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Secreto por ini

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Notas del fanfic:

bien...lo volvi a subir, por que sin querer lo elimine tratando de corregir algo...xD que soy torpe....

Notas del capitulo: elimine todos los lindos reviews que habia tenido u.u maldicion...todo por querer corregirle :/ espero que los que lo allan leido, entiendan y los que aun no lo leen, lo disfruten.
Puedo tener una gran fortuna…solo miren. A mi alrededor me rodea un montón de lujos. Comodidades. Tengo un departamento completamente mío. Que es enorme. El salón es suficiente para que caigan unas 15 personas cómodamente sentadas. Una televisión enorme. Una cocina americana. Con vista a la sala de estar. Comida suficiente para un regimiento entero. Todo lo que quería. Un estante de todos los comics y libros que alguna vez había querido…una cama enorme de sabanas de seda. Y un baño con yacusi. No podía quejarme…


Soy de una de las familias más adineradas y conocidas de la ciudad. Casas en varias partes. En la playa, en los límites de la ciudad. Terrenos en el bosque. Lo que fuera. Podía regodearse en todo. Ser un Uchiha no es un trabajo fácil. Siempre dignos, elegantes, educados, reservados. Inteligentes. Era obligación tener los mejores estudios y tener lo mejor de lo mejor…


Aunque para mi…eso no es necesariamente bueno. Quiero decir…es normal para una familia tener que aparentarle a los familiares en las reuniones o la prensa que eran una familia unida, un cariño profundo y relaciones plenas?...no era sano.


Admitía que cuando estaba en la universidad, actuaba algo egocéntrico. Después de todo, toda la vida jamás me he relacionado con gente que no sea de mi familia…muchas chicas me han dicho que soy atractivo, se me confiesan, me invitan. Y yo solo con media sonrisa rechazo lo que fuera. A alguna que otra he hecho llorar dolorosamente frente a mí y yo solo doy media vuelta y me largo de ahí. Qué más puedo hacer?...aun si por alguna razón quisiera de corazón ir con alguna. Estoy jodido, ya mi vida fue planeada…casarme con una de las hijas de un gran amigo de mi padre. Al parecer ya tenían pensado eso hace tiempo. Por más objeciones que puse…mi padre es lo suficientemente persuasivo con esas gélidas miradas suyas como para volver a ponerme en mi lugar. Más de un golpe me ha llegado por tratar de si quiera negarme a lo que el quiera…no es que sea cobarde, pero…cuales son las posibilidades de una en un millón que encuentre alguien en quien pueda confiar lo suficiente para contar con el o ella. Incondicionalmente como cuentan los libros. Una persona que piense en ella y me haga sonreír. Alguien del que no me de pereza u orgullo en decirle que lo quiero…era una opción muy dudosa…


Todo me parece tan falso que parece casi una broma…podría describir mi vida en una simple frase.


Era un bonito espejo en un elegante lugar. Bonito, hermoso a la vista. Pero solo una pantalla. Una buena imagen.


Vuelvo a suspirar, sentado en el alfeizar de la ventana de mi habitación. Abrazándome a mi mismo y mis piernas.


Recordé vagamente el por qué un dolor llego a mi muslo derecho. Miro un momento y un fuerte moretón, negro. Se asoma ahora que estoy en shorts. Frunzo levemente el ceño. Un recuerdo de mi querido padre…supongo que no le gustó la idea de que su pequeño hijo. El más pequeño. Resultará ser uke, supongo que tenía otros planes y no el de que yo pudiera dar a luz o tener una pareja hombre…a decir verdad me parecían más atractivos que las mujeres. Pero eso no había sido bueno. Me había traído problemas. No me dejaban salir mucho, pero eso ya no importa…después de todo, ahora vivo solo. Lejos de ellos. Pero eso no quiere decir libertad. Quiere decir vigilancia pagada.


