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GIROS DEL DESTINO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capítulo Rada hace su aparición y Shun en verdad toca fondo, espero que les guste este capítulo en donde se ve como interactúan Rada y Shun

Capítulo 4.- Tocando fondo

 

Shun dejó el hospital una semana después de que salió del coma y fue a la casa de Ikky en donde fue recibido por un muy sonriente Seiya, el castaño estaba en cama por órdenes de Shaka y su casa era ideal para la convalecencia de Shun porque ellos ya tenían un enfermero que los cuidaría en el día y un médico que dormiría en casa en las noches, Shun podía caminar y movilizarse pero aún le dolía todo, Ikky había ido a su departamento para traerle ropa y cosas útiles para su estancia en su casa pero lo que encontró no se lo esperó…

 

Al entrar vidrios rotos estaban por todo el piso, no había quedado un solo adorno entero, aparentemente todos habían sido lanzados a la pared en donde se despedazaron, el televisor que usualmente estaba empotrado en la pared de la sala ahora estaba en el suelo completamente roto de la violencia con la que fue lanzado, habían sillas caídas, las puertas de los gabinetes de la cocina estaban abiertas y todo su contenido estaba en el piso, era como si un huracán hubiera pasado por esa casa, al llegar a la habitación a Ikky se le encogió el corazón, la cama estaba volteada y arrimada a la pared dejando libre bastante espacio en el cuarto en donde se podía ver el charco de sangre en el cual los paramédicos habían encontrado a Shun, igual que en la sala habían cosas rotas por todas partes, los portarretratos en los que Shun tenía las fotografías de su familia y sus amigos estaban rotos por el suelo, una botella de whisky también estaba por ahí casi vacía, en fin… ese fue el campo de batalla en el cual Shun lo perdió todo

 

Ikky buscó por ahí y halló una maleta, buscó ropa limpia y la empacó, las otras cosas que quería llevar las fue a comprar porque ya no podía estar en ese lugar más tiempo, ya vería la manera de mandarlo a limpiar antes de que su ototo vuelva, no le haría nada bien ver todo como él lo había encontrado, su hermano necesitaba tiempo para sanar y poder salir adelante

 

Shun estaba acostado en la cama de Ikky y Seiya haciéndole compañía al castaño que estaba haciéndole caras a su bebé que estaba en medio de ellos saltando despreocupadamente y mordiendo el teléfono celular de su padre

- Auch… - se quejó el joven peliverde cuando se estiró para alcanzarle el teléfono a su sobrino que lo había dejado caer en la cama

- Qué te duele? – Seiya ayudó a Shun a recostarse y le acomodó las almohadas

- Todo… aunque estoy mejor ahora, cuando estaba en el hospital casi no me podía mover

- Y cuánto tiempo más tienes que estar enyesado?

- Creo que dos meses, pero tengo reposo por dos semanas más nada más – esto lo dijo Shun con pesar y miedo, él quería hacer todo menos volver al trabajo

- Ohhhh yo extraño la oficina, no te rías de mi pero extraño la oficina, eso de estar aquí todo el día es desesperante, Mime no es muy comunicativo que digamos y en los actuales momentos no puedo tener conversaciones corazón a corazón con Ben, me hace falta contacto humano con adultos – dijo Seiya en tono infantil porque su bebé se paró y lo abrazó

- Ikky?

- Ikky no es cuenta, él llega solo en la noche y hablamos de cosas familiares, de lo que ha pasado el niño, de sus casos del hospital, de todo y nada pero no es lo mismo, si quieres saber la verdad yo extraño mi trabajo, extraño los casos, extraño los papeleos, hasta extraño el mal café que solía tomar en las mañanas cuando hacía frío

- Yo no quiero volver a la oficina, me gustaría cambiarme de trabajo, yo… no quiero ver a nadie, no quiero salir de aquí nunca más

- Y por qué no?

- Porque no

- Shun… lo que te pasó no fue tu culpa, Radamantys es un animal – dijo Seiya con ira acordándose de cómo estaba su amigo cuando recién llegó al hospital

- No, no es ningún animal, yo necesito verlo Seiya, necesito hablar con él – el peliverde tomó la mano de su cuñado y la apretó con fuerza, Shun tenía un nudo en la garganta y una angustia que no se le pasaba con nada, necesitaba ver a su esposo

- Para qué?

