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Junjou confusion por ranko-chan

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Hace tiempo, veinte años para ser precisos, una mosca azul aleteaba sus alas setenta veces por segundo en la Ciudad de Osaka, Japon y justamente al mismo tiempo en Paris unos vasos se movian en una mesa a la par del mantel agitado por el viento en una danza silenciosa que nadie ve.

Y también, hace veinte años, nació un joven que se llamaría Takatsuki Nino, que apesar de tener descendencia Japonesa, sería pelirrojo y de ojos verdes, facilmente confundido con un Europeo.

Su padre, Takatsuki Eiiro, era un prestigioso doctor en un hospital psiquiatrico en Tokio, Japon, pero dicen que con quien lobos se junta a ahuyar se enseña. Tanto tiempo paso dentro de esas paredes que lo alejaron de la sociedad, ahora esas paredes eran internas, en su corazón. Se alejó tanto del mundo que ni siquiera tocaba a su hijo, y cada niño necesitaba afecto de sus padres. De hecho Eiiro san solo tocaba a Nino kun cuando le hacia su revisión medica mensual, Nino se emocionaba sin saberlo (¿Qué podría saber un niño de seis años que nunca recibió afecto físico de sus padres?), su corazón se aceleraba tanto por la felicidad desconocida que su padre pensó que tenía problemas cárdiacos. Esto destrosó a Eiiro san y a su esposa pues su mayor deseo siempre fue viajar por el mundo en cuanto su hijo naciera, y al ver que no podrían hacerlo, se decepcionaron.


Su madre, Komada Yoshoro, era una maestra de historia universal en la universidad de su padrino, "La Universidad Mitsuhashi", le gustaba que sus estudiantes le temieran, como su hijo le temía. Y por los problemas cárdiacos de Nino kun era peligroso llevarlo a la escuela y ella se hizo cargo de su educación en casa. No era una buena maestra, olvidaba que su hijo tenia doce años y no diecinueve (como los jovénes a quien ella impartia clase). Pero un día de misa, decidieron ir por primera vez a la iglesia para pedir un hermanito pero lo que recibieron ese día fue completamente diferente y tragico. Recibieron una adolescente peleada con sus padres porque no la dejaron ir a un baile con su profesor de comunicación organizacional. La muchacha se tiro de lo alto de la iglesia cayendo encima de Yoshoro san, quien murio al instante.


Nino ni siquiera lloró, se sintió alivido. Aquella jovensita seguía viva.


Seis años después, Nino tenía la edad suficiente para irse de casa y empezar una nueva vida lejos de las tragedias de su familia.

Durante un año vivió en Hiroshima, donde comenzó la universidad estudiando Filosofia y Latín, pero lo que más le apasiona es el manga y es tan bueno dibujando que le ofrecieron trabajo en la Editorial Marukawa por lo tanto tiene que regresar a su ciudad natal. Al no querer regresar con su padre compra una casa un poco alejdad del centro, pero no le importó, el lugar era espacioso, no sabía con exactitud a quien habia pertenecido pero el hombre de vienes raices solo le dijo que antes vivían dos hermanos allí. Nada interesante.

 

Pasaron los meses y con ellos su cumpleaños número veinte, después de una celebración patetica con su padre y una tarjeta de felicitación por parte de su primo Shinobu cayó exsahusto en su cama, luego su gato "Suertudo" se acercó a él lamiendole la nariz felicitandolo. Nino sonrió, sentía que algo sucedería.


Y en realidad al diá siguiente, cuando encienda el televisor y vea las noticias, su vida cambiara para siempre.

 


--------------

 

Misaki se despertó muy temprano ese día, apesar de no tener clases por ser domingo. Se quedó unos momentos en su cama, era demasiado temprano, pero al final decide levantarse y prepara el desayuno a Usagi san.


Tal vez se levantó tan temprano por la emoción ya que miercoles y jueves no tendría clases e irian a ver a Takahiro. Lo felicitaría y le desearía lo mejor, a él y a Manami Oneechan por su futuro hijo.


Estaba tan concentrado en lo que estaba haciendo que no sintió cuando Usagi bajo por las escaleras y se colocó detras de él:

-Mi-sa-ki-escuchó en susurro justo cuando estaba siendo atrapado por unos fuertes brazos. Misaki se sobresaltó al sentir su aliento tan cerca de su oreja:

-Ah- U-Usagi san-temblaron sus labios:-E-estoy preparando el desayuno, estará listo en un momento-se estremeció más cuando Usagi metió su mano dentro de su playera, Misaki en su asombro lanzó la espatula que estaba usando para preparar unos hot cakes al más puro estilo occidental, y escuchó otro susurro:

-Me falta Misaki-


El universitario estaba comenzando a acostumbrarse a ciertas palabras que el escritor suele usar para reclamar sexo, ¡Pero era demasiado temprano!


