Todo comenzó cuando Jonghyun llegó de la nada a la casa que compartía con su primo pidiendo hablar con los padres de Kibum. Jinki fue quien atendió la puerta y quedó paralizado y cohibido por la confianza y belleza que emanaba aquel chico, con palabras torpes lo hizo pasar. Quedó maravillado por sus ojos de cachorro que contrastaban con su apariencia de chico malo y su cabello revuelto, claro que prefirió confiar en sus ojos, ya que la gente solía decir que eran la puerta hacia el alma de las personas, y a través de ellos se encontró con un chico travieso, risueño y a la vez sentimental. Cuando lo hizo entrar al estudio le dedicó una última mirada antes de salir con el corazón latiendo a mil por hora en su pecho.
Kibum, Jinki y Taemin, el hermano pequeño de Jinki, estaban pegados a la puerta tratando de averiguar de qué se trataba esa repentina visita. Ninguno de los tres conocía a aquel chico, ni si siquiera lo habían visto cerca de su casa por lo que no podía ser un vecino, así que la curiosidad los estaba matando y más cuando sabía el nombre de Kibum, quien aseguraba no haberlo visto jamás en su vida. Después de media hora de incertidumbre, Jonghyun salió con una sonrisa radiante seguido por los padres de Kibum, quienes reían con picardía mientras explicaban que a partir de entonces Jonghyun sería una visita frecuente en su hogar.
Como prometieron, Jonghyun volvió el día siguiente a la misma hora durante la tarde, esta vez se presentó formalmente ante todos. Y aunque toda la familia lo recibió con amabilidad en la mente de la mayoría seguía rondando la misma pregunta. “¿Por qué Jonghyun quería venir a casa cuando no conocía a nadie?”
Bueno después de 1 semana de constantes visitas la respuesta se hizo obvia para Jinki, bastaba con verlo estar cerca de Kibum, lo seguía a cada rincón de la casa y le encantaba llamar su atención por no mencionar que prácticamente se atragantaba diciéndole cumplidos cada vez que llegaba a casa. Si, en definitiva Jonghyun era bastante obvio sobre sus sentimientos. Pero Kibum también lo era. Dio a entender de una manera nada sutil que detestaba la presencia de Jonghyun, cada vez que lo escuchaba llegar iba a esconderse a su cuarto y era Jinki quien tenía que conversar con Jonghyun y entretenerlo mientras los padres de Kibum convencían a su hijo de bajar, por si eso fuera poco lo ignoraba mientras hablaba y no olvidaba decirle cada vez que se marchaba que no se molestara en regresar.
Claro que Kibum no era malvado, insensible ni odioso, simplemente detestaba hacer cosas que no le gustaban y mucho más fingir que alguien le agradaba, como era el caso de Jonghyun. Jinki lo sabía y por eso trataba de convencerlo de que le diera una oportunidad a Jonghyun, diciendo que cuando lo conociera mejor vería lo agradable que en realidad era. Aunque nada funcionaba para hacerlo cambiar de opinión y había días en los que Kibum ni siquiera se molestaba en bajar a recibir a Jonghyun, y Jinki tenía que mentirle diciendo que Kibum estaba enfermo, cosa que era muy difícil porque era un pésimo mentiroso y a pesar de todos sus esfuerzos Jonghyun terminaba descubriendo su mentira. Y entonces no era la sensación de ser descubierto lo que lo hacía sentir culpable, si no la expresión de tristeza en el rostro de Jonghyun cada vez que no podía encontrarse con Kibum. Por eso Jinki hacia lo posible por hacerlo sonreír, haciendo bromas tontas o simplemente haciendo uso de su natural sangtae y a veces parecía funcionar y Jonghyun se quedaba durante la tarde a pasar el rato con Jinki; aunque en otras ocasiones Jonghyun se marchaba con los ojos vidriosos dejando a Jinki con el corazón en la mano.
Todo empeoró un día cuando Kibum estalló de ira por culpa de Taemin quien descubrió el uso de las tijeras con su ropa de marca. Si había algo que enfadaba a Kibum era que se metieran en sus cosas y mucho más cuando las destruían. Taemin tuvo suerte de que llegara Jinki a defenderlo, de otro modo Kibum habría terminado con su corta vida. Aun con la ira fluyendo por su cuerpo Kibum fue a recibir a Jonghyun esa tarde y sin importarle nada más le gritó un par de cosas que hicieron que el otro casi llorara frente a él.
