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GIROS DEL DESTINO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola les traigo el nuevo capítulo en donde se sigue con el tormento de Shun en su vida con Radamantys, como la situacion de mala pasó a peor y cómo Rada fue despedazando a Shun en todos los sentidos, pero también se ve en el presente que Shun se va reponiendo mientras va recordando, espero que les guste el capítulo

Capítulo 9.- Luna de hiel

 

- Y esa fue la primera vez que perdiste un bebé? – Saga se había sacado los lentes y miraba intensamente al joven peliverde que estaba sentado en el sillón que siempre ocupaba y ahora tenía la mirada perdida y ambas manos sobre su vientre, a esta pregunta asintió y se puso de pie, caminó a la ventana y bajó la cabeza

- Radamantys me había convencido de que la culpa era mía, de que yo lo hice dudar, él creía que yo tenía un amante o varios, por más que yo le juraba y le juraba que yo no tenía nada con nadie él insistía en que yo me estaba burlando de él, esto debes haberlo escuchado varias veces verdad?

- Lastimosamente si, en los casos de abuso en una pareja por lo regular el abusador hace creer a su pareja que tiene la culpa de las golpizas que le da, de los insultos que recibe, de los desplantes y malos tratos, es una forma efectiva de anular cualquier intento de liberación

- Bueno… si eso hizo pues funcionó completamente, yo lo único que quería era complacerlo, amarlo, que él me volviera a amar, no se… yo creía que todo se iba a arreglar y creí como un pobre estúpido en sus promesas de que las cosas cambiarían, de que me amaba, de todo… cuando salí del hospital las cosas en verdad que mejoraron por un tiempo, él me cuidó mucho hasta que estuve repuesto de todos mis golpes y heridas, me hizo prometerle que no le contaría nada a mi hermano que como estaba de luna de miel pues no se enteró de lo que me había pasado, con besos dulces y promesas de todo tipo me convenció y yo… yo me quedé a su lado…

- Me quieres seguir contando o lo dejamos hasta ahí por ahora?

- Mejor seguimos la próxima vez porque tengo que ir a preparar mis cosas, mañana regreso a la oficina y necesito comprar algunas cosas que me hacen falta, él está en casa y yo… no quiero volver allá, pero qué estoy diciendo???, si él mismo me dijo que había botado todas mis cosas… rayos…

- Ikky va a ir contigo?

- No… Seiya me va a acompañar, el doctor Shaka ya lo dio de alta y mientras no se exceda puede hacer su vida normal, además dijo que le hace falta caminar, estaré bien no te preocupes

- Ok., nos vemos mañana entonces

- Hasta mañana

Shun salió del consultorio y fue a uno de los centros comerciales más grandes de Tokio en donde Seiya ya lo estaba esperando, el castaño tenía un jugo de naranja en la una mano y un café en la otra, al verlo llegar le dio el café y juntos empezaron a caminar porque Shun necesitaba al menos cinco trajes completos para poder ir a la oficina y le hacían falta muchas mas cosas, el peliverde ya no podía vivir de ropa prestada, iba a hacer caso a Saga y se compraría todo lo que necesitaba y a su gusto, eso no lo había hecho en años, además Seiya quería comprar pantalones con cintura elástica por lo que ambos abogados estuvieron entretenidos en sus múltiples compras, Ikky se había llevado a Ben a la guardería del hospital y había quedado en ir a buscarlos en la noche para ir a comer algo por ahí

 

La tarde pasó sin mayores complicaciones, compraron lo que necesitaban y cuando estaban en las tiendas de cosas electrónicas Ikky llamó a Seiya porque estaba saliendo del hospital y quería saber en dónde estaban, al poco rato el médico llegó con su bebé en brazos y todos fueron a comer, al día siguiente a lo que Shun llegó a la oficina sus compañeros no le hicieron mayores comentarios, el peliverde aún estaba usando un yeso en su muñeca y se movía lentamente a consecuencia de sus golpes, su jefe le preguntó por Seiya el que aún tenía reposo médico un par de semanas más pero si todo avanzaba como estaba planificado igual volvería a la oficina en poco tiempo

