Capítulo 6.- Sometiéndome a ti
Saga había escuchado atentamente la historia de Shun que se veía triste cuando la contaba, esos eran sus más bellos recuerdos y se notaba que una tristeza le embargaba, el psiquiatra lo había visto muchas veces en víctimas de casos de abuso, éste era un caso de estos…
- Tu estabas en segundo año, osea tenías 20 años mas o menos pero cuántos años tenía Radamantys?
- 27
- Ok., la diferencia de edad en las relaciones no es algo determinante, tu ya no eras un adolescente y 7 años no es una diferencia marcada de edad, a la final tu saliste con tu esposo por tres años en secreto hasta que acabaras la carrera o yo entendí mal?
- No… así fue mas o menos, fue una época muy bonita – contestó el joven con una pequeña sonrisa
- Ok., quieres continuar hoy o lo dejamos para la próxima vez?
- Me siento un poco mal, quiero ir a casa si no te molesta – esto era cierto, Shun no se sentía mal físicamente, se sentía abrumado por todo lo que había recordado, eso de ir por la línea de la memoria era algo trucoso y el peliverde se sentía desanimado y triste
- Claro que no me molesta, te veo el jueves a las 3
- Ok
Shun salió de la consulta de Saga y en verdad se sentía mal, hace tiempo que no había pensado en el inicio de su relación con su esposo, las cosas solían ser tan diferentes, Rada era tan diferente y él también, su dinámica era fantástica, Shun no sabía en qué momento todo había cambiado y de manera tan drástica, bueno… para eso era la terapia no?, al caminar por los pasillos del hospital en dirección al consultorio de Ikky, el peliverde se detuvo en la sala de neonatología a ver a los bebés que estaban en las cunitas, habían mas o menos unos 15 bebés, la mayoría de niños estaban despiertos y se movían o lloraban mientras las enfermeras los atendían, Shun sonrió con tristeza porque por mucho tiempo se imaginó a si mismo con un bebé en brazos pero ahora la situación era muy diferente, al recordar las consecuencias de las golpizas que Rada le había dado el joven de cabellos verdes se entristeció aún mas
En la noche Shun estaba sentado en la mesa en silencio, miraba su plato de pasta porque no lo estaba comiendo, Ikky estaba preocupado pero Seiya le había dicho que la terapia no era mágica, que Shun necesitaba tiempo para entender muchas cosas, para poder enfrentar sus miedos y poner en perspectiva su vida, “todo puede ser” pensaba Ikky pero a él no se le quitaba la angustia de ver a su hermano tan mal, en especial porque el Detective Hades había llamado para avisarle a Ikky que Radamantys había sido puesto en libertad porque habían pagado su fianza, el benefactor había sido anónimo pero el pelinegro detective estaba algo preocupado por la seguridad del esposo de aquel rubio que con cara de pocos amigos había dejado el Centro de Detención Provisional esa tarde, Ikky no le había dicho nada a Shun, no era conveniente que lo supiera, Shun era muy capaz de volver corriendo a Radamantys pidiéndole perdón y quien sabe lo que el rubio le haría, no… ya no lo iba a permitir otra vez, si antes se quedó callado ahora no dejaría que su hermano volviera a esa vida que lo estaba destruyendo
Shun trataba de descansar lo más posible bajo la siempre atenta mirada de Seiya, los días pasaban pero Shun no salía de su mutismo y hermetismo, bueno… solo había que tener confianza en que la terapia lo ayude como ayudó a Seiya, cuando llegó el día Ikky llevó a Shun al hospital para que pueda asistir a su cita con el terapista, Saga lo recibió cálido como siempre y Shun esta vez se sintió un poco más cómodo con todo y empezó a hablar por sus propios medios, continuaron en donde se habían quedado la sesión anterior
***
Shun estaba caminando entre nubes a lo que terminaba el año escolar, Ikky no estaba muy contento que digamos al conocer al novio de su hermanito, Shun no había podido mantener la mentira a su hermano mayor porque no se le podía escapar de casa sin decírselo, a Ikky no le agradaba el profesor de su hermano porque le parecía muy mayor a él además estaba el hecho de la relación alumno – profesor que ellos tenían, al peliazul le parecía anti ético o algo, pero en cambio Shun estaba feliz con su nuevo novio
