EL PRINCIPE CARMESI Y EL PRINCIPE POBRE
Bajo un día caluroso estaba sentado, más allá de la ciudad un joven que vestía con simples ropas; tenía el cabello de color dorado, sus ojos eran azules como el cielo y su piel de tez canela. Sentado estaba el bajo el inmenso sol de aquella ciudad, levantaba la mano pidiendo algunos mendrugos de pan, cosa que era rechazado por los habitantes.
A su lado estaba el fiel perro de color blanco y manchado de gruesas gotas negras en su espalda.
-gerardo!!!- así se llamaba aquel amigo que mas que ser un amigo era el guardián del chico, era el único que conocía toda la vida del ojiazul.
Pero a pesar de estar con simples ropajes este llamaba mucho la atención por sus ojos de un bellísimo color, cansado ya de esto decidió ocultar su rostro al mundo tapándolo con una manta harapienta.
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Más allá fuera de la ciudad llegaba un joven de cabellera negra y ojos del mismo color.
-vine para salvarlos- decía el- yo matare al demonio de esta ciudad y salvare a los ciudadanos de su acoso.
El príncipe, quien había sido nombrado así por los ciudadanos, había recorrido toda la ciudad limpiándola del mal y acabando con los villanos.
Más allá, en la mitad de la ciudad se encontraba un ser algo extraño, tenía una manta vieja sobre la cabeza ocultando su rostro, mas sospechoso no podía ser; este levantaba la mano y los que pasaban a su alrededor le daban algo…..
-los está amenazando-dijo el príncipe desenfundando su espada viendo a la criatura, el se dio cuenta que a su lado había otra criatura de peludo pelaje.- yo los salvare- exclamo él y de un grito se acerco.
La criatura peluda comenzó a emitir ruidos molestos provenientes de su hocico, blandiendo su espada, le corto la cabeza…el silencio gobernó aquel lugar. El demonio se comenzó a acercar a la pared, no tenia escapatoria, el príncipe seguía moviendo su espada haciendo cortes por doquier… el último ataque, la espada subió a los cielos y bajo con dirección a donde debería estar el corazón del demonio…un grito…solo eso y cayó al piso, las personas lo vieron, nadie dijo nada….el príncipe vio el rostro del demonio, cabello rubio y ojos que eran azules…
-no….
El príncipe vio aquel rostro…era la persona que había buscando por tanto tiempo…
-no puede ser…
…y hay estaba aquel joven rubio de ojos azules a quien tanto había buscado y por fin lo había encontrado…
…ahí estaba, en el suelo…
…hay estaba su pequeño hermano muerto…
…hay estaba parado la persona que había prometido protegerlo años atrás…
…ahí estaba el perro que le dio en su cumpleaños…muerto…
…hay estaba…derramando la sangre…
…hay estaba la persona que busco en sus sueños…
…ahí estaba la persona que quería…
…ahí estaba la persona de la cual se había enamorado perdidamente sin importarle que tuvieran algún lazo…
-¿Por qué…?- se decía a si mismo el príncipe….
-…no te preocupes…-susurro alguien, el príncipe levanto al mirada y vio que apoyado en la pared estaba su amado.
-…Naru chan….
-…sabía que este día llegaría…el día en que tú me encontrarías…hermano…no me odies…por huir del palacio…
-no es tu culpa…recuerdas que fui yo el que te ayudo a escapar…
-…lo siento tanto….-el príncipe se acerco donde el rubio y lo comenzó a abrazar…
-vas a estar bien, tranquilízate, te llevare a un medico.
-…te quiero hermano….-y casi como un susurro que se llevo el viento, aquellas fueron las últimas palabras del mendigo.
-…NOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!! –Grito el príncipe, las lágrimas salieron de su rostro por montón, no podía creer esto.- regresa, Naru regresa.
…y hay bajo el inmenso sol y el cielo color azul, se encontraba en el suelo el cadáver de un príncipe con su fiel perro…y a su lado un príncipe de cabellos azabaches quien se negaba a la idea de haber perdido a la persona que tanto amaba.
En un mar de sangre roja, la espada del príncipe se teñía….este ya no era el príncipe azul, ahora se había convertido en el príncipe carmesí y la persona a su lado no era más un mendigo, era el príncipe pobre….que murió a manos de su querido hermano…