(Pov taemin)
No puedo más, sinceramente no puedo más, ¿Por qué justo hoy tengo tanto trabajo?... es tan aburrido y estresante; tengo sueño y un dolor de espalda realmente horrible.
Decidí mandarle un mensaje a la rana, para ver si podía salvarme de esta terrible pesadilla.
Escribí rápidamente y envié el mensaje; de verdad escribía, firmaba y leía, y esta gran torre no terminaba nunca.
Decidí concentrarme, para terminar luego, pero poco duro mi concentración cuando siento que mi celular vibra y en efecto es un mensaje de la rana.
No te puedo salvar, yo estoy en las mismas T^T
Si muero hoy, te daré permiso para quedarte con la pieza principal, pero
pobre de ti que metas a alguien más en la cama e.é
por qué te estaré vigilando desde arriba gusano.
No pude evitar no reír con su mensaje, es tan exagerado, pero también es un celoso de primera.
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-¡Al fin termine!-grite sumamente feliz, ya que termine todo los papeleos, justo para la hora de almuerzo. Rápidamente busque mi celular por el lugar, que esta hecho un lio.
Cuando lo encontré, rápidamente busque el número de la rana, espere a que contestara cosa que no tardo.
-Rana… oye ¿estás listo?- pregunte con una sonrisa impregnada en mi rostro, si me viese en un espejo, claramente tendría una cara de bobo.
-Si ¿te paso a buscar?- pregunto también animado, tal parece que también acabo con todos su trabajo.
-si, te esperare en el estacionamiento; no tardes- con un “descuida” corte y comencé a guardar, pero antes de eso, decidí hacer una llamada a mi padre.
Rápidamente marque y contesto a la primera.
-¿Qué ocurre hijo?- pregunto mi padre somnoliento, viejo maldito, como el ya no trabaja, se levanta a la hora que quiere.
-papi~~ oye ¿me puedo tomar la tarde libre?- pregunte como un pequeño niño, ya que siempre funcionaba.
-¿Por qué?- como siempre tan estricto a la hora que se trata de trabajo.
-porque estoy cansado y no he dormido bien anoche… además ya termine todos los papeles que me dejaste papi~~- viejo de mierda, ¿Cómo le cuesta tanto darme permiso? Me hiso trabajar como nunca y ahora si no me da permiso lo odiare.
-De acuerdo… pero que no se vuelva a repetir, para la próxima dile a minho que se contenga y no sea tan du…-
-ya entendí, ya entendí, no se volverá a repetir lo prometo… adiós viejo feo- justo cuando iba a protestar le corte.
Fije mi vista al reloj que estaba en la pared de mi oficina y note lo tarde que era, más de seguro que la rana ya había llegado; tome todas mis pertenencias y salí rápidamente de la empresa, claro después de avisarle a mi secretaria que se tomara el día, ya que como yo no iba a estar, ella no iba a hacer nada, así que mejor que se fuera.
-¡Llegas tarde!- ahí estaba mi súper modelo que tengo como prometido, con lentes de sol, su ropa de empresario y su pose tan cool que tiene cuando espera fuera del auto.
-lo siento, es que llame a mi padre, para que me diese el día libre- le comente con una sonrisa.
-parece que ya no estamos conectando, yo igual avise que me tomaría la tarde- me dijo con esa brillante sonrisa. –pero ¿Qué esperamos? Sube, tú decides un restaurant lujoso o donde venden comida rápida- me dio a elegir, iba a hablar cuando me interrumpe –bien nos quedamos con la comida rápida- solo le di un pequeño golpe en el hombro.
-Si vas a elegir ¿Por qué me das esa opción a mí?- pregunte con un puchero.
-Demoraste mucho renacuajo… ya sube rápido que muero de hambre- me dijo comenzando a caminar para subirse al auto; yo hice lo mismo y le mire con reproche.
