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El hombre que canta y baila por HSMJYJ_6501

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Notas del fanfic:

Esto lo escribí inspirándome en el creepypasta de El hombre que canta y baila. Le agregué algunas cosas para hacerlo más interesante y me pareció perfecto hacer una especie de versión de EXO.

Notas del capitulo:

¡Disfruten! ^^

Cuando vayas al pueblo de Yoryang, al norte del sur de Corea, en cualquiera de los hogares aún en pie, si preguntas por el incidente del hombre que canta y baila ten por seguro que nadie va a darte una respuesta. Algunas personas te mirarán con una expresión angustiada, otros te dirán un 'lo siento' antes de comenzar a sollozar y los demás simplemente te cerrarán la puerta con un gesto horrorizado.
Todos ellos recuerdan al hombre que canta y baila, pero nadie lo menciona, ni siquiera su nombre es recordado entre los habitantes del pueblo.
Si prestas especial atención, todas estas personas rondarán la tercera edad. Es natural, en esa época, Yoryang era un pueblo joven. Y los jóvenes fueron los únicos que soportaron tanto sufrimiento.
Era una agradable tarde de otoño en 1968 cuando aquello ocurrió. Kim Jongin, el hijo del alcalde, estaba haciendo el inventario en la pequeña tienda de antigüedades. La tienda perteneció a varias generaciones de su familia, así que, sin importar quién fuera su padre, Jongin tenía que encargarse de la tradición familiar. Algunos decían que permanecer en el negocio por más de siete años para después transferirlo a sus hijos, era de buen augurio.
Esa misma tarde, el timbre de 'Hangul-yak Store' sorprendió a Jongin con un gran tintineo, dejando ver por la puerta a Byun Baekhyun, su mejor amigo desde la infancia. Pareciera que acaba de correr un maratón puesto que su ropa se le pegaba un poco al cuerpo y su cabello estaba alborotado como si hubiese estado a campo abierto en medio de un tornado.
—Jongin, tienes que venir enseguida —Baekhyun gimoteó agotado por el esfuerzo físico, aunque por más que corriera, siempre tenía una condición impresionante—. Hay una gran carpa de circo en la plaza. ¡Tienes que verlo! —A pesar de estar casi sin aliento, Baekhyun estaba muy emocionado. Jongin dejó a un lado la libreta de apuntes para responderle.
—Qué extraño, no vi absolutamente nada cuando pasé por ahí en la mañana.
— ¡Eso qué importa! Vayamos.
Jongin miró el reloj marcando las cinco. Ya casi era hora de cerrar por lo que salir ahora no sería un problema en absoluto. Antes de que pueda incluso pensar en responderle a Baekhyun, éste ya había desaparecido echando la carrera de regreso.
Jongin suspiró. Quizá algún día podrá ser igual de atlético como él.
Cuando el moreno salió de la tienda, asegurándola para que nadie entrase por la noche —cosa improbable, ya que seguramente todo el pueblo estaría en el circo esta noche—, Kyungsoo y Sehun pasaron por su lado haciendo un poco de escándalo con sus risas. Probablemente Baekhyun ya les ha avisado.
—Eh, Jongin —Sehun le palmeó la espalda y Kyungsoo se detuvo junto a ellos—. ¿Vendrás con nosotros?
—Baek les dijo ¿cierto?
El asentimiento de cabeza de Kyungsoo confirmó las sospechas de Jongin, así que, juntos los tres caminaron a la plaza principal del pueblo.
Incluso antes de llegar al punto de reunión, la gente estaba aglutinándose en el lugar. Jongin podría afirmar que todo el pueblo estaba ahí, incluido el Reverendo Kim Joonmyun.
El Reverendo Joonmyun es de esa clase de personas que te dan sermones de hasta una hora si haces algo malo. Si bebes, si fumas, si bailas o si escuchas rock and roll a todo volumen en casa, ten por seguro que recibirás un buen sermón suyo al final del día. Si no fuera porque Sehun se lo señaló, él no habría notado al hombre mayor con una expresión avergonzada, haciendo fila para entrar a la carpa.
— ¡Eh! Reverendo Kim —Kyungsoo y Sehun saludaron solamente para molestar, y Kim Joonmyun se giró, avergonzado, tapándose un poco la cara para no ser visto por más personas. Aunque probablemente todo el pueblo se ha percatado de su presencia, no precisamente para predicar la palabra de Dios.
Los tres amigos comenzaron a abrirse paso entre la gente para poder presenciar mejor a los forasteros. Cuando llegaron cerca de la tarima, grande fue su sorpresa al notar una especie de cajón de madera desgastado, y encima, otro cajón, más pequeño y más desgastado sobre el que permanecía parado un hombre inusualmente rubio. Todo un milagro que el cajón no se rompiera ya que parecía que si colocabas un gramo más de peso en él, inmediatamente iba a desmoronarse.