- Es mi esposo

- Ok., es tu esposo pero en serio quieres verlo luego de esto?

- Necesito hablar con él, mi nissan no lo entiende pero yo necesito hablar con él – Shun estaba al borde de las lágrimas, esta vez las cosas se habían salido de control cuando su hermano se enteró de lo que había pasado pero la verdad… la triste verdad era que lo que le había pasado no era nada nuevo y el primer impulso de Shun era volver con Radamantys

- Yo tampoco lo entiendo, pero si en verdad necesitas verlo pues… puedes pedirle a Mime que te acompañe o algo, yo me puedo quedar solo con Ben, no hay problema si tu sientes que debes verlo para poder acabar con esa angustia que no te deja vivir

- Tu crees?

- No importa lo que yo crea, importa lo que tu sientas, lo único que te digo Shun es que debes mantenerte firme, no te puedes dejar convencer por Rada otra vez, no te puedes dejar envolver, estás claro en eso verdad? – el castaño tenía que preguntar porque eso lo habían hablado apenas Shun llegó a la casa pero ahora el peliverde no se veía tan seguro, Seiya en este punto pensaba que si Rada chasqueaba los dedos Shun correría a su lado lo que se confirmó cuando el enyesado abogado dijo con una convicción única

- Seiya… yo lo amo y él me ama así ustedes no lo crean, yo lo sé… él me ama

- Cómo puedes amar al que te lastima?

- Las cosas no siempre fueron así, Rada es dulce y tierno, él me ama

- Shun… cómo puedes decir eso luego de todo lo que has perdido?

- No es su culpa, él lo hace sin intención

- Si dices una vez más que es tu culpa te juro que te boxeo yo mismo, sabes… entender que algo no es tu culpa cuando te sientes culpable es una de las cosas más difíciles que puedes hacer, eso me pasó a mi cuando perdí a mi otro bebé hace un tiempo atrás, yo no tuve la culpa pero me sentía culpable, la terapia me hizo bien, no has pensado en eso?

- Yo no estoy loco – respondió automáticamente Shun y se mostraba indignadísimo

- Yo tampoco… pero a veces uno necesita perspectiva sobre su vida y si alguien ajeno a tu círculo interno lo puede hacer pues es mucho  mejor, Saga es excelente en terapia familiar y eso, él puede ayudarte – Seiya respondió en tono conciliador lo que calmó un poco a su cuñado

- Yo solo quiero hablar con Rada, solo eso…

- Ok., llama a Mime, Ikky debe estar por llegar porque me dijo que venía un ratito en la mañana para verte a ti y para inyectarme a mí, luego de que él se vaya te puedes ir tu también, si Ikky se entera de que te dejé ir me arma bronca a mi, pero debes estar consiente Shun de que si tú decides volver con Radamantys perderás a tu hermano para siempre, él ya te dijo esto verdad?

- Eso es injusto, Ikky no debería ponerme a escoger entre él y mi esposo, a veces Ikky se pasa – dijo furioso Shun

- No… en esto no se pasa, él no puede dejarte volver con el que tanto te ha lastimado, no puede ver impasible mientras sabe que tu sufres, tú conoces a tu hermano y poco le faltó para ir a la estación de policía a matar a Rada cuando lo atraparon, si las cosas fueran al revés no harías todo lo que esté en tu poder para defender a tu hermano?

- Yo no… Rada no… por favor Seiya solo… solo no se lo digas a Ikky, déjame hablar con Rada, necesito hablar con él, necesito verlo

- Ok., yo no le digo nada a Ikky pero tu vuelve pronto porque si no nos metemos todos en un problemazo con tu hermano y ya sabes como se pone cuando le agarra el histerismo compulsivo

- Gracias Seiya… no sabes lo que esto significa para mí

- Aja… ve a cambiarte, no puedes ir en pijama

- Tienes razón…

 