A veces recuerdo a mi hermano, ah. Itachi había tenido un valor impresionante…y una suerte digna de ser envidiada. Había encontrado lo que yo aún no puedo, una persona que lo quisiera y el también amar. Tan incondicionalmente para que su propio novio se opusiera frente al mismísimo Fugaku y presentarse…obviamente mi padre no le hizo gracia, Itachi era su orgullo y no podía permitir que su hijito tuviera de pareja a un hombre y menos de uno de clase media, eso lo había hecho pegar el grito en el cielo. Pero a mi hermano eso poco le importo, recuerdo que la última vez que lo vi, me había ido a ver a mi habitación, el siempre supo que yo era uke, y me había ayudado a ocultarlo de mi padre hasta el último momento que estuvo conmigo, recuerdo el beso en mi frente y dulces palabras, luego de un suave golpecito en el mismo lugar escuche vagamente la puerta cerrarse. A la mañana siguiente supe el que significaba, se había ido, dejando el puesto de la empresa, a sus amigos, a su familia y todo. Por la persona que amaba. Yo era feliz, después de todo, viviría una vida tranquila, basándose en lo que el mismo podía conseguir y hacer lo que quisiera. No me importo que luego todo el peso de mi hermano cayera sobre mi, lo prefería, espero que donde este sea feliz. Sé que algún día lo volveré a ver…


Por mientras solo debo seguir mi vida como siempre, solo algún día espero una llamada, un email, lo que fuera o quizá que algún día tocara al timbre…


TTRRR!!!!


Miro hacia la puerta, parece que alguien me leía el pensamiento…me acerco despacio, poniéndome en puntitas para ver por la puerta de quien se trata. Pudiendo notar unos enormes ojos azules y una desordenada cabellera rubia.


-tks…-este chico de nuevo…


Me apoyo en la puerta, es que no puede ser más insistente, en que idioma le tenía que decir las cosas para que las entendiera ¿quería que se lo explicara con palitos o manzanas a ver si así le entraba en esa cabeza dura?


-Sasuke!! – lo escucho gritar, es que enserio es un Dobe. No le abriré. Ya le dije que no lo quiero ver, no me interesa. No quiero nada…éramos amigos-rivales. Era el único ser humano sobre la tierra que lograba sacarme un ataque de ira suficiente para querer estrangularlo con el cable más cercano, y uno que otra vez lo intente…pero también, era el único ser que podía hacerme fugarme de casa cuando vivía con mis padres, a las 12 de la noche con tal de tomar unas copas y conversar o pelear un par de horas, aunque luego me llegaran gritos y miles de castigos.


- vete Dobe!! – grito fuerte. Buscando que me escuche y se aburra…la verdad no quiero que le pase algo por mi culpa. Mi padre hacía tiempo le tiene el ojo encima a Naruto, lo único que quiere es que aprenda de una vez a no meterse conmigo, discutí con mi padre, no era posible que no pudiera dejarme tener siquiera a alguien conmigo, contaba con pocos de hecho. Pero tras la última amenaza hace un mes, diciéndome que no permitiría que yo tuviera un amigo como el. Naruto era hijo de Minato Namikaze, el dueño de la empresa rival. Nos habíamos conocido por casualidad, y había sentido algo moverse dentro mío. Solo…solo había tenido ganas de conocerlo, pero fui torpe, tropezándome y tirándole cerveza encima, el me llamo cacatúa y bajito, se enojó, me enoje, nos enojamos y ahí fue nuestra primera discusión. Por tonto que suene lo recuerdo hasta con algo bueno.


- ábreme! No seas malo tattebayo!


- que no lo are, vete a casa! –digo algo más molesto. Jamás me hace caso…


-no me quiero ir a casa. Ya llegue aquí…y hace frio – escucho una voz media aniñada, tratando de darme lastima.


-no me das pena, vete de una vez.


-afuera está lloviendo tattebayo! Sabes que no me moveré de aquí!