“Estoy arto de ti ¿Cuántas veces tengo que decirte que no vuelvas a venir? ¿No entiendes que no me agradas? ¡Te odio!”
Esas fueron las palabras exactas que Kibum prácticamente escupió en la cara de Jonghyun. Jinki se apresuró a ir donde Jonghyun y viendo como Kibum se marchaba enfadado de la casa, invitó a Jonghyun a pasar, pero el chico menor parecía estar en otro mundo – uno lleno de dolor, supuso Jinki – y no respondió su sugerencia por lo que sujeto el borde de su camisa y lo hizo entrar a la casa. Una vez adentro, lo guió a su habitación con miedo de que Kibum volviera y siguiera gritándole. Jinki se disculpó por lo sucedido y le dijo a Jonghyun que no tomara muy enserio sus palabras, que Kibum sólo estaba muy enfadado. Jonghyun asintió cabizbajo aunque eso no borró la expresión abatida de su rostro, y Jinki aun podía ver las lágrimas formándose al borde de sus ojos.
- Debería dejar de venir… - dijo Jonghyun afligido.
- No digas eso, Jonghyun. Si quieres puedo hablar con él – ofreció rápidamente Jinki repentinamente asustado por la idea perder las visitas de Jonghyun.
- Sabes que no funcionará, me odia….simplemente debería darme por vencido y dejar de venir – Repitió Jonghyun, dejando a Jinki sin palabras de consuelo simplemente con sus pensamientos y sentimientos revueltos.
- Jonghyun… - Jinki llamó su atención y luego hizo una breve pausa – ¿no puedes venir por mí? – preguntó, viéndolo de reojo con miedo de mirarlo directamente.
- No, Jinki. Aunque sé que le agrado a sus padres y a ti la razón por la que vengo aquí cada día es él.
Y en ese preciso momento Jinki pudo escuchar su corazón romperse por la mitad. Pero aun así se mantuvo fuerte frente a Jonghyun sonriéndole y diciéndole que entendía. Jonghyun no tenía porque saber que Jinki se le había confesado esa tarde ni que había dejado un enorme dolor en su pecho.
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Durante los siguientes tres días Jonghyun no fue a su casa. Kibum parecía tan aliviado, como si le hubieran quitado un peso de encima, mientras que Jinki se veía mortificado y apenas salía de su habitación, prefería pasar todo el día durmiendo para distraerse de la realidad, olvidando su corazón roto y su amor unilateral. Aunque para toda la familia fue extraño el hecho de que su Jinki lleno de sonrisas de un día para otro dejara de sonreír y no saliera de su cuarto, lo atribuyeron a los cambios de la edad y solo Kibum sospechaba lo que tenía a Jinki en ese estado. Por lo que se metió en su habitación a averiguar lo que le pasaba a su primo favorito.
-Jinki ¿Qué sucede? – preguntó Kibum sentándose en la cama del mayor.
-Nada –respondió Jinki escondido bajo las sabanas.
- Te iba a dar la oportunidad de que me contaras por ti mismo, pero viendo que no coperas…. Sé que te gusta Jonghyun – sentenció Kibum haciendo que Jinki se sentara de golpe y lo mirara sorprendido, delatándose con esa simple acción. Kibum estalló en risas y luego continuó – si reaccionas de esa manera lo haces obvio – lo molestó, mientras Jinki se sonrojaba.
-No le digas a nadie – se limitó a decir Jinki volviendo a acurrucarse bajo las mantas.
-¿Qué planeas hacer? – cuestionó Kibum, mientras tiraba de sus mantas para destaparlo.
-Nada – volvió a responder Jinki, sin siquiera luchar por sus mantas y terminando con la mitad superior de su cuerpo descubierta.
-Bueno sé que soy hermoso, atractivo, simpático, único en mi tipo y que no me llegas ni a los talones, pero aun si Jonghyun tiene un muy buen gusto podrías gustarle – Jinki sonrió débilmente sabiendo que a pesar de ser una broma todo lo que su primo decía, para él era muy cierto – después de todo llevas mi sangre – finalizó Kibum con una sonrisa, resistiéndose a las ganas de desordenar cariñosamente el cabello de Jinki.