Ikky llegó a casa después de una media hora y encontró a Shun que se había duchado y se había vestido, eso era bueno porque a criterio del peliazul pasar en pijama en casa no era bueno cuando uno está enfermo, eso solo ayuda a que la depresión llegue, el médico inyectó a su esposo que cada vez más se quejaba que le dolía el trasero, Ikky tenía buena mano pero eso de las inyecciones diarias en verdad dolía, pero luego de un beso el médico se fue de regreso al hospital y eso lo aprovechó Shun que con Mime fueron hasta el Centro de detención provisional en donde mantenían a Radamantys, no lo habían trasladado a la cárcel general porque su abogado había alegado que era la primera ofensa del Profesor Universitario que tenía una hoja intachable y además no se había resistido al arresto

 

Cuando Shun llegó lo llevaron a una salita en la que tuvo que esperar unos diez minutos antes de que viera venir por el vidrio a su esposo, tenía las manos esposadas y vestía un traje naranja, el rubio al ver a su esposo que se puso de pie en la pequeña salita y que tenía un brazo enyesado sonrió con cinismo y meneó la cabeza, el oficial de policía zafó sus esposas pero lo esposó a la mesa, el rubio aún no se dignaba mirar a Shun que estaba muy nervioso, el policía salió de la habitación cuando aseguró al prisionero que ahora si levantó los ojos y miró con furia al joven peliverde que parecía asustado

- Rada…

- Cállate!!!!!!, cómo te atreves a venir aquí con tu carita toda inocente luego de lo que me has hecho???

- Rada… yo no lo hice, fue mi hermano… Ikky fue el que…

- Te dije que te callaras Shun… aurita mismo vas a ir y vas a sacar dinero del banco y pagarás inmediatamente la fianza, yo no sé a qué has venido si no ha sido a eso

- Rada… yo…

- Tu no sirves para nada, eres solo un desperdicio de espacio que tuve la muy mala suerte de conocer, yo no sé lo que te vi o por qué me casé contigo, ni para una cogida sirves porque ni eso lo puedes hacer bien… eres un pobre y triste mamarracho que ni siquiera puede brindar el más básico placer a un hombre de verdad como yo, no sabes cocinar, ni la casa puedes limpiar, con el cuento de que disque trabajas lo tienes todo descuidado… trabajar tu???, lo que haces es ir a acostarte con el imbécil de tu jefe, esa debe ser la única razón por la que no ha botado a alguien tan incapaz y poca cosa como tu… me das asco… por qué no te moriste para que ahora yo pueda ser libre?

- No… Rada no… yo te amo…

- Si quieres que te perdone el hecho de que le hayas contado a tu hermano todo esto paga mi fianza, es lo menos que puedes hacer pedazo de inútil, hasta cuando pensabas dejarme en este hoyo?

- Ikky bloqueó todas mis cuentas, no tengo dinero para pagar tu fianza…

- Qué?????, y ése con qué derecho bloqueó mis cuentas?, quién se cree que es el estúpido de tu hermano?

- Lo que pasa es que yo estuve inconsciente en el hospital por algunos días, en ese tiempo Sorrento hizo un poder general para que Ikky tomara las decisiones con respecto a las cosas médicas, tu… estabas aquí… yo no sabía… no lo pude impedir e Ikky utilizó ese poder para bloquear las cuentas, me dijo que… que no iba a dejar que pagara tu fianza…

- Yo tengo razón en todo lo que digo, desaparece de mi vista maldito infeliz

- Rada…

- Muérete Shun y lárgate… LAR – GA – TE!!!!!!!!!!!! – el rubio hizo moción de lanzarse en contra del joven peliverde que muy asustado de un salto ya estaba pegado a la pared con los ojos cerrados listo para recibir los golpes que seguramente le caerían pero en vez de sentir los acostumbrados puñetazos y patadas lo que sintió fue que alguien se paró delante de él protectoramente mientras una muy varonil y llena de autoridad voz decía:

- Siéntate… ahora… - Shun se atrevió a abrir los ojos y vio a un hombre mucho más alto que él de pie enfrente suyo, este hombre tenía porte atlético, los cabellos negros y algo largos pero imponía respeto no solo por su porte y su voz sino porque tenía un don de mando impresionante y un control de la situación que al rubio no le quedó más remedio que obedecer al mandato del policía