Aunque eso no le impidió al mayor darle un poco de placer a su amado con su mano derecha, Misaki estaba tan caliente que los hot cakes pudieron hacerse en su frente.


Después de una sensión intensa de sexo manual, Misaki trató en vano de salvar los hot cakes por lo que terminaron pidiendo algo a domicilio a una cafeteria experta en desayunos agradables llamada "Dúo de Seis", donde Misaki trabaja de mesero pero hoy es su día libre.


Pero dos horas antes, llegando casi a las afueras de la ciudad, Nino se levantaba como era costumbre a las cuatro de la mañana. Nunca supo por qué pero desde que tenía memoria despertaba a esa hora, él no lo recordaba pero cuando era bebé ni su madre ni su padre atendieron su llamado cuando lloraba y pedía atención medica por sus colicos, casualmente siempre eran a la misma hora.


Se puso de pie y comenzó su día que el pensaba que sería como cualquier otro pero justo cuando terminaba de bañarse y empezó a lavar sus dientes solo con una toalla blanca cubriendo su intimidad. Aun con el cepillo en su boca tomo el control de la televisión -con la puerta del baño abierta daba una clara vista hacia donde tenía el televisor- y presionó el boton de encender, primero vió un show exclusivo para niños, luego cambio a lo que es de su interés, las noticias.

 

"... y esperemos que los tratos con empresas extrañjeras no causen más conflictos con nuestra forma de vida...-El conductor matutino acomodo unos papeles para seguir hablando- En noticias nacionales, acaba de ocurrir una tragedia. La avioneta donde viajaba el secretario de defensa sufrió un desperfecto y se impacto en unas montañas cerca de un pueblo poco poblado en Hiroshima. Las investigaciones no se han hecho esperar y continuaremos informando... " pero Nino había dejado de escuchar.

¿La avioneta del secretario de defensa se estrelló? Pero ¿Por qué...por qué alguien con familia y una responsabilidad tan inmensa como la de él tuvo que morir?

Nino bajo la mirada y sacó el cepillo de su boca, ahora la pasta no le sabía a nada, se sentía impotente y dió unos pasos hacia atras. Su pie se enredo con la toalla que usa para secarce el pelo y cayó de espaldas contra el suelo, al hacer eso un azulejo que ya estaba debil por el tiempo de uso terminó por romperse, no se hubiera percatado de eso pero Suertudo se acercó en cuando el se puso de pie y se lavó la boca:

-¿Qué sucede Suertudo?-preguntó mientras se incaba para acariciarlo, fue extraño, es como sí hace años que no hablaba. Aunque tampoco tenía muchos amigos.


Sólo Kyo san (quien es más su jefe y un ejemplo a seguir) mangaka del manga The Kan (esta bajo su tutela desde que comenzó a trabajar en la editorial), Misaki, quien es su compañero de trabajo en "Dúo de Seis" y su gato, Suertudo.

A las demás personas con las que convive y trabaja responde más por obligación que por querer hacerlo


Cuando se iba a poner de pie nota lo que llamó la atención de su gato, Suertudo sale de sus brazos y se dirige a la cocina, ya era hora de almorzar, pero su dueño se queda imnotizado con el azulejo, era la primera imperfección de la casa desde que llegó, así que comenzó a quitar todos los pedasos de azulejos y al terminar encuentra una caja muy vieja, junto con una respuesta en su cabeza:


-Un tesoro-murmuró:- el tesoro de alguien-lo tomá entre sus manos y sólo quien descubrió la tumba de Tutankamon sabe como se siente en ese momento. Algo inexplicable, toda la trsiteza anterior se esfuma tan rapido que el tiempo va más despacio.

Al abrirla encuentra la fotografia de una familia de cuatro personas. Un adolescente de diecisiete años, y un niño de nueve (Nino es tan observador que adivina la edad exacta de las personas con verlas por solo unos momentos), detrás de ellos estaban quienes al parecer son su padres, una mujer muy hermosa de cabellos largos y castaños, pero su esposo es de cabellos negro azulados, el hijo mayor es identico al padre mientras el menor a la madre.

Dejo la foto de lado y debajo de ella encontró un yo-yo viejo de color verde oscuro con unas iniciales talladas "T.M." lo agarró y lo puso aun lado de la foto en el suelo, a continuación vió un vaquero de juguete montado en un caballo alzando una pistola con su mano derecha -lo dejo ensima de la fotografía-. Un anillo de caramelo a medio comer, seguramente ya estaba rancio, quizo colocarselo pero continuo explorando. Luego y para terminar encontró un lindo collar, no valía nada, al menos para cualquiera pero para el era lo más increible que había visto. Una cadena que sostenia un corazón al abrirlo lo encontró vacío esperando a que alguien lo llenara con amor.


