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Ojitos que Hechizan por michelle483

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Notas del fanfic:

ufffffffff ahhhhh! si otra fic MIA VE AQUI VE ahaha no piensen que voy a dejar latigos de diamantes ¡jamas! pero siemrpe tengo muchas ideas en m icabezas para fic's y decidi escribir esta

Espero que les guste mucho pues tuve que investigar mucho sobre el antiguo egipto

Ojitos que hechizan

Capítulo 1

El hechizo sobre el palacio

 

Antiguo Egipto, Guiza

Un Hermoso cabello negro adornado con algunas rastas estaba siendo adornado por una diadema que le colgaban dos hilos de seda un cuerpo adornaba una túnica blanca hecha de lino en su cintura un cinturón de tela, sandalias simples y aquella joven usaba Khol bastante sombreado más de lo que normalmente lo utilizan los faraones, el pequeño tenía un velo sobre la cabella y otro que le cubría la mitad de la cara.

— ¡Corre! —entraron gritando varias mujeres, el pequeño se levantó asustado sin entender porque todos corrían siguió a las mujeres detrás de la casa ocultándose cerca en las cestas hechas de mimbre el chico aun no comprendía que sucedía en esos precisos momentos porque todos corrían eran un total caos, se escuchaban gritos y como alguien había entrado a su casa y rompían cosas.

— ¿Qué sucede?, ¿Qué esta pasando? —susurro

—Guardias del palacio—contesto una lo más bajo posible para no ser escuchada

— ¿Guardias? —pregunto

—Dicen que están reclutando gente…para…. —de un estruendo los guardias con sus lanzas destruyeron las sestas agarrando a los tres chicos y amarrándolos con sogas llevándolos marchando en una larga fila.

— ¿Qué está pasando? —susurraba para sí mismo aun su mente no venía a la realidad de estar sentado en su casa contemplando una vela ahora a estar amarrado escuchando los gritos de los guardias y llevado a un lugar desconocido, metieron a varias personas en carretas que tenían jaulas construidas con una madera muy resistible. El relinchido de los caballos se hizo escuchar y con ellos  las caretas empezaron a moverse iban muy apretados eran como tres carretas que trasportaban personas y aun él no sabía que estaba pasando— ¿A dónde nos llevan? —pregunto esperando una respuesta de alguna de las personas que estaban ahí.

—Nos llevan a el Cairo al palacio del faraón Kaulitz II, creo que nos venderán como esclavos—supuso un señor de barba que cubría su cabeza con un manto.

— ¿Esclavos?, no lo creo son guardianes imperiales seriamos esclavos pero del faraón—agrego una de las mujeres que se encontraban ahí, el pelinegro agacho su mirada en realidad le quitaron la libertad de un solo bocado. La noche estaba estrellada y hermosa pero en la situación del pequeño no era nada encantadora los ojos de aquel ángel se estaban agotando su vista se nublo y callo dormido en la rejas de madera solo le faltaba esperar hasta donde lo establecieran, parecía que era de madrugada aun en lo lejos de las pirámides estaba oscuro ni una señal del gran dios Ra aun. Los imponentes guardianes abrieron la celda jalando a todos asiendo que se despertaran y gritaran cada uno estaba ligado entre si con las sogas cuando sacaron a todos lo reunieron obligándolos a caminar, detrás de las caretas se encontraron con un imponente y grandioso palacio tal vez el primero que hayan visto en tal gloria con palmeras y joyas y luces.

Al llegar reunieron a todos en un mismo lugar donde los esperaban un chico rubio de estatura mediana con una túnica y una falda corta a los lados de aquel sujeto se encontraba a su izquierdo un chico con pelo largo y castaño solo vestía una falda corta y en su cintura un cinturón dejando una correa que le colgaba en medio  una línea en sus ojos delgada y perfectamente delineada una diadema de oro que portaba una serpiente un collar que destacaba unos brazaletes de oro en sus muñecas tenía su torso descubierto y dejaba ver el hermoso cuerpo que tenía.

Igual que el chico de la derecha traía casi la misma vestimenta lo único que cambia era el collar de distinto diseño y un brazalete que estaba cerca de su hombro este chico traía trenzas negras que al final eran sujetadas por un hilo de oro ambos se veían impotentes y poderos seguramente tenían un gran puesto en el palacio.

—Bienvenidos…—exclamo el rubio paseándose de un lado a otro— ¡divídanlos!, ¡Hombres a la derecha y mujeres a la izquierda! —los guardias obedecieron inmediatamente solo que al tomar al pelinegro no definían a donde colocarlo.

—Soy hombre—le susurro a quien le sujetaba el guardia tiro de mala forma al chico al lado de los hombres.

