Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

HUELLA FOTOGRAFICA por steve98

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, los personajes son de Eiichiro Oda, es un Zosan. Gracias a todos los que me siguieron en el fanfic de "Sanji decide morir" Y solo por eso, se han animado a seguirme en esta loca aventura. 

Este fanfic, va totalmente dedicado, con amor, pelusa y demas, a Elliot

Notas del capitulo:

Bueno, aqui esta el prologo de lo que seria otro ff nuevo, empezare de nuevo a endeudarme con algunos mas~ el de "The yakuza who stole my heart" se que tengo que seguirlo, pero en ese la inspiracion se me ha ido LOL 

Igual, Elliot, feliz aniversario hahaha, era un regalo pero ya paso LOL

Igual espero que lo disfruten

Llevaba al menos unos quince minutos limpiando y lijando mis cuchillos, limpiando aquella sangre que anteriormente chorreaba de la punta filosa, e incluso del mango que estaba enrollado en tela. Mire a mi víctima y entonces sonreí para mi mismo con suficiencia, aquella obra de arte tan sádica –para algunos que no eran yo– estaba terminada, y me sentía satisfecho.

 Era un hombre de pelo negro, y apenas si le estaban saliendo canas, lo que me diría que tendría alrededor de unos 35 años de edad, y a juzgar por sus anteriores ojos, había muerto aterrado. Aterrado de mi, de mi presencia, de lo que le hacía. Me había alimentado de su miedo. Me había alimentado de aquel temor que muestra toda aquella persona al ser asesinada.

Salí de aquel lugar con la frente en alto, y no sin antes cubrirme la cabeza con una tela. No fuese a ser que alguien me reconociese. Antes de salir había guardado mis armas en una mochila y la misma estaba ahora en mis hombros, esperando llegar a casa, para poder descansar a gusto y aquellos ingratos policías se comenzasen a mover y buscar el culpable de tal atrocidad, como ellos le llamaban. Aunque para mi, solo era arte… y venganza.

 

 

Me levante con sueño, no había podido evitarlo, después de todo hace unos días me acababa de mudar a este vecindario, y papa no se digno a levantarme, lo más seguro es que el viejo estuviese más cansado que yo, después de todo, la edad era cruel.

Suspire pesadamente mientras abría mis ojos, y veía aquel techo blanco. El viejo se preocupo por que yo fuese quien tuviese mayor comodidad, pues sabía de sobra que yo era quisquilloso y podía llegar a ser molesto cuando quería algo, o un algo no me gustaba.

–Escuela… ni de coña tengo ganas de ir –dije mientras me tapaba con las mantas. La habitación era alumbrada por una ventana de mi habitación, aunque sinceramente, aquello no me agradaba. Me gustaban las ventanas, siempre y cuando no hubiera sol que las alumbrase. Prefería la obscuridad, y por lo mismo, la tape con una manta para que no me despertase, pero debió caerse en algún momento de la noche sin que escuchase. Porque ahora me da directo a la cara.

Sonreí para mi mismo ante la idea de quedarme toda la tarde aquí, tirado, durmiendo, pero como siempre, hay alguien que te jode el día, y en este caso, fue un portazo que me hizo sobresaltarme y casi me da el paro.

–Buenos días mocoso, anda despierta que tienes que ir a la escuela. Y si no despiertas te echare medio bote de agua encima –aquella amenaza no era juego, una vez lo hizo y por poco me asesina, aunque claro, fue accidental su casi asesinato. Pero no podía culparlo, después de todo, tengo el sueño en realidad muy pesado y si hubiera sido él, yo me hubiese echado más de un bote.

–No tengo ganas de ir a la escuela, es el primer día que estamos aquí –le reproche mientras me tapaba aun. El me destapo y pude ver su feo rostro, degradado con los años y aquellos corajes que le hacía tener.

Suerte que el viejo a veces era blando, y esperaba que le diese ese ataque de cariño como a veces le daba, aunque prefería que me diese su amor mas tarde. No quería aun levantarme de la cama.

–Deja de quejarte, y levántate, aunque sea el primer día, un día mas o un día menos, hace la diferencia, y si no te levantas, veras como hare que no entres en la cocina y no salgas de esta casa para que estés coqueteando por ahí –dijo con molestia, entonces si me senté de golpe. Una cosa es que me amenazase con agua, otra que me quisiese amenazar con no entrar a la cocina, pues igual podía conseguir trabajo de chef; pero  otra muy diferente, era querer meterse con mis coqueteos a las damas. Ahí es cuando él era serio.

–Vale ya voy, ¿Me darás la dirección cierto? Espera abajo que ya me cambio –le dije mientras sacaba las piernas de las mantas, me salía de la cama en pijama y lo sacaba sutilmente de aquella habitación.

