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Amigos con derecho. por CupcakeSmile

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Notas del fanfic:

Bueno, una cosa random que le escribí a Lani...y se molestó por el final que le hice :'D (?)

 

Espero les guste XDD random y sin revisar como todo lo que subo <3

 

Notas del capitulo:

Bueno no sé, vayan a leer coffe irish (??) -publicidad-

Yongguk se oponía a eso, no lo aceptaba: No. No. Y mil veces no. Por más que Junhong le hiciera un berrinche no lo dejaría ir a estudiar con Yongnam ¡Y es que él conocía a su hermano! Y no sería nada bueno que su inocente Zelo estuviera solo  con Yongnam. Pero poco le importo a Junhong la opinión de su Hyung, porque con un si o un no, igualmente se había escapado a casa de Yongnam, con una pequeña sorpresa  para éste.

Y es que no iban a estudiar, no,  Junhong sabía perfectamente que en casa de Yongnam siempre hacían de todo menos estudiar. Aunque hoy quería cambiar eso;  Y era que él y Yongnam tenían una relación algo…especial. Le apreciaba, mucho, tanto como a su Hyung, Yongguk, pero por alguna razón Yongnam tenía un no-sé-qué  que volvía loco a Zelo.

A penas llegó a su casa y entró, Yongnam lo dejó en la sala mientras él iba por su portátil y a apagar la cocina, y ahí Zelo aprovechó para darle su gran sorpresa: Se encerró en el baño y con rapidez se cambió sus jeans y camiseta, a un diminuto uniforme de colegiala, con falda corta de volantes y una muy linda camisa de marinerita.  Se colocó medías hasta los muslos y unos lindos zapatos de colegio con algo de tacón.

Salió riendo, y se sentó en la mesa con las piernas cruzadas, sonriendo pícaramente, aparte del uniforme había otra sorpresa bajo la ropa. Y sabía que eso volvería loco a Yongnam.

Yongnam regresó, y lo primero que hizo fue ver a Zelo y la mandíbula casi se le desencaja de la sorpresa y la baba inundó el piso.  Zelo sonrió de lado y se relamió los labios, provocativo, y abrió sus piernas para cambiar la manera en que estaban cruzadas, dejando ver un poco la ropa interior rosa.

-          Profesor Bang… -inquirió con voz seductora el menor ­– hmm… ¿Qué tiene para enseñarme hoy?

Y junto a esa pregunta, sus piernas se abrieron para quedarse así. Yongnam se relamió, deseoso.

-          Algo de anatomía no estaría mal…- y Zelo rio con las palabras de Yongnam, y se removió en la mesa, inquieto.

Yongnam se acercó lentamente, y se colocó entre las piernas del menor, acariciándolas lentamente, levantando un poco la falda para dejar ver más. La boca se le hacia agua, y tenía tantas ganas de ver que podía hacerle a ese niño tan precoz.

Arañó un poco sus muslos, y Zelo suspiró, mordiéndose el labio y orillándose más a la mesa, a lo que Yongnam tomó como invitación para tomarle del culo con fuerza y arrimarlo más, y comenzar a besarle el cuello con ímpetu.

Zelo se le restregaba necesitado, sonriendo, acariciándole la espalda lentamente; el mayor estaba entretenido devorándole el cuello al menor, dando mordiscos y chupones fuertes y largos, que resultaban en suspiros y jadeos del contrario.

Se separó por un momento y le levantó la falda, un jadeo de placer se escapó de sus labios al ver esa encantadora ropa interior, rosa y de volantes, femenina, que dejaba ver la cabeza de su miembro semi erecto.

Comenzó a besarle los muslos interiores, y aprovechaba a mordisquear un poco, y bajaba por sus piernas, besando detrás de sus rodillas y su empeine, su tobillo y pies.

-          Hm…profesor…no estoy aprendiendo nada…- jadeó, sonriendo.

-          No me interrumpas, jovencito maleducado. – le replicó, y le dio un fuerte manotazo en sus muslos a lo que Zelo gimió.

