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Colección oneshots por ritsuka10

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HimLo, BangLo, HimUp

Romántico, comedia

 

HimChan era el príncipe de la Universidad a sus 23 años todo el sector femenino babeaba por él y hacia dudar sobre su sexualidad a una parte del sector masculino, caminaba elegantemente abrazado a una joven, una  más en su larga lista, esta vez era la tímida Lee Hi todos creían que era incansable debido a que tenía un temido hermano de quien se corría el rumor que era un gánster pero parecía que ese factor no le importo para enamorar a la pequeña castaña, su fama como conquistador era tan grande como su ego, se jactaba de conquistar a cualquiera , bueno menos al famoso Zelo un “inocente”  rubio que con sus escasos 19 años se había convertido en el ídolo de muchos ya que era el único que hasta ahora no había cedido a los halagos del príncipe.

Después de varios coqueteos con la tierna Lee la despidió para encaminarse a la biblioteca donde sabía que su pequeño tormento estaría estudiando, el mismo lugar donde lo conoció la primera vez  aunque fuera un Don Juan era muy aplicado en las materias no le gustaba que sus padres lo molestaran, la primera vez que sus miradas se cruzaron algo en su corazón le grito que esos ojos ya los había visto una vez en su pasado pero descarto esa idea al quedar prendado por su belleza, esos brillantes ojos combinados con los rubios cabellos lo hacían tentadoramente encantador pero lo que más despertaba su pasión eran el rechazo a cada uno de sus coqueteos, lo ignoraba olímpicamente y eso solo aviva más su deseo por poseerlo. Lo encontró sentado al lado de su mejor amigo un sensual castaño quien siempre parecía estar sonriendo sonrisa ese chico también le gustaba pero era demasiado inocente y honestamente no tendría la sangre fría para romper su corazón  se acercó al rubio tomándolo por la cintura.

—¿Cuándo  detendrás este agobiante dolor que deja sin respiración mi corazón? —Hablaba seductoramente. —Sabes que me encantas que haría cualquier cosa por ti.

—Nunca, ya te lo dije hyung. —Respondía coquetamente. —Como me puedes asegurar que soy el único. Además escuche que ahora tu corazón pertenece a la hermosa Lee Hi.

Se acercó a los labios r tan cerca pero  sin tocarlos provocando que su respiración llegará de golpe a los labios de mayor quien se volvió loco por tenerlo tan pegado a su piel, el deseo por lo prohibido, por lo negado era más deseable.

—Ella solo es mi amiga una más en la lista puedo botarla en el momento que aceptes darme una oportunidad. —El mayor se pegó más a su cuerpo. —Tú podrías ser el único.

Zelo lo miró a los ojos y un viejo recuerdo llego a su mente, “Mientes” pensó para sí mismo, conocía esa vieja técnica, tan mal usada, tan malgastada pero le enfureció saber que para él la pequeña Lee solo fuera una más, suspiro con pesadez, la había visto unos días antes saltar de alegría, “Tan tonta como yo una vez lo fui” pensó desoladamente, miró a su amigo quien solo evitaba la mirada conocía su corazón y entendía que sufría cuando ese noviazgo comenzó, “Si te hubieras animado antes ” le reprendió con la mente, Moon al ver esa mirada salió del lugar realmente no soportaba a ese “sujeto”.  

—Solo te pido una oportunidad. —Lo arrincono en la pared. —Una vez que pruebes mis labios no podrás dejarlos jamás.

—Está bien. —Soltó de golpe. —Conozco lo que es estar obsesionado con unos labios.

Sin previo aviso lo beso, fue rápido como una descarga eléctrica que dejo atontadas cada una de las neuronas del mayor quien sonrió encantado, era su momento de triunfar y gritarles a  todos que no existía una sola persona que resistiera a su encanto natural, un regalo de los Dioses. 

—El fin de semana participare en un concurso. —Le extendía una invitación. —Seria agradable ver cómo me  apoyas.

