Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

GIROS DEL DESTINO por crystalwall

[Reviews - 234]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, les traigo el nuevo capítulo, este está super acontecido, aquí se da uno de esos giros veneno, espero que les guste

Capítulo 14.- Se cosecha lo que se siembra…

 

Radamantys salió de la cárcel el lunes como lo estipulaba su arresto y lo primero que hizo fue ir a casa, al entrar fue directo a la ducha en donde estuvo parado bajo el agua caliente por mucho tiempo y ni eso lo pudo relajar, esa noche pidió comida a domicilio y se quedó con el teléfono celular en la mano, cuando salió del Centro de Detención Provisional esperó encontrar llamadas perdidas de Alberick pero al conectar su teléfono porque la batería había muerto no encontró ningún mensaje siquiera, nada…

 

Esa noche Rada no pudo dormir, se daba vueltas en la cama y pensaba, un cúmulo de imágenes le venían a la cabeza, flashes de su matrimonio con Shun, de las cosas que compartieron, de su dulce inicio, de cómo las cosas cambiaron cuando Alberick volvió a su vida, de cómo el pintor lo enloquecía, de cómo estaba dispuesto a hacer todo por él, de cómo lo deseaba y de cómo Alberick lo despreciaba, porque había que ser honestos… Alberick jugaba con él, lo miraba por debajo del hombro, nunca lo tomó en serio ni tomó en serio su amor, siempre lo menospreció y le dio migajas de cariño cuando a él le convenía, cuando él tenía tiempo, cuando él podía…

 

Pero lo amaba, Rada lo sabía y lo reconocía, lo amaba con toda su alma lo malo era que Alberick no le correspondía como le hubiera gustado y por eso, por la frustración que sentía por que no se sentía lo suficiente como para que el pintor lo acepte en su vida se había desquitado con Shun

 

Shun… maldito Shun… el rubio cuando recordó a su ex – esposo se incorporó en la cama y una mueca se dibujó en su rostro, él… se había atrevido a responderle, se había defendido, lo había golpeado, dos rodillazos le dio pero eso no lo iba a salvar, él ya vería la manera de cobrarse esta afrenta, lo metió preso, que se cree????, pero Shun aún no ha visto de lo que él puede ser capaz…

 

Ese mismo lunes Shun estaba en la oficina y tenía una sonrisa en los labios que no se le quitaba con nada, había pasado el fin de semana más delicioso y divertido de su vida, Hades era fantástico, si no estaba enamorado antes pues lo estaba ahora y el risueño abogado tuvo un día fantástico, Seiya ya no estaba en la oficina porque estaba entrando al noveno mes y el médico ya le mandó reposo y el castaño estaba en casa, eso no le hacía gracia a Seiya pasar en casa todo el día pero por el bien de su bebé lo haría, eso y mucho mas

 

En la noche Shun llegó a casa con Hades, su hermano ya lo conocía pero Seiya no y Shun se lo quería presentar así que luego del trabajo y de la rehabilitación fueron a comprar la cena y llegaron para encontrar a Seiya que estaba como niño bueno en cama, Ben estaba a su lado mordiendo su teléfono celular pero cuando sus invitados llegaron con la ayuda de Shun que tenía a Ben en brazos fue a la sala y pudo conocer al nuevo novio de su cuñado, la primera impresión fue muy buena, Hades estaba usando su ropa normal con la que iba a su trabajo pero se lo veía imponente, botas, jeans, una camisa de cuadritos y una chompa de cuero, el detective cuando vio a Seiya acercarse lentamente a él sonrió y le extendió la mano

- Mucho gusto, lamento si te incomodamos – el pelinegro se acercó al dueño de casa e hizo intención de ayudarlo a llegar al sillón, Seiya sonrió… no estaba enfermo solo embarazado pero  no le molestaban las atenciones que todos tenían con él

- No es problema eso de estar solo todo el día no es bueno para el alma, es un gusto conocerte Hades, mi esposo me ha hablado de ti

- A mi Shun me ha hablado de ti

- Todas cosas buenas y mira este es mi sobrino Ben

- Ohhhh está hermoso y cómo ha tomado el hecho de que pronto tendrá un hermanito?

