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HUELLA FOTOGRAFICA por steve98

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Notas del capitulo:

Bien, aqui esta el... Capitulo de la semana xDD aqui estoy de incognito por que estoy aun castigado u-u de verdad, mis papas no se como le hacen para aguantarme, pero,.. Son padres!(?) xD

Bien despues de todo, Natsuki aqui esta tu siguiente capitulo ahora presioname para el otro weon!! _ _||| Haa... Bien, actuallizare este cada mm Miercoles-Viernes. Uno de esos dos dias, lo prometo .A. <3 Natsuki estara para supervisarme o que follen mi cadaver duramente(?) si no cumplo!... A menos que este en mal estado o bla bla etc etc! XD

igual hoy fue divertido... saque un poco de mi agresividad usual... Y toque un pecho .A. XD gomen u-u xD<3  

–Eres una molestia –susurre para mi mismo. Tenia las manos húmedas, me las acababa de lavar, me mire las uñas, aun estaban sucias, ¿por que no se iba esta suciedad? ¿De donde salió? Me era estresante no poder quitarme lo sucio de ello, y mas aun si me daba cuenta de ello. Gruñí molesto, y escuche unas pisadas, pero sin mas, desaparecieron. Suspire cansado.

–¿Que haces? –escuche una vocecita que supe que era del pelinegro. Voltee algo asustado a verlo, mierda... Mis manos no estaban sucias, esto... Esto podía ser una alucinación, o quizás un sueño. El pelinegro llevaba unas orejas de gato y unos bigotes salientes de su morena piel. Era extraño y escalofriante, pero fascinante.

–L-luffy, ¿por que tienes esas orejas? –pregunte para después tratar de tocarlas, pero se hizo hacia atrás, y no volví a intentarlo. Me miro curioso. Estaba casi seguro de que lo alucinaba, de nuevo regresaban las alucinaciones... Debía salir de la escuela o podrían pasar cosas que harían que me sacaran de la institución, de nuevo. Y, seria una molestia... De nuevo molestaría al viejo, y era lo que menos quería, ser una molestia. Respire profundamente cuando el abrió la boca para contestar a mi pregunta.

–Son las únicas que tengo, ¿ves? –dijo divertido mostrándome su lateral de la cabeza, pero no había nada, o al menos nada mas que cabello y mas cabello negro. Respire entrecortado y sentí el sudor de mi espalda, estaba tenso, necesitaba dormir, ¿seria el cansancio?

–Lo siento, debo irme –le dije dandole palmaditas en la cabeza y sentí un piquete en mi pierna izquierda que hizo que pegara un salto, pero no dije nada, ni siquiera voltee a ver al tipo, solo salí corriendo. Supe que baje unas escaleras y cruce varias puertas, que doble esquinas, pero no sabia a donde iba, solo, y simplemente, corría. Corría desenfrenado en busca de una salida, en busca de algo que pudiera calmarme. De un momento a otro me encontré en la biblioteca y aspire hondo, ni siquiera me había dado cuenta que no había respirado.

El olor a libro viejo entro en mi nariz, y disfrute del mismo, no me desagradaba, seria un buen lugar para descansar. Busque una mesa, y me senté en una de las sillas para recargarme en el respaldo, cerrando los ojos. Después de unos minutos supe que no me dormiría tan fácilmente y debía leer al menos algo antes de dormir, si no, no estaría a gusto.

Me levante y busque por los estantes, fantasía, suspenso, terror, infantiles. Debería ver cuales eran mis gustos, pero eran tan variados, que no sabia exactamente que es lo que me gustaba. Probaba miles de libros, tratando de encontrar los estilos de narración que prefería, si me gustaban cortos o largos, pequeños o grandes. Quizás de pasta dura, o suave, eran variados. Tenia libros en la casa, alrededor de cien, si no es que mas, o un poco menos.

Pase el dedo por uno de pasta suave y lo saque, se llamaba "El psicoanalista", de John Katzenbach, leí el resumen, y después suspire pesadamente. Era de suspenso, pero no tenia ganas de algo así, tenia un sabor extraño en la boca, prefería en estos momentos algo mas romántico y tipo fantasía. Lo devolví a su lugar.