 

Shun se sentía como bicho en vitrina los primeros días que volvió a la oficina, sus compañeros lo trataban con excesiva suavidad y hasta con pena, ahí entendió las reacciones que tenía Seiya cuando él le hacía lo mismo a raíz de que su cuñado perdiera el niño cuando rodó las gradas en la casa de su padre, Saga le había dicho que tratara de ignorar a las personas, que no todos tenían malas intenciones y que tomara su preocupación como gesto de simpatía pero el hecho de que lo miraran con pena y lástima le llegaba al alma al joven peliverde que lo único que quería hacer era seguir con su vida pero eso no iba a ser muy posible

 

Una tarde de esas en las que Shun estaba en su oficina le llegó un sobre del juzgado, Radamantys le estaba planteando la demanda de divorcio junto con una demanda de daño moral, de daños y perjuicios y hasta una de manutención, como Shun había abierto una nueva cuenta a la que su rubio esposo no tenía acceso en la que le depositaban su sueldo pues… ahora Shun suponía que Rada estaba teniendo apuros económicos porque el peliverde le doblaba el sueldo antes que era profesor universitario y ahora con más razón que según le habían contado trabajaba como abogado de planta en una fábrica no muy grande, pero de cualquier manera esto Shun no se lo esperó, en todo este tiempo no había tenido contacto con el rubio pero no había pensado en hacer nada sobre su divorcio, esa idea todavía no se le había asentado en el corazón y ahora al tener los papeles en las manos una amargura bárbara le invadió, rayos… él ahora no tenía 30 años aún y se sentía un completo fracaso, su matrimonio fue una farsa que duró muchos años, su carrera estaba bien pero el sueño de ser padre no lo había podido cumplir y ahora al parecer no lo cumpliría nunca, en esos momentos el joven de ojos verde se quería desaparecer de la faz de la tierra

 

Esa tarde cuando Shun fue a la terapia luego del trabajo se sentía algo extraño, estaba dolido por la notificación pero más que nada estaba molesto, molesto con la vida y el planeta, nada de lo quiso alguna vez lo pudo cumplir y el sentido del fracaso era muy fuerte en él, hablar con Saga lo ayudaría…

 

***

Shun volvió a casa y en verdad que las cosas mejoraron, Radamantys se mostraba atento y cariñoso, servicial y hasta cierto punto arrepentido, lo iba a dejar en la oficina y lo iba a esperar, cuando no podía por su horario de clases le prestaba el auto para que no vaya en bus, Shun estaba complacido

 

Seiya volvió al trabajo y no notó nada extraño en su cuñado, todo estaba bien o por lo menos eso es lo que Shun daba a notar y las semanas pasaban sin mayores cambios mientras Shun se curaba de sus heridas, la vida casi había vuelto a la normalidad y el único cambio en la vida de Shun era que aún no había vuelto a tener intimidad con su esposo, casi dos meses habían pasado desde aquella brutal golpiza y ellos no habían vuelto a hacer el amor, Shun no se sentía cómodo y no se dejaba tocar por su esposo, Radamantys lo estaba aguantando estoicamente hasta una noche en la que se cansó y lo hizo suyo una vez más, le guste o no

 

Shun llegó de la oficina y como todas las noches estaba en la cocina haciendo algo de comer esperando que su esposo llegue, esa noche Rada tenía clases hasta las 8 de la noche por lo que el rubio llegó casi a las 9 y luego de los saludos de rigor y de cenar cuando la pareja ya estaba en la habitación como tantas otras noches el rubio buscó a su esposo bajo las sábanas, Shun se puso muy incómodo y trataba de soltarse de los brazos de Radamantys que usualmente ante esto solo besaba a Shun y lo abrazaba para dormir pero esa noche había que poner una solución a esta situación

 

- Ya no  me deseas Shun?, ya no quieres hacer el amor conmigo? – Radamantys sujetó en la cama a Shun que tenía todas las intenciones de levantarse para ir al baño o algo pero el rubio valiéndose de su peso y tamaño se acomodó sobre Shun impidiéndole cualquier movimiento