- Hay que ver qué pasa, está tranquilo y no me ha dado guerra, pasa a mi lado ahora que estoy en casa y no me hace correr tras él, claro que tengo ayuda pero es un buen niño – dijo Seiya acariciando la cabecita de su hijo que tenía un poco más de año y medio y estaba grandísimo

- Trajimos la cena, por qué no te sientas mientras la servimos, ya llamé a Ikky y me dijo que estaba llegando

- Eso es media hora más, ya sabes como son los médicos – dijo Seiya sentándose en una de las sillas de la mesa del comedor y recibiendo a su retoño en sus piernas, Seiya en términos generales se sentía bien, su pancita era mas pequeña que la que tuvo cuando estaba esperando a Ben pero tenía algunos problemas de presión y cansancio, por eso Shaka ya le había mandado reposo

- Y de cuántas semanas estás?

- De 38, ya me falta poco y no… no tenemos un nombre, a mí me gusta Max y a Ikky le gusta Ian, así que mi bebé no tiene nombre todavía

- Ya cuando lo vean sabrán su nombre – dijo Shun mientras le seguía pasando las cosas a Hades que las iba acomodando en la mesa, en ese momento llegó Ikky y sonrió al saludarlos a todos, estrechó la mano de Hades y le palmoteó la espalda, abrazó a su hermano, besó en los labios a su esposo y tomó en sus brazos a su hijo, Ikky estaba cansado porque había tenido un día pesado en el hospital pero puso su mejor cara para atender a su invitado, a fin de cuentas su hermano estaba ahora feliz y eso era lo importante

 

La cena transcurrió entre risas e historias, mas o menos a las 10 de la noche Ikky fue a acostar a Ben y ese fue el tiempo para el último café, la conversación era de lo más entretenida y casi a las once de la noche el detective se despidió, Shun lo acompañó hasta la puerta del edificio y se besaban suavemente mientras bajaban por el elevador

- Tu hermano es muy simpático – dijo el mayor entre besos

- Ah sí?, vaya… eres el primero que lo piensa – Shun respondió entre risas, Ikky era todo menos simpático pero esa noche el médico estuvo genial

- Tu cuñado es muy divertido, ellos se llevan bien y quieren mucho a su hijito, son una linda familia

- Si lo son, ellos me han ayudado muchísimo, les debo la vida – las puertas del elevador se abrieron y la pareja salió tomada de la mano y caminaron por el vestíbulo hasta la puerta de calle del edificio

- Nos vemos mañana?, te paso a buscar? – Hades tomó en sus brazos a Shun y lo volvió a besar

- Suena fantástico

- Ahí yo te haré la cena – ofreció el pelinegro besando nuevamente a Shun

- Tu sabes cocinar? – el abogado sonrió y acarició el pecho de su novio hasta llegar a su cuello y su mejilla

- Solo en ocasiones muy muy especiales, pero yo te llamo porque a veces cosas pasan en la estación, tu sabes cosa de trabajo

- No te preocupes yo entiendo, que tengas buena noche

- Sería en verdad una buena noche si durmieras a mi lado

- Mañana soy todo tuyo

- No puedo esperar

Hades besó nuevamente a Shun en los labios como despedida y se fue, el peliverde sonrió y subió al departamento con una canción en su corazón, Hades era todo lo que él hubiera querido y más, mucho mas

 

Esa semana transcurrió sin mayores novedades, Shun ya no volvió a saber nada más de Rada el que estaba de un humor de los mil diablos, algo estaba pasando con Alberick y no lo sabía, todos al parecer en la empresa sabían algo pero a él no le contaban nada, las personas hablaban en los pasillos pero al verlo se callaban, las secretarias le saludaban amablemente pero se le reían a las espaldas, algo pasaba y él moría de las iras porque no lo sabía, Alberick no se había aparecido toda la semana por la oficina y ni siquiera lo había llamado, desde ese día que discutieron en la calle no se habían vuelto a ver, que pasaba ahora?