La dinámica de la relación de Shun y Radamantys era sencilla, se veían en el día en la Universidad, entre las clases se mandaban mensajes por el teléfono y demás cosas sencillas, ellos eran muy discretos con su relación porque de saberse le podía costar el trabajo al rubio que estaba muy feliz como docente Universitario, en sus salidas nocturnas tenían mucho cuidado de no ser vistos para no levantar sospechas por eso casi siempre Rada compraba comida y esperaba a Shun que llegara a su casa de la que tenía llave y juntos veían películas, cenaban, charlaban, hacían el amor, en fin… era una relación bastante normal si no se tomaba en cuenta que no salían mucho
Una de esas noches se dio su primera discusión, por lo regular ellos se llevaban bien pero esta vez hubo un problema que Shun no lo vio venir, una de esas tardes a lo que salían de clases uno de sus compañeros propuso que todo el curso vaya a la inauguración de un nuevo bar cerca del campus universitario, Shun no le vio el problema porque pensó que solo iría un ratito e iría temprano a casa además Rada le había dicho que tenía no se que plan, así que el peliverde fue tranquilo con sus compañeros al mentado nuevo bar en donde se tomaron unas cervezas, bailaron un rato, jugaron billar, futbolín, dardos, en fin… fue una noche bastante divertida, cerca de las once de la noche Ikky llegó por Seiya y Shun pero el castaño con una cerveza y una sonrisa logró convencer a su muy temperamental novio de quedarse con ellos, Ikky no estaba muy convencido que digamos pero igual aceptó y se dedicó a jugar billar con los compañeros de Seiya perdiendo impresionantemente para sorpresa de todos, el peliazul se portó muy bien y tuvo chance de tratar a los amigos de su novio rompiendo el hielo y para todos fue muy agradable esa noche así no haya sido su primera opción
Casi a la una de la mañana Ikky en verdad dijo que debían irse y ya sin mayores preámbulos fueron a casa, Seiya solo llamó a su hermana para decirle que se iba a quedar a dormir en casa de su novio y los tres fueron tranquilamente a casa, Shun ya en el carro sintió su teléfono vibrar, al sacarlo vio con horror que tenía 7 mensajes de texto y 15 llamadas perdidas, iba a llamar a Radamantys ese mismo instante pero lo pensó mejor, si el rubio estaba molesto era mejor llamarlo en privado y así lo hizo, Ikky llevó a Seiya a su habitación y mientras ellos estaban entretenidos en cosas muy placenteras Shun llamó a su muy furioso novio que le contestó al segundo timbrazo
- Dónde rayos estabas metido Shun??? – a Radamantys le faltaba poco para gritar, su tono era sumamente agresivo
- No te molestes mi amor lo que pasa es que… - Shun al notarlo con esa vibra tan densa lo quería tranquilizar entonces trató de hablar suavemente para calmarlo pero eso no resultó como él hubiera esperado
- Es que nada, te desapareces toda la noche y recién me llamas?, con quien estabas?, dónde estabas?, qué estabas haciendo que era tan importante que no pudiste coger el teléfono y contestar mis llamadas?
- Estaba con Seiya y mi nissan en…
- En algún bar verdad?, solo así no podías haber escuchado el teléfono, claro… tu por ahí de farra y yo preocupado hasta la medula pensando que algo te había pasado
- Rada tú me dijiste que hoy tenías una cena con tus colegas y pues mis compañeros…
- Así que te fuiste con toda la bola de vagos de tu curso?????, seguramente te enredaste con alguno de ellos verdad?, crees que no me doy cuenta como Syd te mira????????, o ya hiciste un trío con él y con el gemelo que dice que tiene??? – Radamantys escupía las palabras con veneno, el rubio estaba caminando en la sala de su casa y se paseaba de lado a lado como león enjaulado, rojo estaba de las iras que tenía
- Claro que no Rada… yo no he hecho nada, solo fui al bar, me tomé un par de cervezas, jugué billar con Ikky y vine a casa, no he hecho nada malo, yo nunca haría lo que estás diciendo – Shun ahora se mostraba dolido pero igual intentaba justificarse
- Ah sí???, pues déjame recordarte que conmigo te acostaste a la primera provocación y quien sabe con cuantos más lo has hecho
- Te das cuenta de lo que me estás diciendo? – Shun se quedó estático en la habitación, no podía creer lo que el rubio pensaba de él
- Ya ni hablar contigo vale la pena - Shun iba a decir algo mas pero Radamantys ya le había colgado el teléfono, el peliverde se quedó de pie en medio de su cuarto y aún no podía asimilar todo lo que su novio de había dicho, en buenas cuentas le dijo que era un regalado, Shun no pudo evitar las lágrimas que rodaron por sus mejillas, Rada estaba siendo irracional, si era cierto que él no era virgen cuando se acostó con él pero… solo lo había hecho con Hyoga que fue su novio por casi tres años, qué le pasa al rubio?, cómo lo puede juzgar de esa manera???