- Yo… no estoy bien todavía Rada – dijo el menor poniendo sus manos en el pecho de su esposo y empujándolo suavemente

- Eso no es cierto y tú lo sabes, eres mi esposo Shun y tu obligación es cumplir con tus deberes de esposo

- Pero no me siento bien

- Yo te voy a hacer sentir bien  - al decir esto el rubio empezó a besarle el cuello y metió su mano dentro de los pantalones de pijama de Shun y buscó su miembro para acariciarlo pero Shun no estaba quieto y no se dejaba tocar apropiadamente

- Es que no quiero

- Muy bien… si tú no te quieres acostar conmigo buscaré a quien si lo haga – el rubio soltó con violencia a Shun e hizo moción para levantarse de la cama, Shun tomó la mano de Rada para impedir que se vaya

- No… espera Rada no te vayas

- Entonces qué???, yo soy un hombre Shun y tengo necesidades, tú vas a cumplir o no?

- Es que Rada…

- No hay pero que valga, si tu no lo haces conmigo aurita mismo buscaré a quien si lo haga, quien te crees que eres negándote así a mí?, sácate la ropa… ahora!!!

 

Shun miró a su esposo y no se movió, no pensó que era en serio hasta que Radamantys se arrodilló en la cama, destapó con violencia a Shun y le abrió la camisa de su pijama de un solo tirón haciendo volar todos los botones, Shun se asustó y empezó a llorar tratando de cubrirse pero el rubio de un tirón le sacó los pantaloncillos de la pijama y la ropa interior, sin ningún miramiento lo volteó en la cama, se ubicó entre sus piernas al levantar sus caderas y lo penetró de una sola vez, Shun gritó pero su grito fue opacado por la almohada que estrujó con fuerza, el peliverde solo escuchó el gemido de satisfacción del rubio que sin darle mucho chance a nada se empezó a mover en su interior, esto era sumamente doloroso porque Shun no estaba listo ni nada para lo que estaba pasando y menos si Rada lo forzaba como lo estaba haciendo

- Te gusta…?, dime... te gusta… - el rubio le preguntaba incesantemente entre gemidos, Shun no contestaba hasta que Rada le jaló de los cabellos para mirarlo a los ojos – Respóndeme… te gusta…?

- Si… si…

- Quiero… escucharte… gemir…

Shun estaba asustado porque la expresión de Rada era una mezcla de furia y excitación, al peliverde le pareció que lo mejor sería complacerlo así que gimió

- Eso es… gózalo… quién… es tu… dueño…?

- Tu…

- A quien… perteneces…?

- A ti…

- De quien… es este… culo?

- Tuyo…

- Y que no… se te olvide…

Shun sintió como su esposo llegó al clímax dentro suyo derramando su esencia y llenándolo de ella, esa noche fue muy larga, Radamantys tomó a Shun varias veces hasta que no pudo más y se quedó dormido exhausto sobre el maltrecho cuerpo del peliverde que no se atrevía a moverse siquiera no vaya a despertar al rubio y lo vaya a volver a forzar, esa noche Shun no pudo dormir, su esposo lo había violado… se considera violación si es el esposo de uno el que lo hace?, no… Rada lo amaba, lo deseaba y se lo acababa de demostrar, además era su obligación de esposo, Rada se lo había recalcado y Shun no soportaría que su rubio vaya a buscar afuera lo que en su casa no encontraba, no… eso no lo podía permitir…

 

A la mañana siguiente todo estaba normal en aquella casa, Shun se estaba haciendo el desentendido con lo que había pasado la noche anterior aunque todo le dolía y no necesariamente podía caminar bien, Rada no dio muestras de que algo haya pasado, el desayuno transcurrió con normalidad hasta que el rubio profesor sacó unas llaves y prácticamente se las lanzó a Shun que las tomó confundido

- Para que no digas que no me preocupo por ti, un amigo mío estaba vendiendo un auto y lo compré para ti, ahora no puedes quejarte de que tienes que tomar el autobús

- Yo nunca me he quejado Rada

- Vaya… yo te compro un auto y tú me reniegas, ni un gracias me das

- Gracias Rada, no era necesario pero gracias

- Ya ya ya… lo que sea… me voy y tu ten cuidado con el auto, si te chocas ni creas que yo voy a pagar los arreglos, me oíste?