-hmm! Poco me importa – me cruzo de brazos, apoyándome en la puerta. Me siento despacio en el piso – muere de frio si quieres! – digo como última palabra. Pero no escucho nada más. Dejo mi semblante duro por uno más suave y levemente preocupado. Tenía unas ganas de decirle que mi padre estaba entremedio de todo eso y podía hacerle tener un “accidente” como él lo llamaba. Podía ocurrirle cualquier cosa. Obviamente sabía que no lo iba a matar, pero el hecho de que algo le ocurriera por mi culpa y quien sabe cuántas veces pudiera pasarle, por el hecho de estar siguiéndome. No puedo…pero tratar de alejarlo, es más difícil.


Esto es demasiado injusto…si tan solo…ese día no hubiera nevado, no hubiera ido a la casa de Naruto para resguardarme, mi casa quedaba lejos. Y mi padre juraba que estaba con mi prometida. Me quede, conocí a su madre, una mujer energética, fuerte, entusiasta y sumamente cariñosa. Me recordó a mi madre, me sentí…tan bien en aquella casa. Su padre me saludo y al momento que dije mi apellido, me miro sorprendido, pensé que me pediría irme. Me había ocurrido eso en otros lugares…pero solo recibí una hermosa sonrisa y una invitación a cenar, me pregunto cómo me iba en mis estudios y que tal le iba a Naruto. Por mi hermano y mis padres, pero sin malas intenciones, solo por educación, bromeamos y molestamos un poco a Naruto, es una de las pocas veces que he logrado sacar una sonrisa de verdad y reírme porque de verdad lo sentía.


Ese día dormí en la habitación de huéspedes, Naruto me presto un pijama y descanse maravillosamente como pocas veces. Pero al día siguiente, tuve que llamar a que mi chofer fuera a buscarme. Para cuando me despedí de su familia y el rubio, y entre. Pude sentir el pánico al cerrar la puerta y ver a mi padre a mi lado. Traje grueso y solo resistí a lo que seguía. Eso había sido la gota que había rebozado el caso. Que me condeno a tener guardias una vez viviera solo, al menos hasta casarme y que me había cerrado las puertas a juntarme otra vez con Naruto. Tks, porque fui tan descuidado…pude haber pedido un taxi pero no…tuve que llamar a mi chofer, porque estaba tan ensimismado hablando con el, que ni siquiera pensé en lo que podía pasar si llamaba a alguien conocido. Soy tan descuidado…



-Ah! – levanto la mirada, en que momento escondí la cabeza entre mis piernas y divague por tanto tiempo en mis pensamientos…ya de ser las doce, eran las 2 de la mañana y me había percatado al sentir mi cuerpo levemente entumecido. Siendo que la calefacción esta prendida. Debe estar horrible afuera. Me levanto despacio. Arreglando mi ropa. Quizá y Naruto se fue…se debió estar congelando afuera…


Me asomo por el visor una vez más y no hay nada. Bien, me hizo caso, más le vale. Suspiro. Recordando que debía sacar la basura por el ducto del pasillo. Antes que se me olvidara. Saliendo rápido a buscarlo. Ya es tarde, será mejor dormir…abro despacio la puerta para saber cuánto frio hace, sintiéndolo de lleno en mi cuerpo. Apenas y me cupe una pollera delgada y ceñida. Tiemblo despacio. Será mejor hacerlo rápido.


-¡! Naruto! – Claro que no iba a notar nunca, el idiota se apoyó de la misma forma mía en la puerta del otro lado y para colmo se quedó dormido – tks, oye despierta…- suelto la bolsa de basura. Agachándome a tiempo para tomar su cabeza y hombro. Depositándolo despacio. Meciéndolo despacio. Pero no me hace caso, tiene el sueño muy pesado al parecer…


-demonios…-voy a dejar la basura rápido, entrando nuevamente. Toco su mejilla. Esta congelado, le noto algo más pálido en su piel tan morena, no puedo dejarlo tirado. Podría enfermarse…- serás Dobe…- tomo su ropa de sus hombros. Tirando como puedo para entrarlo. No puedo tomarlo en brazos, es que pesa más que un muerto. Logro cerrar la puerta. Suspirando nuevamente. Es que tampoco lo puedo dejar tirado en el piso…


