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GIROS DEL DESTINO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capitulo nuevo, cualquier descripción sobra, espero que les guste

Capítulo 15.- No… otra vez no…

 

Shun estaba sentado en la sala del departamento jugando con Ben que ya estaba bostezando pero no estaba molestoso todavía, Ikky aún no llegaba y Seiya estaba acostado en otro de los sillones con las piernas alzadas, al castaño le dolía la espalda y no encontraba posiciones cómodas para poder estar más de 15 minutos, los dos amigos estaban hablando de todo un poco cuando Ikky llegó, el médico sonrió a ver a todos en la sala esperándolo y luego de saludarlos tomó a Ben en sus brazos porque se le botaba, Ikky era el que siempre lo cargaba porque Seiya no podía y a Shun le dolía la mano cuando lo cargaba mucho rato, es que el pequeñito ya no estaba tan pequeñito

 

Seiya típicamente había llamado a su restaurante favorito y estaban esperando que llegue la comida reunidos en la sala, Ikky se había ido a cambiar de ropa cuando el timbre sonó, Shun estaba sentado en la alfombra de la sala con Ben entonces Seiya fue el que se levantó para abrir la puerta, miró por el agujero de pescado de la puerta y vio al repartidor que usaba una gorra en la cabeza y tenía las fundas con el logo del restaurante por lo que el castaño abrió la puerta, lo que pasó a continuación fue muy rápido por lo que nadie pudo reaccionar a tiempo

 

Seiya abrió la puerta pero el repartidor la empujó con fuerza haciendo que el dueño de casa se tambaleara, el repartidor soltó las fundas con la comida y en su mano estaba una navaja con la que cortó el brazo de Seiya y lo empujó para botarlo al suelo, Shun abrazó a Ben y no se movió porque de la parte trasera del pantalón el repartidor sacó un revólver y lo apuntó, Ikky al escuchar la conmoción salió corriendo por el pasillo y fue el primero que recibió un balazo

- Noooooooo Ikky… - Seiya desde el piso se movió para tratar de llegar a su esposo pero se quedó quieto cuando el repartidor le pisó uno de sus brazos clavándolo al piso porque lo pisó con fuerza, el castaño gimió del dolor y regresó a ver a su atacante que ya había cerrado la puerta tras de sí y le pasó la cadenita sin dejar de apuntarle ahora directo a su abultado vientre

- Seiya… no te muevas… - dijo Ikky incorporándose un poco en el suelo pero igual dejó de moverse porque ahora el arma le apuntaba a él pero de cualquier manera el médico quedó sentado y se sostenía el hombro que sangraba

- Mi billetera está en la mesita, toma todo  lo que quieras pero no nos hagas daño – dijo Ikky señalando la mesa de la esquina de la sala

- Y quién te dijo que quiero tu billetera? – el repartidor sonrió al sacarse la gorra de su cabeza y dejándose ver, ahí Shun que hasta ahora no se había movido y sostenía a Ben que había empezado a llorar se llevó la sorpresa de su vida, cómo fue que Radamantys llegó con su pedido?, había agredido al repartidor habitual?, si venía armado no venía a nada bueno

- Radamantys… qué quieres aquí?, qué haces? – Shun estaba en verdad asustado, en su último encuentro se había puesto por demás violento y Shun solo pudo escapar porque estaba en un bar lleno de policías y Hades también estaba ahí, ahora él estaba solo, con un bebé en brazos, Seiya a punto de dar a luz e Ikky que tenía un disparo en el hombro, sus posibilidades no eran buenas

- Y me lo preguntas?, tu… tu eres el culpable de todo lo que me ha pasado, tu eres el cáncer de mi vida, tú me arruinaste, tu… solo tu…

- Ok., si yo soy el responsable deja ir a mi nissan y a Seiya, deja que vayan a un hospital, déjalos ir, ya me tienes a mí, déjalos ir a ellos – suplicó el peliverde sin moverse, él sabía que si intentaba huir con Ben en brazos no llegaría lejos y Seiya e Ikky correrían más riesgo que nunca

- Crees que soy estúpido?, que poco me conoces – Radamantys disparó nuevamente y el balazo le cayó a Seiya en la pierna, Seiya gritó del dolor, Ikky y Shun también, el rubio estaba enloquecido y solo sonreía por el dolor que les estaba causando a sus víctimas, Ikky estaba desesperado porque estaba al otro lado de la habitación mientras este lunático torturaba a su esposo que intentó arrastrarse para llegar a Ikky pero sus intentos fueron frustrados porque Radamantys pisó ahora la herida en su pierna, Seiya gritó nuevamente y solo atinó a abrazarse a si mismo tratando de proteger su vientre

- Que dulce no?, el “hasta que la muerte los separe” ha tomado un nuevo significado no crees Shun?