—Estaré ahí puntualmente. —Contestaba seductoramente. —Todos te envidiaran.

Zelo se alejó tranquilamente tratando de detener los interminables latidos de su corazón, no entendía por qué lo había hecho pero algo en su interior le gritaba que debía pasar página con el rubio, debía sacarlo de su sistema para poder seguir adelante. El día del concurso llego con rapidez un perfecto príncipe rubio hacia acto de presencia en el lugar citado, lucia extremadamente sexi unas cuantas chicas le enviaron besos al aire, el sitio lucía un poco peligroso era un antro muy a la moda pero se notaba que la gente se encontraba ahí era de temerse, eso no lo desmotivo sino lo contrario le agradaba saber que aquel chico de cabellos rubios era salvaje, tomó asiento en un lugar donde la vista era esplendida, podría disfrutar del escenario con tranquilidad, de pronto su mirada capto una rubia melena, realmente era sensual ese chico que ahora estaba dentro de unos entalladísimos pantalones negros de cuero, no dejaba nada a la imaginación, trago en seco, esa noche no se le escaparía, tenía que meterlo a su cama por un fin de semana entero, levanto la mano para saludarlo y el joven se acercó. 

—¿Tienes mucho tiempo esperando? —Cuestiono nervioso a lo que el mayor negó con la cabeza. —En unos minutos es mi turno después te muestro el lugar y tendrás tu ansiada oportunidad.

—Mucha suerte. —Contesto tomándolo de la cintura. —Aunque temo que no la necesitaras.

HimChan se apoderó de los labios del rubio quien solo trataba de separarse pero su voluntad fue muy débil  y cedió ante aquel exquisito sabor “Es verdad tus labios son adictivos” se reprendió mentalmente, sintió como una mano se iba introduciendo por su camisa fue el tacto quien lo hizo reaccionar, se separó de golpe con las mejillas sonrojadas miro a todos lado y sus orbes chocaron contra los de un castaño, quien lo miraba molesto.

—Me tengo que ir. —Comento apenado, se dirigió al escenario.

 HimChan lo vio partir, la manera que se movía despertaba la pasión en sus pantalones “Esta noche debes ser mío” se gritaba mentalmente, su mirada se fijó en el escenario donde un castaño capto su mirada si Zelo estaba sensual ese joven se llevaba el premio, su piel bronceada relucía en aquellas camisa sin mangas, sus pantalones dejaban ver el bien definido arco de su cadera, trago en seco, se quedó sin aliento y la excitación aumento a más no poder, toda el deseo se acumuló en su entrepierna, el solo ver a un joven le provocaba unas terribles ganas de poseerlo, estaba hechizado, cada movimiento, cada paso, el sudor recorriendo su cuerpo y esa eterna sonrisa eran factores para perder la cordura. El espectáculo termino sus ojos estuvieron en batalla campal ya que no sabían en que caderas enfocarse más en las del chico con la piel blanca como la nieve o el comestible joven de la piel color canela.

—Si Zelo no cae en mi cama, lo harás tú. —Comentaba para sí mismo señalando a Moon. —Si pudiéramos hacer in trio seria inmensamente feliz.

 

No dejó de deleitarse con cada uno de los movimientos de los amigos, no sería la primera vez que fuera la causa de que una amistad terminara en desastre, le gustaba Zelo pero le atraía mucho JongUp, así que decidió que después de probar el cuerpo de los dos jóvenes decidiría quien sería su amante, su mente ideo un extravagante plan, seduciría al más joven pero a la vez coquetearía al castaño, solo faltaba poco para que el primero cayera en su cama.  La premiación se llevó acabo y como era de esperarse su dúo favorito gano, camino para felicitarlos pero vio como un chico jalaba del brazo a su rubio se preocupó pero no le importo mucho, se dirigió a su otra presa para comenzar la conquista.

