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GIROS DEL DESTINO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, aqui se empieza a ver el cambio en Shun, la terapia y el apoyo de su familia han hecho una diferencia además las ganas que tiene ahora de vivir, eso fue determinante asó como darse cuenta de quien Rada realmente es, bueno sin mas preámbulo espero que les guste

Capítulo 10.- Mi infierno personal

 

La mañana estaba algo atareada en la estación de policía del centro de Tokio, el ruido de las impresoras llenaba el ambiente, uniformados entraban y salían con criminales esposados, habían personas que habían sido llamadas para responder a preguntas y en medio de todo esto estaba el detective Hades Omori que en los precisos momentos se encontraba hablando por teléfono cuando algo le llamó la atención, en la puerta de entrada de la oficina general estaba un hombre joven de cabellos verdes y ojos del mismo color, usaba un traje formal y aún tenía enyesada la mano pero vaya… aquel muchacho que había visto hace algunos meses se veía muy diferente en verdad en especial ahora que sonrió al verlo, Hades perdió el hilo de la conversación y colgó abruptamente el teléfono al verlo que se acercaba directamente a él

- Shun?, wow… a que debo el honor? – el pelinegro se levantó y le tendió la mano al muy atractivo abogado que le sonrió cálidamente, el pelinegro se sorprendió al ver el cambio, Shun tenía el cabello un poco  más corto lo que le daba un encaje de cara muy hermoso, estaba sonriente y no había rastro de lágrimas en sus verdes ojos, estaba pulcramente vestido con un traje nuevo y se veía todo profesional con su maletín y sus zapatos brillantes

- Detective Omori, vine a pedirle un favor – dijo el joven con un tono jovial, Shun poco a poco estaba recuperando lo que antes fue y una de esas cosas era su sonrisa, pero no la sonrisa fingida que por años le tocó poner en su cara para ocultar su dolor, no… era su sonrisa real la que mostraba ahora, la que hace mucho tiempo no salía a la luz

- Por favor llámame Hades y trátame de tu que me haces sentir viejo – el policía señaló el asiento frente a su escritorio y Shun se sentó, tomó su maletín y con algo de dificultad por su mano enyesada sacó algunos papeles

- Ok., recuerdas el video que me mostraste esa vez, la vez que vine a ver a mi esposo cuando aún estaba en el centro de retención provisional?

- Si…

- Lo necesito, bueno necesito una copia del video que tiene que tener los avales correspondiente y de ser posible podría contar con tu testimonio?

- Para qué?

- Lo que pasa es que Radamantys me está demandando por muchas cosas, además del divorcio entonces… no puedo dejar que me basuree en mi propio campo, él también es abogado pero ha estado en la docencia algunos años, yo tengo más amigos en el círculo legal además del papá de Seiya

- Seiya?

- Seiya es el esposo de mi hermano y su papá es Juez de Distrito, si mi caso no cae donde él pues de seguro caerá donde alguno de sus amigos

- Vas a pelear eh?

- Pues si… yo no quería que las cosas se den de esta manera, ni siquiera le iba a pelear las cosas, por mí se puede quedar con todo pero me está poniendo demanda por daño moral, por calumnias, hasta por manutención

- Él te está demandando a ti?

- Si… Rada cree en lo de que el que pega primero pega dos veces y tiene razón, pero esta vez no me voy a dejar, una cosa es meterse conmigo otra muy diferente insultar mi inteligencia y calidad profesional

- Haces bien, y si es por eso te puedo dar una copia de la llamada a emergencias que hizo tu vecina, el parte de los oficiales y paramédicos que llegaron a la escena, supongo que los registros médicos si tienes verdad?

- Si, mi nissan me los consiguió sin mayor problema, también tengo los reportes médicos de los años anteriores, eso da un precedente, espero desvirtuar todas sus acusaciones y ahí si lo demando yo para ver si le gusta – esto Shun lo dijo con ira, Hades esperaba ver todo en ese hermoso rostro pero ira no era una de las emociones que hubiera esperado, Hades sonrió complacido y dijo sin poder evitarlo:

- Vaya… que cambio

- Es complicado demandar a un abogado – esto dijo Shun señalándose a sí mismo y sonriendo - Te traje la petición por escrito por favor necesito tu firma de recepción y que los papeles y demás evidencias sean remitidos a mi oficina en un plazo no mayor a 15 días, lo podrás hacer por mí?