- Por qué?, por qué a ellos?

- Porque tienes que sufrir, porque tienes que pagar

- Qué tengo que pagar, qué diablos te hecho yo para que ataques a mi familia?

- Y me lo preguntas?

- Si… nunca lo entendí, nunca supe que mierda hice para que me agredieras así a mí, que hice Rada?, yo solo te amé y quise complacerte, ser un buen esposo, no entiendo… tu solo te ensañaste conmigo e hiciste lo que te dio la gana de mí, no lo entiendo… en qué me equivoqué? – a Shun en este punto no le importaba rogar, rogarle a Radamantys por su vida y por la vida de los suyos que estaban en peligro

- Tu… tu… no eras él… tú me dabas todo lo que yo hubiera querido que él me dé, tu… tu… - la rabia le salía por los poros al rubio, al fin admitía lo que Shun siempre supo o sospechó, por años se desquitó con él lo que con el verdadero amor de su vida nunca pudo

- Alberick?

- No me lo nombres

- Es suya la sangre de tus ropas? – Shun no lo había notado al inicio pero la ropa del su ex estaba manchada de sangre y no era la sangre de Seiya o de Ikky

- Te dije que no me lo nombres!!!!!!!!, ahora Shun… quieres que a tu hermano lo encuentren con un balazo en la cabeza mañana?

- NO!!!!, por todos los dioses Rada no lo hagas

- Ok., eso está en tus manos, si cooperas todo saldrá bien me entendiste?

- Si… si… lo que tú quieras

- Muy bien, párate y busca cinta adhesiva de embalaje, deben tener cinta de embalaje verdad?

- En el último cajón del escritorio del estudio – dijo Ikky que estaba un poco pálido, había perdido ya mucha sangre y no se diga Seiya que lo único que quería era llegar hasta los brazos de su esposo pero no podía moverse, Shun se levantó con el niño en brazos y fue al estudio seguido por Rada que lo esperó en el hall para no perder de vista a Ikky y a Seiya que no se habían atrevido a moverse, Shun encontró lo que buscaba y volvió

- Perfecto, ata las manos de tu hermano y luego sus pies, lo mismo con Seiya, dame al niño – dijo el rubio extendiendo los brazos pero Shun abrió los ojos con horror, no le iba a dar a Ben

- No… por favor mi hijo no – rogó Seiya desde el piso y el rubio solo sonrió

- No me confías a tu engendro eh?, hagamos una cosa entonces – Radamantys tomó a Seiya de los cabellos y lo arrastró hasta arrimarlo a la pared, Ikky se moría de la indignación, lo que más quería era matar a este desgraciado que estaba lastimando a su familia pero no podía, el sentido de impotencia nunca había sido tan fuerte en el peliazul, Radamantys fue hasta Shun y le quitó el niño de los brazos, el pequeñito lloraba y Seiya estaba al borde del infarto pero en contra de todo pronóstico el agresor entregó el niño al lastimado castaño al cual le volvió el alma al cuerpo al tener a su hijo en sus brazos, el pequeñito lloraba pero se iba tranquilizando en los brazos de su padre

- Ata a tu hermano ahora antes de que me arrepienta… -  Rada sabía que con esto acababa de inmovilizar totalmente a Seiya, tenía una herida horrible en su pierna la que sangraba, su estado estaba muy avanzado como para que pueda hacer ningún tipo de movimientos ágiles y tenía a su hijo en brazos, Shun con la cinta de embalaje ató las manos de Ikky en su pecho y luego ató sus pies juntos

- Muy bien Shun… ahora… nos vamos a divertir tu y yo por un rato, sácate la ropa lentamente

- Qué?