-Tú llevas mi sangre – corrigió Jinki – yo soy mayor.
- Como sea, haré que Jonghyun vuelva a venir a casa ¿de acuerdo? Sólo porque quiero que dejes de estar en este estado vegetal y vuelvas a sonreír como siempre– dijo Kibum dándole una pequeña sonrisa.
-Sé que sólo lo haces porque quieres que cuide de Taemin para que no se meta en tus cosas – afirmó Jinki – Pero por ahora no quiero volver a verlo. Aun así, gracias.
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Kibum no escuchó las palabras de Jinki y al día siguiente Jonghyun volvió a aparecer en su casa. Esta vez Kibum se disculpó con él e incluso le pidió a Jonghyun que la próxima semana salieran a una cita, claro que sería doble y eso incluía a Jinki y un amigo de Jonghyun. Después de hacer su mejor actuación, Kibum le pidió a Jonghyun que le avisara a Jinki lo de la cita dándole la excusa de que tenía un asunto urgente que atender. Jonghyun más feliz que nunca y tragándose toda la actuación de Kibum subió a ver a Jinki. Cuando entró encontró a un bulto oculto entre las sabanas quien suponía era Jinki, llamó su nombre suavemente haciendo que Jinki abriera sus ojos como plato y su corazón comenzara a latir con fuerza. Kibum de verdad había llamado a Jonghyun, pensó Jinki, sólo esperaba que no le hubiera dicho nada sobre sus sentimientos. Asomó su cabeza fuera de las sabanas para darle una mirada a Jonghyun quien estaba arrodillado junto a la cabecera de su cama y de inmediato sus mejillas comenzaron a arder.
- ¿Estás bien? Te vez algo afiebrado –comentó Jonghyun tocando la frente de Jinki con sus mano izquierda, contacto que el mayor rechazó alejándose.
- Sí, estoy bien… ¿Qué haces aquí? – preguntó Jinki sentándose en la cama.
- Kibum quiere que vayamos a una cita – respondió Jonghyun
-¿Cita? ¿tú…y yo? – preguntó Jinki tragando lentamente con su corazón saltando a mil por hora, por un momento pensó que Kibum le había hablado a Jonghyun sobre sus sentimientos y que eran correspondidos aunque esos pensamiento sólo duraron hasta que Jonghyun respondió.
- Algo así, es una cita doble. Kibum, yo, tú y un amigo mío ¿No es genial? – Habló Jonghyun emocionado – ¡Al fin iré a una cita con Kibum! – exclamó con alegría mientas inconscientemente acarició el cabello de Jinki haciendo que este saltara de la cama. Y no por la emoción de ser tocado, bueno en parte si, pero era debido al miedo. Imaginó que Jonghyun tomaría su cabello con fuerza y estamparía su cabeza contra la pared. No es que Jinki creyera que Jonghyun fuera capaz de hacer algo así, pero sufría de afefobia y temía a la mayoría del contacto físico, ya que su cerebro se encargaba de maquinar innumerables formas en las que una persona podría dañarlo con solo un roce.
- No me toques – le dijo con seriedad asustando a Jonghyun.
- ¿Qué pasa? ¿Te hice enojar? – preguntó Jonghyun, volviendo a acercarse a él.
- No… sólo no me gusta el contacto físico – respondió Jinki
- ¿Por qué? – preguntó Jonghyun mientras recordaba como Jinki nunca parecía tener contacto físico con otras personas, ni siquiera con su hermano pequeño Taemin. Ahora que Jonghyun lo pensaba había una enorme barrera entre Jinki y el resto del mundo – ¿Tienes algún trauma o algo? ¿Alguien te hizo algo? – Jonghyun repentinamente sonaba preocupado.
- Simplemente no me gusta, no te imagines cosas raras, nadie abuso de mí o algo por el estilo – dijo Jinki, sintiéndose molesto por la situación y por la estúpida noticia que Jonghyun le dio sobre la cita.
- ¿Entonces porque? Tiene que haber una razón.
- ¿Todo tiene que tener una razón? – preguntó Jinki sintiéndose mareado e incomodo, no le gustaba hablar sobre ello. Los únicos que sabían sobre su fobia eran sus padres y Kibum, se encargo de mantenerlo oculto del resto del mundo. Por lo que ahora que Jonghyun lo sabía se sentía expuesto y sentía la necesidad de protegerse aunque fuera con palabras duras –No hay una razón en particular porque la que no le gustes a Kibum.
