(Hangeng)
Era hoy un nuevo día, y recién me acababa de levantar, me incorporé de inmediato y fui al baño a lavarme la cara y cepillarme los dientes. Me fui a la cocina para tomar un aperitivo pero, encontré a mi enemigo sentado en mi sillón y viendo la televisión.
-Veo que te apoderaste de mi televisor – dije con sarcasmo.
-Oh..!! Lo siento, ¿Te despertó la bulla? – espetó.
-La verdad es que no – seguí mi camino hacia la cocina y me serví un refresco de naranja - ¿Deseas un poco? – le ofrecí en broma.
Dio una sonrisa por lo bajo mientras miraba la TV.
-Un refresco de naranja no es parte de mi dieta.
-Lo siento por no tener sangre para ofrecerte – dije mientras tomaba un sorbo de mi vaso.
-Puedo dejar de alimentarme por días, igual no me mataría. Claro, aunque luego estaría como loco por querer morder alguna presa – dejo bien en claro.
-¡Ni creas que te dejaré morder algún humano! – amenacé - ¡Te tengo vigilado Siwon!
-¡No me alimento de sangre humana. Nunca lo he hecho y no pienso romper la racha!
-Y mejor que te mantengas al margen – dije.
Increíble pero cierto, Siwon estaba viviendo conmigo desde hace ya 2 semanas, aquel chico no me incomodaba, es más, durante este tiempo me estaba cayendo bien, era un persona realmente amigable…ahora comprendía porque Heechul lo eligió a él. Pero el problema era que vivía con mi enemigo en la misma casa, en el mismo techo…
¿Y cómo llegó aquí? Pues por segunda vez vino a buscarme y me enfrentó por haberme metido con Heechul. Al principio me reclamó pero, como no respondí a ninguna de sus preguntas, me atacó y yo me defendí en forma de lobo. Después de una larga pelea nos quedamos tumbados en el suelo del bosque de puro cansancio. Al final se puso a llorar como un niño, al verlo de esa manera entendí que yo también tenia culpa de lo que estaba pasando, entonces lo invité a mi casa para hablar del tema y le dije que respondería a todas sus preguntas, pero desde que llegó no me ha hecho ninguna pregunta relacionada al tema de Heechul, y cuando trato de hablar del tema, él solo me cambie de conversación o sino me dice “No quiero hablar del tema aún”…bueno respetaba su silencio, pero no iba a ser por mucho tiempo…tenia que enfrentar la realidad si o si.
Y por otro lado…Taeyang no sabia nada, evitaba que viniera a buscarme a mi casa, no quería que se enterara de la presencia de Siwon.
-Siwon – lo llamé.
-¡Hmmm!
-¿Hasta cuando piensas quedarte?
-¿Ya me quieres echar?
-No es eso – me sinceré – la verdad es que hasta me agradas…ya no me siento solo aquí en casa, y tengo a alguien con quien conversar…pero no puedo ocultarte por mucho tiempo con Taeyang.
-También lo he pensado, pero no quiero que nadie sepa donde estoy.
-No entiendo.
-Ok, te lo diré. Creo que si mi familia no me encuentra aún es por que estoy aquí, en tu territorio y contigo.
-¿Y que tengo que ver yo?
Se quedó un rato en silencio, su rostro me indicaba que se debatía en contarme o no ¿Escondería algo?
-Es que uno de mis hermano, Sungmin, tiene el don de ver el futuro…y no se porque pero cuando estuve contigo la primera vez, él no pudo verme más, o sea no sabia lo que pasaría después de nuestro encuentro… y presiento que el no puede verme ya que estoy aquí contigo, y mucho menos te ve a ti dado que somos enemigos naturales de los licántropos.
-¿Enserio puede ver el futuro?
-Si.
-Y tú ¿Qué don tienes? – pregunté.
-Ninguno…solo soy fuerte – me sonrió.
Le devolví la sonrisa y me senté a su lado, cogí el control remoto y apagué el televisor. Era momento de hablar del tema que él tanto evitaba.
-¿No lo extrañas? – pregunté refiriéndome a Heechul.
-No quiero hablar el tema – objetó.
-¿Y cuando piensas hacerlo? ¿Hasta cuando piensas huir de la realidad? De todas maneras algún día tienes que volver a casa y afrontarlo.
Se quedó callado, agachó la cabeza y se quedó pensativo.
-Bueno, si hoy tampoco no quieres hablar, lo respeto – dije.
Hice además de irme pero me detuvo cogiendo mi brazo y volviéndome a sentar en el sillón.
-Si lo extraño, y no tienes idea de cuanto – admitió – pero él…me traicionó contigo – chilló.
-Fue un error.
-¿Qué?
-…- tome una gran bocanada de aire y continúe – Lo que paso con Heechul fue un error, nunca debió pasar. Ese día nos dejamos llevar por el momento nada más.
-Pero aun te gusta...le quieres.
-¡Nooo! ¡Claro que no! – elevé la voz – No siento nada por Heechul, quiero a Amber.
-¿Seguro de lo que dices?
-¡Siii! – dije seguro.
Y era verdad, ya no quería nada con Heechul. Desde la última vez que lo vi con Siwon en su casa, me propuse olvidarlo, y así lo estaba haciendo. Estaba comprometido con Amber y ya no falta mucho para la boda.
-Entonces…¿Si regresó con él, ya no te meterás en nuestras vidas? – preguntó Siwon, quien ahora tenia los ojos brillosos.
-¡Que no! – grite.