- Mañana mismo te lo mando todo, me da gusto verte tan bien

- No estoy bien todavía, estoy mejor, mi hermano me ha ayudado pero aún me falta mucho para poder decir que estoy bien

- Vas por buen camino entonces y cómo está tu hermano?

- Está bien, ocupado en el hospital pero está bien, Seiya su esposo está de encargo

- No tenían ellos ya un niño?

- Van por el segundo, están emocionados, Seiya ya volvió a la oficina y se está tomando las cosas con calma, él trabaja conmigo en la multinacional, también es abogado

- Ohhh osea que tu hermano está frito en caso de divorcio?

- Si… ahora que lo pienso pues si, bueno… no te quito más tu tiempo tú debes estar ocupado y yo tengo que volver a la oficina

- No… ha sido un gusto verte, si te llevo los papeles mañana me aceptarías un café?

- La verdad estoy dejando de tomar cosas con cafeína, pero siempre podemos tomar un jugo no?

- Un jugo entonces… nos vemos mañana en la tarde

- Ni siquiera sabes en dónde trabajo

- Soy detective… yo llego mañana llueva, truene o relampaguee

- Ok., ahí vamos a ver que tan buen detective eres

- Te sorprenderías

- Puede ser…

 

Shun cerró su maletín y se puso de pie, Hades estrechó su mano y sonrió, el peliverde lo imitó y salió de la estación sintiéndose como hace tiempo no se había sentido, esto había sido muy inesperado, vaya… alguien lo encontraba atractivo porque el detective definitivamente le estaba coqueteando, wow… el abogado solo sonrió y caminó por la acera hasta tomar un taxi, lo que menos quería ahora era una nueva relación, no estaba interesado en nada de aspecto romántico pero era mdio difícil ignorar a alguien tan atractivo como el detective Hades Omori…, de cualquier manera lo que Shun quería era salir adelante con su vida y para eso la terapia era fundamental, hablar con Saga le estaba haciendo mucho bien, el recordar todas las cosas que había pasado con Radamantys, como se sintió en esa época, lo asustado que estaba, el miedo irracional que hasta ahora sentía lo llenaba de rabia, Shun amaba al que aún era su esposo pero al verlo en su casa y con su amante… eso le llegó al alma, Radamantys no lo consideraba como nada, no le daba ningún valor, bueno… ahora sabría que tantos problemas le trajo el casarse con un abogado

 

Shun fue a la oficina y pasó el resto de la tarde enfrascado en sus trámites, la terapia con Saga además de ayudarle a superar sus traumas con respecto a la relación con su esposo estaba logrando algo más en él, era lo mismo que pasó con Seiya, ese sentimiento de culpa iba disminuyendo y ahora el peliverde se sentía libre para hablar de lo que le había pasado, Ikky y Seiya ayudaban mucho en la reconstrucción y levantamiento de su autoestima, un corte de cabello y ropa nueva hicieron mucho por él, Seiya decía que el primer paso para sentirse bien era verse bien y no había escatimado su propio sueldo para comprar muchas cosas para Shun, Ikky agradecía esto en el alma porque se notaba que su hermano poco a poco iba mejorando, los compañeros de oficina del abogado accedieron a ayudarle en todos los procesos legales al igual que Aioros, Radamantys tendría serios problemas en el aspecto legal, Shun estaba reaccionando y se preparaba para pelear, irónicamente el que Radamantys haya intentado aplastar a Shun en su campo laboral fue lo que finalmente hizo que Shun se indignara y decidiera contra atacar

 

Esa tarde en la consulta de Saga, Shun siguió con su historia, pero recordar los golpes, los insultos, los malos tratos era en verdad duro, el terapista estaba contento con los progresos de Shun aunque aún se notaba que amaba al que era su esposo, cuando hablaba de Rada no podía evitarlo y se entristecía recordando lo hermoso que fue el inicio de su relación y lo agrio que se fue tornando todo paulatinamente, esa tarde Shun estaba más tranquilo y habló mucho con Saga, lo que venía fue terrible…

 

***

Shun estaba en el cuarto de baño sumergido en el agua caliente, Rada aún no llegaba de la Universidad y el peliverde estaba tomando un baño para relajarse un poco, a lo que salió de la tina se secó el cuerpo con mucho cuidado, se podían ver moretones en sus brazos, piernas, caderas y unas marcas muy feas en su espalda, eso fue regalito de su esposo en su última discusión, Shun ni siquiera se acordaba la razón de la pelea solo sintió como los golpes le llovían para luego sentir como agua hirviendo le caía en la espalda, ese era el café que él mismo le había llevado a su esposo y que le había regado sin motivo alguno