Ese fue un golpe bajo, muy bajo y Jinki lo sabía, pero eso no le impidió decirlo. Sólo quería que Jonghyun lo dejara solo con sus sentimientos confusos y su estúpida e irracional fobia. Pero no funcionó del todo como quería, porque Jonghyun seguía allí inmóvil con esa expresión de tristeza que tanto odiaba ver en su rostro salvo que esta vez era él mismo quien la causaba. Y esa mezcla de sentimientos, la culpa, el enojo y la frustración terminaron empujando sus emociones al límite y sus ojos acuosos junto con el agujero en su pecho lo confirmaban.
- Lo siento, Jonghyun… sólo no me gusta que las personas se enteren y… yo lo siento. Ahora sólo quiero estar solo – dijo Jinki conteniendo las lágrimas, mientras se recostaba y cubría con las sabanas.
- Está bien, Jinki, fue mi culpa por entrometerme, pero ahora realmente no puedo dejarte solo. Te sentirías peor. Me quedaré contigo hasta que te sientas mejor – sentenció Jonghyun, dándole una leve sonrisa a Jinki. – ¿Puedo tocarte a través de la sabana?
Jinki lo miró confundo sin dar respuesta, Jonghyun tomó su silencio como un sí y comenzó a palmear su hombro suavemente mientras Jinki cubría su cabeza con las sabanas y sus rebeldes lágrimas rodaban perezosamente por sus mejillas.
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Al día siguiente Kibum obligó a Jinki a bajar para ver a Jonghyun y cuando ambos se encontraron actuaron como si nada hubiera pasado el día anterior. Conversaron con normalidad y rieron como siempre. Sólo había una diferencia, Jonghyun sabia de la fobia de Jinki y quería acabar de alguna manera con la barrera que existía entre él y el mundo. Por eso está vez cuando Kibum se marchó con otra de sus mal elaboradas excusas, no se molestó en pedir explicaciones y aceptó gustoso quedarse con Jinki como compañía.
- Hey Jinki- lo llamó Jonghyun cuando estuvieron solos –estuve investigando sobre tu fobia y encontré una manera de ayudarte.
- ¿Sí? – Jinki se removió incómodo en su asiento.
- Sólo necesitamos música ¿quieres intentarlo? – preguntó animadamente Jonghyun.
- ¿Eso incluye contacto físico? – preguntó Jinki con desconfianza.
- Bueno se trata de lograr eso – respondió Jonghyun divertido.
- No lo sé… no creo que sea buena idea –respondió Jinki con aprensión.
- No puedes vivir con ese temor toda tu vida, Jinki. Déjame ayudarte – lo incentivó Jonghyun, dándole una de sus sonrisas llenas de confianza y sólo eso fue suficiente para convencerlo.
- Está bien
Dicho esto ambos subieron a la habitación de Jinki, cuando llegaron Jonghyun colocó una canción al azar desde su teléfono móvil y los dos se sentaron en la cama.
- Comenzaremos de a poco – dijo Jonghyun – estira tu mano
Jinki obedeció poniendo su mano en el aire. Jonghyun lentamente colocó su palma sobre la palma de Jinki con cuidado de no ir demasiado rápido.
- Puedo hacer esto, tampoco hay problema con el rostro - Explicó Jinki mientras tocaba la mejilla de Jonghyun para demostrar su punto – El problema es cuando tocan el resto de mi cuerpo, o con los abrazos me siento asfixiado y sofocado.
- Está bien, entonces avanzaremos más rápido de lo que esperaba – Aclaró Jonghyun con una sonrisa.
Así fue como comenzaron una improvisada terapia de curación para Jinki, con ayuda de la música todo era un poco más sencillo. Jinki se relajaba concentrándose en ella y Jonghyun podía tocarlo sin que se paralizara del miedo o lo empujara lejos, no obstante el corazón de Jinki seguía latiendo desbocado ante cada contacto. Aunque ese día sólo consiguieron que Jonghyun tocara los brazos y la espalda de Jinki, era un gran avance para ambos sobre todo en su relación de amistad.