— ¡Amigos míos! Vengan todos a bailar esta noche al ritmo del violín del hombre que canta y baila. El momento se acerca. ¡Oh sí, se está acercando cada vez más! Cantaremos todos y bailaremos en está iluminada noche grandiosa. Prometo una velada mágica, lo prometo.
Los presentes aplaudieron por las tentadoras palabras del hombre trajeado elegantemente, incrementando el sonido de los chasquidos cuando el hombre de cabello castaño sonrió dejando ver un hermoso hoyuelo en su mejilla. Hasta que un movimiento rápido del hombre que canta y baila les detuvo. La pancarta del circo dejaba ver unas hermosas e inentendibles letras que no pertenecían a la escritura coreana. Jongin prestó especial atención al ornamento de la carpa, era de color roja con estrellas amarillas. Se trata de un circo chino, y quizá la excitación de la gente es precisamente porque jamás habían presenciado el acto de un circo de esta naturaleza.
— ¿Traes dinero, hyung? —Sehun le preguntó a Kyungsoo, quien sólo le respondió silenciosamente con un movimiento negativo de cabeza.
—Ni yo —Jongin responde ante la pregunta tácita. El hombre rubio de pie en el pequeño cajón desgastado pareció haberles escuchado, ya que con un movimiento elegante y sutil, logró llamar la atención de los tres jóvenes.
—No existe moneda ni centavo que puedan pagar por esta noche de fiesta. El único pago que tienen para ofrecerme, es una sonrisa al final de mi acto y sus pies danzantes al ritmo de mi música.
Sehun parpadeó un par de veces por la suavidad de la voz del hombre rubio, Jongin casi pudo cerrar los ojos por su cantarina voz adormecedora y Kyungsoo abrió los ojos enormes, sorprendido por tanta belleza en un hombre.
Poco a poco, todos comenzaron a entrar siguiendo al hombre rubio que canta y baila, y para cuando ellos tres entraron, la pancarta estaba completamente a oscuras, como una noche sin luna ni estrellas, como una calle sin farolas ni luciérnagas. El hombre que canta y baila no estaba por ningún lado, hasta que un tintineo de violín hizo que los presentes elevaran la mirada hacia el techo mientras, casi mágicamente, algunas velas iluminaban el ambiente tenuemente. Él estaba en una especie de columpio a unos seis metros de altura que no parecía sostenerse por nada, el hombre en el columpio sonrió dulcemente y colocó un pie en la base de madera. Algunos de los presentes se asustaron ante la posibilidad de que aquél cayera.
Sinceramente, es lo mejor que pudo haber pasado aquella noche.
Jongin notó a su lado a Baekhyun y le sostuvo la mano cuando lo notó asustado, y cuando giró del otro lado, Kyungsoo ocultaba su rostro en el pecho de Sehun. Chanyeol, el primo de Baekhyun, estaba del otro lado de él sosteniendo la mano de Kris, su medio hermano y el hombre del violín ya estaba en dos pies cuando Jongin volvió a elevar la mirada.
Otra dulce sonrisa apareció en sus labios mientras un acorde del violín retumbó en toda la carpa, como si algo ajeno le hubiese hecho sonar.
—Bailemos —susurró casi inaudible, pero lo suficiente para que todos escucharan.
Como si de un acto de magia se tratase, todos comenzaron a bailar. Incluyendo al Reverendo Kim, quien bailaba con la señora Seo, una mujer igual de religiosa que él.
Jongin comenzó a bailar con Baekhyun al ritmo del violín. Si las notas eran rápidas, los movimientos de pies en su vals eran igual de veloces. Algunos, como Jongin y Baekhyun bailaban juntos, otros bailaban solos, pero la mayoría tenía una pareja con quien disfrutar la velada. Los padres de Jongin bailaban juntos, Kyungsoo bailaba con Sehun y Chanyeol bailaba sin pareja, pero acompañado a la vez por Kris.
Jongin podría jurar jamás haber escuchado que alguien hiciera cantar al violín de esa manera tan hábil. Y daba gracias al cielo que nadie más lo escuchara en su vida, porque nadie, nadie por muy criminal que fuera, merecía tal horror. Todos reían, todos eran felices bailando, hasta los ancianos con dolores y malestares danzaban sin problemas. La necesidad de moverse era infinita e insaciable.
Hasta que el horror ocurrió.
Hubo un momento en el que Jongin pasó junto con Baekhyun cerca del Reverendo Kim, sorprendido, notó a la señora Seo menear a cabeza de lado a lado. No estaba bailando, se había desmayado.