- Aquí y ahora, sácate la ropa o te arrepentirás – Rada apuntó el arma a Seiya que abrazó a su hijo de mejor manera tratando de protegerlo con su cuerpo pero el castaño no tenía mucho rango de movimiento

- Está bien está bien no le apuntes… yo haré lo que tú digas…

- Así me gusta… como en los viejos tiempos, hazlo lentamente tu sabes cómo me gusta – el rubio miró a Shun que se sentía asqueado por lo que estaba pasando pero no necesariamente tenía muchas opciones y el joven se sacó la leva que aún estaba puesto, cuando llegó a casa de la oficina no se cambió de ropa porque se quedó entretenido con su sobrino

 

Ikky quería morirse ahí mismo, luego de matar a Radamantys claro está, el peliazul solo podía ver a Seiya y la desesperación que el castaño sentía, Ikky no lo entendía hasta que se dio cuenta de lo obvio, a su esposo le habían venido ya los dolores de parto, la angustia y lo estresante de la situación seguramente habían causado que se le adelante aunque Shaka dijo que podría ser cualquiera de estos días, si no llegaban pronto a un hospital ambos morirían

 

Shun se había sacado la corbata y estaba abriendo botón por botón su camisa, cuando estuvo abierta totalmente no se la quitó sino que pasó directo al botón de su pantalón

- No no no… quítatela – dijo el rubio señalando su camisa

- Tu solías quitármela – respondió el peliverde, su tono no implicaba nada pero Radamantys sonrió y se acercó a él, con la fría hoja de navaja acarició su pecho y le hizo un pequeño corte bajo el pezón derecho, Shun se estremeció pero no se movió, el rubio sin soltar la navaja del cuello de la camisa la tiró hacia abajo descubriendo el hombro de su ex y eso fue lo que Shun había estado esperando, cuando Rada cerró los ojos y se acercó a su cuello para olerlo Shun en un rápido movimiento le dio un rodillazo en la entrepierna, le agarró de la muñeca que sostenía el arma y le torció la mano consiguiendo que suelte el arma pero el rubio consiguió apuñalarlo en el estómago

 

Ambos cayeron al suelo ante los gritos desesperados de Ikky y se dio un forcejeo por cuál de los dos llegaba primero al arma, Shun la tomó pero Radamantys se lanzó a él y lo lanzó al piso, el peliverde luchó con todas sus fuerzas para no soltar el arma la que se disparó y el tiro fue a dar a una de las lámparas de la sala, Radamantys trataba de sujetar a Shun pero el abogado se escabullía, le dio un codazo en la nariz lo que le permitió escapar y casi a gatas llegó al otro lado de la habitación, Radamantys se había puesto de pie y con la navaja en mano se acercaba amenazadoramente a él pero no dio más de dos pasos que un nuevo disparo sonó y el rubio se quedó estático, llevó su mano hacia su vientre y cuando levantó la mano a la altura de sus ojos la vio cubierta de sangre, su incrédula mirada fue hacia el peliverde que estaba en el piso pero aún le apuntaba con el arma y respiraba todo agitado

 

La vista se le nubló a Radamantys, las piernas se le volvieron gelatina y el rubio cayó de rodillas en la sala de aquel departamento, Shun respiraba agitadamente pero al ver caer a su agresor soltó el arma y haciendo un esfuerzo sacó su teléfono celular del bolsillo para llamar a Hades

- Shun que hay?

- Hades… Hades… manda ambulancias y patrulleros a mi casa, ahora

- Qué pasó?

- Seiya e Ikky están heridos y yo también, no sé si él esté muerto o no

- Radamantys?

- Si… mándalos ahora…

- Ok., ya mismo los llamo pero no me cuelgues y sigue en la línea, háblame mi amor no te duermas y háblame, cómo estás?, qué te hizo? – Hades estaba en la estación y con señas hizo llamar a la ambulancia y a refuerzos luego de escribir la dirección de la casa de Ikky en un papel

- Me apuñaló en el estómago, me cuesta respirar… me duele todo… ven por favor…

- Ya estoy en camino amor, resiste que ya llegamos, ya llegamos… no dejes de hablar conmigo, qué estás haciendo ahora?, háblame Shun…

 

Shun haciendo malabares pero se dio modos para seguir hablando con Hades por teléfono y le seguía describiendo lo que estaba haciendo mientras cortaba con la navaja de Radamantys la cinta con la que Ikky estaba atado y el peliazul fue hasta donde Seiya estaba y lo abrazó con fuerza, el castaño se quejó del dolor pero no soltaba a su hijito y besaba con desesperación a su esposo, las ambulancias llegaron en menos de 5 minutos y atendieron primero a Seiya, uno de los policías que llegaron a la escena del crimen tomó al niño en brazos mientras los paramédicos trataban de detener el sangrado de la herida de la pierna del castaño, otro grupo atendía a Shun que sonrió cuando Hades llegó más pálido que la muerte e inmediatamente se arrodilló a su lado, cuando llegó la segunda ambulancia atendieron a Radamantys que estaba vivo pero sus signos vitales estaban cayendo y rápido, finalmente llegaron a Ikky pero el peliazul no quería saber nada y solo quería subirse a la ambulancia en la que llevaban a Seiya al hospital