Que más da. Quizá deba llevarlo al sofá más cercano, si, eso debo hacer. Tomo sus brazos. Tratando de levantarlo. Con esfuerzo logro levantarlo más o menos. Apoyándolo en mi espalda. Trato de caminar al salón – como pesa…- logro llegar tras un rato al salón. El sofá, bien…lo deposito despacio. Recostándole suavemente. Suave…bien! Ya está acostado. Miro orgulloso mi obra. Pero apenas unos segundos este tonto se mueve y cae como costal al piso boca abajo…eso tuvo que haber dolido. Quizá y si lo dejo ahí nuevamente vuelva a caerse…necesito más espacio.


Vuelvo a arrastrarlo por el pasillo. Esta vez con dirección a mi cama. Es el único lugar suave que sea amplio que ahí. Logro subirlo. Tirándolo literalmente a la cama y aun así no despierta! Duerme como un verdadero tronco.


Tiro sus zapatillas para descalzarlo y le quito su bufanda y su chaqueta y lo demás, dejándole con su camiseta negra puerta. Lo más cómodo posible. Listo. Ahí estaba bien…salgo un momento a volver a subir la calefacción. No tengo de otra más que dormir con el. Que frio hace…


Me subo despacio a la cama, tratando de acomodarme bien. A estirado un brazo para mi hueco de la cama. Justo sobre la almohada. No tengo de otra que apoyarme en el. No es incómodo. Tapándolo despacio, me tapo yo también. Ya cómodos y calientes. Me doy unos minutos para mirarlo con detenimiento…no es para nada feo, aunque se lo diga siempre…rubio, de ojos claros. Tiene buen cuerpo. Se la pasa haciendo ejercicio y huyendo de mis palizas. Sonrió un momento al recordar algo así. Pero vuelvo a mi seriedad.


Puedo notar perfectamente como su pecho sube y baja suave en su pecho y sus labios entreabiertos, haciendo un muy bajo ronquido. Me acomodo un poco más. Dejando una mano en mi propio pecho. Hacía ya un rato siento el palpitar de mi corazón en mis oídos. Muy fuerte…me pregunto si Naruto podría escucharlo. Estaba muy acelerado. No entiendo bien por qué.


Miro largo tiempo sus pestañas. Sus parpados cerrados. Como me gustaría…que sus ojos se mostraran por un momento…


Tan parece que alguien ha vuelto a escucharme. Puesto que lo veo entreabrir sus claros ojos. Poco a poco dirigiéndose a mí y no moverse para ninguna parte más. Trago grueso. Era una mirada muy profunda. Instintivamente me acerque un poco más, en busca de calor. Y el hizo lo mismo en ese instante.


En cierto momento pude notar una mano suya en mi cabello. Antes de llegar a mi mejilla. Eso me dio un escalofrió. Nunca habíamos estado así. Tan juntos, tan cerca y sin pelear. Era raro. Pero no malo o incomodo, solamente nuevo. Sentí unas ganas de apoyarme en su mano y seguir sintiendo esa caricia de forma más intensa. Cerré mis ojos y ni siquiera me opuse al momento que sentí algo tibio en mis labios. Solo...le correspondí de la misma forma que él lo hacía. Era un beso tan suave. Nunca nadie me había besado así. Ni siquiera le pregunte por que o pensar que ocurría. Pase mis manos a su pecho y el a mi cintura. Acomodase quedo sobre mí. Se separó de mi. Nos quedamos así unos momentos. Yo abrí mis orbes oscuras. Para observarle de forma segura. Calmada. Y él lo hizo de la misma manera, solo con una bonita sonrisa. Antes de volver por otro beso más…esta vez sentí un calor en mis mejillas.





Lo que paso luego…no lo contare, eso nadie nunca lo sabrá. Será mi secreto más prohibido. Me lo llevaría a mi propia tumba si pudiera con tal de que ese instante, ese momento. Se preservara. Y nadie lo juzgara nunca…
Notas finales: reviews? :c

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