 

Esa noche cansado de esperar el rubio fue hasta el departamento de Alberick, hace mucho tiempo el pintor le había dicho que no le gustaban las visitas sorpresas, que no le gustaba que nadie vaya a su estudio, que no le gustaba que lo interrumpieran en su proceso creativo pero Rada ya no lo podía aguantar más y tenía que hablar con él así que fue hasta la zona centro de la ciudad, entró al edificio sin problema y tomó el elevador, él tenía la llave del departamento por lo que entró y casi se muere por lo que vio

 

El ambiente estaba tenuemente iluminado, habían velas por todos lados, en el centro del amplio espacio estaba un lienzo que tenía un dibujo sombreado, no tenía color aún pero obviamente era el muchacho ese, el recepcionista y se lo veía recostado en una especie de superficie, al levantar la mirada el rubio notó una mesa que tenía un largo mantel, tal vez ahí posó el “modelo” de su amante, Rada se sacó el saco y dejó las llaves por ahí y en eso estaba cuando un ruido que venía de la habitación le recorrió entero, un gemido… Rada escuchó un gemido

 

Al avanzar por el pasillo pudo escuchar de mejor manera como la cama sonaba con el movimiento y nuevos gemidos que inundaba el ambiente y sus sentidos, al abrir la puerta se le rompió el corazón al ver a Alberick en cuatro en la cama mientras Sigfried lo embestía por detrás, sus movimientos eran frenéticos en este punto, tan cegados por la pasión estaban que ni siquiera notaron cuando la puerta se había abierto, el pintor gemía y apretujaba las sábanas con la una mano mientras se masturbaba con la otra, el modelo lo sostenía de las caderas y se movía con fuerza en su interior

 

La habitación estaba en silencio salvo por el sonido de los dos cuerpos desnudos que chocaban mientras se hacían el amor, Alberick gemía como Rada no lo había escuchado gemir antes y Sigfried también, ambos decían cosas inentendibles porque era claro que estaban cerca del orgasmo, el rubio no lo soportó más y salió de la habitación, fue por el departamento hasta que llegó a la parte en donde estaban los lienzos y pinturas y tuvo que aflojarse la camisa porque le faltaba la respiración, la vista se le nubló, una rabia como nunca había sentido le inundó y su instinto de sangre empezó a aflorar cuando vio al fondo de la habitación un extintor de incendios

 

La cama crujía mientras el bello recepcionista lo embestía, Alberick gemía porque Sigfried tenía lo suyo, como amante le resultó muy estimulante, era la tercera vez que lo hacían esa noche y cada vez resultaba mejor que la anterior, sus movimientos cada vez más rápidos, la manera como sujetaba sus caderas, sus manos suaves y que se sabían mover tan bien, sus labios que besaban con ansia, su muy varonil voz… mmm… hacían de Sigfried un muy buen hallazgo a criterio del pintor, uno de los mejores amantes que habían compartido su cama estas últimas semanas

- Voltéame cariño… voltéame… - dijo el mayor girando un poco su rostro y guiñándole un ojo a su nuevo modelo que sonrió pícaro y le respondió:

- A tus órdenes…

El muchacho de cabello de ojos celestes y cabello cenizo salió del cuerpo del pintor y lo volteó recostándolo sobre su espalda, le levantó ambas piernas y lo volvió a penetrar con fuerza, Alberick se arqueó en la cama y gimió, con su brazo atrajo al joven a sus labios para besarlo, le rodeó el cuerpo con las piernas y le mordió el hombro

- Que rico papi… más fuerte… dame más duro…

- Así?... te gusta así?

- Mmmmm… fantástico

Sigfried sonreía al ver la cara de puro placer que su nuevo amante tenía, ambos se acercaban ya al clímax cuando la puerta de su recámara de abrió pero esta vez lo hizo con tal fuerza que rebotó contra la pared, Sigfried no alcanzó ni a voltearse cuando un golpe en su cabeza le hizo ver luces y luego el joven sitió como lo arrojaban contra la pared con fuerza, ahí el muchacho quedó fuera de combate, Rada lo había dejado inconsciente en el piso

- Qué mierda crees que haces? – Alberick gritó indignadísimo al ver a Radamantys agredir a Sigfried, el pintor se iba a levantar de la cama pero el rubio lo sujetó y lo lanzó de nuevo sobre ella sentándose sobre él y sujetando sus manos

- Y con eso me engañas? – reclamó Rada con dolor e indignación

- Yo me puedo acostar con quien yo quiera además… - Alberick empezó a decir pero Rada apretó su agarre en sus muñecas y lo sacudió en la cama, el pintor nunca había visto tan violento a su amante, no estaba necesariamente asustado porque siempre lo supo manejar pero esto era nuevo

- Cállate… cállate tu eres mío no te puedes acostar con nadie más, tú me perteneces

- Yo no soy tuyo, yo soy libre, yo no te debo nada y no te pertenezco, suéltame Radamantys o lo pagarás caro

- Por qué?, por qué me haces esto si sabes que yo te amo – Rada se agachó buscando los labios de Alberick pero el pintor volteó el rostro y no se dejó besar, se contorsionó con fuerza porque quería soltarse del agarre del rubio pero no pudo, Rada era mucho más grande y pesado además le sujetaba las muñecas por sobre su cabeza entonces lo tenía arrinconado sobre la cama

- Así soy yo y tú lo sabes, yo no puedo tener un solo amante, yo tengo muchas necesidades que solo tu no las puedes cubrir, yo necesito más, deseo mas

- Y yo?, yo que pinto en todo esto?, no soy nada para ti?