Vi un libro entre otros, amontonado. Lo agarre y le limpie el polvo, "Corazon Negro", esperaba que fuera bueno, por que al menos su pasta me intereso. Lo lleve conmigo hasta la mesa donde anteriormente estaba sentado, lo abrí en las primeras paginas hasta donde estaba el primer capitulo. Lo leí, hasta que sentí haberme quedado dormido, a saber cuando fue, que en alguna parte de aquel interesante libro de romance me había enredado y me ayudo a conciliar el sueño.

Sentía que corría, estaba húmedo, y cansado, o al menos debía estarlo, por que sentía por mis venas correr sangre a todo galope, mis pulmones llenos de aire y dolía horrores, pero no estaba cansado, me sentía caliente, húmedo, como la lluvia cayendo por mi cuerpo mientras yo hacia ejercicio, pero no. Estaba enérgico, quizás adrenalina.

–Debes morir... Junto con todos los demás... Muere... Sanji –lo ultimo sonó como un susurro demasiado realista y me hizo abrir los ojos de golpe, tenia enfrente a un tipo extraño, por un momento pensé "sigo en el sueño" pero, yo jamas he sentido unos labios sobre los míos tan reales, calientes... Húmedos. Eran cálidos, pero transmitían una extraña tristeza y ternura mezclada, me asustaba. Entonces reaccione y me aleje de el de golpe. Caí de la silla con la respiración agitada.

–¿Que?... ¿P-por que?... –¿nunca se han encontrado en una situación demasiado extraña, en la que simplemente las palabras no te salen por que a pesar de estar viendo la situación, no entiendes ni una mierda? Seguro que si, a todos nos ha pasado alguna vez, y es horrible ¿no? Bien, esa misma sensación era la que estaba sintiendo en esos momentos.

–Lo siento –susurro el chico. Sentí algo extraño en mi pecho, algo parecido a describirlo como un vuelco. Y después millones de cosas extrañas aflorando, entonces tu mente se vuelve una maraña y no sabes que hacer, si quedarte así o no, pero aun cuando hayas decidido o no moverte, no puedes, tu mente simplemente aun esta en shock y pareciese que no se le quitara. Antes me ocurría, con algunos animales al verlo, tendía a ser muy miedoso a cualquier animal que veía, les temía sobretodo a los perros, pero ya no. Ahora, son solo los insectos.

–¿Que?... Yo... Ah... –piensa rápido Sanji. No, como siempre, en los momentos menos adecuados era cuando mi mente se le ocurría poner en estado vegetativo a mi cuerpo por completo y hacia que me sucediesen este tipo de cosas. Solo recuerdo el negro de la inconsciencia.... De nuevo.

 


Esto era lo que pasaba cuando te dejabas guiar por el instinto, no debía hacerlo, lo sabia, debía tener cuidado, pero... Ese rubio, durmiendo en la biblioteca, no lo bese por completo, pero por poco lo hago, y despertó justo cuando pensé que le besaría lo que era bien, que me había armado de valor por así decirlo, pero entonces abrió sus ojos, se los tallo y se volteo a otro lado. La verdad me había quedado estático en ese momento.

Pensé que gritaría, que me golpearía o alguna otra cosa, pero no que solo bostezaría como niño pequeño que no se quiere levantar y daría a otro rumbo. Tsk, al parecer mi cuerpo le tenia ganas a ese rubio, pero no, seguro solo era que era nuevo y aquello me causaba curiosidad. Solía ocurrirme cuando era chico, pensar que me gustaban los hombres pero era pura y mera curiosidad de saber mas de ellos.

Por pura gana, acaricie aquel cabello rubio, era sedoso al tacto y muy suave, demasiado... Este tipo de pelo era bien cuidado o es que lo habría heredado de alguien que se lo cuidaba de tal manera.

–Así que... Sanji –susurre y después mire el libro que estaba seguramente leyendo. Corazon negro. Extraño... Nunca había leído aquel libro,aunque tampoco es como si la literatura me atrajera demasiado, prefería las clases de kendo, o karate, prefería algo movido y brusco, a estar encerrado leyendo. Y últimamente estaba necesitado de sexo, quizás eso también influía en que quería besar a aquel rubito. Una vez que besaba a alguien lo quería todo,y al menos me detuve con el, o lo hubiese querido tener todo.

Debía salir de ahí, seguro me vio, pero no me recordaría para cuando despierte por completo. Suspire, esta noche, necesitaba sexo, y lo tendría, iría a un prostíbulo o algún lado. Ya vería que excusa saco para el trabajo.