Volvió a su ropa interior, le levantó la falda lo más que pudo y restregó su nariz contra esa ropita interior tan linda. Su boca besó levemente el pequeño bulto y el menor tragó saliva, aguantándose las ganas de gritarle que lo hiciera más rápido.

Los siguientes minutos fueron tortura para el menor, quien deliraba de placer, moviendo levemente su cadera deseando que Yongnam hiciera algo más que darle simples roces en su entrepierna; Besos y caricias que lo volvían loco, haciéndolo pedir por más.

Por fin le sacó las lindas bragas de color rosa, y las lanzó por ahí. Se separó un poco para ver como se encontraba el menor en esos momentos: Sonrojado, con la boca entreabierta y jadeando agitado, un bulto levantaba su falda. Soy el culpable de ese problema,  pensó Yongnam y se volvió a poner entre sus piernas para comenzar a practicarle un lento y torturador oral.

Lo primero que Zelo hizo al sentir la mojada lengua del mayor en su miembro, fue echar la cabeza hacia atrás y gemir de placer, y mientras él se estremecía todo, Yongnam se encargaba de lamer y acariciar ese pedazo de carne.

Junhong enroscó sus piernas en el cuerpo del mayor, y enredando sus dedos en su cabello prácticamente lo obligaba a engullir por completo su sexo; y eso hizo, sonriente, Yongnam lo metió todo en su boca y comenzó un suave vaivén degustándolo.

-          Dios…- jadeó, mirando el techo - ¡Así Yongnam! No pares…

Pero contrario a los deseos del menor, Yongnam paró, logrando que Junhong  le gimiera en desapruebo.

-          ¿¡que diablos!? – le miró desconcertado, pero solo se ganó otro manotazo en su muslo.

-          Bájate de ahí y ponte contra la mesa.

 

Y todo aquello le parecía a Junhong tan sensual. La voz con la que se lo había dicho estaba cargada de deseo y sensualidad, que no dudó ni un segundo en obedecerle. Poniendo sus manos en la mesa, dejó el culo en alto, con la falda  cayendo por encima de sus nalgas, dejando a la vista hasta su alma.

Se removió, haciendo un sensual y erótico movimiento con sus piernas y culo. Yongnam se relamió, Junhong sabía como provocarlo.

-          Profesor…- gimió, en un tono totalmente indecoroso- Lo necesito adentro…

 

Pero Yongnam no contestó, al menos no con palabras, y la respuesta era todo lo contrario a los pedidos del menor.

Yongnam se acercó con una regla de madera en manos, quien sabe de donde la había sacado. Acarició con la regla en los lugares más sensibles: entre sus nalgas, lentamente, y por sus muslos interiores. Zelo jadeaba y gemía, moviendo sus caderas intentando sentir algo más que solo esa tímida caricia tan excitante.

-          Jovencito- habló Yongnam por encima de los gemidos del menor – Recite el abecedario. Espere que le indique que comience.

Y la sonrisa maliciosa que se dibujó en su rostro, Junhong no la pudo ver.  El menor asintió débilmente y  agachó su cabeza, sonriendo y mordiéndose el labio de anticipación. La regla acarició sus nalgas, suavemente, y Junhong supo que le esperaba.

La regla se alejó de su piel, y segundos luego impactó con fuerza en ella, haciendo a Junhong gemir y doblar un poco la espalda.

-          ¡Las vocales,  Junhong! – exigió Yongnam, volviendo a azotarle con la regla.

-          ¡A! – gritó en una especie de gemido, sonriendo de placer. Era tanto morbo.

De nuevo, una y otra vez la madera se impactaba contra sus nalgas, dejando roja y sensible su piel, y Junhong ya no sabe que hacer con tanto placer; Nunca entendió porque el dolor le hacia perder la cabeza de esa manera, y tampoco entendió porque a Yongnam le encantaba hacerlo. Aunque a é también.

Y mientras era azotado con la regla, él estaba tratando de recitarle el abecedario sin equivocarse u olvidar alguna letra. Y cada vez que se olvidaba de decir alguna letra, un golpe llegaba más fuerte de lo normal.