- Si claro… no te preocupes y en verdad gracias Rada – el rubio salió del departamento y se fue sin más, al bajar Shun al parqueadero del edificio vio en uno de los parqueaderos que le correspondía a su departamento un auto relativamente nuevo, a sus ojos ese era el mejor regalo que le podía haber dado su esposo y sonrió ilusionado, Rada se preocupaba por él…

 

Luego como todas las mañanas Shun se fue a la oficina, al llegar aún no decidía si quería hacer algo al respecto o no a la terrible noche que había pasado, si iba al departamento médico o no, se lo contaba a Seiya?, Ikky había hecho alguna vez algo parecido?, será que así funcionan los matrimonios?, Shun tenía muchas dudas y no tenía a quien preguntar sin exponer lo que le estaba pasando, él no se sentía cómodo con la situación pero en cambio amaba a su esposo y quería sacar adelante su matrimonio, Rada le había demostrado que se preocupaba por él, no… él estaba exagerando las cosas…

 

- Durmiendo en el trabajo? – Seiya se había acercado a Shun que estaba mirando ausentemente su pantalla la cual mostraba imágenes de paisajes que se movían, el peliverde se asustó pero le sonrió a su amigo

- Solo algo distraído, pasó algo?

- No… oye quieren venir a cenar en casa hoy?

- A cenar?

- Si… de paso conocen el nuevo departamento, nos hemos pasado arreglándolo todo este tiempo, Ikky creo que está al borde de pedirme el divorcio pero es que tu hermano no tiene sentido del estilo, él quería comprar los primeros muebles que se le cruzaran, puedes creer que nos lanzamos una discusión épica por un sillón reclinable?

- En serio?

- Si… y lo terminamos comprando, está en la habitación porque a Ikky le gusta ver ahí la tele, es súper cómodo y no lo vamos a negar pero no combina con nada, tu hermano me ganó cuando muy serio me dijo: “Combina conmigo así como tú también combinas conmigo”, ante eso ya no pude discutir y lo compramos, entonces que le digo a Ikky?

- De qué?

- De que si vienen tu y Rada a cenar en casa hoy…

- Ohhh… déjame llamo a Rada y le pregunto, hoy tiene clases hasta las 7 pero a veces se queda en las sesiones de consejo de la facultad o algo, no me dijo nada pero a veces me llama para avisarme cuando se le olvida decírmelo en la mañana

- Ok., llámalo y me avisas a y felicitaciones por el carro nuevo, cuándo lo compraste?

- Ayer creo pero Rada me lo dio esta mañana, yo no lo compré, fue Rada el que lo compró para mí y me lo dio como regalo, me dijo que no era justo que yo tenga que ir o venir en bus cuando él se demorara en la Universidad, a veces llueve – eso era cierto, eso le había dicho el rubio pero básicamente le había dicho que le daba el auto porque qué diría la gente de él si permitía que su esposo tomara el autobús, a la final no lo había hecho por Shun sino por el que dirán, pero sea como sea Shun agradecía el gesto, claro que eso le costó una noche entera de violencia… Rada pensaría que el haberle dado el auto le daba derecho de forzarlo a tener sexo si él no quería???

- Ya era tiempo de que compraran otro auto, si yo tuviera que esperar a que Ikky me venga a buscar… uyyyy ya nos hubiéramos matado creo yo, entonces me avisas lo que diga Rada para ver que compro para la cena

- Claro… - Shun tomó su teléfono y se fue para el cuarto de la copiadora y allí le marcó a su esposo que le contestó al segundo timbrazo

- Hola Shun que hay? – el tono del rubio era por demás relajado lo que tranquilizó al peliverde que le habló con tono tranquilo también

- Hola Rada, Seiya nos acaba de invitar a cenar esta noche en su casa, que nos quiere mostrar su departamento

- Y que le dijiste?