El joven de ojos verdes sintiéndose morir se desnudó, se puso pijama y se acostó sin poder dormir esa noche, se dio vueltas en la cama maldiciéndose internamente por haber ido con sus compañeros, eso le había costado una pelea con su novio, el hecho de que Ikky y Seiya estuvieran haciendo el amor ruidosamente en el cuarto de alado no ayudaba a su perturbado corazón, los minutos seguían pasando hasta que se convirtieron en horas, cuando finalmente la casa estaba totalmente en silencio el joven de cabellos verdes salió de su habitación y fue a la cocina a prepararse un té, Shun tenía una rabia y una tristeza que le embargaban el alma, por qué su rubio amor le había dicho todo lo que le dijo?, pero si el mismo Rada le había dicho que no era problema el hecho de que no haya sido su primera vez, que él tampoco era virgen ni mucho menos, entonces… esto era lo que el mayor realmente pensaba???, si esto era así tendrían un serio problema…
El fin de semana pasó y el rubio no dio señales de vida, Shun la pasó encerrado en la casa sentado con el teléfono en la mano esperando la llamada de Rada pero el aparatito nunca timbró, Ikky estaba preocupado al ver la tristeza y desgano de Shun que no le dio mayores explicaciones y detalles sobre su pelea con su novio, el peliazul estaba en el fondo aliviado que su hermanito y su profesor hayan terminado pero Shun estaba muy triste, Ikky no lo había visto en este estado antes, ni siquiera cuando terminó con Hyoga y eso que aquel rubio fue su novio por muchos años…
El lunes llegó y la clase de Derecho Económico le pareció pesadísima a Shun porque Rada ni lo regresó a ver y eso que el peliverde se sentaba en la segunda hilera pero en esa hora de clase pasó desapercibido por su profesor, a la salida Shun se quedó en el aula para intentar hablar con el rubio pero el mayor salió rápidamente del aula sin darle chance al joven de nada y en esa dinámica pasaron casi tres días, Shun se quería morir al pensar que todo había acabado por algo tan estúpido
Una de esas noches el joven peliverde fue a la casa del mayor a esperarlo, no podía dejar las cosas así, al llegar al edificio entró con su llave pero no le pareció prudente entrar al departamento del rubio sin llamar a la puerta, al hacerlo por varias ocasiones se dio cuenta de que su profesor no estaba en casa porque desde su celular llamó al número fijo y lo oyó timbrar adentro sin obtener respuesta, por lo que el joven se acomodó en el pasillo a esperar al mayor que no llegó en toda la noche, Shun amaneció dormido en la entrada del departamento de Radamantys que lo vio cuando llegó a cambiarse de ropa antes de ir a trabajar, pero esto en vez de conmoverlo le dio un sentido nuevo de furia
Shun despertó cuando la puerta del departamento se abrió y Rada simplemente caminó por encima suyo sin tomarlo en cuenta y azotó la puerta al entrar, el peliverde se puso de pie y empezó a golpear la puerta
- Rada… Rada por favor… ábreme la puerta… tenemos que hablar… Rada por favor… no me dejes así… Rada… tenemos que hablar… - Shun seguía golpeando la puerta y rogando a su novio que lo dejara entrar pero el rubio no le abría la puerta, 15 minutos estuvo Shun de pie afuera del departamento de su amor y justo cuando pensaba que toda esperanza estaba perdida la puerta se abrió pero no fue lo que él esperó
El peliverde iba a abrir la boca para hablar pero no se esperó la cachetada que le cayó y le hizo virar el rostro, Shun se incorporó poniendo su mano en su mejilla y abriendo mucho los ojos al ver al rubio que lo miraba con furia
- Rada…
- Cállate… cómo te atreves a venir aquí y armarme escándalo fuera de mi casa?, que crees que van a decir mis vecinos?, fuera de aquí Shun y nunca más vuelvas
- Pero Rada…
- Me decepcionaste, yo creí que valías la pena y solo eres igual al resto
- No Rada…
- No te mereces nada… nada…
- Rada yo te juro que no hice nada malo, mi hermano…
- A ese ni me lo nombres, es igual de regalado que tu y ni me hagas hablar de Seiya si se queda a dormir frecuentemente en tu casa, ese es peor que tu… tu no vales la pena, no sé qué estaba pensando cuando me fijé en ti – Radamantys hablaba con furia, con desprecio, miraba a Shun como si fuera un bicho cualquiera y eso al peliverde le estaba llegando al alma, no soportaba la manera como era catalogado y casi con lágrimas en los ojos quiso explicarse una vez mas