—Hyung que bueno que estas aquí. —Hablaba temblando el castaño. —Ese sujeto que se llevó a Zelo es un acosador temo que le haga daño. Debes salvarlo.

—No te preocupes iré por él. —Trato de calmarle. —Ahorita regreso.

HimChan siguió por el camino donde vio salir a la pareja cuando llego a un callejón en una esquina presencio como ese sujeto tenia arrinconado en la pared a su futuro amante, sus manos navegaban por su espalda y su cadera presionaba con fuerza a la del más joven quien solo tenía los ojos cerrados, por la oscuridad no pudo distinguir si se defendía o no, pero el mayor estaba bastante entretenido en su cuello, al llegar lo tomo del brazo lanzándolo lejos, el extraño lo miro furioso 

—¿Que te crees que haces pervertido? —Gritaba furioso HimChan. —Zelo ¿Estas bien?

El mencionado asentía mientras se escondía detrás de él, pudo sentir como temblaba y su respiración era entrecortada eso despertó la ira en su interior, él podía ser muy cruel pero jamás obligaría a una persona hacer lo que no deseaba,  el acosador le hizo frente lanzándole un puñetazo que fue evadido, hubo intercambios de golpes hasta que HimChan logro acertarle un golpe en el estómago, lo tomo del cuello pegándolo a la pared.

—Más te vale que te mantengas alejado de lo que es mío. —Escupió con soberbia. —No me gusta que toquen a mi novio.

HimChan pudo ver el rostro del atacante, era un sujeto que daba miedo y por la mirada que le regalo sintió que una ventisca helada recorría su columna vertebral, lo dejo tirado en la pared y tomó la mano al rubio quien aún estaba shock caminaron lejos de lugar después de alejarse varias cuadras  tomaron asiento en una de las bancas, lo guardo en sus brazos, no podía creer que aún siguiera temblando su mirada estaba perdida en la nada, lo tomo por la barbilla para obligarlo a mirarlo a la cara, sus ojos se cruzaron y lo beso con extrema delicadeza.

—Todo está bien. —Comento en un suspiro. —Yo estoy a tu lado para cuidarte.

—Gracias, mi héroe. —Respondió con una sonrisa.

Los besos se volvieron más exigentes, el espacio entre sus cuerpos fue disminuyendo lentamente, la mala experiencia desapareció así como la cordura del más joven, los recuerdos llegaban a su piel despertando todo lo que una vez sintió, su pasado estaba más vivo que nunca, ese olor llego a su mente abriendo viejas heridas, se aferró a su espalda, “Solo una vez más” se repetía mentalmente, lo arrinconaron bajo un árbol, unas manos fueron introduciéndose bajo su camiseta, con cada caricia encendía fuego en su piel, “Un beso más” se volvió a decir recorriendo con su lengua el interior de la boca del mayor, sus pensamientos ya no tenían lógica solo disfrutaba el momento, ¿Era capaz de volver a caer en sus brazos? ¿Nadie lo sabrá? Los besos fueron más desesperados ¿Por qué no sencillamente perdía la cabeza y ya? Un rostro conocido se formó en su cabeza, no podía traicionarlo, no a él, se separó de golpe, miró a un intrigado rubio, contuvo la respiración.

—Lo siento pero no puedo hacer nada. —Hablo secamente. —No hasta que me pidas ser tu novio.

HimChan soltó una carcajada ese chico no solo era sensual sino encantadoramente tierno, el puchero que tenía en el rostro podría derretir al mismo polo norte, acaricio su mejilla y beso su frente.

—¿Quieres ser mi novio? —Hablo seductoramente. Zelo lo miro a los ojos y una sonrisa pícara se formó en sus labios. —No así quiero que en el festival frente a todos me pidas ser tu pareja.

