Capítulo 5.- El inicio
Shun salió del hospital a los dos días, Seiya se sentía morir porque el peliverde había encontrado las pastillas recetadas por Saga que él ya había dejado de tomar en el gabinete de la cocina, al castaño la verdad no se le ocurrió que Shun las fuera a tomar e intentar suicidarse con ellas, Shun no era del tipo suicida pero Ikky tenía razón… el Shun que ellos recordaban era uno y quien su hermano se había convertido ahora eran dos personas completamente diferentes, simplemente Shun sabía fingir muy bien y escondía su verdadero tormento, escondía todo lo que le había pasado, se escondía de todo y de todos…
Luego de muchas discusiones con Ikky, Shun accedió a ir a terapia, él decía que no necesitaba nada que lo único que quería era estar solo pero su hermano se opuso terminantemente a dejarlo ir, Ikky solo accedería a dejarlo ir a su propio departamento cuando Saga lo haya dado de alta, el peliazul fue terminante en este punto y hasta le amenazó a Shun declararlo incompetente de sus habilidades mentales y meterlo en un manicomio si no iba a terapia, Shun sabía que era inútil discutir con Ikky cuando se le metía una idea en la cabeza y acabó accediendo, a la final eso era lo que Shun siempre hacía, accedía…
Ikky lo llevó a la primera consulta con su colega el que le dijo al sobre protector peliazul que las consultas serían individuales, Ikky quería ser parte de la terapia como había sido el caso con Seiya pero Saga se opuso, eran dos casos totalmente diferentes y sería mejor para su nuevo paciente que entrara solo a las consultas y así lo hicieron, Shun estaba muy nervioso al entrar él solo al consultorio del mayor por lo que ni siquiera se fijó mucho en su psicólogo que era un hombre un poco mayor a su hermano, tenía los cabellos azules pero los llevaba largos, sus ojos eran azules también y era muy atractivo, tez clara y sonrisa franca además de cuerpo atlético, el consultorio de Saga se asemejaba mucho a una sala común y corriente, los muebles eran cómodos y entraba mucha luz natural
A los ojos de Saga su nuevo paciente se veía muy nervioso, tenía un brazo enyesado pero su mano sana no estaba quieta, se arreglaba el buso con insistencia como si le quedara pequeño cuando en realidad le quedaba bastante grande, el hermano de Ikky estaba como descuidado, limpio eso si pero descuidado, se lo veía como apagado, su actitud denotaba culpa y vergüenza como si no quisiera que nadie lo viera y eso era en verdad muy extraño considerando lo atractivo que le parecía este joven de frágil apariencia a su psicólogo
En la primera sesión Shun no habló en toda la hora que estuvo ahí, el peliverde simplemente se quedó sentado en el sillón en silencio mirándose las uñas y moviendo el pie con impaciencia, Saga le había dicho que él era el que tenía que empezar a hablar pero Shun no quería, simplemente no sabía que decir o por dónde empezar, esa fue la hora más larga de la vida del peliverde que casi al final ya no sabía que hacer consigo mismo
Saga lo iba a recibir dos veces a la semana y las dos siguientes sesiones fueron iguales, Shun se sentaba en el sillón permaneciendo allí como diablo en botella mientras que Saga se sentaba en el otro sillón y con expresión serena miraba a su paciente que no decía nada pero cada vez más la impaciencia le iba ganando hasta que ya no pudo más y casi al final de la tercera sesión dijo:
- Mi hermano es el que está loco, él debería ir a terapia no yo – Shun hablaba con molestia en cambio Saga le respondió con interés y en un tono bastante amable
- Ah sí?, y por qué?
- Ikky tiene una fijación de imponerse ante todo el mundo, si él dice que yo tengo que ir a terapia pues aquí estoy, yo quiero mucho a mi hermano pero a veces quisiera estrangularlo, no me deja ir a casa, en dos semanas ya tengo que regresar a trabajar pero yo no quiero ir, se lo dije a Ikky y puso el grito en el cielo y me dijo que así me tenga que llevar a rastras igual tengo que ir, mi hermano es un imbécil…
- No te gusta tu trabajo?
- Si me gusta… es solo que… no quiero… olvídalo… - Shun no sabía cómo expresarse, a él si le gustaba su trabajo solo no quería enfrentar a todo el mundo que sabía de su situación, al fin entendía a Seiya cuando no quería hablar de su aborto y se sentía tan mal
- Tu hermano se preocupa por ti y está muy angustiado por tu intento de suicidio, entiéndelo un poquito… si el que se hubiera intentado suicidar hubiera sido él no estarías tu preocupado de que al verse solo en su casa lo intente otra vez y tal vez esta vez si tenga éxito?