- No me digas eso Rada por favor…
- Soy el Doctor Wyvern para ti, quítate de mi camino…
El rubio abogado caminó decidido por el pasillo sin regresar a ver atrás al joven de cabellos verdes que tenía el corazón destrozado, Shun simplemente no lo podía creer y no podía respirar, le faltaba el aire porque sentía como si alguien le aplastara los pulmones desde adentro y la verdad no podía reconocer al que era su novio tras esa máscara de ira y desprecio que le demostró Radamantys ahora, al muchacho no le quedó más remedio que tomar su mochila y limpiándose las lágrimas caminó por el pasillo del edificio, salió y tomó un taxi para llegar a la Universidad en donde pasó el día en estado ausente, ni Seiya le pudo sacar una palabra sobre su estado tan lamentable tomando en cuenta que estaba puesto lo mismo que había estado usando el día anterior, ya en la noche Ikky casi lo asesina por habérsele desaparecido así como lo hizo pero el hermano mayor se tranquilizó un poco al verlo tan destrozado, Rada lo había botado y el joven peliverde se quería morir
Dos días más pasaron en mutismo total, Shun estaba empezando a hacerse a la idea de que todo había terminado con su rubio amor y trataba de retomar su rutina por lo que ahora se encontraba leyendo un libro arrimado a su árbol favorito del Campus, y así de la nada un mensaje de texto le llegó, el mensaje simplemente decía: “Te quiero… llámame” y era de su profesor, Shun miró por varios minutos el mensaje hasta que se animó a llamar al rubio que le respondió al primer timbrazo
- Shun…
- Así que ahora me quieres? – el tono de Shun no era agresivo, el joven estaba intrigado y hasta esperanzado
- Claro que te quiero, es solo que te me desapareciste toda la noche y los celos me carcomían, no lo puedo evitar, el solo pensar que alguien más ocupa tu vida me enerva, siento haberte ofendido, nada de lo que dije lo dije en serio, tu eres muy especial para mí, te prometo que nunca nada de esto volverá a pasar, vienes esta noche a mi casa?, te haré la cena si vienes…
- No se Rada…
- Por favor Shun, te tendré tu platillo favorito, ven por favor… solo quiero hablar contigo, nada mas
- Ok., después de clases
- Te estaré esperando
Shun colgó el teléfono y trató de volver a su lectura pero ya no pudo concentrarse, el peliverde cerró el libro y se apoyó a su árbol, miró su teléfono y estaba pensando en lo que iba a hacer, en lo que le iba a decir a su hermano, a Ikky no le haría mucha gracia su encuentro con Rada y eso que Shun no le había contado lo de la cachetada que le dio, el joven peliverde acarició su mejilla en donde el rubio le había golpeado y cerró los ojos meneando la cabeza, seguramente Rada perdió el control y estaba celoso como le dijo, pero si estaba celoso era porque lo quería… de eso no había duda aunque nunca se lo había dicho…
A las ocho de la noche sonó el timbre en el departamento del rubio profesor de Derecho económico y a lo que él fue a abrir se encontró con el joven peliverde, Rada al verlo sonrió y lo abrazó, Shun no hizo ningún movimiento, no correspondió el abrazo pero tampoco se hizo el quite, el mayor lo tomó de la mano y lo hizo pasar, lo llevó a la sala y ambos se sentaron en el sillón, Shun no había dicho nada pero Radamantys tampoco, solo se miraban en silencio hasta que Shun sin aguantarlo más habló
- Y bien?, de que querías hablar conmigo?
- No te parece obvio?
- No… tu dejaste todo muy en claro la última vez que hablamos en el pasillo
- Shun… yo estaba molesto no debes hacerme caso cuando estoy molesto, ya se me bajó la bronca y ahora podemos hablar en serio, tu hiciste muy mal en irte así como así, yo no estoy pintado en tu vida y tú me debes respeto – esto no era necesariamente una disculpa y el tono autoritario de voz del mayor lo hacía más que obvio, Shun se sintió cual niño en presencia de alguien con autoridad, con poder sobre él, que hablaba con conocimiento de causa o algo así
- Yo no hice nada malo – dijo Shun con voz baja y agachando la cabeza para mirarse las manos
- Sigues con eso?
- Si… es que en verdad que no hice nada malo, solo salí con mis compañeros y mi hermano estaba ahí, yo no sé por qué te pusiste así
- Porque no me lo dijiste, entiéndeme Shun… tu eres mucho menor a mí, si te vas de farra con tus compañeros que quieres que piense?