Las siguientes visitas Jonghyun ni siquiera se molestaban en preguntar por Kibum, sabía que diría estar ocupado así que simplemente subía corriendo a la habitación de Jinki para iniciar con su terapia. Y es que todo eso de la terapia, le encantaba de sobremanera a Jonghyun quien era conocido como el rey del contacto físico entre sus amigos y además estaba extrañamente fascinado por la piel de Jinki, se sentía tan suave bajo su tacto que de alguna manera le daban más ganas de tocarlo.
El tratamiento función el primer día, pero desde entonces se quedaron estancados sin poder avanzar más, cuando Jonghyun intentó tocar las piernas de Jinki este lo pateó lejos haciéndolo caer al suelo en el proceso. Luego de disculparse, Jinki le pidió que se fuera, no se sentía con ánimos de intentar avanzar más esa tarde y Jonghyun se fue como perro con la cola entre las patas. Pero Jonghyun estaba decidido a curarlo por lo que al día siguiente volvió a ir con una nueva idea.
- Si te conectas emocionalmente es más fácil tocar a una persona – explicó Jonghyun mientras ambos estaban de pie en medio de la habitación de Jinki.
- ¿Y cómo haremos eso? – preguntó Jinki con curiosidad.
- Música –respondió dándole una de esas sonrisas radiantes llenas de confianza a las que Jinki comenzaba a acostumbrarse.
Jonghyun comenzó cantándole una balada lenta pero agradable. Pasado el primer verso lentamente se acercó a su cuerpo y comenzó a tocarlo. Partió por sus talones, Jinki se tensó por completo, Jonghyun pudo sentirlo pero cómo no lo rechazó simplemente siguió adelante. Subió por sus piernas hasta llegar a sus muslos y Jinki seguía sin empujarlo, por lo que siguió subiendo saltándose aquella parte que no debía ser tocada por él. Jinki tembló ligeramente cuando se puso de pie, pero se tranquilizó cuando Jonghyun sólo tocó sus manos. Aún continuaba cantando cuando hizo el mismo recorrido que por sus brazos y llegó hasta sus hombros, una vez allí, arrastró sus manos por su espalda con suavidad hasta que Jinki le pidió detenerse.
- Espera, creo que es suficiente por hoy –Advirtió Jinki con voz temblorosa – Dejémoslo hasta aquí.
- Como quieras – dijo Jonghyun retirando sus manos – De cualquier manera avanzamos mucho hoy. Creo que la próxima vez podría ser nuestra última sesión y ya estarías curado, al menos conmigo luego tendríamos que ver si funciona con los demás – Explicó Jonghyun alejándose de Jinki con cautela . Honestamente toda esa cercanía lo había puesto nervioso y su corazón latía de una forma irregular.
El resto de la tarde se la pasaron charlando como de costumbre mientras estaban recostados en la cama de Jinki tratando de dibujar, aunque ninguno de los dos era bueno en ello. Jonghyun intentó dibujar un conejito diciendo que se parecía a Jinki por la piel suave y los dientes de conejo junto con su nariz. Jinki sólo rió como respuesta y le dio un suave golpe en la cabeza a Jonghyun. El cual no dejo de notar el roce, Jinki nunca tomaba la iniciativa cuando se trataba de contacto físico, de hecho nunca lo hacía así que Jonghyun supusó que su tratamiento estaba dando verdaderos resultados. Jonghyun terminó su dibujo de conejito dándole por nombre “blandito”. Era un dibujo mal hecho, una de las orejas era más corta, sus ojos eran asimétricos y sus dientes estaban chuecos, pero estaba hecho por él y era todo lo que Jinki necesitaba para guardarlo como un tesoro en el cajón de sus cosas valiosas.
El último día de su terapia llegó. Y ambos estaban ansiosos, querían que todo resultara bien, pero a la vez temían que aquellos contactos se acabaran tan pronto. Aun así hicieron su terapia como de costumbre. Jonghyun volvió a cantar una canción, una más alegre que la vez anterior que tuvo a Jinki tarareando junto a él. Y empezó su rutina desde sus pies hasta sus hombros. Cuando llegó la parte del pecho ambos sostuvieron la respiración sabiendo lo que venía a continuación.
Jonghyun finalmente envolvió a Jinki en un abrazo, no tan apretado para no asustarlo, pero lo suficientemente cálido como para tranquilizarlo. Jonghyun podía escuchar el corazón de Jinki latiendo con rapidez y el suyo mismo golpeando su pecho.