 

Esa noche fue bastante larga, el balazo en el hombro de Ikky no necesitó cirugía porque la bala entró y salió así que solo lo suturaron y le curaron su herida, Seiya si tuvo que ser intervenido, su segundo retoño ya venía y Shaka hacía todo lo posible por trabajar lo más rápido para que Mu pueda extraer la bala de su pierna, lo bueno era que no había rotura de hueso pero la herida del castaño si se hubiera demorado más tiempo en ser atendida le pudo haber ocasionado la muerte por el desangre que sufrió

 

Shun igual tuvo que ser operado, la navaja había lastimado su estómago y necesitó cirugía pero las expertas manos de Shion lo pusieron fuera de peligro lo mismo que a Radamantys, su cirugía fue la más complicada pero igual los colegas de Ikky hicieron todo para salvarlo y cuando el día acababa de despuntar los oficiales de policía que custodiaban el cuarto en donde estaba el sospechoso de asesinato y causante de la agresión a la familia Takamura recibieron la noticia de que se iba a poner bien

 

Shun despertó en el hospital como tantas otras veces lo había hecho y siempre por el mismo agresor, pero esta vez Hades estaba a su lado y le sonrió apenas el abogado abrió sus verdes ojos

- Hey… Shion dijo que todo había salido bien y que te vas a recuperar pronto – el pelinegro besó la frente de su novio y tomó su mano

- Lo maté?

- No… no lo mataste

- Bien…

- Te alegra no haberlo matado?

- Claro que si…

- Era defensa propia Shun

- Ya lo sé pero… yo no lo quiero muerto, lo quiero sufriendo, lo quiero en la cárcel, lo quiero acabado, eso me hace mala persona?

- Claro que no, eso te hace humano

- Y Seiya y mi nissan?

- Seiya salió muy bien de la cesárea, el niño está en la incubadora pero el médico dijo que es solo una precaución, su herida en la pierna sanará pero le quedará la cicatriz al igual que tu hermano, él está bien y me dijo que iba a ir a la sala de neonatología para ver si le dejan llevar a Max para que Seiya pueda verlo

- Max?

- Tu hermano dijo que después de lo de anoche Seiya le puede poner el nombre que quiera a todos sus hijos, tu cuñado ya despertó pero está débil y es lógico si perdió mucha sangre

- Donde está él? – esto preguntó Shun y fue muy obvio que se refería a Radamantys porque la expresión en el rostro del abogado cambió del alivio al saber que su familia estaba bien a la furia al recordar por qué era que todos estaban en el hospital, Seiya pudo haber muerto y el bebé también, Ikky podía haber perdido la movilidad de su brazo entero si la bala le daba en el hueso y eso para un cirujano era mortal, gracias a todos los dioses nada de eso había pasado

- Al final del pasillo con custodia policial, lo arrestaron ya por el asesinato de Alberick Kraham, yo ya presenté los cargos por intento de asesinato y agresión en contra de tu familia, a tu ex le espera un muy buen tiempo en la sombrita

- Bien… eso está bien… Hades… me llevas a ver a Seiya y a mi nissan?

- Claro… déjame consigo una silla de ruedas

- Yo puedo caminar

- Ya lo sé pero es política del hospital, ya regreso y tú no te muevas

- Ok

 

En la habitación del castaño era todo risas y alegría, Seiya estaba acomodado en varias almohadas mientras sostenía en sus brazos a su pequeño retoño, el bebé estaba bien y aurita estaba bostezando y haciendo pucheros, era muy pronto como para saber a quién se parecía pero Ikky decía que era igualito a él, el peliazul médico con herida de bala y todo estaba cargando a Ben que miraba curioso a su hermanito pero no quería acercarse todavía y en eso estaban cuando llegó Hades con Shun en la silla de ruedas, al verlo llegar Seiya sonrió y se incorporó más para poder enseñarle a su cuñado a su nuevo sobrino

- Seiya está hermoso – a Shun se le iban las lágrimas al tomar la pequeña manito y que el bebé le haya apretado un dedo

- Él no estaría aquí si no fuera por ti Shun, gracias…

- Ustedes son mi familia, no tienen nada que agradecer

- No ototo, lo que hiciste fue muy valiente y muy estúpido pero nos salvaste la vida, nunca podremos agradecértelo