 

Shun salió del baño con su pijama puesta y se acostó, no supo a qué rato se quedó dormido pero despertó cuando agua helada le cayó en el rostro

- Quién te dio permiso para dormir???, mira el desastre que hiciste, límpialo… - Radamantys tenía un vaso en la mano pero lo aventó a la pared del cuarto y vidrios volaron por todas partes, Shun no tuvo tiempo de reaccionar que el rubio lo tiró de los cabellos y lo sacó a rastras de la cama para lanzarlo fuera de la habitación, Shun se puso de pie lo más rápido que pudo y fue a la cocina por el trapeador para secar el agua y recoger los vidrios

- Dónde está mi cena?

- Siéntate… enseguida te la paso

- Razón tengo yo en decir que no vales para nada, no eres capaz de tenerme la cena lista, ahora tengo que esperar que me la calientes… sabes qué?, ya solo de verte se me quitaron las ganas de comer, hasta el apetito me quitas, me voy a acostar… no te atrevas a ir a la habitación, no estoy de humor ni quiero aguantarte a mi lado

- Lo siento…

- Lo siento, lo siento… que no sabes decir nada más?, no sé por qué rayos me casé contigo – el rubio fue por el departamento y dio un portazo al cerrar la puerta de la recámara, Shun suspiró dolido y como tantas otras noches fue al baúl que estaba en la lavandería y sacó una almohada y un par de mantas, le tocaba dormir en el sofá otra vez, en la habitación el rubio se acostó en la cama con una sonrisa, no entendía por qué pero el torturar a Shun le daba un retorcido sentido de satisfacción

 

En el desayuno el rubio profesor ni miró a Shun que todo agencioso le pasaba las tostadas, la mantequilla, la leche caliente (cernida porque al rubio no le gustaba la leche sin cernir), el jugo de naranja recién hecho y los huevos revueltos con jamón, Rada simplemente se quedó leyendo el periódico y comiendo ausentemente sin decir ni una sola palabra, Shun tampoco decía nada y en esa casa se respiraba un silencio de muerte

 

En la noche Rada llegó y encontró a Shun apurado en la cocina calentando su cena

- No te molestes, como eres tan inútil supuse que no me tendrías nada listo y ya comí

- Lo siento…

- Que no sabes decir otra cosa?

- Mañana tengo una reunión por el cumpleaños de mi jefe, vamos a ir a cenar en el restaurante nuevo que abrieron cerca de la oficina, no puedo faltar

- Está bien, yo llegaré cuando salga de clases

- Está bien

- Seiya irá?

- Debería ir… no se ha sentido bien últimamente pero es una reunión de la oficina a la que no puede faltar

- Veremos si va o no

La noche siguiente Shun al salir de la oficina fue con todos sus compañeros al restaurante, casi a lo que servían la cena llegó su rubio esposo con una botella de whisky, todos los compañeros de Shun lo conocían y lo habían tratado, el rubio les parecía de lo más simpático y agradable, cuando llegó Rada abrazó al cumpleañero y luego fue saludando a todos los presentes, cuando llegó donde Shun le dio un suave beso en los labios, como siempre hacía cuando tenía público, en la intimidad de su casa hacía meses que no le daba un beso

 

Seiya estaba por ahí charlando con sus compañeros pero casi inmediatamente luego de la cena se disculpó con todos, se despidió y se fue, el comentario general cuando esto pasó era que el esposo se Seiya era un médico muy serio y que no le gustaba que Seiya saliera, claro que este comentario fue hecho con mucho cuidado porque todos sabían que era el hermano de Shun

 

Esa noche a lo que se despidieron todos y Rada tomó a Shun de la mano hasta llegar al auto el peliverde pensaba que le gustaría que las cosas volvieran a ser como antes, Rada si tenía de vez en cuando arranques amorosos pero le duraban muy poco, un par de días a lo sumo en los que se mostraba tranquilo y no lo maltrataba, pero el resto del tiempo solo recibía desplantes de su parte

 

