Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Why? because i love you por koru-chan

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Taka.

Siento que fui un cobarde, un cretino que jamás fue capaz de ayudarte cuando más me necesitabas…

Nunca fui capaz de decir cuanto te amaba y cuanto me hacías falta…

Te herí, te hice daño, mientras tú siempre estuviste ahí, me cuidaste, me quisiste pero yo nunca te correspondí.

Temía de todo lo que sentía.

Haciéndote  sufrir era mi manera de ocultar mis sentimientos, nunca quise que supieras lo mucho que te amaba…

Lo sé, no saco nada diciéndolo después de tanto tiempo, pero sólo quiero que lo sepas.

No sabes lo mucho que sufrí cuando me di cuenta de esto, estuve inmerso en un hoyo, un profundo abismo del cual no podía salir, intentaba escapar, olvidándome de ti de la manera más baja; saliendo con chicas a lugares de dudosa procedencia, bebiéndome todo lo que encontrara a mi alrededor. Te hice preocupar cada vez que llegaba a tu casa completamente ebrio diciéndote tonterías, haciéndote llorar… pero siempre estuviste conmigo y eso, eso me hacía sentir él más horrible del mundo.

Mi cobardía me ganaba…

Me fui de tu lado, no quería dañarte más, quería que conocieras a alguien, un hombre, un chico que te hiciera feliz, que te comprendiera y lo más importante que compartiera tus mismos sentimientos sin temer de estos. No se si alguien te pueda logara amar tanto como yo lo hice, porque créeme, te amé y aun lo hago…

Pero no fui capaz de demostrarte como te lo merecías…no fui capaz de amarte.

No sabes, aun pienso en ti pero de una manera más madura. Ya no estoy confundido ni inmerso en “el que dirán” no sabes cómo me costó quitarme este prejuicio de encima, no podía vivir con esto, créeme, lo mejor que he hecho fue alejarme, aunque me haya perdido el gran regalo de verte cada día…

No sabes cuánto Desearía poder ver tu rostro una vez más, ver tu sonrisa tan tierna y cargada de una dulzura envidiable.

Aquel día…

–Akira-san… me gustas mucho, te quiero demasiado. Solo…quería que lo supieras.– aquella palabras, aquella mirada cargada de ilusión pero a la vez con deje de tristeza. No supe que hacer, sólo me reí tocando mi frente con frustración. Lo que te contesté fue una aberración culpa de mi estupidez de ese momento, “no bromees…esto es repugnante…” luego de decir aquello me marche con la vista baja mientras tu te quedaste ahí parado en silencio esperando hasta que yo saliera de aquella solitaria biblioteca.

No te imaginas cuanto desearía volver el tiempo, te juro que te hubiera abrazado firmemente sin soltarte  en vez de haber dicho aquello tan horrible.

Sé que con pedir disculpas no arreglaré nada pero tú te mereces que me disculpe, te hice daño, muchísimo daño.

Desde de aquella confesión nos continuamos viendo. Tu me hablabas como si nada hubiera pasado, como si nuestra hermosa amistad continuara como si aquello jamás hubiera ocurrido, me sonreías dulce… yo no merecía tú dulzura…

Cualquiera en tu lugar se hubiera alejado, no me hubiera hablado, pero no, tú siempre estuviste ahí…

Le conté a nuestro grupo de amigos, grabe error. Los chicos te comenzaron a molestar denigrándote de una manera horrible, se burlaban de ti. Yo nunca te defendí, nunca dije nada…

Te comenzaste a alejar, te volviste solitario pero aun así me hablabas y te preocupabas de mí. Yo sólo quería que te alejaras, no te quería ver, ya que con solo tu presencia me sentía una aberración en persona, sentía culpa, me sentía él tipo más asqueroso por no proteger a la persona que tanto quería. Según yo, ignorándote, evitándote, de esa manera podía ocultar lo que de verdad sentía por ti, no quería ser molestado, no me quería quedar solo.

Que equivocado estaba…nunca estuve solo…

Me comencé a dar cuenta quien de verdad estaba siempre ahí cuidándome en silencio…

Caí en los excesos, convirtiéndome en adicto a cualquier sustancia toxica, me estaba matando lentamente…

Tú siempre estuviste ahí…

Ahora me pregunto ¿por qué? Definitivamente me amabas… tantas veces que intentaste hablar conmigo, incluso antes que te me confesaras. Siempre me decías que nuestros amigos andaban en cosas extrañas, cosas que tú me decías que no quería que yo cayera, que aunque me viera un tipo fuerte por dentro no lo era, estaba asustado, confundido.

No te tomé en cuenta, nada importaba.

Temía estar solo…

Pero, jamás estuve solo, tú me recogías cada vez que quedaba hecho mierda. Tantas veces que llegué a estar en el hospital por sobre dosis…

Nuevamente caí hondo…

Ahí estaba en un blanco cuarto, solo, asustado lleno de unos aparatos controlando mi cuerpo. Tú apareciste como muchas veces,  acariciaste mi cabello haciendo que me tranquilizara, haciendo que pensara mejor las cosas.