Jongin miró estupefacto su reloj marcando las diecinueve horas menos quince. Ha pasado ya más de una hora desde que están bailando y sus pies comienzan a percibir el dolor. Fue entonces cuando Jongin se percato de su alrededor.
Las personas de mayor edad estaban desmayadas como la señora Seo. Los que bailaban solos, meneaban su cuerpo con cansancio, a punto de desfallecer del dolor. La carpa olía toda a sudor y se llenaba de gemidos de cansancio.
Pero sólo era el comienzo.
El hombre que canta y baila movía los labios, cantando una melodía inentendible que evidentemente no era chino, según Kris, quien venía desde la provincia Guangzhou. Se erguía sobre la multitud desde su columpio, meciéndose mientras continuaba su acto, sin detenerse, sin respirar, sin sudar y con ningún signo de cansancio—. Baekhyun-ah... —Jongin susurró sin aliento. Baekhyun miraba a su alrededor alterado, horrorizado— Baek... —pero Baekhyun seguía sin responder, sin escuchar y Jongin no tenía aliento para intentarlo de nuevo.
Entonces intentó parar, pero fue imposible. No podía detenerse.
La música embriagadora y alucinante continuó resonando por horas mientras muchos de ellos fallecían literalmente en el acto. El Reverendo Kim murió Baekhyun observó cómo ocurría. Kim Joonmyun cayó al piso mientras se retorcía y escupía espuma roja de la boca. La señora Seo cayó junto a él aún inconsciente para continuar bailando; seguido de ella, el Reverendo Kim se levantó para continuar bailando mientras salpicaba el rostro y la ropa de la señora Seo. Fue terrible cuando ella despertó después de otra hora más y observó, horrorizada, los ojos vacíos y oscuros del Reverendo Joonmyun. Jongin guió a Baekhyun en un movimiento de cuadrilla hasta quedar cerca de la pareja mayor. Joonmyun pareció levantar la cabeza, observando a la pareja joven con los ojos ensangrentados mientras sus pies seguían con vida moviéndose junto con los de la señora Seo.
Jongin divisó a Kyungsoo desde lo lejos, miraba hacia la nada con ojos desorbitados mientras el hombre que canta y baila reía. Se estaba burlando de todos ellos y de su sufrimiento.
Un grito desgarrador alertó a los presentes, los cercanos al origen descubrieron a la señora Choi, la mujer del carnicero cayendo al piso con el tobillo roto.
Que afortunada ella que consiguió detenerse. Con la poca fuerza que quedaba en ella, la señora Choi comenzó a arrastrarse hacia la salida, siento aplastada por los bailarines.
Murió, pero al menos pudo parar y salir de este sufrimiento.
—Jong... ¡Jongin! —Baekhyun gimoteó asustado, señalando a la ya difunta señora Choi.
Ella se levantó del piso con los ojos ensangrentados, bailando todavía con el tobillo roto mientras daba saltos sobre éste, rompiéndoselo todavía más.
La gente gritaba horrorizada con tal atrocidad. Baekhyun enterró el rostro en el pecho de Jongin para no mirar más y el moreno simplemente apartó la mirada, aunque los sollozos de la gente seguían atormentándole.
Sin importar los tobillos rotos, los corazones a punto de fallecer, las rodillas descolocadas; sin importar nada, todos continuaban bailando como un ser endemoniado en medio de la madrugada. Los que morían de cansancio, de infartos o de hemorragias se levantaban para seguir bailando, atemorizando a los que seguían vivos y cansados.
Jongin y Baekhyun se abrieron paso entre la multitud para pasar cerca de Kyungsoo y Sehun. El primero tenía una rotura en la pierna derecha y Sehun lloraba, observando a Kyungsoo bailando frenéticamente con esa pierna rota, saltando sobre ella al ritmo del violín. Jongin casi podría asegurar ver la carne de Kyungsoo saliéndose del pantalón.
Las cuatro cuarenta y cinco en punto de la mañana. El ritmo del violín se hacía más frenético. Muchos de ellos murieron, fijando su mirada en los que seguían vivos como diciéndoles que ellos eran los siguientes. Así sucedió; el Reverendo Joonmyun miró fijamente a la señora Seo por varios movimientos y giros y después de algunos cambios de ritmo, el corazón de la señora Seo se detuvo, aunque sus pies continuaban danzando al mismo ritmo de antes, sin poder detenerse. El señor Lee, un veterano de guerra, murió luego de sostenerle la mirada a la señora Im durante casi tres minutos.
Hubo un momento en el que el señor Cho, el dueño de la taberna, miró fijamente a Baekhyun. Horrorizado, intentó ocultar su rostro para no mirarle y caer muerto también, pero una fuerza imperiosa le obligó a no girar el rostro; incluso aunque Jongin diera tantas vueltas posibles para que el señor Cho y Baekhyun despegaran sus miradas, nada funcionaba.