-Empezamos con gusano, luego mocoso, seguido por sanguijuela y ahora renacuajo… ¡DEJA DE INVENTARME APODOS RANA!- le grite para que notara que estaba enfadado con él.
-ya, ya lo siento… entonces como prefieres que te llame ¿sanguijuela, renacuajo o amor?- ya, de acuerdo con aquello ultimo me mato realmente y que decir mi corazón, está latiendo como loco.
-prefiero sanguijuela-dije ya tranquilo, pero con las mejillas calientes… esta me las pagas choi, nadie me hace ruborizarme.
-jajajaja…. ¿Por qué te avergüenzas; no me digas que…?- me miro con cara burlona. No quería que dijese lo más obvio así que solo lo bese para callarlo.
-Ya maneja que quiero ir a comer rápido… tengo hambre y ninguna palabra más- lo mire amenazadoramente, cosa que funciono, ya que trago en seco y me miro sorprendido.
No tardo siquiera dos segundos cuando ya echó a andar el auto, dirigiéndonos hasta un patio de comida.
Cuando llegamos, nos dirigimos al último piso del mall, porque si, el quería comer como cualquier persona normal come; buscamos algún asiento desocupado, donde yo me quede y él fue a buscar la orden.
-¡QUIERO POLLO QUE NO SE TE OLVIDE!- le grite, haciendo que más de una persona se me quedara viendo, por mi lado solo los ignore, solo son personas metiches.
Estaba esperando cuando siento que un par de chicos se me acercan y el olor a perfume barato me ataco.
-Hola preciosa, ¿quieres pasar un rato entretenido con nosotros?- nuevamente me confunden con chica… ¿Por qué salí con tanto rasgos de mi mamá?
-Idiota no soy chica- dije con la voz más “masculina” que pude.
-oh! Así que eres chico… no importa, igual podemos divertirnos, es más dicen que hacerlo con un chico es mucho mejor que con una chica- que asqueroso, diosh! Quiero vomitar.
-¿y quién te dijo a ti que me quiero ir contigo? No seas idiota, ahora sé por qué estás tan necesitado, con esa cara espantas a todas las mujeres y ese perfume barata, tsk para que decirlo… no me gusta perder el tiempo con hombres que son FEOS y APESTAN- dije mirando hacia donde estaba minho comprando.
-Escúchame bien mocoso…- me levanto del cuello de mi camisa, cosa que me molesto como nunca.
-Escúchame tu ama adefesio… me vuelves a tocar y te juro que te dejo sin herencia, además de hacerte la vida imposible, tu no me conoces, pero por mi lado yo puedo averigua fácilmente la tuya- le dije sumamente enojado, ya que me arrugo mi camisa.
-¿Ocurre algo cariño?- llego minho a mi lado con las bandejas en mano y mi pollo.
-naaa… solo hombres necesitados, pero ya se iban ¿cierto?- le dije con una mirada asesina.
-¿y tú quién eres?- que testarudo salieron.
-yo soy la pareja del chico que están molestando, así que o se van o pagan las consecuencias- dijo haciéndose tronar los dedos, como si de un maleante se tratase.
Sin esperar tanto, se fueron corriendo como lo cobardes que son, por lo que solo minho y yo nos comenzamos a reír.
-Que idiotas... ya bueno paso todo, así que es hora de comer… ten- dijo entregándomela bandeja donde tenía el delicioso pollo, sin esperar nada más, comencé a devorármelo. -¿sabes?- me dijo luego de unos minutos de silencio, yo estaba entretenido con mi pollo… el gusto de interrumpir las cosas que me gustan.
-¿m?- solo eso le dije, no quería abrir la boca, si no mi comida se caería.
-Realmente te pareces a onew, no cabe duda que son hermanos- y con eso fue que abrí la boca y un poco de comida se me callo. –Iug es asqueroso lo que acabas de hacer- cerré rápidamente la boca y le pegue en su canilla.
Mientras escuchaba las quejas por todas las patadas que le deba por debajo de la mesa; terminamos ambos de comer.