- Que te llamaba a ti primero y ahí le confirmaba cualquier cosa, que tú tienes clases hasta no muy tarde pero que a veces hay sesión de consejo

- Perfecto… así me gusta, no nos puedes comprometer para nada si no tienes mi aprobación, tu no te mandas solo y menos me vas a comprometer a mi para nada, eso lo tienes bien en claro verdad?

- Por eso te lo llamo a preguntar, podemos ir?

- Hoy?

- Si hoy, por favor Rada, hace mucho que no veo a mi hermano, casi desde que se casó con Seiya

- Ok., ok., ok., hoy iremos, si sabes en dónde es?

- No… pero le pregunto a Seiya

- Te paso a buscar en la noche entonces, dejas el auto en el garaje de tu oficina y nos vamos en un solo auto, ya retiraremos tu auto del garaje algún rato mañana o el lunes yo mismo te voy a dejar, pasamos comprando alguna cosa para llevarles y vamos a esa cosa

- Gracias mi amor

- Esta me la cobro, nos vemos Shun

- Adiós… - Shun colgó el teléfono y se quedó pensativo en el cuarto de copiado, “Esta me la cobro???”, a qué se refería Radamantys con eso?

 

A las ocho de la noche el timbre de la casa de Seiya sonó y fue Ikky el que abrió, con una sonrisa abrazó a su hermano y estrechó la mano de su cuñado haciéndolos pasar a su departamento, Shun pestañeó algunas veces al ver la nueva casa de su hermano, vaya… el departamento era grandísimo, siquiera el doble del suyo, como era el último piso del edificio tenía los techos caídos cubiertos en madera, la pintura era en tonos tierra y los muebles también, la decoración era bastante sobria pero tenía detalles muy bien pensados que resaltaban como los cojines de los muebles, los jarrones y esas cosas, parecía ese departamento salido de una revista, Seiya salió de por adentro y muy cálido recibió a sus invitados y fueron por el tour del departamento

 

Tres habitaciones, pero la habitación de la pareja era grandísima y tenía baño privado con un closet de envidia, y ahí estaba el sillón que Seiya le había contado y era muy cierto, ese sillón no combinaba con nada pero se lo veía súper cómodo, además de las dos habitaciones que no estaban necesariamente amobladas estaba la cocina estilo americano que tenía una isla en medio y servía de desayunador, había un espacio que estaba acondicionado como estudio en donde estaba un estante de libros grandísimo, la mitad de libros de medicina y la otra de libros legales, había un escritorio maestro de vidrio y un computador de escritorio además de uno portátil y varias cosas electrónicas, la mesa del comedor era cuadrada y podían sentarse cómodamente ocho personas, todos los muebles eran de madera pero se notaba que eran finos, la influencia del papá de Seiya se notaba en la casa de los recién casados

 

- Está hermosa tu casa nissan – dijo Shun tomando la copa de vino que Seiya ofrecía y sentándose en uno de los sillones de la sala

- Yo quería un departamento más pequeño pero este fue un regalo de mi suegro – explicó Ikky con mucha naturalidad

- Le salió caro el regalo a tu suegro – dijo Radamantys pero su tono era algo extraño

- No mucho… él quería hacer una boda pomposísima como la que fue de Seika pero mas bien hicimos algo sencillo y por eso mi papá dijo que nos compraba el departamento, originalmente su idea era la de regalarnos una casa pero Ikky dijo que sería mejor un departamento y bueno… aquí estamos – dijo Seiya con una sonrisa sentándose junto a su esposo que le sonrió al tomar la copa que le brindaba

- Complaciendo al yerno eh? – al rubio profesor universitario si se le notó el veneno cuando dijo esto, Seiya frunció el ceño pero fue Ikky el que contestó algo seco:

- Pues sí, aparentemente le caigo bien a mi suegro

- Se nota… - Radamantys sonrió irónicamente cuando dijo esto y apuró su copa

- Por qué no pasamos a la mesa?, ya tengo todo listo y no quiero que se enfríe – Seiya se puso de pie al ver el momento tenso que se estaba formando y todos lo imitaron

- Cocinas Seiya? – se extrañó el rubio, a su criterio Seiya era hijo de papi entonces posiblemente se le quemaba hasta el agua