- Que salí un rato, solo eso… me quieres tener encerrado el resto de mi vida?
- Claro que no, pero no puedes irte por ahí sin mi
- Pero como puedo salir contigo si nadie sabe que salimos juntos?
- Ese es el punto Shun… si quieres mantener esta relación ese es el sacrificio que debes hacer, me quieres?, quieres estar conmigo?
- Tu sabes que si
- Entonces así es como tienen que ser las cosas, tú me gustas y me gusta estar contigo, yo no quiero terminarlo todo
- Ya lo terminaste todo
- Te dije que no me hicieras caso cuando estoy molesto, lo que te dije ese día no lo dije en serio – dijo el rubio haciendo de menos lo que había pasado ese día en el pasillo
- No me cacheteaste en serio tampoco? – esto lo preguntó Shun algo molesto al recordar aquello pero Radamantys le acarició la mejilla que antes había golpeado y le dijo con toda la seriedad y dulzura de la que fue capaz:
- Lo siento Shun… siento mucho haberte golpeado, tu… no lo merecías, perdóname por favor mi amor, nunca más volverá a pasar, dime que me perdonas, dime que aún me quieres, dame un beso – el mayor jaló a Shun juguetonamente para besarlo pero el joven no se dejó y se puso muy serio en el sofá sin dar mucho chance a nada, el rubio lo entendió y se quedó quieto unos momentos hasta que Shun suspiró y acarició el rostro del mayor
- Está bien Rada… yo no quiero dejar las cosas así, tu sabes que yo te quiero, estos días sin ti han sido muy feos, no me dejes nunca mas
- No lo haré, tú eres mío…
El rubio se acercó ahora lentamente al joven que estaba sentado quieto en el sillón y lo besó suavemente primero, Shun estaba algo tenso pero los besos de su experimentado novio lo fueron relajando y poco a poco los besos fueron más que correspondidos, las caricias que siguieron fueron algo bruscas porque el rubio quería marcar esa blanca piel como suya por lo que agarraba a Shun con fuerza sin dañarlo realmente mientras se besaban
La cena quedó servida en la mesa olvidada mientras la pareja se iba quitando la ropa entregada a la pasión en el sillón de la estancia, Shun estaba recostado sobre su espalda con Rada acomodado entre sus piernas, el tiempo separados fue mucho para ellos y ahora se besaban con pasión mientras se movían acompasadamente en el sillón a lo que hacían el amor
El joven peliverde abrazaba al mayor y lo atraía más hacia su cuerpo mientras sentía como se movía deliciosamente en su interior, Rada disfrutó mucho el poseer nuevamente al jovencito que se le entregaba sin reparos, varias veces cambiaron de posición en el sillón y el salón se llenó de jadeos y gemidos de los dos cuerpos sudorosos que se movían brindándose el más sublime placer hasta que llegaron a la cumbre del éxtasis con un espectacular orgasmo
Cuando todo acabó y ambos estaban ya sin fuerzas pero totalmente satisfechos, Shun estaba recostado en el pecho de Radamantys y sonreía mientras escuchaba el latir del corazón del rubio que estaba jugando con sus cabellos
- Te extrañé – dijo el joven incorporándose un poco y buscando los labios de su amante que le sonrió y correspondió a su beso
- Yo también… no tienes hambre?, mira que me esforcé en traerte la cena
- Dónde la compraste?
- En ese sitio que te gusta en la avenida cerca de la Universidad, solo lo mejor para ti, lo que me recuerda que también tengo helado de postre
- Genial, aunque de postre prefiero comerte a ti
- Mucho mejor – el rubio sonrió recibiendo a su joven amante en sus brazos mientras se sentaba en sus caderas, esa noche fue cargada de pasión, luego de otra sesión de alucinante sexo la pareja se levantó del sillón, se dio una rápida ducha y comieron entre charlas y risas, luego Rada fue a dejar a Shun a casa cerca de la media noche, Ikky solo vio desde la ventana a Shun bajarse del auto de su profesor y frunció el ceño, a él no le gustaba esa relación pero Seiya tenía razón, no se la podía prohibir a su hermano ni mucho menos, con un suspiro el peliazul volvió a la cama y abrazó a su castaño que estaba profundamente dormido y no se despertó cuando Ikky lo abrazó por la espalda y le besó el desnudo hombro al tiempo que se oía la puerta principal de la casa abrirse y luego asegurarse, Shun ya había entrado…