—Algunos hombres seleccionados serán entrenados para ser guardias otros servirán a este imperio para ser esclavos entendido…. —el pelinegro frunció un poco el ceño ya que él no podía hacer ningún trabajo e tal magnitud no era tan musculoso o fuerte como los hombres con los que estaba—y las mujeres bueno…—hizo un mueca mirando a los dos chicos que estaban a la par suya—eso lo determinaran ellos—el chico de la derecha señalo a pocas mujeres y le susurraba al odio al chico rubio en un momento se detuvo su vista en el grupo de los hombres y señalo al pelinegro que se percató rápidamente.

— ¡Tu príncipe te pregunta cuál es tu nombre! —grito señalando al pelinegro, el pequeño se percató que aquellos dos hombres eran los príncipes sabía que tenían un linaje superior, el pelinegro agacho la mirada y desvió—¿No escuchaste?, ¿te eh preguntado tu nombre? —el pelinegro levanto la cabeza junto con la mirada.

—Mi nombre es Bill Su Namun—dijo seguro, el trenzado toco el hombro del rubio y le susurro algo en el oído y se dio la vuelta junto con el otro chico y se retiraron del lugar.

—Tu, Tu, Tu y Tú se quedan el resto ¡largo! —dijo señalando a tres chicas y a Bill su Namun quien estaba confundido y temeroso—síganme—ordeno el rubio que los llevaba a una minúscula casa donde las luces están encendidas y la verdad no entendía lo que pasaba en ese preciso momento—quédense aquí—dicto, el rubio aparto la manta verde que colgaba como la entrada se quedó un rato ahí y luego llamo a una de las jóvenes—entra, rápido—la muchacha entro con miedo en su mirada y acciones los tres que quedaban afuera esperaban impacientes a ver que se trataba esto en menos de un segundo la chica salió disparada del cuarto llorando y se abalanzo a los brazos de las otras chicas.

— ¿Qué te paso? —pregunto el hermoso pelinegro, en el fondo se escuchó un grito inmediatamente el chico rubio se asomó a la habitación luego volteo a ver a los cuatro

—Ustedes tres fuera ¡tú! Chico entra—ordeno, a Bill se le caía el color de la piel que habrá adentro porque aquella mujer salió con lágrimas en los ojos el pelinegro cerro los ojos y suspiro camino con duda hacia la entrada haciendo un lado la manta al entras solo veía una gran nube de humo luego la visión se aclaró rápidamente era el chico de trenzas se encontraba recostado en una manojo de almohadas y una alfombra lo separaba del polvoso suelo tenia a la par un narguile que con el fumaba con mucho placer el chico se encontraba con una posee muy provocativa y con todo el humo que provocaba ponía a Bill más tenso.

El trenzado le dio la orden que se sentara a la par suya el pelinegro paseo su mirada por toda la recamara  luego se arrodillo y se sentó de esa forma quedo tratando de evitar la mirada de ese hombre que lo miraba tan atento.

—Recuérdame tu nombre—dijo con seriedad en sus palabras

—Bill su Namun—Contesto

—Te vez desorientado, ¿a qué se debe?

—Bueno hace unas horas atrás estaban en mi casa  en Guiza meditando y ahora estoy aquí

—Así que eres de Guiza—el chico asintió, el hombre sin cuidado arranco el velo que tapaba el rostro de aquel chico que lo dejo anonadado al ver la brutalidad de ese hombre, el príncipe agarro con delicadeza y firmeza el cuello del chico—pero que joya persa más exquisita me han capturado—decía mientras movía la cabeza del chico en todos los perfiles—hay algo muy interesante en ti—soltó su cuello.

—Le aseguro que no existe nada que le pueda llamar la atención.

—Pues te señale por algo—fumo de la pipa—no trabajaras hasta que lo diga…..si tratas de escapar te juro que te mato… la diosa Hathor  te ah bendecido mucho…hora vete…—el pelinegro casi no entendió ninguna palabra de lo que dijo y se quedo estático—¡vete que no escuchaste! —el pelinegro se levantó de inmediato y volvió a tapar su rostro y salió del cuarto. El trenzado salió y hablo con el chico rubio—Gustav…lleva al chico con las mujeres que duerma ahí si alguien le llega a tocar mátala enseguida—dio la orden dándose la vuelta e yendo con su hermano.

—Le tomaste aprecio a ese chico desconocido Tomhotep—pregunto de reojo el castaño

—Nah…no es nadie—bufo—Pero  le vistes sus ojos.

— ¿Sus ojos? —pregunto curioso, ¿Qué tenían sus ojos?.

Notas finales:

espero que le haya gustado el cap el empiezo del fic pues que quieren ver en el siguiente cap?

:D

saludos meow!

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