- Yo ya le prometí que no lo iba a volver a intentar, no quiero venir aquí, yo no estoy loco – se quejó una vez más el joven abogado
- Nadie está diciendo que lo estés, a veces es necesario que alguien de fuera de nuestra vida nos de su punto de vista con una perspectiva fresca, yo puedo ayudarte si me dejas
- Yo no necesito ayuda
- En eso te equivocas, todos necesitamos ayuda, mira… tu cuñado tampoco está loco y él sigue viniendo a verme una vez a la semana
- Pero si Seiya ya está bien, está de encargo otra vez y toda la cosa, a qué viene?
- A contarme muchas cosas, este es un ambiente seguro en donde mis pacientes pueden expresarme sus miedos, temores, ilusiones, Seiya hace todo eso además de quejarse de tu hermano, le gustan mis chocolates y según él siempre es bueno tener una oreja amiga que lo escucha y no lo juzga – Saga señaló la mesa y allí efectivamente estaba un posillo con chocolates, Shun ya lo había visto pero no se había animado a tomar uno, ahora lo hizo y en verdad estaban buenísimos
- Me estás diciendo que si te cuento mis cosas no me juzgarás como lo hace mi hermano?
- Exacto…
- Él dice que estoy loco porque yo quiero a mi esposo y me mata el hecho de que está preso, quisiera sacarlo pero Ikky congeló mis cuentas bancarias y no me deja hacer nada, como buitre me sigue a todas partes, yo… fui a ver a Rada en la cárcel pero para poder hacer eso Seiya me ayudó a que me escape, yo ya soy una persona adulta que no debería estarle corriendo a mi hermano mayor
- En eso tienes razón, tu ya eres capaz de tomar tus propias decisiones, pero por qué crees que Ikky te vigila así?, por qué crees tú que tu hermano te cuida hasta de ti mismo?
- Porque nunca le agradó Rada
- Y por qué?
- Porque Ikky es Ikky y nadie le agrada
- No no no, mira yo conozco muy bien a tu hermano, él es bastante seco y parco pero es rara la persona que no le agrade y si algo de eso pasa es por algo, la mayoría de personas a Ikky le dan igual, su sentido de “que me importismo” es abrumante pero cuando ama lo hace con todo el corazón, y el ejemplo más claro es su esposo, su hijo y tu, pero si no le agrada tu esposo es por algo
- Ellos nunca se llevaron bien
- Ok., por qué no me cuentas como lo conociste, tu sabes cómo empezó todo
- Esa es una historia muy larga – dijo el joven bajando la mirada hasta que sintió como suavemente Saga tomó su mano y la apretó suavemente para decirle:
- Shun… lo que más tenemos es tiempo – Saga le sonrió a su paciente que a la final se convenció de que tal vez no era tan mala idea contárselo y con un suspiro empezó a hablar:
- Ok., todo empezó así…
***
En una mañana de lluvia en el Campus Universitario al medio día estaban dos muchachos en la línea de la cafetería para pagar su almuerzo, Seiya y Shun habían tenido una mañana mas o menos pesada, estaban en segundo año de Leyes y los exámenes de fin de ciclo ya se acercaban, se notaba que los chicos habían tenido una noche nada divertida porque ambos bostezaban y se podía notar sus ojeras
- Te digo que ese tipo me va a matar, voy a necesitar lentes nuevos, mira que mandarnos por poco a bebernos el código civil en dos días, dos días!!!! – dijo el castaño con indignación
- Pues sí, pero no podemos hacer nada más
- Lo que necesitamos es encontrarle un revuelque o algo a ver si así se le acaba su mal genio, se distrae y nos deja a nosotros vivir en paz
- Sabes Seiya… tienes razón, y de la manera con la que te mira a ti pues yo creo que te va a tocar sacrificarte por el bien común y general del curso
- Estás loco?, tu hermano me asesina, me gusta mi cabeza en donde está, Ikky es capaz de arrancármela de un mordisco o algo además el Dr. Son es… uggghhhhh – el castaño se estremeció entero, no le parecía nada atractivo su profesor que además era casado y bastante mayor
- Yo no sé qué le vez a mi hermano, es un idiota – dijo el peliverde con una sonrisa y meneando la cabeza, toda la dinámica de su vida había cambiado cuando su mejor amigo empezó a salir con su hermano mayor
- Pero un muy sexy idiota, me encanta verlo con su mandil cuando sale de laboratorio, se lo ve tan apetecible, todo él hecho el bueno, uyyyyy…
- Quién te entiende… Shyru era tan diferente
- Y lo sigue siendo yo supongo, pero está en China así que ya ni llorar es bueno, además Ikky es mi novio ahora lo que me recuerda, hablando de novios… ayer me encontré con Hyoga
- Ah sí?