- Tranquilo Jinki, unos segundos más y lo habremos conseguido – susurró en voz baja Jonghyun.
Jinki trago el nudo en su garganta y lo soportó, permaneciendo rígido entre los brazos de Jonghyun. Su cerebro le decía que empujara a Jonghyun lejos y es que estaba asustado como la mierda, imaginaba que Jonghyun en cualquier momento lo apretaría con demasiada fuerza hasta quitarle el aire y dejarlo jadeando en el piso, pero a la vez su corazón le decía que ese contacto se sentía demasiado bien y quería permanecer así por un rato.
Terminó escuchando a su corazón. Tenía ganas de abrazarlo de vuelta y corresponder el abrazo, pero sería demasiado, apenas aguantaba no empujarlo y sentía que si levantaba sus brazos sería los para empujarlo lejos. Jonghyun como prueba final acaricio el cabello de Jinki, pasando sus dedos entre sus hebras castañas y a diferencia de la primera vez Jinki no se apartó aunque para ser honestos no parecía muy relajado. Aun así era un enorme paso para la Jinki y su fobia y todo gracias a Jonghyun. Cuando Jonghyun estaba listo para decir “prueba superada” se tragó sus palabras, algo sobre abrazar a Jinki de esa manera se sentía extraño, pero de una buena manera, una corriente eléctrica recorría su cuerpo de pies a cabeza y su corazón no había parado de latir descontrolado durante todo ese contacto. Decidió que se permitiría disfrutar de ello unos minutos más mientras atraía el cuerpo de Jinki un poco más cerca y apoyaba su barbilla en su hombro. Aunque su intimo contacto fue interrumpido unos minutos más tarde por él mayor.
- ¿Ya podemos parar? – pregunto Jinki con timidez.
- ¡Ah! ¡Claro! – dijo Jonghyun con nerviosismo separándose apresuradamente del mayor.
Luego ambos rieron torpemente y volvieron a su rutina de charlar el resto de la tarde. Para esas alturas ambos ya eran muy buenos amigos. Jonghyun sabía las cosas que les disgustaban a Jinki, sus miedos, las cosas que le gustaban, su amor por el pollo, entre otras cosas. Y Jinki por su parte sabia del amor de Jonghyun por la música, que le encantaba componer y escribir canciones, lo bien que cantaba y lo mucho que odiaba las matemáticas. También podían darse pequeños roces con naturalidad, sin que Jinki saliera corriendo o lo golpeara en el acto. En definitivamente todos esos días de terapia les sirvieron para conocerse mejor y reforzar su amistad que antes era sólo pasajera.
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Es tarde cuando Jonghyun se marchó Jinki fue corriendo al cuarto de Kibum y se sentó junto a él.
- Acaricia mi cabello – pidió Jinki, recibiendo una mirada incrédula de Kibum.
- Pero Jinki, tu fobia… ¡No quiero que me empujes! – se quejó Kibum
- Sólo hazlo, esta vez será diferente – insistió.
- Está bien – accedió Kibum pasando con cautela su mano derecha por el cabello castaño de Jinki y grande fue su asombro cuando el mayor no se alejó, lo empujó ni golpeó.
- ¿Qué brujería es esta? – cuestionó Kibum sorprendido.
Jinki simplemente sonrió maliciosamente y se fue de la habitación dejando a Kibum con la curiosidad y gritándole que no le ayudaría más si no le contaba cómo lo había conseguido.
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El día de la prometida cita doble llegó. Kibum y Jinki estaban listos y Jonghyun llegó a casa junto a su amigo llamado Minho. Los cuatro fueron al cine, en el camino Kibum trató de ser amable con Jonghyun, para que no se marchara, por el bien de Jinki, pero aun así prefería hablar con Minho, con quien congenió de inmediato y cada vez que Jonghyun le hablaba se limitaba asentir con la cabeza para luego volver su atención a Minho. Para la mala suerte de Key, Minho fue flechado por Jinki. Y aunque no era descortés con Key, prefería mantener su atención en aquel otro chico que capto su atención. Todo aquello era un extraño y amorfo cuadrado amoroso de un solo sentido que se resumía en Jinki mirando a Jonghyun, Jonghyun mirando a Kibum, Kibum mirando a Minho y Minho mirando a Jinki. Definitivamente fue una extraña cita desde el comienzo.