Aquella vez, aquella primera vez…

Fue la primera  vez que vi tus ojos rojos, habías llorado pero me mirabas dulcemente como siempre. Cogí tu mano con suavidad mirando como de tus ojos caían unas gruesas lagrima, fue la primera vez que te vi llorar. No te dije nada y ahora que lo pienso te hubiera dicho todo…

–Akira, por favor… intérnate. No te quiero ver más asi…no sabes cómo me duele, has cambiado mucho, vuelve hacer el hermoso chico de antes…– esas palabras, tus ojos, tus caricias todo y más me hicieron salir adelante, aquel día me interné en una clínica de rehabilitación.

Sentí en carne propia la temida soledad… pero tú continuabas ahí…

Me encontraba solo, pero siempre esperaba tu visita.

Me alegrabas sólo con tu presencia, me hablabas animado de que ya te ibas a graduar, y que habías conocido a gente nueva, que ya no estabas solo. Sentí odio, envidia, sin mi estabas de maravillas.

Yo era solo un estorbo en tu agitada vida…

Aquella noche intenté acabar con la mía…

Te volví a ver llorar, hablaste conmigo, intentaste hacerme cambiar, pero ya no quería nada.

Pero aquel abrazo….

Yo yacía en una camilla con las muñecas vendadas manchadas con sangre, como dolía, pero dolía más ver tú rostro y tus lagrimas humedecer mi pecho, porque si, te había decepcionado nuevamente poniendo mi vida en peligro.

Te aferraste de tal manera que mi corazón se encogió, me sentía cobarde, quería terminar con mi vida pensando que así arreglaría las cosas, nuevamente te hacía daño, nuevamente te veía sufrir.

–No me dejes, no lo hagas Akira…– fue lo que dijiste mientras mis mejillas se humedecían y te aferraba más a mi pecho.

Salí adelante mientras tu sonrisa volvía a tu rostro.

Como pasó el tiempo en un mes te licenciaste y antes de hacer tu práctica comenzaste a trabajar, estabas feliz, tú vida continuaba y yo continuaba aquí. Salí al tiempo después, mientras retomaba mis estudios. Tú  siempre me ibas a ver, tú siempre estuviste para mí, sin esperar nada a cambio.

No te merecía, jamás te merecí.

Continuaba con mi vida, tu seguías conmigo, aunque jamás tuvimos una relación como tú hubieras querido, sólo éramos amigos. Tú alguien hermoso de buen corazón,  preocupado por los demás y yo un tipo que ocultaba sus sentimientos, cobarde, egoísta, sí que lo era, quería que siempre estuvieras conmigo y para nadie más, que errado estaba, que injusto era, jamás te solté, jamás te dejé libre y tu tampoco te ibas de mi lado, como se notaba que me querías.

¿Por qué te enamoraste de alguien como yo? Quizás me responderías que uno no elige de quien enamorarse, sólo llega y uno debe sostenerlo de la mejor manera, tú si sabes como es amar, siempre tan incondicional…

Era el momento de dejarte libre…

Aquel día me fui, te dejé.

Siempre me decías que no te dejara, siempre me dije a mi mismo que ya no te haría sufrir, pero nuevamente lo hice… tu sabes que lo hice para que fueras libre, lo que ambos estábamos llevando no era vida…

Tu siempre te veías tan alegre, pero se te notaba ese deje de tristeza en tus ojos, hasta una vez te vi llorar en silencio, y aunque te pregunté que te ocurría tú negaste con tu cabecita –“todo está bien, no pasa nada”– dijiste mostrándome una falsa sonrisa, no sabes mentir.  No te quise insistir más ya que sabía lo que te ocurría, era culpable de tu tristeza.

Me odiaba…

Por eso me marché. Supongo que como todas las tardes fuiste a mi departamento pero yo ya no estaba, me había ido, me fui lejos dejando tú amor atrás, necesitaba estar solo, necesitaba ordenar mis pensamientos, necesitaba que tu encontraras a alguien bueno al igual que tú, necesitaba saber que eras feliz y conmigo siempre rondando cerca de ti no lo encontrarías…

Ya han pasado más de 3 años, como pasa el tiempo, ¿no? Espero que cuando leas esto estés bien, feliz como siempre mi pequeño Taka… espero volver a verte, como anteriormente te había dicho, sólo espero que no me odies. Pensé en tu felicidad mi pequeño.

Mi querido Taka

Te deseo volver a ver, ¿tú deseas lo mismo? Si no es así lo entenderé, deseo que me escribas, si no lo quieres hacer lo comprendo, después de todo, te hice mucho mal.

Notas finales:

hola C:

ya denuevo por acá u.u" :D

les traigo algo diferente y depre ideal para una fria y lluviosa tarde de otoño(? xD

rescaté este fic desde mi viejo baúl de los recuerdos :c espero que les agrade, bueno talvez se quedarón pensando, y este es el principio? esta raro~ la verdad es como el prólogo(? una pequeña intro a la historia, bueno como sale en el resumen Akira escribe esta carta, sin tanto detalles, puesto que Ruki la lee y comeinza a recordar su pasado con melancolia...

Ruki es el protaginista y el que cuenta la historia con lujos de detalles ;D

espero que les agrade *-* y dejen reviews (ohhh extrañaba decir eso :3)

nos leemos pronto C:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).