Cuando el rubio se pasaba de copas llegaba a casa y le pedía perdón, le decía que todo iba a cambiar, que le amaba y que representaba su mundo, que sin él no podría vivir y muchas cosas más, con esas promesas Shun se sostenía, esa noche a lo que llegaron al peliverde le tocó aguantar mil y un insultos a sus compañeros de trabajo, a Seiya y su ausencia, a su jefe y sus miradas, a sus compañeros de trabajo y sus bromas, Shun sabía lo que venía por lo que ni siquiera opuso resistencia cuando Radamantys le arrancó la ropa y lo hizo suyo en el piso de la sala

 

Ahora ya ni siquiera se tomaba el rubio la molestia de llegar a la habitación, lo tomaba en el piso de la sala o del comedor o en la fría baldosa de la cocina porque decía que Shun era tan malo en el sexo que no merecía hacerlo en una cama sino ser tomado como los animales en el suelo, siempre con violencia, siempre con golpes incluidos, siempre con insultos y recriminaciones, siempre acusándolo de tener amantes, de ser frígido, de no poder complacerlo, de ser un inútil…

 

A Rada no le interesaba en lo más mínimo el estado de Shun pero eso si, cuando habían cosas de la Universidad el peliverde tenía que estar lo mejor presentado posible, al flamante profesor le encantaba llevarlo de su brazo y pasearlo delante de todos, claro que eso luego a Shun le costaba una paliza porque su esposo lo acusaba de coqueto, pero de cualquier manera en una cena que hicieron en la facultad a la que Shun asistió con Rada, el peliverde se llevó una muy desagradable sorpresa, a esta cena llegó aquel amigo de Radamantys, aquel al que hace tanto tiempo lo había presentado como su novio, aquel hombre de ojos verdes y cabello magenta rojizo que al verlo solo le sonrió mirándolo con pena

 

Shun no lo entendía pero Radamantys se puso pálido al verlo llegar y sin dar mayores explicaciones salió del salón y se lo llevó del brazo, la esposa del Decano que estaba junto al peliverde le apretó la mano en gesto de simpatía pero Shun no entendía hasta que escuchó a uno de los docentes decir: “Aquí está su esposo y se atreve a traer al amante?”, Shun se volteó y el docente que había dicho esto que no se había percatado de la presencia de Shun tan cerca solo se volteó y se fue, ahí el piso se le movió a Shun, el joven abogado se sintió el hazmerreír de todo el salón y lo que más quería era irse de allí pero no se decidía y en eso estaba cuando Radamantys volvió y fue a su lado, Shun no dijo nada y solo caminó del brazo del rubio hasta el balcón

- Es tu amante?

- Claro que no, deja de decir estupideces y de hacerme quedar mal, cambia de cara o ya mismo nos vamos a la casa y no sabes lo que te espera

- Lo escuché… uno de tus colegas lo dijo

- Está equivocado, el que tiene amantes eres tu y no yo

- Yo no tengo ningún amante pero aparentemente tu si, es por eso que cambiaste?, es por eso que eres cómo eres?

- Ya cállate Shun que estás hablando estupideces… como siempre, mejor volvamos al salón y mas te vale cambiar de cara, no respondo si no lo haces – Shun solo bajó la cabeza y asintió dejándose llevar al salón del brazo de su marido el que no se despegó de él toda la noche por si acaso alguien más vaya a decirle algo sobre Alberick

 

Al llegar a casa los golpes y los insultos no se hicieron esperar, Shun en el piso escupía sangre aguantando las patadas que recibía en el vientre y en las piernas, doblegándose al dolor cuando su esposo lo agarraba de los cabellos y lo arrastraba por el piso, tragándose sus lágrimas cuando le arrancaba la ropa y lo poseía sin importarle lo lastimado que estaba no solo de cuerpo sino de alma

 

Al final de esa semana una noticia le llegó a Shun que en vez de alegrarlo lo deprimió aún más de ser posible, Seiya estaba de encargo, por eso se había estado sintiendo mal estas últimas semanas, por eso se iba temprano a casa, por eso Ikky lo iba a buscar mas seguido… su castaño amigo estaba muy feliz por la noticia, Ikky también pero ahora que Shun lo pensaba no había hablado mucho con Ikky últimamente, lo que sea que se enteraba de su hermano lo hacía por medio de Seiya pero eso era lógico, cada que Ikky se encontraba con Radamantys el ambiente se tensionaba, cuando coincidían en las reuniones de la oficina el rubio no le daba mayor chance al peliazul de entablar conversación ni mucho menos, a los ojos de todo el mundo Ikky era muy serio y hasta pena le tenían a Seiya sin saber la verdad de las cosas, Ikky amaba a su esposo solo que su carácter huraño y antisocial levantaba dudas, en cambio Rada que era tan amable, tan cordial, tan divertido… nadie podría creer que era él el que estaba acabando con su esposo poco a poco