Colocó todas las cosas de nuevo donde estaba y en el orden en que las sacó, con tanta delicadeza como si fueran de cristal y no quisiera rayarlas, de hecho no queria hacerlo. Se puso de pie mientras cerraba la caja y sacudia un poco el polvo.


Suertudo restregaba su cuerpo contra las piernas de Nino exigiendo atención. Y es que realmente no sabía cuanto tiempo llevaba encerrado en su mente, pronto debía ir a trabajar.


La caja fue a dar a su mochila, después pensaría que hacer con ella y sus tesoros.

 

-------

 

Llevan un rato esperando el desayuno, pero no demasiado como para olvidarlo o enfureserse por la espera.

Misaki le platicaba a Usagi toda su semana, aunque el escritor recuerda perfectamente que hizo cada día pues Misaki siempre habla de sus cosas cuando llega al departamento, sin embargo le gusta mucho escucharlo:


-¿Pediste permiso en el trabajo para faltar miercoles y jueves?-preguntó Usagi mientras acomodaba el moño de Suzuki san. Misaki se sentó aun lado del oso:

-Si, Harada sama dijo que estaba bien siempre y cuando reponga mi labor en los siguientes dos domingos-dijo con tanta naturalidad que al escritor le molesto:

-¿Dos domingos? ¿Acaso no tiene más empleados?-rugió molesto buscando uno de sus cigarrillos:

-Oye, voy a faltar dos días. A mi me parece muy justo dado que me va a pagar medio día esos domingos-el timbre no le dio tiempo a Usagi de contestar, Misaki se puso de pie y sonrió al ver a Nino por la pequeña pantalla cerca de la puerta, pero era raro verlo, él no estaba a cargo de las entregas. abrió la puerta:


-Nino san, que gusto verte hoy-el pelirrojo entregó primero el pedido antes de saludar:

-Tambien es un gusto verte Misaki san-al momento de inclinarse y luego volver a su posición original vió como Usami apareció aun lado de Misaki:-Buenas tardes-saludo:-Lamento la tardanza pero nuestro servicio de entregas esta un poco saturado hoy-


-Me preguntaba por qué entregabas tu-

Usagi comenzó a sacar el dinero para pagar mientras Misaki y Nino seguian hablando. Se preguntaran por qué Akihiko esta tan tranquilo con la familiaridad con la que se tratan, pues porque simplemente Usagi no ve a Nino como una competencia -no es que no fuera guapo, de hecho lo es-, pues el muchacho es de lo más uke que haya visto, si fuera homosexua-Usagi sospecha que si- y él no existiera, no sería la pareja ideal para Misaki ni en mil años y aunque sea mayor que su novio.


La primera vez que Misaki habló de él, ardió en celos, justo como con Sumi -pero en ese momento no quería pensar en él- así que sin previo aviso fue al trabajo de Misaki como un "cliente" pero el universitario sabía del por qué estaba ahí y al ver a Nino, Usagi, rió por lo bajo, el muchacho parecía más joven que Misaki cuando era todo lo contrario.


Pelirrojo, de ojos verdes y piel blanca, además de tener pecas rojas en sus mejillas, sorprendente que fuera japones, también es un poco más bajo que Misaki y la ropa que usa un poco olgada no le ayudan para aparentar más edad. Si lo ves sin analizar parece que su convinación de ropa puede llegar a ser rídicula, pero por suerte Usagi es un experto analizando y juzgando a las personas rapidamente habilidad que también tiene Nino, pero eso lo supo después.


Ese día llevaba unos converse rojos y calcetas de diferentes colores que estaban extendidas hasta antes de llegar a la rodilla, sus pantalones cortos eran de mezclilla oscura y para que no se le calleran llevaba un cinturon de colores -al muchacho le gustaba la moda decorer pero no para ser uno de ellos todo el tiempo- y su playera era la reglamentaria, blanca y en el centro el logotipo del café. Si, sin duda rídiculo, pero la mayoría de las personas no se percatan de los pequeños detalles.


Como que las calcetas estan perfectamente alineadas apesar de estar en piernas diferentes, el pantalon corto era muy al estilo de Uchiha Sasuke lo que le daba una serierdad impasible y poco vista en alguien de su edad, cada mechon de su cabello rojo apuntaba a un lugar diferente del suelo ya que su cabello era igual de largo que el de Misaki -ahora que lo pensaba ellos dos tienen un gran parecido físico.


Días después Misaki lo invitó a comer, fue donde pudo conocerlo más de cerca, en ese momento Akihiko estaba seguro ser él el hombre más extraño de la tierra... no podría estar más equivocado.