Al salir de las instalaciones, vi a un oficial, pero no dije nada, al igual que cualquier persona normal, pensaba que lo mejor era no inmiscuirme en los asuntos de otros, quizás es que algo había ocurrido. Escuche en las noticias que hace poco un asesino se escapo de la cárcel, aun me pregunto como le hizo. Estaba en Impel Down, una de las mejores cárceles para reos del estado, no pudo haberse escapado con algo simple, debió usar algo complejo.

Quizás –y estaba seguro– de que lo investigaría llegando a casa. Lo primero que haría seria checar en internet sobre un tal Doflamingo, e investigar si nuestra escuela a tenido algún cambio o incidente, todo era importante, todo valía, y este tipo de cosas no podían dejarse pasar. Eran... Interesantes.

Suspire pesadamente rascándome la nuca, y fui directo a mi bicicleta, donde la agarre y me fui a casa. Al llegar, al contrario de lo que pude haber pensado, no me fui a la laptop. Lo primero que hice es ir a la cocina, donde propuse hacerme un licuado.

Cuando deje los ingredientes –sin azúcar, no me gustaban los dulces– listos en la licuadora, la encendí y me fui al sofá, donde estaba la laptop, siempre la dejaba ahí. Prendí la televisión y el otro aparato por igual. La televisión me relajaba, ademas, igual me mantenía informado y divertido, me ayudaba igual a mantenerme distraído del estrés que suponía debía tener por todos los estudios y deberes.

–Será mejor las caricaturas –me dije mientras escuche un golpeteo contra la ventana, vi un gato cafe, de patas negras y el rostro igual, sus ojos azules. Hacia tiempo lo había encontrado en la calle, de alguna u otra manera logro encariñarse conmigo y tomarme confianza. Sonreí un poco cuando se puso contra el sillón, quizás pensando en que el mismo era parte de mi y sentiría aquellos ronroneos. Solo puse mis pies sobre el sofá y me miro, se subió de un salto a mis piernas y suspire.

–Quitate, necesito trabajar –le dije dandole unas caricias. Solo dio un maullido y se acurruco, le agarre del pellejo y lo puse abajo, me miro y después se fue indignado, o eso pareció. Reí ligeramente, ese gato era un idiota, ya mas de rato compraría comida para el, seguro vuelve.

–Veamos –la laptop estaba en Google. Al parecer la deje prendida, creo que ayer me quede dormido, si, y por eso fue que me levante apresurado y por suerte llegue temprano a la escuela.

Tecleé "Reo Doflamingo, Impel Down" y miles de noticias se dispararon en el aparato. Pique la primera que me salía, era una pagina de noticias.

"¡Doflamingo, asesino serial se ha fugado!"

Decía la portada, podía descargar el periódico de hoy, solo pase las paginas y sentí mi mandíbula tensarse cuando leí el mismo

"Se ha encontrado el cuerpo de un hombre inocente, se sospecha que el reo Doflamingo puede tener algo que ver. Las autoridades nos han informado que quien fuera que haya hecho esto, lo encontrarían. El sujeto afectado fue encontrado por su sobrina, quien había estado empezando a vivir con el desde hace mas de tres meses. Los padres al parecer estaban de viaje por cuestiones de trabajo, el asesinato ocurrió a alrededor de las 10:30 de la noche..."

Debía tener cuidado con todo, me intereso aquello, ¿que mas sabia la policía? Sonreí para mi mismo, eran unos incompetentes, necesitaban de alguien inteligente. Aunque que yo sepa, habían cambiado un poco los grupos de los polis. Debía checar. Pero por ahora, solo debía dormir, eran las 6:00 de la tarde, pero seguía teniendo sueño.

Era propenso a tener sueño desde la mañana, hasta que caía la noche, mi cuerpo siempre necesitaba reposo –la verdad no, pero era un vago, y no había nada interesante que pudiese hacer durante el día. Si me consiguiese un trabajo decente, que ser mas que un maestro substituto o segundo al mando en un lugar de kendo, creo que seria mas interesante y no ocuparía tanto mi tiempo durmiendo la mayor parte del día y solo manteniéndome despierto cuando se necesitaba.