 

 

Llegue sin tener que encontrarme al vigilante en la entrada, quizás levantarme temprano había funcionado, o era que algo bueno pasaría hoy, pero de algún modo logre llegar a la institución temprano. Pase de los maestros que quisieron ayudarme a llegar, incluso de mis amigos, y me senté en mi pupitre.

No tardaron mucho en llegar los demás, y lo de siempre, el timbre y las personas entrando. Pero me llamo la atención aquel rubito que entro sin pedir permiso, sin presentarse, solo sentarse en un lugar vacio, e incluso al profesor le llamo la atención el chico; y solo entonces me relamí sonriendo ligeramente. Un extraño bocado.

El profesor le miro con extrañez, pero el mismo solo bajo la mirada y comenzó a sacar sus libros, uno por uno. Los alumnos, incluyéndome –algo que era muy raro– le veían como si hubiese explotado algo, o fuese la cosa más interesante del momento. El aura que desprendía ese chico, era extraña. Cuando veía a una chica, se ponía amigable, pero se volvía de modo sádico cuando veía un hombre, era muy peculiar. Su cabellera rubia, que tapaba uno de sus ojos, y si no me falla, tendría los ojos como cualquier rubio, azules.

Su aspecto era como un cocodrilo rosa entre nosotros, y aquello lo hacía llamativo. Normalmente no me inmiscuía en los demás, y no lo haría con él. Lo dejaría en paz, de todos modos no es como si ese chico fuese relevante.

 

 

Cuando llegue, había decidido pasar desapercibido, pero el pasar sin presentarme y solo sentarme al primer lugar que encontrase, fue una muy mala idea. Había hecho lo que no quería, atraer miradas, y aunque de las chicas me gustaba, de los chicos las aborrecía. Uno que otro que me miraba entrecerré los ojos y le gruñí molesto, ellos solo tragaron duro y se voltearon a otro lado.

Sentía una mirada en mi nuca, pero volteaba, de un lado a otro disimuladamente y nada. Chasquee la lengua algo molesto y mejor me puse a atender la clase.

Cuando acabo la misma junto con otras más, empezó el receso, las chicas comenzaron a levantarse y sus pequeñas faldas de colegialas se movieron de un lado a otro, no pude evitar imaginarme cosas morbosas con ello y suspirar. Eso, hasta que alguien me puso su mano en mi hombro y le mire de reojo, un chico… que desagradable.

Era pelinegro y ojos igual de obscuros. Le mire lo mas pasible que pude y sonreí un poco, intentando parecer tranquilo.

–Hola, soy Luffy, ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?... ¿Te gusta la comida? –todas aquellas preguntas por un momento me hicieron querer darle un golpe y callarle. Naturalmente no estaba acostumbrado a más personas, o a un lugar donde unos fuesen dulces o amigables conmigo, no, jamás había vivido tal cosa. Y aquello me aterraba de una manera que aun no comprendía demasiado bien.

–Mi nombre, es Sanji, Kuroashi… no Sanji –dije algo inseguro a la vez que el me tomaba la mano y la estrechaba, y no pude evitar sentir un escalofrío. Quise quitarla de inmediato, pero no me dejo, y solo me limite a intentar parecer normal y sonriente.

–¿También te gusta la comida? –sonrió con un toque infantil e inocente, y por un momento no me dio tanto terror que el también pudiese hacer lo que los demás de mi anterior instituto. En ese momento quise reír, pero no lo hice, solo hice una mueca.

–Prefiero mas bien, cocinar la comida, me gusta cocinar –le explique mientras ambos soltábamos nuestras manos. Tenía bien puesto el uniforme, al igual que yo. Su camisa blanca con todos los botones, el saco de encima color azul marino, los pantalones igual, y la corbata roja que daba la impresión de ser de tela de satín, más no lo era. Y sobre todo, el cinturón negro, o café ya sea el caso, pero él lo tenía café. En cambio el mío era negro.

–Ah ya veo, ¿Cocinarías para mí? –dijo un tanto emocionado, quizás con algo de exageración, pero ante aquello solo me encogí un poco y solo sonreí para asentir. Debía cambiar en esta institución, no mostrarme como antes. Ser diferente.

Se diferente Sanji, no les muestres tu verdadero ser, se diferente. ¡Se discreto! No seas como antes, solo, se tu mismo, sin ser tu.

 

Todo cambiaria en esta institución, algo me lo decía, aunque lo que más me preguntaba, era si era para bien, o para mal.

Notas finales:

Decidi usar un diferente estilo de narracion, ya que la historia de misterio, tendran que encontrar ustedes mismos al asesino hahahaha. La verdad es que esta idea surgio de un libro, que ni recuerdo el nombre, pero era de misterio, y me entraron ganas de esto, por cierto, a quien le gusta la necrofilia?

Pronto subire un ff Zosan de necrofilia. Espero algunos les agrade, tambien sera de misterio, ya luego les aviso cuando suba el capitulo. 

Dejen sus rws!! Quizas y no esta bueno... continuo?

Ciaossu~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).