Al terminar con el abecedario, Yongnam acarició suavemente y hasta de manera tierna la sensible y roja piel de las nalgas del menor, dejó la regla a un lado, y una de sus manos comenzaron a darle nalgadas mientras que otra de ellas acariciaba lentamente su miembro.

Su mano iba de arriba abajo por ese gran falo, acariciando con la palma de sus manos  su glande, y luego bajando, para masajear sus testículos. Cerrando su palma sobre su miembro, subía y bajaba, lento, acelerando a veces para desesperarlo más.

Y Junhong simplemente se perdía de placer. Gimiendo, alto, casi jurando que los del departamento de al lado los escuchaban (Y sabia que lo hacían. Vecinas pervertidas). Yongnam se alejó de él para desabrocharse sus pantalones y bajárselos hasta los tobillos y Junhong sabía que seguía,  estaba impaciente por ello.

Se aferró con fuerza a la mesa cuando sintió las manos de Yongnam cerrarse en sus caderas, y de una sola estocada entró con fuerza en su interior, haciendo escapar un gemido ensordecedor de la boca de Zelo, y un gruñido de placer de parte del mayor.  Las embestidas no se hicieron esperar, primero lentas, disfrutando el momento, con calma, aunque calma era lo que Junhong menos tenía; Y moviendo su cadera algo más rápido, le indicaba al mayor que necesitaba con urgencia más.

-          Yongnam…- gimió y echó la cabeza hacia atrás - ¡Más!

Y esta vez si le obedeció, le embistió con fuerza, llegando hasta el fondo y tocando directamente su próstata.  Junhong se estremeció con fuerza y gimió, uno de sus brazos se fue hacia atrás, buscando sostenerse de su amante, consiguió su brazo y se lo arañó con fuerza, perdido totalmente en el placer.

Junhong dejó caer todo su peso en la mesa y arañó la tabla, pegando su mejilla a la madera y gimiendo como toda una puta, una y otra vez el nombre de su amante escapaba de sus labios y se mezclaba con sus gemidos.

-          ¡Dios!- gimió Yongnam, arañándole la cadera y dándole varias nalgadas.

-          ¡Yongnam! ¡Sí! – El menor movía su cadera contra él, tratando de hacer que el miembro del contrario entrara más hondo en sus entrañas- ¡Así! Hmm… ¡Justo ahí! Aahmm.

El mayor disminuyó  las embestidas, saliendo lentamente pero entrando con fuerza, logrando llegar hasta el fondo.

Y cuando Junhong creyó que estaba a punto de tener uno de los mejores orgasmos de su vida, gritándole a su amante que estaba a punto, y arqueándose, éste simplemente salió de su interior. Junhong gimió en protesta y se encogió.

-          ¡Yongnam! –le gritó totalmente agitado, excitado, moviendo sus piernas intentando sentir alguna fricción ahí- por favor…-jadeó- Quiero correrme…

-          No.

Fue la única respuesta y luego recibió una nalgada. Junhong se volteo y se agacho, sosteniéndose de las piernas de su amante, quien lo miró sonriendo sabiendo lo que se avecinaba.

El menor tomo con su mano el miembro del mayor, y su lengua comenzó a recorrerlo por todas partes, para luego meterlo en su boca y comenzar a mover su cabeza lentamente mientras chupaba con fuerza. Sus ojos estaban fijos en las expresiones del mayor, y él estaba perdiendo la cabeza, mirando a su pequeño desde arriba, acariciándole los cabellos mientras se mordía el labio.

Junhong, a diferencia de Yongnam, no era tan malo respecto al placer. El si dejaría que eyaculara, y lo lograría, sabía que estaba a punto; Lo reconocía al sentir los estremecimientos y gemidos, y estaba tan feliz por eso, su autoestima siempre subía al estar junto a Yongnam.

 

-          No…- gruñó de placer – quiero correrme dentro de ti.

-          Antes tuviste la oportunidad…- susurró Junhong, bombeando el miembro del mayor con su mano para poder hablar.

