-¿Señor Choi? – Escucho la voz de mi secretaria hablarme, abro lentamente mis ojos y retiro mis dedos de mi nariz.
-¿Qué pasa?- observo en su mirada una mezcla de pena y temor.
-La Señorita Kwon esta afuera esperándolo, ¿le digo que pase?- me pregunta esperando una reacción molesta de mi parte.
-Si, hazla pasar por favor.- sueno amable por primera vez después de tanto tiempo.
-Claro- me sonríe y vuelve a cerrar la puerta.
¿Qué rayos querrá Yuri? Me pregunto mentalmente. ¿Ir de compras, a comer, una cena con sus padres, fastidiarme más la vida y la existencia? Llevo un año o quizá dos, saliendo con ella, es más por obligación que por amor, no me interesa en lo más mínimo, a veces admito que es muy buena para satisfacer mis necesidades masculinas, pero nada más.
-AMOR- entra con su chillante voz a mi oficina, no la soporto.
-¿Qué quieres Yuri? – la alejo de mi pero es imposible, se sienta en mis piernas y me planta un beso.
-¿no puedo venir a verte?- No por favor, no otra escena de mujer sentida.
-Si, claro que puedes, pero es extraño que vengas a verme aquí en la oficina. – le trato de responder de la manera más educada que pueda.
-Vendré más seguido entonces. Bueno en fin, quería que fuéramos al cine, ¿qué dices?- deposita otro beso en mis labios, la tomo de las piernas y la comienzo acariciar, maldita sea, sabe mi punto débil, toma mi cuello, mientras pasa sus dedos por mi cabello, ese recuerdo otra vez no. La miro fijamente y la persona que ahora observo es a la que nunca he dejado de amar…. Taemin. La alejo de golpe y me mira con sorpresa.
- Estoy algo ocupado, no creo poder.- le sonrío, no quiero que sospeche, sabe perfectamente que siempre pasa lo mismo cuando comienza a tocarme de esa forma. Más de una vez he mencionado el nombre de Taemin y me lo he figurado a el, mientras hago el amor con ella. Lo odia sin conocerlo pero no puedo evitarlo.
-Vamos amor, ¿si? Por mí- su típico berrinche.
-Esta bien- accedo sin ningún pretexto más, después de todo no quiero otra pelea absurda.
-Por eso te amo- me vuelve a besar instantáneamente y se levanta. -¿Qué te parece si vamos a comer y después al cine?- eso de comer no estaba en los planes.
-De acuerdo, espera unos minutos más y vamos a donde quieras.- me da igual, solo quiero sacar a Taemin de mi mente.
-Okey. – me sonríe y se sienta enfrente de mi.
Llegamos al restaurant italiano que Yuri escogió, nos sentamos en la zona vip como siempre, ahí fue donde mis padres y los de ella nos presentaron, detesto ese día.
-¿Qué gustan de comer Señores Choi? – exclama la mesera, ¿Acaso escuche bien? ¿SEÑORES CHOI?.
-Si, un Risotto y un Cappon Magro, y para el señor Choi….-
-Una pizza grande con mucho queso, por favor.- la interrumpí, siempre escoge mi comida, pero no quiero comer algo asqueroso como lo que ordeno.
-Minho. – menciona mi nombre amenazante, no le gusta que coma cualquier cosa, “por mi salud”.
-Y para tomar una botella de vino tinto, no sé que querrá beber la señorita KWON- recalque su nombre y sonreí en mis adentros.
-Una limonada sin azúcar esta bien, gracias. – fingió su sonrisa, como siempre.
-¿QUÉ TE PASA?- por fin hablo. -¿PORQUÉ ME TRATAS ASÍ DELANTE DE LA GENTE?-
-¿Cómo así? – respondí calmado. -¿no dejarte escoger que debo comer y tomar te parece incorrecto? – esta batalla la ganaría yo.
-Sabes, que cuido tu salud, no sé porque reaccionas así amor. – pone la cara de dolida.
-Pero tengo mucha hambre.- le contesto.
-¿Sabes cuantas calorías y grasas tiene una pizza?- su obsesivo con el cuidado de la comida me trae harto.
-Si, eso me alimenta y me hace feliz no me interesa.- la miro fijamente, se voltea enfadada.
-Adelante has lo que quieras.- bufa.
-Eso hago.- sonrió. La mesera llega con nuestra orden, comienzo a comer.
A media pizza una pequeña y hermosa niña se acerca a nuestra mesa, ojos grandes, unos labios hermosos, su cabello castaño largo, esa piel lechosa, era una perfecta niña de aproximadamente 6 años.
-Hola pequeña ¿qué pasa? – agache un poco mi cuerpo y la salude.
-¿me podría dar de su pizza?- señala la caja donde se encuentra. Sonrió y asiento.
-Claro, hermosa ten. – le doy un gran trozo mientras ella me mira feliz.
-¿Quién eres? – Yuri habla fríamente hacía la chiquilla.
-Mi nombre es Lee Eun Min- sonrió.
-Oww. Que hermoso nombre.- siempre me hubiera gustado así llamar a mi hija, o Minah.
-Gracias, ¿usted quién es?- volteo su cabeza en forma de duda.
-Choi Minho, pero puedes decirme Minho- acaricie su mejilla.
-¿Y dónde están tus padres?- Yuri volviendo a interrumpir.
-EUN MIN!- la pequeña volteo, un hombre mayor que yo, la vio, se acerco corriendo y la abrazo.
-Papi!. – la niña lo tomo del cuello mientras el la cargaba.
-Lo siento mucho, volteo un segundo y se me desaparece. – dijo apenado.
-No sé preocupe.- respondió Yuri.
-Es una hermosa niña y no ha causado problemas.- le sonreí.
-Mira papá, el señor Minho me regalo una rebanada de pizza.-
-Eun Min te he dicho que no le quites la comida a los demás.- la regaño. Ella bajo la cabeza y me regreso el pedazo.
-No es ninguna molestia, de verdad, quédatelo preciosa. – su animo volvió.
-Gracias.- dio una reverencia y se retiro.
-Pero que muchachita tan más fastidiosa. – exclamo Yuri, ¿fastidiosa? ¿acaso no se ha visto a ella?.
-¿Qué dijiste? Es una ternura.- no iba a permitir que le dijera eso.
-¿escuche mal? Que puede tener de tierna una niña caprichuda y desobediente.- tomo un poco de su bebida.
-Apenas y la conociste, no creo que sea igual que tú.- punto a mi favor.
-Muy bien Choi, ¿porqué no te largas con esa?- bufo molesta.
-Espera un minuto, ¿te pusiste celosa de una pequeña e indefensa niña?- no puede ser cierto.
-A mi nunca me has hablado como a ella- exclamo casi gritando.
-Sabes no quiero discutir, Señorita me trae la cuenta por favor.- le hable a la mesera.
-Ya no quiero ir al cine.- se levanto de la mesa y se fue.
Vi como salió del lugar, pague la comida, y me retiré.
En el camino me sentía extraño, ¿Cómo sería yo de padre? Me río. Observo el reloj del auto son más de las 4 pm. Decido ir a tomar una ducha a mi casa y a descansar un poco. En cuestión de minutos me encuentro en mi cama con los ojos semi-abiertos, sostengo esa hermosa playera de rayas que siempre me hace dormir, si es de Taemin. La exhalo y grabo cada partícula de su olor, de su aroma y esencia….
En mi mente, vuelvo a recordar a mi hermoso y preciado Minnie, como lo extraño. Aunque el no lo sepa. Aún lo amo…-