Hasta que la música paró y todos se detuvieron, dando un último paso.
El hombre que canta y baila hizo una reverencia a la multitud ensangrentada. El presentador miró su reloj de bolsillo mientras todos miraban hacia arriba como él aparecía de la nada.
— ¡Muy bien, amigos míos! La velada de esta noche fue esplendorosa. El baile ha terminado y está a punto de amanecer. Pueden irse si desean hacerlo, pero deberán hacerlo rápido porque nuestro hombre que canta y baila está por hacerlo también.
El hombre del hoyuelo sonrió mientras su voz adquiría un toque místico. Jongin y Baekhyun se quedaron ahí casi aturdidos sin saber qué hacer, hasta que Kris pasó por su lado junto con Chanyeol. Las personas que fallecieron en el acto y después "revivieron" parecían no dar señales de querer irse, y los jóvenes sobrevivientes daban pasos a cuestas, aterrorizados de no poder salir a tiempo.
—Vete, Jongin —el moreno observó a su padre, el alcalde del pueblo con los ojos ensangrentados y vacíos— el hombre que canta y baila ya tiene lo que quiere, aunque uno más en su colección sería encantador.
Con las pocas fuerzas que aún no abandonaban su cuerpo, Baekhyun jaló a Jongin mientras éste sollozaba cansado y destruido por sus padres muertos. El moreno volvió la mirada antes de salir y le vio sonreír. Kris y Chanyeol sostenían a Kyungsoo en la entrada de la carpa para ayudarle a irser mientras éste aullaba adolorido.
—En el borde de la carpa hay una marca en dialecto cantonés —Kris dijo mientras los seis se alejaban de la carpa. Jongin volvió la vista una vez más con los ojos empañados, pero la carpa no estaba ahí ni la gente que se había quedado. Todos desaparecieron aquella noche—. Era una especie de maldición... "vivir en tiempos los interesantes de Luhan", decía.
Kyungsoo ahogó un gemido mientras Chanyeol y Kris le arrastraban a casa de los hermanos. Kris conocía de medicina china, así que logró que el pelinegro no se desangrara hasta al día siguiente que fueron al hospital del pueblo colindante. Tuvieron que amputarle la pierna.
Hoy, los que sobreviven, saben por Kris que aquél hombre se llamaba Luhan, el hombre que canta y baila.
Sehun comenzó a beber como maniaco después de lo que pasó, hoy tiene cáncer en el hígado y está muriéndose, pero eso no le importa demasiado cuando ha vivido una experiencia peor que aquella. Cuando vayas a Yoryang podrás encontrar a Sehun en la ahora taberna del señor Park, y notarás que ni por muy ebrio que esté Sehun va a abrir la boca para contarte algo referente a la historia.
Kris viajó a Canadá y desde ese día nadie sabe de él, a excepción de Chanyeol, que años más tarde se fue junto a él.
Baekhyun se fue a Seúl para enseñar música, y volvió hace algunos años para ejercer en Yoryang y enseñarle a los niños a cantar y tocar instrumentos.
Jongin sigue con el negocio de antigüedades, no tuvo la madera para volverse alcalde y por eso se lo dejó a alguien que sí tuviera esa fuerza y liderazgo.
Kyungsoo sufrió una caída hace algunos años que le dejó débil del cerebro, ahora sólo se sienta en la puerta de su casa quejándose del dolor de sus articulaciones y disfrutando de la brisa agradable en el verano. Algunas veces, Jongin se sienta junto a él para hacerle compañía y platican de varias cosas. Si quieres preguntarle a Kyungsoo sobre el incidente de aquella noche, te dirá que no recuerda nada porque efectivamente, no recuerda nada. Aunque si te quedas por un rato más con él, después de las diez de la noche, podrás escucharlo tararear los acordes de la canción del hombre que canta y baila mientras tus dedos de las manos se mueven al mismo ritmo y tus pies se mueven al mismo son. No te extrañes si Kyungsoo pronuncia algunas palabras desconocidas, solamente repite lo que su subconsciente alcanzó a almacenar de aquella noche. Tampoco te asustes si Kyungsoo sonríe dulcemente, sólo imita la sonrisa del hombre que canta y baila.
Lo que sí debes saber, es que nunca, nunca debes ir al circo de carpa roja adornada con estrellas, y jamás debes caer encantado por las palabras de un cirquero que te promete una velada mágica y encantadora.

Notas finales:

OTL No soy buena con esto del horror, es mi primera vez xD aunque mi propósito final no fue infundirles miedo... vaya, ni yo misma me asusté lol


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