- No… yo soy el maestro de la comida a domicilio, para algo estudié en la universidad, soy abogado y de los buenos no chef – respondió el castaño con mucha naturalidad, Ikky sonrió y meneó la cabeza porque Seiya le había dicho eso muchísimas veces, si alguien cocinaba en esa casa era el peliazul doctor que si sabía cocinar pero no le gustaba mucho que digamos entonces en verdad que compraban comida por lo regular y se evitaban discusiones

- Me lo imaginaba – respondió el rubio sentándose en uno de los puestos preparados, Shun se sentó a su lado, el peliverde estaba muy incómodo, Radamantys se estaba portando agresivo y grosero la verdad que no había motivo si su hermano hasta ahora era el rey de la cordialidad al igual que Seiya

 

Seiya fue a la cocina y abrió el horno, había mandado a preparar una lasaña, mientras el castaño servía los platos Ikky pasaba la ensalada que ya estaba lista en la refrigeradora, la jarra de agua mineral que igual estaba lista en el mesón y el arroz que no podía faltar

- Se ve delicioso, tienes buen gusto en escoger los restaurantes entonces – dijo el rubio cuando Seiya le pasó el plato

- Son años de práctica – respondió el joven con una sonrisa, el joven abogado no entendía la actitud de su antiguo profesor, había entendido bien y les estaba buscando bronca?

- Ohhhh yo nunca pondría en tela de duda los gustos de Seiya, le gusté yo… o no? – dijo Ikky en tono de broma, Shun sonrió francamente pero Radamantys lo hizo con burla

- En gustos no hay nada escrito, por favor sigan que se enfría – dijo finalmente el castaño acabando de pasar todas las cosas y empezaron a comer, en verdad que la lasaña estaba buenísima y todos pidieron repetición, la conversación de la cena fue un poco más civilizada aunque Radamantys se lanzaba sus indirectas bien directas de vez en cuando las mismas que Seiya ignoraba e Ikky toreaba, casi inmediatamente luego del postre Radamantys se levantó de la mesa y fue hasta la sala a tomar su saco, Ikky arqueó una ceja ante esto, su cuñado estaba siendo grosero

- Muchas gracias por la cena pero deberíamos irnos Shun

- Mañana es sábado y no tenemos que madrugar – dijo Seiya en ánimo conciliador pero Rada se puso muy incómodo

- Mi vida ellos deben tener planes para mañana en la mañana, muchas gracias por haber venido esta noche, esta es su casa – dijo Ikky parándose junto a Seiya y abrazándolo, Shun tomó su bufanda y cuando se puso su saco abrazó a su hermano y luego a Seiya a manera de despedida, Radamantys apretó sus manos y sin más se fueron, Ikky los acompañó a la puerta y cuando la cerró se volteó para abrazar a Seiya que estaba cerquita de él

- La lasaña nos quedó fantástica – dijo el castaño con pena, la cena no había salido como a él le hubiera gustado

- Todo nos quedó fantástico, Radamantys es un idiota, yo no sé qué le pasó – el peliazul tomó de la mano a su esposo y fueron a la cocina en donde pusieron todos los platos en la lavadora de platos y la pusieron a funcionar

- No se… - Seiya estaba guardando lo que había sobrado de lasaña para el calentado del día siguiente mientras Ikky limpiaba la mesa y barría el comedor

- Oye… no quieres probar mi sillón? – preguntó Ikky abrazando a Seiya por la espalda y besando su cuello

- No… esa cosa es horrible – respondió el castaño volteándose sin soltarse del abraso de su esposo y besándolo en los labios

- No es horrible, lo que pasa es que no la hemos bautizado como se debe – dijo el peliazul caminando con Seiya en sus brazos con dirección a la habitación, en el proceso le había sacado la camisa de dentro del pantalón y había metido una de sus manos por sus ropas para agarrarle el trasero

- Quieres hacerlo en el sillón?