- Solo sáquenlo de aquí – dijo el reo volteándose para no ver a su esposo que estaba en shock, el detective se volteó para tomar suavemente al joven de cabellos verdes del brazo para guiarlo fuera de la sala de interrogaciones, Shun se dejó hacer mansamente y caminó sin decir nada junto a este policía que lo llevaba hasta una especie de salita y lo acomodó en un sillón, Shun no decía nada y solo estaba concentrado en respirar, aún no había asimilado lo que le estaba pasando hasta que un vaso de agua apareció delante de sus ojos, el joven al tomarlo vio por primera vez al detective que lo miraba con expresión preocupada, era un hombre muy atractivo un poco mayor a él, de porte atlético, espalda ancha y unos fuertes brazos producto de su rudo trabajo sin duda, tenía unos ojos negros muy hermosos, la tez clara y una sonrisa franca y sincera

- Bebe un poco… solo es agua

- Gracias

- No tienes por qué darlas, tu nombre es Shun Takamura verdad? – el policía miró a este joven y se lo veía en verdad frágil, estaba usando unos jeans comunes y corrientes, zapatillas y un buso que le quedaba algo grande, lucía pequeño y algo enfermo porque estaba pálido además de que se notaba que había llorado… y mucho porque sus ojos estaban enrojecidos e hinchados, todo él inspiraba pena y ternura, se notaba que estaba lastimado porque cojeaba ligeramente y tenía un brazo enyesado

- Si…

- Ok., te puedo hacer una pregunta Shun Takamura?

- Claro

- Por qué viniste a verlo?

- Es mi esposo – respondió Shun automáticamente al extraño, el peliverde no entendía una pregunta tan obvia hasta que el policía miró con detenimiento su yeso

- Lo sé… pero ese brazo enyesado es cortesía suya verdad?

- No fue su culpa, fue la mía…

- Ok., quiero enseñarte algo, ven conmigo por favor, será solo un momento

- Tengo que volver a casa

- Yo mismo te llevaré pero necesito que veas algo, solo tomará un momento

 

Shun solo asintió y siguió una vez más al detective del que aún no sabía el nombre por los pasillos del Centro de detención provisional hasta otra sala que tenía un televisor bastante grande, el pelinegro detective pidió algo a uno de los uniformados el que a los pocos minutos regresó con un disco, el detective lo puso en el reproductor de DVD y ahí Shun pudo ver a su esposo cuando seguramente lo habían detenido la primera vez porque estaba puesto el traje que había estado usando la noche de la reunión de sus compañeros de clase y estaba manchado de sangre… su sangre

 

En la grabación era el mismo pelinegro detective conducía el interrogatorio, el rubio estaba sentado en la silla y tenía expresión serena, se notaba que había estado tomando por la forma en la que hablaba

- Ya déjenme ir, no he hecho nada malo – se quejaba el rubio por enésima vez en el video tratando de levantarse e irse

- Nada malo eh?, tu vecina nos llamó y dijo que había escuchado gritos en tu casa, que te vio salir como alma que lleva el diablo y al no ver señas de tu esposo llamó a la policía, sabes lo que encontramos cuando llegamos a tu casa?

- No se… ni me importa – contestó el rubio con una sonrisa muy divertida

- Tu esposo muy golpeado y en un charco de sangre

- Se murió de una vez?

- Te importaría si ese fuera el caso?

- La verdad no, ese… no vale la pena, ni siquiera la molestia de matarlo, me tenía podrido, no vale para nada, sería mejor matarlo a que no sufra como a un perro con rabia

- Bueno pues tal vez tu deseo se cumpla porque está muy grave en el hospital

- Ohhh…

- Llévenselo – el detective ordenó a los uniformados que sujetaron al prisionero que se empezó a resistir

- Oye oye no, déjame ir

- Lo siento, hay una acusación formal en tu contra por asalto y agresión, intento de asesinato y maltrato

- No que esa escoria estaba grave en el hospital?