Cuando llegaron al cine Kibum arrastró a Onew hasta la zona de juegos mientras enviaba a Jonghyun y Minho por las entradas.
-Jinki, escucha. Yo distraeré a Minho mientras tú “aprovechas” con Jonghyun ¿De acuerdo? – sugirió Kibum una vez estuvieron solos.
-Pero Jonghyun se sentirá mal si te ve coqueteando con Minho – advirtió Jinki.
-Tiene que superarlo de una vez y entender que no estoy interesado en él. Mientras antes lo haga mejor para ambos – declaró Kibum.
-Está bien.
Luego de maquinar su pequeño plan se dirigieron hacia el otro par de chicos. Una vez junto a ellos Kibum no perdió el tiempo y se colgó del brazo de Minho mientras trataba de llamar su atención diciendo cualquier cosa. Jinki se colocó junto a Jonghyun y tras la pareja y los cuatro comenzaron a caminar hacia la sala de la película. El mayor de todos se sentía bastante incomodo, creía que en cualquier momento Jonghyun estallaría de celos o se iría enfadado por la actitud de su primo con Minho, pero antes de que algo de ello pudiera ocurrir Minho se liberó con sutileza del brazo de Kibum quien hizo un puchero de decepción.
Allí mismo el problema no era que Kibum hubiera fallado distrayendo a Minho, si no que Minho en ese preciso retrocedió para acercarse a Jinki y aprovechó de pasar uno de sus brazos por sobre sus hombros envolviendo su cuello de forma cariñosa. Jinki entró en pánico. Lo único que pasaba por su mente eran imágenes de Minho asfixiándolo. Casi podía sentir el brazo de Minho sujetándolo con demasiado fuerza y el aire estancándose en su garganta. Sólo quería decirle que se alejara y lo soltara pero las palabras murieron en su garganta y se encontró inmóvil en medio del pasillo mientras Minho lo miraba confundido.
Jonghyun notó la situación rápidamente y se apresuro a ayudar a Jinki, tomó su mano y dio la excusa de que irían a comprar papas fritas mientras tiraba de su cuerpo rígido y lo liberaba del agarre de Minho.
- ¿Estás bien? – preguntó, Jinki tenía la mirada perdida y no parecía reaccionar ante sus palabras, eso lo estaba preocupando.
Jinki no dio respuesta, en cambio exhaló profundamente como si hubiera estado conteniendo la respiración todo el tiempo. A continuación miró a Jonghyun con alivio y le dio las gracias.
-Supongo que la terapia sólo funciona con los conocidos – mencionó Jinki. Haciendo que Jonghyun se riera interiormente, le alegraba saber que además de los familiares de Jinki, sólo él podía tocarlo.
- Es bastante avance suponiendo que ni siquiera soy un doctor ¿no crees? – bromeó Jonghyun, pero Jinki seguía estando serio y de alguna manera ausente. Jonghyun podía ver su rostro afligido.
-¿Puedo abrazarte? – Pregunto Jinki mirando a Jonghyun directamente a los ojos, con una mirada angustiada mientras mordía su labio inferior con frustración – Es sólo para asegurarme de que aun puedo tocar a alguien.
Jonghyun no respondió con palabras, en cambio eliminó la distancia entre ellos y lo rodeó con sus brazos. Jinki respondió por primera vez sujetando su cintura con fuerza, mientras hundía su rostro en el cuello de Jonghyun.
-Desearía poder tocar a los demás sin que mi mente imaginara miles de formas en las que pueden lastimarme – confesó Jinki, dando un suspiro tembloroso – Lo que más me asusta no es tocarlos si no lo que mi mente dice sobre ese contacto.
Jonghyun no tenía que verlo para saber que estaba a punto de llorar y lo único que podía hacer era abrazarlo con más fuerza.
-Tranquilo Jinki, buscaremos ayuda y lo solucionaremos. Yo estaré junto a ti si necesitas un abrazo o cualquier cosa – prometió Jonghyun mientras acariciaba su cabello con suavidad, y Jinki a diferencia de todas las otras veces se relajó bajo su tacto. A Jonghyun le agradó esa clase de reacción.
-Gracias por ser mi amigo – respondió Jinki.
Jonghyun no supo por que la palabra “amigos” le dejo una extraña sensación de incomodidad en el pecho, pero la ignoró. Luego de eso Jinki se separo de él y terminó con su abrazo para volver a la sala de la película.