- Eres mi amante favorito pero fue un error

- Qué fue un error?

- El que hayas dejado a Shun, fue un error que te hayas separado de él, fue un error el creer que yo podría serte fiel, no lo vez… siempre ha sido igual, yo siempre he tenido más amantes además de ti y eso nunca fue un problema porque tú estabas casado, ahora que tu esposito ya no está a veces ya ni siquiera tenemos nada de qué hablar – el tono de Alberick bajó y dejó de forcejear cuando dijo esto, es que era inevitable y él lo sabía, Rada también pero no quería, se resistía a escuchar las palabras de su amante que eran muy ciertas

- Alberick yo te amo – insistió el abogado

- Rada… yo ya no, esto ya no está funcionando para mí, suéltame – la seriedad y seguridad con la que Alberick dijo esto le llegó al alma a Rada, era como si le estuvieras apretando los pulmones desde dentro porque no podía respirar

- No… no… tú no puedes hacerme esto, tu… yo lo he dejado todo por ti, he moldeado mi vida por ti, todo lo que he hecho lo hago por ti

- Yo no te he pedido que hagas nada por mí, y ahora es en serio lo que te digo, suéltame y vete, no quiero volver a verte, recoge tus cosas de la fábrica de mi tío y vete

- No Alberick… que es lo que te hace falta?, que te puedo dar?

- Nada… lo que yo quiero no me lo puedes dar tu, suéltame Radamantys que me haces daño, suéltame

- Alberick… no… no…

 

Rada se negaba a aceptar lo que estaba pasando y en ese punto los ruegos no estaban por demás pero esta actitud lejos de conmover al pintor lo enojaron, a él no le gustaba que le insistan las cosas, era bastante terminante con sus decisiones y luego de algunos minutos en los que Rada le decía que le amaba y que las cosas serían como él quisiera y el hecho de que no lo soltaba lo hicieron reaccionar de la peor manera y ya cansado de esta situación Alberick dijo:

- Ok., deja de lloriquear como nena y quítate de encima de mí, tu sola presencia me molesta, estas últimas semanas ya ni podía verte a la cara, no sabía cómo terminar contigo porque te tenía pena, eso es lo que quieres escuchar?

- Qué?... pena?

- Si pena… ya ni como amante servías, no me podías satisfacer, tus besos me empezaron a dar repugnancia, tus caricias igual, ese departamentito tan mustio en el que vives, tú crees que una persona como yo se puede acostumbrar a eso o aceptar eso?, ubícate Rada… mis sirvientes viven mejor que tu

- Que eso no importaba dijiste…

- Claro que no importaba hasta que se metió la retorcida idea en la cabeza de que me vaya a vivir contigo, estás loco o qué?

- Tu solo jugaste conmigo… me utilizaste…

- Suéltame Rada, suéltame que me haces daño

- Yo no te estoy haciendo daño… esto es hacerte daño… maldito… desgraciado…

 

Radamantys soltó las manos de Alberick y le dio un puñetazo con todas sus fuerzas en el rostro, el pintor se retorció en la cama, trató de defenderse y arañó a su agresor, lo golpeó en el pecho en el rostro pero Rada era más fuerte y le dio un par de puñetazos más en el estómago que lo dejó sin aire y el agredido tosía pero reía mientras lo hacía

- Cobarde… poco hombre

- Cállate

- Lo mismo… le hacías… a Shun verdad?