- Pues su hermano está vivo y muy bien, él presentó la demanda

- Ese entrometido hijo de puta, cuando salga de aquí yo mismo lo mataré, quiero un abogado ahora mismo – el rubio forcejeaba cuando los uniformados lo obligaron a que se ponga de pie para llevarlo a que lo procesen

- Esa… es la primera cosa inteligente que dices

 

El pelinegro detective paró el disco y regresó a ver al joven peliverde que lloraba silenciosamente, el mayor apretó su mano en claro gesto de simpatía

- Tengo que irme… - dijo el peliverde poniéndose de pie y secándose con su mano sana las lágrimas que resbalaban por sus mejillas

- Debías verlo, yo sé que no es mi lugar el decir nada pero… tu hermano es amigo mío, es el médico que operó a mi hermana, él la salvó y ahora si yo puedo ayudarte a ti lo haré, no pagues su fianza, aléjate de él…

- En serio me tengo que ir… gracias por todo pero ni siquiera se tu nombre

- Hades, mi nombre es Hades Omori, si tienes que irte vamos… yo ofrecí llevarte

- No quiero que te molestes

- No es molestia, tu hermano hizo hasta lo imposible para devolverme a mi hermana, es justo que yo te cuide a ti

 

Shun se puso de pie con cuidado y salió al pasillo en donde encontró a Mime que se puso de pie al verlo y frunció el ceño porque notó que venía todo agitado pero Shun no dijo nada y solamente siguió a Hades por el pasillo hasta salir del edificio hacia los parqueaderos y los tres subieron en una patrulla, el detective llevó a los dos jóvenes a la casa de Ikky y Shun simplemente agradeció antes de bajarse del auto para entrar a la casa, Hades se quedó parqueado frente a la casa del médico y se veía pensativo, como detective había visto muchos casos de todo, asesinatos, drogas, abusos y demás cosas, él sabía que no debía involucrarse con las víctimas pero eso era parte de su personalidad, no quería dejar que su trabajo se lleve lo humano en él y casos como los de Shun habían muchos… demasiados…

 

Shun entró en la casa, fue directo a la habitación en la que se estaba quedando y se acostó acurrucándose en la cama y abrazando a su almohada, el joven estaba destrozado y se sentía solo, perdido, despreciado, usado, humillado… Shun se sentía como la persona más infeliz del planeta, Seiya al ver llegar a Mime le encargó su pollito y fue a la habitación de su cuñado, entró y lo encontró llorando con sentimiento por lo que el castaño no dijo nada y simplemente se acostó junto a Shun y lo abrazó, el peliverde se aferró a Seiya y lloró hasta que del cansancio se quedó dormido

 

Ikky llegó en la noche para encontrar a su esposo que estaba de pie en la cocina, Seiya estaba sirviendo en platos la cena que le acababan de traer del restaurante al que la pidió

- Sé que me demoré pero debes estar en cama, Mime ya se fue? – preguntó el médico sacándose el saco y agachándose para besar la cabeza de su hijo que estaba en la alfombra de la sala y jugaba con unos muñequitos y legos, Seiya desde la cocina lo podía ver muy bien

- Si, hace como una hora pero no estoy haciendo ningún esfuerzo, como Ben está como niño bueno en la alfombra yo solo estoy sirviendo los platos, no cociné ni mucho menos

- Seiya… tu ni cuando estabas sano cocinabas – dijo el peliazul en tono divertido caminando a la cocina en donde Seiya con una expresión de indignación única le respondió igual en tono muy divertido

- Te dije cuando nos casamos que yo soy abogado no chef y así me quieres así que no te quejes

- No me quejo, solo me preocupo, cómo has pasado el día?, hola bebé…  - Ikky abrazó por la espalda a su esposo besándole el cuello y poniendo una mano en su plano vientre

- Hola… lo hemos pasado bien, Shun está durmiendo pero sería bueno chequearlo, estaba muy triste en la tarde, yo ya iba a ir para allá

- Ah sí?