-          En la hm…mesa ¡Ahora! – exigió pese al placer que ahora le daba el pequeño.

 

Junhong hizo un puchero en desapruebo y se levantó.  Inmediatamente Yongnam lo tomó de la cintura y lo levantó, para colocarlo en la mesa. Pegó su espalda a la madera, sonriendo y abrió sus piernas, se mordió el labio y se removió inquieto, esperando que Yongnam lo penetrara, y cuando lo hizo, con fuerza, Junhong le rodeó el cuerpo con sus piernas y las embestidas no tardaron en llegar.

 

Los cuerpos sudados de los dos, moviéndose de manera salvaje encima de la pobre mesa que se estremecía debajo de ellos , los gemidos altos que se fundían en el aire y detrás del rostro de placer del menor, se escondía una feliz sonrisa.

Junhong no gemía, no, gritaba de placer, estaba totalmente descontrolado y Yongnam podía jurar que seguro algún alien había tomado el cuerpo de ese pequeño que tanto deseaba, porque sus reacciones y gemidos no eran normales.  Estaba actuando más…puto, que lo normal.

Los gemidos aumentaron cuando estaban cerca del climax, Junhong arañaba con fuerza la espalda de su amante, gimiéndole directamente al oído y a veces, jalándole un poco el cabello. Y Yongnam no se quedaba atrás, sus dedos se marcaban con fuerza en las caderas del menor, a quien embestía con todo el poder y fuerza que podía tener.

Junhong eyaculó en su abdomen, manchando el del contrario también, mientras gritaba con todo lo que daban sus pulmones, mientras que Yongnam terminó llenando su interior por completo, haciendo ronronear de manera sensual a Junhong, quien le mordisqueó la oreja a la vez que jadeaba agitado.

Se separan un poco, y se miraron a los ojos, Junhong río levemente y le tomó de la nuca para besarlo, al contrario que la anterior sesión de sexo, con mucha ternura y suavidad.

 

 

 

-          ¡no!  ¡El resultado es quinientos quince! – le regañó Yongnam pegándole en la cabeza a Junhong con el lápiz.

-          No sirves de maestro.  Por eso no entiendo.

-          Y tú no sirves de alumno.

Se miraron desafiantes por un momento y luego Junhong se inclinó encima de él para darle un piquito, riendo.

 

-          Aish, es una ecuación fácil – le explicó nuevamente la formula que ahora estudiaban, en la mesa, con Junhong mojado y solamente una bata de baño encima, al igual que Yongnam, solo que él cargaba unos viejos jeans.

-          ¡Ya comprendí! – le gritó medio molesto luego de que le explicara por quinta vez.

-          Gracias a dios, pequeño idiota- le revolvió el cabello y Junhong infló sus cachetes en protesta.

-          Ya…tengo que volver a casa. Yongguk Hyung estará molesto.

-          Suerte con él…

 

Junhong se levantó con todo el dolor del mundo y se vistió con su ropa, con calma. Arregló sus cosas en su mochila y cuando se giró, Yongnam estaba en la puerta, esperándolo. Se le acercó, sonriendo, y nervioso mientras pensaba las palabras que había estado planeando decir desde que llegó.

 

-          Yongnam Hyung…- susurró ahí, con la cabeza gacha y un leve sonrojo en las mejillas.

-          ¿pasa algo?

-          Yo…me preguntaba…-lo miró, y se mordió el labio- Es que yo…pienso que…

-          ¿Qué?- alzó una ceja, esperando, le estaba dando muchas vueltas.

-          Nosotros… ¿Qué somos nosotros?

 

Y la pregunta le cayó por sorpresa. Yongnam lo pensó ¿Qué eran?

 

-          Nosotros solo somos amigos – respondió firme.

-          Los amigos no tiene sexo en mesas en lugar de estudiar.

-          Junhong ¿A que viene tú pregunta? – respiró pesadamente y lo miró desafiante.  No,  por favor, que no dijera lo que él pensaba.