Mientras comian a Misaki le gustaba conversar y a Usagi observar. Nino podía hacer ambas cosas al mismo tiempo y con más rapidez y presición:


-¿De donde vienes?-había preguntado Misaki con tremendo interés de saber acerca de otro país:

-Soy originario de esta ciudad. Pero pase un año estudiando en Hiroshima, tengo pausados mis estudios pero pienso retomarlos pronto-fue su respuesta

-Así que eres japones. Pareces extranjero- Usagi seguía observando:

-Lo se. Cuando nací y mi padre me vió le exigió una prueba de ADN a mi madre creyendo que le fue infiel-el escritor supo en ese momento que la conversación se tornaría interesante para él e incomoda para Misaki:-Y resulta que si soy su hijo-

El universitario se puso nervioso:-Lo siento-se disculpó:-Yo no quería molestarte- Molestias, por qué no podía dejar de darlas.

-No te preocupes. Yo también les pedí esas pruebas a los diez años creyendo que no era su hijo-

-Imagino que no fue por tu aspecto físico-habló Usagi después de estar callado mucho tiempo:

-No, no fue por eso-dijo Nino dispuesto a responder cualquier cosa:-Fue por como me trataban. Al principio pensé que era normal el que se alejaran de mi, pero cuando salía a jugar al patio veía como mis vecinos trataban a sus hijos, muy diferente a como lo hacían conmigo y de ahí surgió esa duda-

Usagi asintió satisfecho por la respuesta sincera, pero Misaki tenia sus dudas:

-¿Te llevas bien con ellos ahora?-

-Visitó a mi padre todos los sabados en la tarde para que no se sienta tan solo-comió un poco de arroz, realmente delicioso, Misaki era un genio cosinando.

-¿Y tu mamá?-preguntó con una sonrisa e igual Nino respondió con una:

-Esta muerta-


Ambos habitantes del departamento dejaron de comer, les sobrepaso la forma en que lo dijo. Tan natural -que de hecho la muerte es algo natural- como el placer que te da el sexo anal -o almenos eso pensó Usagi, Misaki en cambio recordo la muerte de sus padres-


-Lo-lo siento mucho-alcanzó a murmurar mientras bajaba la mirada y se limpiaba discretamente los ojos:

-Fuimos a la iglesia el día que murió-sospechaba que por la acción de Misaki uno o ambos padres estaban muertos, asi que narró su historia para consolarlo (almenos la forma en que él ve la muerte de Yoshoro):-Mi madre no podía embarazarse de nuevo por una dificultad que tuvo cuando nací, así que rezabamos para que tuviera un hermano y no estar solo-hizo una pausa para beber un poco:-cuando salimos de la iglesia, escuche un grito, y al momento siguiente mi madre estaba muerta... junto a mí-

No dijeron nada, dejaron que continuara

-Una muchacha de diecisiete años se había lanzado de lo alto de la iglesa cayendo encima de mi madre-finalizó y continuo comiendo ese delicioso arroz mientras Misaki dejaría de comer por el resto del día

 


-¡Usagi san!-la voz de Misaki lo sacó de sus recuerdos:-dale el dinero, tiene que hacer otras entregas-

-¿Eh?-apenas se percató del tiempo transcurrido, solo le dio el dinero y algo de propina:

-No es necesario Usami san-se apenó al ver tal cantidad de dinero en su propina, Akihiko le respondió después de darle una calada a su cigarrillo:

-No digas tonterias, aceptalo, es tu trabajo-el pelirrojo asintió aun con un poco de verguenza, estaba apunto de retirarse cuando algo en su mente le dijo que se quedara un poco más:

-Misaki san-el muchacho nombrado parpadeó:-¿Su apellido es Takahashi, verdad?-

-Si, mi nombre completo es Takahashi Misaki-tanto él como Usagi san estaban un poco confundidos por la mirada del joven:

-Entiendo. T.M.-depués de decir esa incoherencia ante los ojos de Akihiko se fue.


-Eso fue un poco extraño-dijo Misaki

 

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Así que Misaki es el dueño. Sonrió al no haber tardado nada en encontrar al dueño incluso mucho antes de decidir que hacer con el tesoro. Se detuvo, su corazón se aceleró y tuvo miedo, tal vez le daria un infarto, su padre le advirtió muchas veces el controlar su emociones. Respiró profundo y su corazón se calmó:

-Bien. Debo hacer las siguientes entregas o Harada sama se enfadará-

 

Luego de una tarde agitada para un enfermo como él, llegó a su casa para relajarse y pasar tiempo con Suertudo. Al acostarse en su cama con el gato a su lado, comenzó a pensar en su siguiente movimiento:


-Seguramente si averiguo más de él podre darselo en el momento apropiado-ladeo su cuerpo y acariciando la espalda del felino:-Sin duda esto será muy interesante. Pero primero debo ir con Shinobu, algo raro le pasa-

Suertudo lo miró entendiendolo y ronroneó en acuerdo.  

 

 


 


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