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Sólo se habían marchado por unos minutos, pero al parecer fue suficiente para que Minho y Kibum entraran en confianza, ya que ambos estaban compartiendo un candente beso frente a la puerta de la sala. Jinki los habría separado de inmediato, porque se suponía que su primo sólo debía distraerlo no devorarse al chico alto enfrente de Jonghyun, pero entonces estaba demasiado preocupado por la reacción de Jonghyun como para pensar en cómo castigar a Kibum. Jonghyun se devolvió por donde vino a paso apresurado pero no sin antes tomar la mano de Jinki y arrastrarlo con él a la salida. El mayor ya se comenzaba a acostumbrar al calor de la mano de Jonghyun y a sus repentinos contactos físicos y aun así su corazón seguía latiendo irregularmente cada vez que lo tocaba. Aunque ahora estaba asustado y preocupado por Jonghyun, también se sentía culpable por aceptar la ayuda de Kibum sabiendo que podría lastimar a Jonghyun.
-Lo siento – se disculpó repentinamente con la mirada fija en el piso. Jonghyun seguía caminando por delante de él, pero se detuvo al escucharlo.
- ¿Por qué? – preguntó Jonghyun volteándose y dándole una mirada confusa.
-Kibum lo hizo para ayudarme…. Yo, soy un egoísta no pensé en tus sentimientos y sólo me guie por los míos… lo siento por eso – explicó aun manteniendo la vista pegada en el suelo.
-¿tú qué? ¿Qué hizo Kibum por ti? – cuestionó Jonghyun.
-Pedirte que volvieras a visitarlo... la cita doble… probablemente el beso con Minho también… quería ayudarme contigo…. – hizo una pausa, Jinki sabía que si lo decía las cosas no volverían a ser las mismas, pero quería ser completamente honesto con Jonghyun así que aunque le costara su amistad le diría la verdad – porque me gustas – confesó casi conteniendo la respiración y levantando la vista para poder ver a Jonghyun quien lo miraba acusadoramente.
- Bueno – empezó Jonghyun – ya que estás diciéndome todo esto y estás siendo sincero… también diré la verdad – se tomó un segundo para dar una respiración profunda, como si lo que fuera a decir a continuación fuera algo demasiado complicado de decir - La primer vez volví por Kibum, pero luego él siguió tratándome como antes y evitándome así que si continúe yendo a su casa fue por ti, me gustaba pasar el tiempo contigo…y ¡ah! A quien engaño – exclamó con frustración y riéndose de sí mismo – ahora mismo sentí mas celos cuando Minho te tocó que cuando Kibum y él se besaron.
Jinki miraba a Jonghyun con confusión, ahora mismo debía estar recibiendo todo su odio por haberlo “separado” de Kibum, no esperaba recibir esa ¿confesión? Parpadeó repetidas veces luciendo totalmente desorientado e inocente para Jonghyun, quien aprovechó de invadir su espacio personal y colocar sus manos en ambas mejillas para sujetar su rostro.
-¿No lo entiendes? Me gustas – declaró Jonghyun acercándose con calculada lentitud al mayor.
- ¿De verdad? – Jinki sentía esa sensación de extrema felicidad que te hace tener ganas de llorar y sus ojos se volvieron acuosos de la emoción.
-Si – susurró sobre sus labios, la distancia entre ellos siendo ya casi inexistente.
-¿y Kibum? – preguntó Jinki antes de que Jonghyun pudiera completar su premeditada acción.
-De los errores se aprende, estoy seguro de que tú eres mi mejor acierto – respondió antes de sonreírle a Jinki y finalmente unir sus labios en un cálido beso que llevó ambos al cielo. Jinki podía sentir una burbujeante sensación sobre su pecho que curó mágicamente todas las heridas que alguna vez fueron causadas por Jonghyun, mientras sus labios se conectaban en una perfecta sincronía permitiéndole saborear el sabor del otro.
Al separarse se dieron una sonrisa cómplice y luego tomaron la mano ajena entrelazando sus dedos, caminaron hacia el exterior sintiéndose completamente plenos y desprendiendo felicidad por cada poro de su piel. Porque con Jonghyun Jinki se olvidaba de su fobia y ambos solo podían disfrutar el calor de la mano del otro.