–Oi, ¡Chocolate! ¿Sigues aquí? Te traeré algo de comer apestoso –dije risueño. Al menos caminar de aquí a algún súper o mini market lejos de aquí no me haría daño, seria ejercicio, y hoy no asistí al kendo, no había, o mas bien, no me necesitaban.

 


De nuevo, desperté en mi cama, bajo las sabanas acurrucado, como si miedo tuviese, aunque por lo general mi cuerpo despertaba así aunque despertase de buen humor, era algo normal. Lo anormal, era que papa no me hubiese despertado, me levante y mire el reloj, sentí un ligero dolor en las costillas y me toque, pero solo empeoro y lo deje, una molestia se hizo presente y levante mi camisa del pijama, viendo unas vendas, no tuve mas que tragar grueso y ponerme a imaginar cosas, ¿habría pasado de nuevo? Si aquello era verdad, no tendría el valor de salir del cuarto, aunque, igual, tenia la excusa de curiosidad por saber si era eso.

Escuche un maullido, mire el cuarto, una cajita y llena de ropa, salió una cabecita peluda pelirroja y felina, después le siguieron otras, y empezaron a maullar. Me acerque y los acaricie sonriendo, ¿pero que hacían ahí? Los deje ahí de nuevo antes de que me enternecieran por completo y me los llevase a la cama. Eran cinco en total.

Abrí la puerta ligeramente y salí, escuche unas voces abajo y me asome por las escaleras, al instante mis piernas perdieron la fuerza y mi piel el color, era la policía. De nuevo quise arrastrarme hacia arriba por las escaleras, pero tope con un pie, pase saliva de nuevo. Mire hacia arriba, un hombre moreno me observaba con curiosidad.

–¿Sanji? –dijo, entrecerrando sus ojos, su voz era mas grave de lo que pensaba. Su pelo era negro y tenia algo de barba y unas grandes ojeras, créanme que cuando digo que eran muy marcadas, era por que lo eran. Asentí por inercia mas que nada, podría decirse que tenia la cola entre las patas, pero aquello estaba mal. No podía mostrarme así, me recompuse y le sonreí un poco.

–Si, yo... Ya iba a la escuela –le explique mientras me levantaba y bajaba escalón por escalón con sumo cuidado, mis pies aun estaban flaqueando un poco, entonces papa me vio y tuve una punzada en el pecho, la ligera corazonada de que me vería con rencor, pero sonrió ligeramente y después volvió a la platica con el oficial, por alguna razón aquello me causo alivio, no quería tener que encontrar el rencor ni el odio en sus palabras, no en el. Todos menos el, quien por ultimo parecía confiar en mi.

–¿A las 10 de la mañana? ¿No crees que es algo tarde? –dijo aquella voz de nuevo, por un momento me tense, pero lo ignore, y volví a mi "lugar feliz" ese donde aquel mi viejo se sentía orgulloso aunque fuese un poco de este insensato mocoso.

Le sonreí de igual manera aunque ya no me viese, y fui directo a la cocina, ignore al tipo, solo me traería problemas contestar algo, me redimiría a quedar callado. De nuevo la molestia en mis costillas se hizo presente y toque esta vez, con mas delicadeza. Pase mis dedos por sobre la ropa y donde sentía la venda.

–¿Que haces? –pregunto. Era demasiado irritante ¿por que me seguía? Fruncí el ceño y lo volví a ignorar. Quizás si seguía haciendo eso, dejaría de preguntar, se aburriría y me dejaría en paz.

Suspiro y solo me puse el tazón lleno de leche. Muchos dirían que primero en el cereal, eran las hojuelas y luego el liquido, pero por alguna razón siempre terminaba haciendolo al revés, debía empezar a corregirlo si no quería que me viesen raro solo por eso –créanme, la sociedad es capaz de cualquier cosa con tal de encontrar una excusa de burla para alguien y hacerlo lo mas patético que puedan hasta quitarle la gracia–.

–¿Desayunaras? –bien, este tipo no se rendiría, creo que me había quedado claro. Suspire para mi mismo y revolví mis cabellos, le miré y asentí.

–¿Por que no hablas? –preguntó curioso. Grrr.... Lo mataría si no se callaba. Se sentó en una silla y se cruzo de piernas para después sacar su celular. Entonces recordé un extraño sueño que tuve anoche, o bueno, en la mañana, pero estaba dormido y mientras este echando siesta para mi da igual si es de noche o día, yo digo que es de noche, punto.