- Si… me preguntó por ti
- Y que le dijiste?
- Que estabas bien, que tienes un nuevo novio todo ardiente y que te ves feliz
- Yo no tengo un nuevo novio todo ardiente
- Eso lo sé yo pero él no tiene por qué saberlo, él si anda con alguien entonces por lo menos que piense que tú también
- Bueno eso si – Shun sonrió con tristeza al tiempo que sacaba su billetera para pagar su almuerzo y dirigirse con Seiya a una de las mesas y empezar a comerlo, no tenían mucho tiempo para ello porque su próxima clase estaba por empezar
- No te pongas triste, es lógico que cada cual tome su camino, él está en otra universidad y nosotros estamos aquí, es bueno que salgamos y conozcamos a otras personas – dijo Seiya empezando a comer su burrito
- Ja… viniendo eso de ti pierde fuerza si ahora tu novio es mi hermano al que conoces de toda la vida
- Puede ser pero ahora las cosas son diferentes, antes era solo su amigo ahora soy su novio, completamente diferente
- Y quieres a mi nissan?
- Ay Shun… estamos saliendo por un par de meses nada más, me gusta mucho y es tan atractivo que me mata, me estoy enamorando no te lo voy a negar
- Y ustedes… ya lo han hecho?
- En eso estamos… el otro día estábamos jugando al doctor… eso fue muy divertido – dijo el castaño con una muy reveladora sonrisa al acordarse a Ikky con el torso desnudo y con el estetoscopio que le colgaba del cuello mientras fingía examinarlo
- Mucha información, no quiero saber de tus juegos sexuales en especial si es con mi nissan, no me lo imagino jugando a nada
- Ikky es muy divertido y tiene una sonrisa muy bonita, se ve sexy cuando sonríe
- Nunca sonríe – dijo Shun pensando en su muy serio hermano
- Solo yo lo hago reír, por eso esto es especial, con todo el mundo es de una forma pero conmigo es diferente, como que se abre y me deja entrar, verlo realmente como es, eso es muy excitante, nunca me había pasado
- Te vez feliz
- Lo malo es que la felicidad nos va a durar poco porque ya nos toca Derecho Económico, ese es otro que me va a matar – dijo el castaño chequeando su reloj y acabando su burrito lo más rápido posible, Shun lo imitó con su sánduche y en poco tiempo ya estaban caminando con prisas por los pasillos de la Universidad
- Si leíste lo que nos mandó a leer? – Shun no lo había leído y aurita estaba entrando en pánico, no les vaya a tomar examen sorpresa o algo
- Claro que lo leí, mis ojeras son testigas, pero ya muévete Shun o nos vamos a quedar sin asientos
Los dos muchachos caminaron por los pasillos hasta su aula y allí se encontraron con una sorpresa que no sabían si era buena o mala, en vez de su profesor habitual estaba de pie en frente del aula un hombre de apariencia joven y fuerte, de cabellos rubios cortos, usaba traje y se lo veía muy varonil mientras mantenía una expresión serena mirando a los estudiantes ubicarse en sus asientos
- Por favor cierren la puerta que vamos a empezar la clase – dijo aquel hombre, el timbre de su voz era grave aunque su tono era más bien tranquilo, uno de los muchachos de la última fila se levantó y cerró la puerta, el mayor solo sonrió – Mi nombre es Radamantys Wyvern, soy su nuevo profesor de Derecho Económico, el Dr. Nakamura tuvo que retirarse inesperadamente por asuntos personales y yo lo reemplazaré hasta el final del semestre, así que… cuéntenme hasta dónde llegaron?
