esfuerzos sobrehumanos por no correrse en la mano del otro y no penetrarlo en ese mismo instánte
-Hnn! ahhh!! Entiendo....
El más bajo se hincó, con una pierna a cada costado de su compañero de equipo, y colocando una mano en el trabajado abdomen de Midorima, mientras que con la otra guiaba el miembro a su intrerior... y una vez que la punta estuvo adentro.... se dejó caer de una sola vez.
-¡TAKAO! ahhh....!!
La voz del peliverde estaba llena de excitación, lo que había hecho el chico... el calor de esa estrechéz que lo aprisionaba en su interior casi había hecho que se viniera-Ahhh... Takao... ¿Estás bien...?
-Shin... chan... espera... duele.... hnmm...
Una lágrima estaba deslizandose por su mejilla, pero apenas si el mayor podía soportarlo. Colocó una mano sobre su nuca y lo atrajo hacia sí para besarlo, luego paso ambas a sus caderas por segunda vez.
-Takao... perdóname... ya no... lo resisto...
Y sin detenerse a pensar -con la poca razón que le quedaba- comenzó a mover a su compañero de equipo de arriba a abajo
-¡Ahhh...!!- gimió Takao cuando sintió como salía y entraba en miembro de Midorima en sí
-Maldita sea Takao-gruño Midorima excitado- ahh!! se siente muy bien....
-¡Shin~chan!¡Shin~chan! ¡Ahhh!¡Ahhh...nmmmmnn..!!
El dolor poco a poco se convirtió en un placer incontrolable, y Takao comenzó a moverse más rápido por su propia cuenta mientras que de su boca salía gemido tras gemido sin control.
-¡Más! ¡Shin~chaaan! ... ¡Más adentro...!!! ahhh!! -pidió para que Midorima lo volteara y quedara encima de él
-¡Shiiiiin~chaaaaaaaahhhn! ¡Ah!!! ¡¡¡Más rápido!!!
El peliverde cambió el ritmo de sus estocadas a uno mucho más rápido y fuerte, sin soltar con una mano las caderas del otro, mientras que con la restante tomó su miembro y lo comenzó a masturbar rápidamente.
Se inclinó a besarlo, lamiéndo la saliva que caía de las comisuras de la boca de Takao, para después pasar a su cuello y lamerlo lascivamente, succionando de vez en vez.
-¡¡¡Shin..... ahhhh!!! yo..... ¡¡¡¡¡AHHHHHHH SHINTAROU!!!
El pelinegro se había venido sobre el abdomen del mayor, y debido a la contracción de las paredes internas, el otro no tardó en seguirle, dispersando su semen dentro de su cuerpo, mientras ahogaba un intenso gemido que calló con un beso.
-Perdón, me vine dentro...-dijo Midorima antes de salir, cuando pudo recuperar el ritmo normal de su respiración
- No importa.... Shintarou... te quiero...-susurró un cansado Takao
-Yo igual Takao.... solo a ti... -respondió en un susurro antes de que el ojiazul se durmiera.
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El despertador sonó a las 6:00 a.m, el chico de cabello verde tomó sus lentes de la mesa de noche y se dispuso a apagar el despertador.
-Apaga esa cosa- se quejó el pelinegro que se acababa de despertar.
-Buenas, Takao- recibió como respuesta de Midorima, tan serio como siempre
-¡Mo!¡Que eras más lindo anoche Shin~chan!-le reprochó
"Anoche" Las palabras resonaron en la cabeza de Midorima mientras recordaba todo se nuevo y sus mejillas se teñían de rojo. Se acomodó los lentes y susurró
-Espero que puedas moverte para el partido contra Kaijo
-¡Saa! ¡pues si perdemos será tu culpa!
-Supongo que asumiré la responsabilidad-contestó aún sonrojado, con una ligera sonrisa
-Pero... ¿Sabes qué Shin~chan? rió Takao moviénsode un poco hasta quedar sobre el pecho de Midorima- si perdemos, ya tienes a alguien que te pueda consolar...
Y dicho esto, se volvieron a besar....