 

Los meses del embarazo de Seiya fueron pasando sin mayores cambios, el castaño estaba bastante bien y no había tenido mayores achaques, su pancita no era muy grande pero ya casi al final del embarazo empezó con problemas de insomnio, eso era bastante normal decía Ikky porque el castaño no podía dormir debido a su pancita al no encontrar una posición cómoda, irónicamente el sillón de Ikky por el que tantos problemas habían tenido para comprar presentó la solución perfecta y el castaño los últimos días de su embarazo los durmió en el horrible sillón que él no había querido comprar, Ikky decía que eso era justicia divina

 

La noche que nació su pequeño sobrino Shun estaba de pie frente al cristal de neonatología y miraba el bultito envuelto en mantas celestes, el bebé estaba perfecto y Seiya descansaba luego de su cesárea, Ikky venía por el pasillo vestido con su traje de cirujano y al llegar al cristal abrazó a su hermano con fuerza, el médico estaba feliz por el nacimiento de su hijo pero Shun se quería morir porque el abrazo de su hermano le dejó sin aire, como siempre él estaba lastimado por los golpes de su esposo

- Está hermoso verdad? – dijo el orgulloso padre mirando a su retoño que estaba llorando y se movía en la cunita

- Si nissan, está muy hermoso, cuándo dan de alta a Seiya

- Dos días mas o menos, es lo usual en su tipo de cirugía, quiero llevarle el niño pero aún no se despierta, me voy a quedar la noche, lo quieres cargar?

- Claro nissan…

- Ven conmigo…

Ikky llevó a Shun a la sala de neonatología y le hizo poner una bata sobre su ropa, ahí el peliazul cargó a su hijito antes de ponerlo en brazos de su hermano, Shun lo tomó y se le fueron las lágrimas, no pudo evitar pensar que él ya hubiera tenido un bebé pero que lo había perdido

- Qué pasa ototo?, ya mismo van a venir los tuyos

- Tal vez nissan…

- Tal vez?, tienes algún problema que no me has contado o simplemente no han decidido tener hijos aún?

- No lo hemos hablado, yo si quiero pero Rada… no se nissan… no lo hemos hablado

- Bueno, hasta que te decidas puedes jugar con tu sobrino, solo no lo malcríes mucho

- No no no nissan, malcriar a los sobrinos es la tarea sagrada de los tíos

- Mira… ahí está tu esposo

- Genial… si me dijo que vendría

- Todo está bien entre ustedes dos?

- Si nissan, todo está bien, ten te lo devuelvo, yo quiero ver a Seiya

- Ok., ven acá tu… - Ikky tomó a su bebé que igual lloraba y se quedó en la sala mirándolo con una sonrisa de oreja a oreja mientras Shun salía y se encontraba con Rada en el pasillo, el cual al verlo lo tomó de la mano y caminaron juntos hasta la habitación de Seiya el que estaba dormido aún por la anestesia

- Me da pena – dijo el rubio después de unos minutos de mirar a Seiya dormir

- Qué te da pena?

- Tu hermano me cae muy mal pero esto… esto es demasiado

- A qué te refieres?

- A ese pobre bastardo que Seiya está haciendo pasar como hijo del tonto de tu hermano

- Si es hijo de Ikky, tiene el tono de cabello azul y los ojos claros

- Eso no prueba nada, ese niño quien sabe hijo de cuál de los amantes de Seiya será?

- Seiya no tiene ningún amante

- Se acuesta con toda la oficina, yo conozco a todos los de su calaña y tu no digas nada que eres igual a él

- Rada…

- Ya ni intentes negármelo que yo sé que es así, mejor vámonos, la perra esta no va a despertar, ya ni siquiera se a que vine

- Viniste porque a la final Ikky es tu cuñado y acaba de nacer su hijo

- Ese pobre niño es hijo de Seiya, quien sabe quién sea su otro padre

- Mejor vámonos, no quiero seguir discutiendo esto

- Vaya… es la primera cosa inteligente que te escucho decir en algún tiempo, la única neurona que tienes en la cabeza está haciendo corto circuito? – esto dijo el rubio en un tono de burla sumamente hiriente

- Eso debe ser – respondió Shun poniéndose de pie y pasando junto a Radamantys que lo tomó con fuerza del brazo y lo jaló hasta pegarlo a su cuerpo para reclamarle fúrico

- Me estás desafiando?