- A ese ni me lo nombres

- Él fue… una víctima… tuya… pero yo… no lo seré…

Alberick como gato se revolvió en la cama y pudo soltarse del agarre de Radamantys y tomó el extintor de incendios con el que Rada había golpeado a Sigfried que seguía inconsciente en el extremo del cuarto y el pintor trató de atacar con eso al rubio pero Rada lo interceptó, le quitó el arma de las manos y le golpeó la cabeza con ella, Alberick cayó en la cama y se quejaba poniendo una mano en su cabeza que sangraba, el pintor estaba mareado y veía doble, ahí fue cuando le cayó otro golpe con el mismo extintor y otro y otro, Rada lanzó al piso el arma y apretó el cuello del que fue su amante por tantos años y con fuerza cerraba cada vez más sus manos hasta que Alberick dejó de respirar, los golpes en la cabeza eran suficientes para matarlo pero la furia del rubio lo llevaron a asegurarse y a acabar con su vida él mismo

 

El rubio se quedó de pie como ido, no podía despegar sus ojos del cuerpo inerte de su amante, la verdad ni notó a Sigfried que había despertado y  gateando salió de la habitación para correr por su vida, al ver sangre en sus manos Rada fue al baño y se las lavó, a lo que salió del cuarto de baño como que algo se accionó en su cerebro, Sigfried ya no estaba… aquel que podía incriminarlo se había ido así que sin mirar atrás Rada salió del edificio como alma que lleva el diablo, se subió a su carro y arrancó

 

Un medio desnudo Sigfried llegaba a la estación de policía más cercana, tenía rastros de sangre en su piel pero no era la suya era la de Alberick, el oficial que estaba de turno pensó que el muchacho había cometido algún crimen y le apuntó con su arma apenas el muchacho entró

- No dispare… no dispare…

- Pon las manos sobre tu cabeza y no te muevas

- Usted no entiende, hubo un asesinato… él lo mató… él lo mató…

- Quién mató a quién?

- Radamantys Wyvern creo que es su apellido, mató a… mató a Alberick Kraham en su departamento, yo lo vi, yo estaba ahí… por favor… por favor… él lo mató… él lo mató…

El detective que había escuchado esto se adelantó al policía que aún apuntaba al muchacho que cayó de rodillas y lloraba producto del shock y lo ayudó a ponerse de pie mientras lo llevaba a su estación de trabajo y pedía agua para él

- Si lo que dices es cierto, en dónde está el cuerpo? – preguntó el detective al muchacho que ya estaba un poco más tranquilo, los policías que estaban ahí estaban inclinados a creer su historia pero necesitaban pruebas antes de dejarlo ir o procesarlo

- En el departamento – contestó inmediatamente el recepcionista

- Dónde está el departamento?

- A tres cuadras de aquí hacia el norte en ese edificio en el que funciona un restaurante de Sushi en la planta baja, el departamento es un estudio, él es pintor y lo mató… lo mató…

- Sabes dónde Fernir? – preguntó el detective a uno de los uniformados que asintió – Perfecto… ve para allá y me avisas, con cuidado que el sujeto puede estar armado, cuál es tu nombre muchacho?

- Sigfried…

- Muy bien Sigfried… cómo es el sospechoso?

 

El detective Valentine a cargo le hizo todo tipo de preguntas al muchacho que respondió lo mejor que pudo, de la jefatura zonal enviaron a dos patrullas y al entrar al edificio descrito efectivamente encontraron lo que Sigfried había descrito pero no había señas del sospechoso, el equipo de criminalística que llegó a analizar la escena del crimen y uno de los primeros hallazgos fue el extintor de incendios cubierto de la sangre de la víctima, lo empaquetaron todo para llevárselo a analizar al laboratorio y determinar si la historia del muchacho que estaba en custodia coincidía con la evidencia

 

Radamantys conducía por la ciudad pero su sentido de la paranoia le estaba ganando porque según él todos los ojos se desviaban hacia él y lo mraban y lo juzgaban, todos sabían lo que había hecho y el rubio estaba enloqueciendo, eran casi las siete de la noche y él aún no decidía a donde ir porque cuando fue a su departamento vio a un patrullero dando vueltas por su manzana, la policía ya estaba sobre su pista y solo era cuestión de tiempo para que lo atrapen, mientras conducía por la ciudad no podía dejar de pensar en Alberick, lo veía en esa cama teniendo sexo con ese imbécil y gozándolo, la ira, la indignación y la frustración se iban acumulando en él nuevamente y solo una cosa le vino a la mente, Shun…

 

Notas finales:

Chan chan chan... y ahora que va a hacer Rada????, eso es el martes, no se pueden perder el capitulo que viene, ya faltan solo dos mas para el final

Muchas gracias por leer y nos vemos en el capitulo nuevo, saludos, bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).