- Pero por supuesto… solo en eso podía pensar mientras lo veía en la tienda

- Y yo que pensé que era para ver la tele

- También pero eso son los usos adicionales

- Pervertido…

 

Ikky se dejó de rodeos y alzó a Seiya haciendo que le rodee la cintura con las piernas y entre besos fueron a la habitación en donde Ikky se acomodó en su sillón con Seiya sentado sobre él, tiró de la palanquita y el sillón se reclinó de golpe, casi se caen al suelo y así entre risas se fueron sacando la ropa para amarse en el sillón del conflicto y como dijo Ikky esa noche le dieron su apropiado bautizo consiguiendo que Seiya en la vida se vuelva a quejar del mentado sillón

 

Mientras tanto en otro lado de la ciudad la realidad en otro departamento era muy distinta, Rada y Shun fueron por las calles de Tokio sin decir ni una sola palabra porque cuando el peliverde intentaba hacer conversación a su esposo, éste lo callaba y de las maneras más hirientes, Shun optó por ya no decir nada y en silencio entraron a su departamento, Shun entró primero pero Radamantys no pudo aguantarse y empujó al joven con fastidio

- Hey… - se quejó el peliverde pero deseó no haberlo hecho porque le cayó una cachetada no muy fuerte en el rostro

- Crees que no te vi?, crees que no me di cuenta?

- De qué estás hablando?

- Vi cómo te brillaron los ojos al ver el departamento del niño rico con el que se casó tu hermano, crees que lo que yo te doy no es suficiente eh?, hasta carro tienes ahora y aún crees que soy poca cosa para ti verdad?, tu también eres un niñito de papá, tu hermano te ha malcriado hasta la médula y estás podrido, pedazo de interesado…

- No Rada… yo no me dicho nada de eso

- Crees que soy estúpido?, crees que me puedes engañar?, yo te conozco muy bien… admítelo!!!... crees que soy muy poca cosa para ti verdad?... yo te voy a enseñar… yo te voy a enseñar…

- No Rada… no por favor no…

 

Pero Shun no pudo defenderse del puñetazo que le cayó en el estómago y lo mandó al suelo, al verlo como tosía y se revolcaba en el suelo el rubio sonrió y pateó a su esposo hasta hacerle escupir sangre, Shun trataba de proteger su estómago pero eso no evitó que las patadas y los golpes le siguieran cayendo, de los cabellos el rubio lo obligó a ponerse de pie para arrojarlo contra la pared, Shun rogaba y rogaba que se detuviera pero esto Radamantys lo tomó como una afrenta y sin contemplación alguna le arrancó la ropa y lo forzó ahí mismo en el piso de la sala

 

Shun solo pudo cerrar los ojos y aflojar el cuerpo, si se resistía sería peor y sintió con profunda humillación como su esposo lo violaba una vez más, como sin la menor delicadeza lo volteaba, le abría las piernas y lo penetraba con furia, como lo agarraba marcando su piel y dejándole morados por todas partes, como con un profundo gemido de satisfacción llegó al clímax derramándose en su interior para luego salir de su cuerpo y dejarlo botado en el piso cual trapo viejo, desnudo, ensangrentado, humillado y ultrajado…

 

Y asi fue que una nueva dinámica se estableció en el hogar de Shun, ellos ya no hacían el amor, ni siquiera tenían sexo, era violencia lo que se respiraba todos los días, Radamantys lo hacía suyo con o sin su consentimiento, lo golpeaba por cualquier causa y lo insultaba cada vez con palabras mas hirientes que fueron acabando poco a poco con la autoestima del peliverde al punto máximo de la sumisión, había habido algunos viajes a la sala de emergencia por costillas rotas y dolores abdominales, el rubio profesor universitario usaba a su esposo como punching bag y Shun lo callaba, Shun lo aguantaba porque estaba convencido de que todo volvería a ser como antes y de que su rubio lo amaba… de que su rubio lo amaba…

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y nos vemos el martes en el capítulo nuevo donde hay una aparición sorpresa de alguien que está muy interesado en Shun y se sorprenderá al ver su cambio, empezaremos a ver como ha dado resultado la terapia

Muchas gracias por leer, nos vemos el martes, cuidense mucho, saludos, bye


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