-wwaa… estaba delicioso, gracias HYUNG~~- hable de manera muy tierna, porque conociéndolo bien me haría pagar mi parte.
-de nada, todo sea por mi prometido- y como si se tratara de una película de princesas, tomo mi mano y la beso.
-YAH! No hagas eso bobo- le grite nuevamente avergonzado.
-uy! Si mi princesa se avergüenza-agarro una de mis mejillas y la estiro como si de un chicle se tratase.
-Uy! Eres peor que un niño pequeño- y sin que se lo esperara le lance una patada por sus pompas, haciéndole saltar por la sorpresa.
-Te pasaste gusano, es mejor que comiences a correr, porque si te atrapo te dejare bajo tierra- sin esperar a que siguiera hablando, comencé a correr por todo el centro de Seúl, llegando a un parque…
Ya no podía más, había corrido mucho y tal parece que minho aún no se cansaba, por que seguía corriendo a la misma velocidad de cómo empezó.
-me rindo- dije esto último antes de lanzarme al suelo.
-Qué poca resistencia tienes cariño- se colocó encima mío y me beso; como ambos teníamos las respiración agitada, solo duro algunos segundos.
-Déjame, que lo mío jamás fueron los deportes, no como tú que estabas una tarde entera jugando futbol o baloncesto- le mire con falso reproche.
-pero bailas, eso debería de darte un poco más de resistencia- me hablaba mientras acariciaba mi mejilla derecha.
-no importa, no tengo resistencia y punto… ¿Qué haremos ahora?- pregunte ya que no teníamos ningún panorama.
-mmm… que te parece si vamos a casa y dormimos… sinceramente tengo mucho sueño y el trabajo me ha dejado agotado- me dijo mirándome con un puchero; demonios siempre que se coloca de esa manera, no tardo en aceptar.
-de acuerdo, sinceramente yo también estoy cansado…- estaba por levantarme pero minho me lo impidió; iba a protestar cuando siento sus labios sobre los míos.
-ahora sí, vamos- se levantó el primero y me ayudo a mí, tirándome con fuerzas quedando nuevamente frente a su rostro, besando mis labios de manera tierna y sin apuro.
-¿ya podemos irnos?- pregunte avergonzado, cuando me percate que muchas personas que pasaban por ahí nos miraban; unos raro y otros con cara de querer leernos la biblia por completo.
-sí, creo que somos la nueva entretención del parque- ambos reímos y comenzamos a caminar.
Aprovechamos de mirar algunas tiendas que había por ahí, hasta que note algo sumamente maravilloso.
-minho ¿cómprame un helado?- pregunte cuando visualice una heladería con una hermosa decoración.
-de acuerdo- me dijo sin dudarlo; pero caminaba a paso lento, por lo que tome su mano y prácticamente lo lleve casi corriendo.
Cuando llegamos entramos y un ambiente tan ameno se sintió en ese lugar.
-Bienvenido a la heladería Paradise- hablo una muchacha muy bien vestida y con una hermosa sonrisa. -¿dígame se servirán acá o se lo servirán afuera?- nos preguntó amablemente, pero note algo que no me gustó mucho; ya que cada vez que miraba a minho su mirada cambiaba a una más coqueta.
-nos lo serviremos acá- dije seriamente.
-Bien entonces síganme hasta la mesa para tomar su orden- nos guio hasta una mesa que estaba al lado de la ventana, yo me senté frente a minho.
La chica nos entregó la carta y justo vi algo que me dejo sin habla.
-quiero el de banana y ¿tu minho?-pregunte satisfecho por mi pedido.
-m... vainilla- dijo mirando a la chica, haciendo que esta se sonrojara y le mirara nuevamente coqueta.
-d-de acuerdo, de inmediato les traigo su pedido- y sin más salió.
-no puedo creer lo “disimulada” que puede ser esa tipa- hable demasiado enojado, cosa que noto de inmediato minho.