Kim lo observo con una cara de ternura no era la primera vez que alguien le pedía que se declara frente a toda la Universidad, muchas personas antes se lo exigían como requisito así que no le importo, haría cualquier cosa para tener en su cama a ese rubio, lo enloqueció con esos besos, se notaba que era experto en ese tema, cada roce, cada caricia sabía que lo hacía en doble sentido, tal vez el pequeño también tenía sus secretos, tal vez era un ávido amante, le molestaba pensar que alguien más ya había probado ese cuerpo pero también le emocionaba descubrir que habilidades tenia desarrolladas, una vez más devoro esos carnosos labios. Caminaron por las calles tomados de la mano hasta llegar a la casa del primero, nuevamente se vieron enrollados en una guerra de labios al final la cordura gano. Zelo ingreso a su casa fue cuando encendió el celular tenía muchas llamadas perdidas, no deseaba contestar, el remordimiento lo devoraba por dentro, una vez más había sido débil ante su encanto, traiciono a su mejor amigo.  

HimChan se despertó con una sonrisa en el rostro a su lado un rubio dormía tranquilamente ese día sería perfecto, conquistaría a Zelo de una manera tan romántica que terminaría cayendo a sus pies.

—¡Hey Ren! es muy tarde. —Le decía descobijándolo. —Anda vete no quiero problemas con tu noviecito JR.

El mencionado se levantó del golpe buscando su celular al encontrarlo le marco a su novio.

—Si mi amor lo siento pero sabes como es mi hermana. —Hablaba dulcemente. —Claro pasare todo el fin de semana contigo.

El rubio contestaba melosamente por el celular mientras hacía un ademan de despedida. HimChan  movió la cabeza, se miró en el espejo, su belleza era infinita como su vanidad, observo detalladamente cada uno de sus rasgos, era hermoso pero sabía que eso no iba ser eterno, a veces solo buscaba enamorarse y ser fiel pero no había encontrado a la persona correcta, en lo que ese ángel maravilloso llegaba se dedicaría hacer feliz a los mortales. Se arregló con esmero dejando boquiabiertos a las personas con las que se topaba, toda la mañana se la paso pegado a su bello tormento, todos los miraban con expectativa, con envidia, otros tantos con lastima y decepción ya que veían a Zelo como el héroe que le bajaría los humos. En la tarde el festival de música dio inicio congregándose un gran número de alumnos alrededor de la plaza, el rubio tenía preparada una gran sorpresa para por fin conquistar el recio corazón del joven, subió al escenario y comenzó a entonar Bad Boy de Big Bang, miles de jovencitas se desmayaron, otras tantas comenzaron a suspirar todo estaba tan bellamente perfecto, el Sol lentamente se escondía en el horizonte, miles de flores de cerezos volaban alrededor.

—Lo siento soy un chico malo. —Comentaba al final pegado a su oído. —Soy el chico al que amas, mientras el tiempo pasa, más me llegas a conocer, nene, no me dejes, sé que aún me amas. ¿Quieres ser mi novio?

El mayor se acercó al más joven para abrazarlo no espero la respuesta ya que su ego la conocía, lo miro a los ojos preparado para robarle su primer beso a su novio, pero Zelo no reacciono se acercó peligrosamente a sus labios pero sin tocarlo.

—Se acabó, lo siento. —Le comento con una torcida sonrisa. —No quiero ser tu novio.

Los ojos de HimChan se abrieron como platos, no podía creer lo que sus oídos escuchaban, nadie, pero nadie en toda su vida lo había rechazado, sin importar su fama, todas caían sin excepción, al verse rodeado por miles de rostros burlones no soporto así que le hizo frente.

—¿A qué estás jugando? —Hablaba nerviosamente. —Sabes syn HimChan Kim y nadie me rechaza.

Zelo solo dio la vuelta para irse de ese lugar, su misión había terminado pero un brazo detuvo su caminar, un furioso rubio lo miraba a la cara exigiéndole una respuesta, intento besarlo pero fue rechazado, hizo un segundo intento pero alguien lo jalo del cuello y le dio un golpe en el estómago.