Un extraño peliverde me besaba... Toque mis labios y después estruje mi pecho mordiendome el labio inferior nervioso, por alguna razón, no me desagrado, aunque yo era un mujeriego, el beso con un chico, no me desagrado. ¡No, el era un chico! Lo pienso demasiado, debo dejarlo.

–¿Sabes por que tienes esas vendas? –pregunto desinteresadamente el moreno. Le vi de reojo mientras servia las hojuelas y después me daba una cucharada en la boca. Cuando acabe de tragar, le sonreí un poco, trataría de ser amable, quizás sabia por que, al parecer tengo un pequeño lapso de amnesia. Seguro se me pasaría, aunque me dolía a horrores el cuerpo.

–No –después seguí comiendo.

–Casi asesinas a 3 tipos, por cierto uno de los gatitos murió –dijo mientras parecía interesado en algo que veía en su aparato, solo le mire extrañado, aunque no tanto. ¿Habría empezado de nuevo alguna pelea?...

Mierda... Ya lo recordaba... Por un momento quisieron llenarse de lagrimas los ojos, pero solo suspire, recordaba haber salido de la escuela, había comenzado a nublarse y había una caja con gatitos, donde unos chicos comenzaron a patear y mojarlos, morirían si no les salvaba. Todavía sentía la ira corroer mis venas, tenia ganas de arrancarles vena por vena, pedazo de piel por pedazo. Entonces sin mas, me atreví a golpearlos y tratar de que dejasen los gatitos.

–¿Donde están? –pregunte, aunque sabia que estaban en mi cuarto.

–Tu padre dijo que los pondría en tu habitación, le sugerí que los llevaríamos a regalarlos entre los policías y personas que conociésemos, pero dijo que te molestarías, y era mejor que te los dejásemos, luego el ya hablaría contigo –me dijo. Asentí y cuando acabe de comer deje los platos, ya los lavaría y recogería, salí a la sala con cuidado. Solo queria escuchar un poco, pero el crujido de la puerta hizo que ambos hombres se voltearan a verme y me tense.

–Lo siento... Yo... –esto era incomodo.

–Ven Sanji, el oficial quiere hablar contigo. El es el oficial Smocker –dijo presentandomelo cuando asentí y fui a uno de los sillones a sentarme rígidamente.

–Mucho gusto, soy Sanji –murmure con cautela. No me daba buena espina que estos tipos hayan aparecido de repente en mi casa, quería echarlos, a patadas si se pudiese, pero me conformaría con solo echarlos lejos.

–Mucho gusto niño, venimos por que estábamos preocupados, y estarás bajo vigilancia por ser sospechoso de un asesinato –.

–Ah... Que bien –me alce de hombros algo cohibido. ¿"Que bien"? ¿Enserio? Si, de verdad que no podía ser peor para las cosas tensas, siempre tenia que salirme mal. El oficial pareció molesto ante mi reacción y solo vi a mi padre que me vio con reproche, si me iban a regañar por no saber como llevar la situación... Ahora seria el momento mas vergonzoso.

Pero en eso sonó el timbre de la casa. Papa se levanto y fue a ver. De algún modo, fui "salvado por la campana".

Notas finales:

No me han dicho nada del nuevo estilo de narracion weones! Mmm total espero que hayan disfrutado

Saben por que existe la expresion llamada "salvado por la campana?" bueno, en la edad antigua, cuando las personas se emborrachaban demasiado a algunos les daba un estado catátonico o algo asi, haciendoles ver, COMO MUERTOS, no respiraban ni tenian pulso, asi que los enterraban, pero al ver que "regresaban a la vida" pues supieron que no estaban miertos y solo era de momento, aunque no todos sobrevivian a tal cosa. Para hacer las cosas mas faciles, las personas comenzaron a sepultar a los demas con hilos en sus manos que sobresalian de la tierra y una camopana, dejaban a alguien ahi, de tal modo que si seguias vivo, lo unico que tenias que hacer seria jalar la campana y lo sacarian de la tierra.

Y por eso se invento el cooosmooos -w- de que hablaba xD? Igual dejen rws? Continuo o no? ._. 

al menos unos 6 -w-)/ thank you~! Dedicado a elliot :3

Ciaossu~!


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