- Ikky… tú me has salvado la vida más de una vez así que estamos a mano

- Ok., míralo, se parece  a mí – dijo Ikky acariciando la cabecita de su nuevo bebé sin soltar a Ben por supuesto

- Si nissan… es igualito a ti – dijo Shun y todos rieron

 

Ikky no estuvo nunca oficialmente internado en el hospital así que no le dieron de alta, Seiya si estuvo tres días hospitalizado y tendría que usar muletas por unos días por su herida en la pierna pero el castaño solo quería regresar a su casa y en verdad descansar, se sentía cansado hasta la médula y para él fue una bonita sorpresa llegar a su casa la cual estaba inmaculadamente limpia y eso fue obra de Ikky por supuesto, no iba  a permitir que ellos recuerden lo que había pasado esa noche si lo podía evitar

 

Shun tuvo reposo médico por 10 días antes de que tuviera que volver a la oficina, cuando lo hizo fue un acontecimiento, todos sabían lo que había pasado porque la historia llegó a los noticieros, Shun solo repetía que él lo único que quería era dejar todo atrás y continuar con su vida y para eso Hades fue crucial, él ayudó con lo de la acusación particular de Radamantys y ahora si lo iban a procesar, la familia de Alberick estaba presionando mucho para que el caso vaya a corte lo antes posible, el padre del pintor era un político muy influyente y él fue el que consiguió que los trámites se agiliten más de lo que nadie se lo esperó

 

Al fin la paz había llegado a la vida del peliverde, su situación en su trabajo volvió a la normalidad, aún vivía en casa de Ikky y Seiya lo que le daba seguridad y además pasaba entretenido con los bebés y eso a cualquiera le alegra el alma, su novio era fantástico y juntos pasaban las noches más divertidas y deliciosas, sacaban a su perro a pasear, iban a comer, Shun se empezó a quedar seguido en el departamento de Hades hasta que más o menos 6 meses después se  mudó definitivamente con él, la mudanza coincidió con la sentencia de Radamantys, 25 años sin posibilidad de libertad condicional ni nada, y eso que habían pedido para él la silla eléctrica pero su abogado apeló y con clemencia de la corte le concedieron la pena máxima sin llegar a la muerte

 

Cuando a Shun le tocó ir a declarar lo hizo con decisión, cuando llegó a la fiscalía y se sentó frente al juez… fue muy duro revivir lo que había pasado, porque para sentar precedente el abogado de la parte acusatoria que en este caso venía a ser el contratado por la familia de Alberick le preguntó muchas cosas sobre su pasado, su vida matrimonial, sus continuos viajes al hospital, sus abortos producidos por golpes, sus huesos fracturados y demás hematomas, su boleta de auxilio, sobre lo que pasó esa noche en el bar en donde lo atacó delante de muchos testigos todos policías para finalmente llegar a la noche en la que el acusado irrumpió a su casa y les disparó a su hermano y su cuñado para finalmente apuñalarlo a él

 

Radamantys que estaba presente en la sala solo vio con profundo odio al que fue por muchos años su esposo, si bien era cierto él iría preso por asesinato pero Shun despedazó cualquier argumento de la defensa al establecer bases de comportamiento sociopático y psicopático, pero lo que más le reventó al rubio fue ver a aquel detective de cabello negro en la sala el que tomó de la mano a Shun cuando su declaración estuvo concluida y juntos salieron del salón

 

Esa noche cuando Shun descansaba en los fuertes brazos de Hades que dormía no podía evitar pensar en todo lo que había sido su vida hasta ahora, en como el destino había girado varias veces llevándolo de tumbo en tumbo primero por la angustia, el dolor y la verdadera desesperación al lado de Radamantys en donde conoció el significado de la palabra “pérdida”, hasta ahora que había encontrado a un hombre noble y bueno que lo amaba y que le había ayudado a dar sentido a su vida una vez más, ahora él tenía lo que siempre deseó, ahora tenía lo que envidió alguna vez de Seiya y su hermano, tenía paz, tranquilidad, amor y alegría en su vida, lo único que le faltaba para ser enteramente feliz era ser padre…

 

Notas finales:

Ya solo falta el final, el jueves se sabe que pasa con todos (Rada incluido), y hay que ver si Shun puede o no tener hijos, o si las consecuencias de las golpizas de Radamantys le quitan lo único que le falta para ser feliz

Nos vemos el jueves en el final, muchas gracias por seguir esta historia y nos vemos en el final


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