El aula se llenó de murmullos hasta que el nuevo profesor los hizo hablar en orden y ahí ya se pudieron poner de acuerdo, hablaron de libros que tenían que leer y cosas que no habían sido discutidas antes, el ambiente de la clase era por demás relajado porque el nuevo profesor les hablaba, primero, con conocimiento de causa porque se notaba que el joven abogado se las sabía de todas todas y segundo, él daba apertura a preguntas, comentarios, bromas y todo pero siempre manteniendo el orden de la clase, como eran más o menos 30 muchachos esto no era tan difícil
Al final de la clase todos los chicos estaban contentos con este cambio de eventos y las clases de Derecho Económico se convirtieron en las favoritas de todos básicamente por el trato que recibían de su profesor que con una facilidad impresionante se aprendió los nombres de todos sus alumnos y los trataba con familiaridad sin perder el respeto, Shun era un estudiante mas para su profesor al que trataba igual que al resto pero todo eso cambió en una de las chamarascas que se hicieron por las festividades de la Facultad
Shun estaba por el patio de la facultad caminando cerveza en mano porque su mejor amigo estaba en los romances con su novio, Ikky y Seiya estaban al otro lado de la gran fogata dedicados a charlar muy íntimamente mientras igual se bebían unas cervezas, como a Shun no le gustaba cargar el arpa estaba caminando por ahí hasta que se chocó con su profesor que también estaba caminando por ahí, Shun casi se cae pero el rubio profesor lo atrapó en el momento justo
- Lo siento… no lo vi
- Yo diría que eso es obvio, por qué tan solo Shun?, dónde está Seiya?
- Ohhh… está por allá – el peliverde señaló la dirección por la que había visto a su amigo el que ahora se hallaba en medio de un muy apasionado beso con su peliazul novio
- Ya veo… ese muchacho no es de esta facultad verdad?, no lo había visto antes – dijo el rubio entre cerrando los ojos y tratando de ubicar a Ikky sin conseguirlo
- Vaya… en verdad usted tiene muy buena memoria, Ikky estudia Medicina y es un par de años mayor a nosotros, es mi hermano mayor de hecho
- Tu hermano mayor?, en serio?, no se parecen en nada – el rubio profesor dio un sorbo a su cerveza y le sonrió a su alumno que se animó a entablar conversación
- Pues sí, y usted?, por qué tan solo?
- Quieres que te diga la verdad?, el resto de los docentes eran mis profesores entonces como que no quiero estar ahí, no me siento cómodo
- Hace cuánto se graduó?
- Hace tres años, trabajé en la Fiscalía desde un poco antes de graduarme pero se dio esta oportunidad y no la quise desaprovechar, por qué me lo preguntas?, se te hace que soy muy viejo? – preguntó el mayor en tono divertido
- Claro que no, es muy joven como para que sepa tanto de leyes, hasta se sabe los artículos por número, eso es impresionante – contestó el peliverde sinceramente y con una sonrisa, para nadie era secreto que Radamantys Wyvern era uno de los profesores más deseados de la facultad, era joven, atractivo, muy accesible, habían muchos muchachos interesados aunque el rubio no había dado chance a nadie, hasta ahora…
- Siempre he tenido muy buena memoria, oye quieres caminar conmigo un ratito, la música está muy fuerte
- Claro
- Cuéntame un poco más de tu familia, son solo tu hermano y tu o tienes más hermanos?
- No, solo somos Ikky y yo…
Shun y su profesor caminaron por los adoquines de colores de la facultad alejándose cada vez más del ruido de la música y adentrándose a los edificios de la Facultad en donde ya no tenían que gritar para hablar y se quedaron conversando en la quietud de la noche por bastante rato, su charla fue muy amena, el rubio tenía un muy escondido sentido del humor por lo que rieron mucho esa noche además de contarse cosas muy personales, Shun se había sonrojado un par de veces y la había pasado genial, a lo que se pusieron de pie porque Ikky ya había llamado por teléfono a Shun para irse a casa, ambos quedaron muy cerquita, Shun abrió mucho los ojos cuando sin previo aviso su muy serio y sexy profesor se acercó aún más y se agachó para besarlo en los labios, el peliverde no pudo oponer resistencia y se entregó a ese beso, el rubio le parecía en demasía sexy como para oponerse, tenía una voz que podía convencerlo de lo que sea y eso era lo que estaba pasando, Radamantys acariciaba suavemente la espalda de Shun mientras el beso se profundizaba y en eso estuvieron hasta que el teléfono de Shun volvió a sonar, ahí el joven peliverde recuperó la compostura y al contestar solo le dijo a Ikky que ya estaba en camino al auto y colgó
- Qué fue lo que pasó? – preguntó el joven mirando a los ojos del mayor que lo tomó en sus brazos y le acarició suavemente el rostro
- No lo sé… pero me gustaría repetirlo, a ti no?
- Esto no está bien
- No te gusto ni un poquito?
- No es eso, es… usted es mi profesor y yo…
- Eso no importa, lo haremos discretamente pero tú me gustas Shun, podemos empezar algo genial tu y yo o ya me consideras muy viejo para ti?
- Claro que no
- Ok., piénsalo y lo hablamos el lunes, mejor vete antes de que tu hermano te venga a buscar
- Ok., adiós…
- Llámame Rada y trátame de tu, por lo menos cuando estemos solos si?