-          En que me gustas, más de lo que deberías. Te quiero. Y quiero que seamos algo más- ¡No, maldición eso no! Yongnam le miró totalmente asustado- quiero que cuando lo hagamos…haya sentimientos en eso. No quiero solo sexo vacío…

-          Entonces hubieras pensando en eso antes ¿No? – y las palabras le estaban cayendo a Zelo como un balde de agua fría- Antes de aceptar mi propuesta de ser amigos con derechos. Debiste pensarlo.  Porque yo no siento nada de lo que tu sientes por mi.

 

El menor abrió la boca para contestar, pero nada salió, simplemente lo miró con dolor, esperando que se retractara de sus palabras pero sólo generó un silencio totalmente incomodo y abrasador.

 

-          Entonces olvídate de seguir con esto…- murmuró, se notaba el dolor en sus palabras. No, simplemente no quería terminar con eso.

-          Me conseguiré a otro- ¡Y cada vez que hablaba más dolor sentía el menor!

-          … Vale…Cometí un error aceptando. Debí haberle hecho caso a hyung- desvió su mirada y sin decir mas nada escapó de ahí.

 

Llegó a casa, y todo fue peor, los regaños de Yongguk se le vinieron encima apenas entró, y con Himchan gritándole a Yongguk que se calmara, no pudo contenerse más y las lágrimas salieron.

Yongguk se paralizó, totalmente asustado,  y luego de una mirada totalmente acusadora de Himchan, se acercó al menor para abrazarlo y dejar que llorara en sus brazos.

Se sentaron en el sofá, y entre mimos y mimos de su Hyung, Junhong logró calmarse para poder contarle la razón de sus lágrimas; eso había hecho que Yongguk ardiera más, y otro regaño se presentó.

-          ¡Te advertí sobre Yongnam! –le dijo, susurrando, para no alarmarlo.

-          Lo sé…- se encogió entre sus brazos, buscando refugio.

-          Ese idiota…me las va a pagar…- resoplo y le beso con ternura la cabeza a Zelo- pero tenemos que hablar tú y yo en otro momento sobre esas sesiones de estudio…

-          No hay nada que hablar sobre eso Hyung.  Sólo quiero olvi…

Y antes de que pudiera terminar su frase, los labios de Yongguk aprisionaron los del menor en un beso lleno de ternura, y, según lo que Junhong sintió al corresponderle, sentimientos.

Fue un beso tierno y suave, que sin decir nada, le llenaba de calma y promesas, y sentimiento de querer. Se sentía querido, porque Yongnam jamás lo había besado así, y ahora que lo notaba, los labios de Yongguk eran más suaves y cálidos, y simplemente se dejó llevar.

Cuando se separaron, se miraron por un momento, con sus frentes unidas, y respirando de manera pesada. Junhong tragó saliva y logró articular su pregunta.

 

-          …¿Qué fue eso?

-          Un beso. – y Junhong no pudo evitar reír.

-          Lo sé idiota, pero ¿por qué?

-          Porque…tengo celos de mi hermano, y me gustas.

 

Y el menor no supo que contestar,  el corazón le latió totalmente desbocado ¿Qué su Hyung que?

No quería ser cruel, no…

-          Pero yo quiero a tu hermano…- se mordió el labio, nervioso, no quería herirlo.

-          Soy su gemelo… Algo te debe gustar de mi, somos iguales… -le dijo casi desesperanzado. Y Junhong sonrió.

-          No. Eres diferente- susurró, y le tomó del rostro con suavidad- Tu eres diferente. Todo tú eres diferente Hyung.

-          ¿Y eso es bueno o malo?

-          Es bueno- y le dio un piquito- Es bueno porque me gusta que seas diferente, porque Yongnam es un idiota sin sentimientos. Tu eres tierno…y cariñoso- Y Yongguk sonreía de manera boba mientras Junhong le hablaba de las cosas que le gustaban de él- Si me soportas…puedo darte una oportunidad.

 

Yongguk río levemente, y unió sus labios nuevamente en un beso.

 

-          Totalmente de acuerdo. 

Notas finales:

EEEEEEEEEEEEEEN FIN, no me maten :'D

Bye


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