- No Rada… claro que no, vámonos antes de que venga Ikky

 

Esa noche Ikky la pasó en el hospital velando el sueño de su esposo que lloró cuando pudo tomar en sus brazos a su pequeño hijito, Seiya estaba todo emocionado e Ikky conmovido hasta la médula, tanto así que los médicos colegas suyos nunca lo habían visto sonreír como sonreía ahora o preocuparse por alguien como se preocupaba por Seiya y su hijito, definitivamente esta vez el castaño se había ganado el respeto de todos por tener a Ikky como lo tenía, esa noche la pareja la pasó en el hospital contemplando dormir al pequeñito que había llegado a alegrar sus vidas

 

Mientras tanto en la casa de Shun desde afuera se escuchaba como se rompían las cosas dentro, platos volaban, la mesa de centro fue lanzada contra la pared, gemidos ahogados de dolor que provenían de la habitación retumbaban las paredes junto con sonidos de golpes y azotes de correas de cuero que chocaban contra la piel desnuda del joven abogado que mordía la almohada mientras su esposo lo azotaba con furia, sus piernas sangraban y su trasero también, Radamantys lo había atado a la cama y luego de violarlo lo estaba “ablandando” para que no se le ocurra volver a traicionarlo

- Por favor… por favor… ya no más… - rara vez Shun rogaba para que Rada se detuviera, por lo regular aguantaba las golpizas en silencio, solo gemidos de dolor escapaban de su garganta pero esta noche era diferente

- Cállate…

- Rada… estoy… esperando… un hijo… tuyo… por favor…  - Shun lloraba y suplicaba, se notaba desesperación en su tono de voz, al verse así atado como estaba se sentía por demás vulnerable

- Qué?????

- Por favor… por tu hijo… ya no más…

- Mentiroso… desgraciado… como te atreves… - el rubio se enfureció como Shun nunca lo había visto y lo volteó e la cama sentándose en su vientre, las manos de Radamantys fueron directo al cuello de Shun y lo empezó a apretar

- Por favor… por favor… ten piedad… - el peliverde en este punto rogaba por su vida porque le empezaba a faltar el aire

- Piedad?, desde hace cuánto lo sabes…? – el rubio soltó el cuello de su esposo para agarrarlo de los cabellos y tirar de él sin compasión haciendo para atrás lo más posible la cabeza de Shun que tosía

- Lo supe hoy… hoy me hice la prueba – respondió el joven mirando los ámbar ojos de su pareja llenos de furia, la noticia la tomo como si Shun hubiera cometido el peor de los pecados y a su manera de ver si lo había hecho

- De quién es?, habla maldito antes de que te mate…

- Tuyo… el bebé… es tuyo…

- No te creo

- Por favor… por favor…

 

Los ruegos de Shun tuvieron el efecto inverso, en vez de suavizar a Radamantys lo enloquecieron a tal punto de que con sus golpes dejó a Shun casi inconsciente en la cama, el rubio se ensañó con el vientre de su esposo y lo golpeó hasta que lo hizo escupir sangre, sus manos estaban aún atadas pero estaban moradas en este punto, Rada lo soltó pero solo para jalarlo hasta hacer que se pare y lo lanzó contra las paredes del pasillo, sin darle mucho chance a que se recupere lo volvió a jalar con fuerza y lo lanzó contra la mesa del comedor que de la fuerza del impacto se volteó, Shun gemía del dolor y lloraba, no gritaba porque cada que lo hacía su rubio esposo se ensañaba más con él, el mayor lo golpeó y lo golpeó hasta que el joven perdió totalmente la consciencia, Radamantys no paró de golpearlo hasta que lo vio totalmente roto en un charco de su propia sangre, solo ahí se detuvo… cuando el maltrecho abogado despertó en el hospital estaba solo en la habitación, era de noche porque podía ver la luna desde su cama, en medio del silencio y la oscuridad Shun supo antes de que los médicos se lo dijeran que había perdido el bebé que estaba esperando

 

Notas finales:

Nos vemos en el capitulo nuevo, me voy de viaje mañana entonces no voy a poder actualizar el jueves, nos vemos la proxima semana el martes con el capitulo nuevo, ya nos acercamos a la unión de las historias, Shun ya mismo acaba de contarla, espero que les guste lo que viene

Muchas gracias por leer, saludos, bye


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