- Ok., adiós Rada, nos vemos el lunes
- Nos vemos el lunes
Con un último beso Shun corrió hacia el patio para encontrarse con Ikky que tenía a Seiya de la mano, al llegar al auto del peliazul estudiante de medicina Shun aún estaba en shock, no podía creer que un hombre tan sexy como Radamantys se haya fijado en él, y este era un hombre de a de veras, no uno de los mocosos compañeros suyos, o como Hyoga que no sabía ni quien era él ni que hacía ahí, este era un hombre en todo el sentido de la palabra, profesional, con trabajo, con criterio formado, muy divertido, inteligente, que tenía una voz hipnótica, unas manos para morirse y besaba como los dioses… wow…
Ikky manejaba con Seiya a su lado, el castaño estaba charlando ausentemente con ambos pero solo Ikky le tomaba en cuenta porque Shun estaba mirando por la ventana las luces de la ciudad mientras se acariciaba con un dedo los labios y sonreía, Seiya sabía que algo pasó con su amigo y alguien en esa chamarasca pero en consideración del bello carácter del hermano mayor de Shun, Seiya no dijo nada, ya luego le llamaría para que le cuente los detalles, pero sea lo que sea había puesto muy feliz al peliverde que esa noche se durmió con una sonrisa en los labios
Los días que siguieron fueron muy divertidos en la vida del peliverde, Seiya sabía que su amigo estaba saliendo con alguien pero nadie sabía con quién, Shun no lo quería decir y pues ni modo, había que respetar su privacidad, el peliverde salía casi todas las noches en las que se iba a cenar con su nuevo novio, iban al cine, a caminar por el centro de Tokio pero principalmente se parqueaban en miradores y se dedicaban a los romances, sus sesiones de besos eran alucinantes y cada vez llegaban un poco más lejos en sus exploraciones, Shun estaba rendido ante el rubio que era por demás apasionado y lo trataba con mucha suavidad y delicadeza
Mas o menos un mes había pasado Shun jugando a las escondidas con su nuevo novio escondiéndola la verdad a Ikky, su temperamental hermano lo asesinaría cuando se entere pero como iban las cosas se enteraría pronto, su relación con Rada estaba muy divertida y fogosa, una de esas noches el rubio estaba muy ocupado besando el cuello de su joven novio que estaba recostado en el asiento del auto del mayor y le acariciaba sus rubios cabellos cuando sintió como la cálida mano de su profesor se colaba por dentro de su camisa y subía por su pecho, el joven peliverde se arqueó cuando esa mano empezó a toquetear sus pezones
- Rada… Rada…
- Quieres… ir a… un lugar… más cómodo?
- A dónde?
- No se… un hotel?
- Un hotel…?, no podemos… ir a tu… casa?
- No… recuerdas que te lo dije?, me estoy quedando… con un amigo… hasta que rente… un departamento para mí solo…
- Ok., vamos a donde tú quieras
- Genial
El rubio besó nuevamente al joven y sin más arrancó el auto y fueron al primer hotel que vieron, era un hotel modesto pero nuevo por ende limpio, la pareja poco esperó para retomar sus caricias y besos apenas se cerró la puerta del elevador, entraron atropelladamente a la habitación y cayeron como pudieron en la cama, el rubio fue despojando al peliverde rápidamente de su ropa y el joven lo facilitaba todo
- Esta… no es… tu primera vez… verdad?
- No… es eso… un problema…?
- Claro que no, tampoco… es la mía… eres tan sexy Shun
- No, tu eres el sexy… ohhhh Rada…
La pareja de unió en un muy apasionado beso mientras se acababan de desnudar, esa noche fue fantástica, Shun descubrió que su profesor no solo besaba como los dioses, hacía el amor como uno de ellos también, el peliverde nunca había sentido tantas cosas a la vez como Rada se las hizo sentir ahora, el rubio se movía con maestría en su interior haciéndole sentir placer como nunca lo había soñado, con cada movimiento tocaba un punto en su interior que lo hacía ver luces, el joven peliverde se aferraba a la espalda de su amante y lo arañaba, gemía y le mordía el hombro y el cuello, el rubio estaba deleitado por la entrega tan total y apasionada de su alumno que se dejaba hacer y poseer como nadie antes lo había hecho
Cuando todo había acabado y ambos estaban recostados en la cama totalmente exhaustos y con las respiraciones agitadas, se miraron a los ojos y sonrieron, Shun supo que ya no había vuelta de hoja, aquel que estaba a su lado era el hombre de su vida y sabía que estarían juntos hasta el final…