—Me la debías idiota. —Hablaba con voz profunda un pelirrojo. —Aléjate de mi novio sino quieres perder tu lindo rostro de niña.

—¿Tu qué haces aquí pervertido? — Le contestaba al ver que era el mismo sujeto del callejón. —Vete si no quieres que llame a la policía.

A HimChan ya no le importaba nada, nadie jugaba con su orgullo, nadie se metía con él, haría llorar a ese rubio, pero su mente no lograba armar el rompecabezas que se le presentaba, ¿Por qué su lindo Zelo abrazaba por la espalda a su acosador? ¿Por qué lo rechazo? ¿Por qué diablos tenía ganas de salir corriendo de ahí?

—¿Sabes cómo me llamo hyung? —Comentaba Zelo abrazando al pelirrojo por la espalda. —Por tu cara sé que no tienes ni idea.

—Vámonos estoy cansado de esta farsa y me debes mucho jovencito. —Comentaba el extraño tomando la barbilla del maknae. —Me voy a cobrar cada uno de los minutos que pase ayer sin ti.

Sin previo aviso el mayor devoro desesperadamente los labios del joven de piel blanca mientras lo tomaba por la cadera, pegándolo a su cuerpo, algunos voltearon la mirada ya que esa pareja realmente necesitaba una habitación, HimChan que aún estaba tirado en el piso se levantó furioso y le lanzo un golpe al rostro  del acosador quien ya lo había visto venir coloco a su amante tras de él restregó su molesto puño en el blanco rostro del príncipe.

—Eso es por mi hermana. —Le grito. —Nadie se mete con mi pequeña Lee Hi.

La pareja de amantes se tomó de las manos y salió corriendo del lugar, ahora Zelo necesitaba desesperadamente en contentar a su amante mientras se dirigía al estacionamiento se topó con su mejor amigo.

—Hice lo correcto. —Le grito con una sonrisa en el rostro. —Es tu turno de limpiar sus heridas. ¡Suerte!

JongUp solo se despidió para después dirigirse a la plaza la cual estaba semi vacía después de que los amantes corrieran un abatido príncipe también decidió huir dándole fin al espectáculo, busco con la mirada a su rubio preferido, sabía perfectamente donde encontrarlo así que corrió al salón de música al llegar lo vio sentado en una de las bancas contemplando su lastimado rostro en un espejo, se acercó a él ofreciéndole una  bolsa con hielos.

—Su nombre es JunHong Choi, fue el chico que enamoraste hace 6 años. Era nuevo en la preparatoria,  tu ibas en tercero no conocía a nadie te le acercaste, lo enamoraste, jugaste con sus sentimientos y terminaste por botarlo como un desecho. —Comentaba el castaño colocando el hielo en el moretón del rubio. — Fuiste su primer amor, la primera persona con la que estuvo todos se burlaron de él realmente la paso mal por eso en los recreos escapaba a un parque junto a la escuela fue donde conoció a Bang-Hyung y desde ahí se enamoraron.

HimChan escuchaba la historia en silencio, no había hecho las cosas bien en toda su vida, ir jugando con los sentimientos de las personas no era correcto siempre lo supo pero no tenía esa empatía, ahora junto a ese inocente castaño se sentía sucio, impuro, deseo ser otra persona, comenzar desde cero, dejo el espejo aun lado y bajo la mirada, no tenía el suficiente coraje para ver a su compañero a la cara.

—Siempre me ha gustado tu cabello en color negro. —Volvió a decir en un suspiro el castaño. —Creo que te queda mejor. Es mi favorito.

—También a mí. —Contesto automáticamente.

El silencio invadió el sitio, por primera vez el mayor no deseaba forzar la situación le gustaba el ambiente, tan tonto, tan torpe, sin sentido alguno, solo los dos ahí sentados, el castaño tocando su mejilla lastimada, lo miro a los ojos, ¿Tal vez había encontrado a su ángel sonriente?

—HimChan-Hyung me gustas. —Dijo torpemente el castaño.


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