- Si… tu ve a verlo mientras yo acabo con esto

- Ok

El peliazul besó otra vez el cuello de su pareja y fue por la casa hasta que llegó al cuarto de Shun para ver a su hermano tirado en el suelo con un frasco de pastillas en la mano, Ikky entrando en pánico lo volteó y pudo sentir su pulso que aunque débil aún estaba ahí, su respiración era superficial y estaba más pálido que la muerte, el médico no esperó nada y desde su teléfono celular llamó al hospital para avisar que llegaba en cinco minutos con un paciente de sobredosis y que llamen inmediatamente a Shion y a Mu (ellos eran los médicos encargados de emergencias), Seiya que había ido a la sala a llevar a su bebé para darle de comer primero vio salir corriendo de la casa a Ikky con Shun en brazos, el peliazul solo le dijo a su esposo que lo llamaba del hospital y salió dejando al castaño con el corazón en la boca

 

Al llegar todos los médicos salieron a recibir una vez más al hermano del cirujano y lo llevaron directamente a emergencias, los minutos pasaban que parecían horas, Ikky estaba en la sala de espera porque no le habían dejado entrar pero desde afuera podía ver a través del cristal los intentos que todos hacían por sacar a Shun del shock en el que ya estaba entrando, su corazón se detuvo y lo tuvieron que revivir, Ikky solo podía mirar impasible lo que estaba pasando y aguantándose las ganas de matar al desgraciado causante de todo esto, finalmente luego de varios intentos pudieron estabilizar al joven abogado, poco le había faltado para tener éxito en su intento de suicidio, muy poco…

 

Shun despertó una vez más en el hospital y se sentía morir, además de sus dolores musculares por la paliza recibida hace un par de semanas ahora se sentía mareado y su estómago le ardía, el joven abrió sus verdes ojos para encontrar a su hermano dormido en la silla junto a su cama, al verlo Shun rompió en llanto otra vez, por qué?, por qué Ikky no lo dejaba morir?, por qué no le dejaba detener su sufrimiento?, por qué no le dejaba encontrar paz?

 

Con los sollozos de su ototo, el médico despertó de un salto y se acercó un poco más para secar sus lágrimas y consolarlo un poco

- Déjame… por qué no me dejas morir, yo me quiero morir – decía Shun que estaba intentando alejar a Ikky y sacarse los sueros, Ikky le tomó las manos y no dejó que lo hiciera, si tenía que amarrarlo a la cama lo haría con tal de detenerlo

- Tú no te vas a morir y menos por ese desgraciado que no se merece tus lágrimas – Ikky hablaba con rabia y sacudía suavemente a Shun en la cama, quería hacerle entender lo que estaba haciendo pero Shun no escuchaba razones, estaba cegado

- Yo lo amo nissan – repetía el joven abogado y lloraba

- No lo dudo pero él no se merece tu amor, no te puedes dejar morir ni por él ni por nadie, tu eres una persona valiosa hermano, yo no sé por qué no lo puedes ver, tu eres todo para mí, acaso no te das cuenta de eso?, yo no represento nada en tu vida?

- Nada valgo sin él

- No Shun… no es así, tú vas a estar mejor sin él, ahora necesitas ayuda y yo voy a ayudarte, te repondrás, yo cuidaré de ti y saldrás adelante, no te voy a dejar morir, se lo prometí a mamá

- Solo déjame Ikky… déjame…

- No voy a dejarte nunca Shun, así tenga que salvarte de ti mismo pues así lo haré, nadie me moverá de tu lado me oíste?, nadie…

Shun solo se hizo ovillo en la cama y lloró hasta que se quedó dormido, el peliverde estaba tocando fondo realmente y él creía que nadie lo podría ayudar, Ikky a su lado lo miraba dormir y se moría de la rabia y la impotencia, cuándo fue que el desgraciado ese que tenía por cuñado había despedazado de esta manera a Shun?, cómo es que no se dio cuenta de lo que estaba pasando con su hermano?, cuándo fue que Shun perdió su valía como ser humano ante sus propios ojos y ahora se negaba a vivir sin esa escoria a su lado?, cómo es que nadie estuvo para él?, nadie…

 

Notas finales:

En el próximo capítulo Ikky lleva a rastras a Shun a buscar ayuda y ahi nos podemos enterar sobre el inicio de la relación de Rada y Shun y cómo todo se va dando y va cambiando

Nos vemos el jueves en el capítulo nuevo, muchas gracias por leer, saludos, bye


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