-¿Qué te ocurre tae?- me miro sorprendido.
-no me digas que no notaste como te miro la tipeja esa- mi voz salía más enojada que antes.
-¿Qué con ella? Además no le preste mucha atención que digamos- dijo sumamente despreocupado y yo matándome, no perdón matando a la tipa que se le quiere meter hasta por los ojos a minho; ya ok estoy exagerando, pero es que no me gusta.
-Aquí están sus pedidos; el de banana para ti y el de vainilla es para oppa- ya ese fue lo último, mas encima se nota que se desabrocho un botón de la camisa, para que se le viera más busto.
-gracias-dijo minho mostrando esa brillante sonrisa.
Yo solo le mire mal, la chica no se iba, se quedó ahí parada, al parecer minho no lo noto y comenzó a comer su helado, por mi lado estaba peleando con la chica; nuestras miradas era odio total.
-mmm…. Prueba tae, está muy rico- me dijo, haciendo que desvié la mirada de la fea chica.
Me acerco su cuchara a mis labios, yo solo los abrí y sentí el rico sabor a vainilla.
-mmm… está muy rico minho- le dije con los ojos brillantes.
Iba a comer mi helado cuando llego la muchacha que se había marchado cuando minho me hablo; ahora traía un papel y lápiz en sus manos.
-oppa… ten es mi número de teléfono- eso fue la gota que derramo el vaso.
-¡es que no tienes dignidad, deja de entregártele en bandeja de plata!- le grite sumamente enfadado y levantándome de mi asiento, para ir al lado de minho.
-Tu que te metes, no es asunto tuyo mocoso- me hablo muy fría, ni comparada a cuando nos recibió.
-no te le acerques a él maldita bruja- le seguí hablando enojado, mientras que minho me veía asombrado y con una sonrisa en los labios. – ¡Y tu deja de reírte idiota!- le grite a minho.
-no le hables así a oppa- lo defendía.
-le hablo como quiero, y deja de meterle hasta por los ojos mocosa, porque este hombre ya tiene dueño- le dije y me miro aún más echa furia.
-¿Y eso a mí me importa? No me importa que tenga a alguien, ahora que esta solo puede hacer lo que quiera-
-¿es que no entiendes?- le pregunte, a lo cual solo me miro confusa.
Yo me gane al lado de minho y mirándole de frente le bese; si, lo bese delante de todos los clientes y delante de a bitch delante de nosotros que nos miraba sorprendida. -Yo soy quien está a su lado, es más estamos comprometidos y déjate de ser tan zor…- minho me tapo la boca.
-¿Creo que ya entendiste no?- hablo calmadamente, mientras a mí me tenía aun con la boca tapada, mientras que movía mis manos y pies como locos, probando si eso funcionaba. –no me interesas, solo tengo ojos para este loco, así que deja de hacer el ridículo… por favor trae la cuenta… has arruinado lo dulce de lo helado- la otra chica solo se fue con la cabeza abajo y yo sonreía triunfante. –Y tu… controla tus celos, me gustas que seas así, pero no trates de esa manera las mujeres ¿de acuerdo?- me miro tiernamente y con un beso, sellamos el acuerdo.
Cuando ya estuvo todo pagado, nos fuimos del recinto tomados de la mano, la gente no nos miraba raro y bueno ni que me importaba…
Nos fuimos hasta el auto y nos dirigimos a la casa.
Me relaje tanto que al minuto me quede dormido; pero primero pensé en las cosas que paso hoy.
Primero, mañana me llegara una retada por parte de mi padre por tratarle mal, segundo que aunque tenga el pelo corto me siguen confundiendo con una chica y tercero, es que puedo llegar a hacer muy celoso, cosa que no le molesta en lo absoluto a minho, es más sentí que le gustaba, ya que después de salir, mientras caminábamos, me robaba un beso, otro y otro…
Me gusta minho y me gusta mucho y cualquiera que se le acerque, haré lo imposible para alejarlo de él jum….