-¡¡Pero no es fácil!! – también gritó – Me engañó y eso no lo olvido. Si lo hizo es por que no me ama lo suficiente ¿Entiendes? Y apostaría que tú tampoco amas lo suficiente a tu prometida.
-No metas a Amber en esto, ella no tiene nada que ver.
-¿Y cuando se lo vas a decir? ¿Acaso piensas ocultárselo toda la vida?
-Pues no sé – dije mientras me agarraba la cabeza y alborotaba mis cabellos.
-Pobre chica…
-Ya lo sé – grité - ¡Aishhh! – grité otra vez, me había hecho enojar – Sabes ya tienes que superarlo ¡Heechul te ama a ti! – exclamé más calmado – Se que no es fácil, pero ya te dije…fue cosa del momento, y punto.
-Tú puedes decir eso, pero no el igual. Ponte en mi lugar.
-Mira no pienso ponerme en tu lugar, pero una cosa si te voy a decir…cuando Heechul y yo nos despedimos me dejó bien en claro que te ama a ti.
Se quedo callado y ya no dijo nada. Solo me desvió la mirada…este chico si que me desesperaba, casi siempre se quedaba callado.
-Bueno…tú decides – dije.
Diciendo esto me incorporé y fui a mi habitación. Me cambié de ropa y salí de casa, dejando a Siwon solo con sus pensamientos. Me dirigí a casa de Amber, y me recibieron de buena manera, como siempre.
-¡Hangeng! – exclamó Amber al verme.
-¡Hola! – saludé con una sonrisa.
-Taeyang salió temprano hoy…por si lo buscabas – aclaró.
-Hoy te vine a buscar a ti – puntualicé.
Vi que su rostro se había puesto rojo como un tomate. Y luego me regaló una de sus adorables sonrisas.
-Te tengo una noticia oppa.
-Pues dímelo – le animé.
-Bueno – comenzó – mi familia viene mañana. Mis tíos, tías, primos, primas, abuelos…TODOS!
-¿Y eso?
-¿Hangeng…es una broma?...Vienen por la boda.
-¿Qué fecha es hoy?
-Estamos 18 de noviembre, y la boda es el 27 de este mes… - me miró seria – últimamente te veo distraído – comentó.
Era cierto, había perdido la noción del tiempo…la boda ya era la otra semana, y yo ni cuenta que los días pasaron rápido. Y para colmo ni siquiera tenia un terno apropiado…
-Amber, tengo que ir a casa – dije nervioso.
-¿Te vas tan rápido?
-Si…se me olvidó que tenía algo que hacer – mentí.
-Bueno si esasí, nos vemos mañana – sonrió.
-De acuerdo, mañana nos vemos.
Salí rápido de esa casa y me dirigí a la mía. Lo cierto era que tenía que ir a comprar un terno y zapatos, y camisa, y corbata…mejor dicho TODO.
Al llegar a casa, olfateé un olor delicioso, no el olor dulzón de Siwon, sino que esto olía bien a mi paladar…era…era…¿Era comida?
-Hola – saludó Siwon.
-Hola…hmmm…¿Estas cocinando? – pregunté.
-Si – afirmó.
-Tú…- lo señalé con el dedo índice – Vampiro…cocina…No van.
-Jajajaja – su risa parecía una melodía – Antes de ser un “Chupa sangre” como dices, yo me cocinaba a mi mismo.
-Vaya…pues la comida huele bien.
-Debo de admitir que he perdido práctica y que me he olvidado de recetas.
-¿Quieres que te ayude en algo? –pregunte mientras me ponía un delantal.
-No es necesario, creo que ya está. Toma, prueba – estiró las manos y me dio un bocado en la boca.Saboreé la comida, y no estaba nada mal…era delicioso, este chico si que sabia cocinar.
-Te quedó bien – inquirí.
-¿Verdad que si?
-Pues…si ¿Por qué lo haces?
-¿Qué cosa?
-Cocinarme ¿Por qué lo haces?
-Me caes bien, al principio no me agradabas pero veo que eres una persona diferente…Ahora comprendo porque Heechul se enamoró de ti – dijo con voz triste.
-Y yo también entiendo porque se enamoró de ti - lo miré – pero yo no fui elegido, te eligió a ti sobre todas las cosas.
-Gracias por tus palabras – y me dio una leve sonrisa.
Por la tarde nos fuimos a la playa a caminar un poco…desde que había llegado a mi casa, Siwon no había salido para nada. Esa tarde hablamos de todo un poco…y lo mejor es que ya no teníamos rivalidad…en el caso de Heechul, pero aun éramos enemigos naturales…pero eso no importaba ahora.
-Así que te vas – dije.
-Si. Llegó el momento de dejarte, aparte que cuando te cases…tu esposa vendrá vivir contigo, y no quiero interrumpirlos.
-Tienes razón. ¿Y a donde iras?
- Donde un amigo en Europa.
-¿Y cuando regresarás?
-No lo sé. Necesito tiempo, más tiempo.
-Bueno entonces…¿esto es la despedida? – dije casi triste. Lo iba a extrañar, no sabia como en tan poco tiempo le había cogido cariño.
-Si. Pero quiero un recuerdo – dije sonriendo.
-¿Recuerdo?
-Si. Una foto.
-No tengo mi cámara aquí.
-No importa, de mi celular será.
-Ok…como gustes.
Programó su celular para tomarnos una foto. En aquella foto no estábamos abrazados como un par de amigos, pero era entendible que ya lo éramos y que todos nuestros conflictos estaban resueltos.