ERES LINDO, DE VERDAD
- Muy bien, realmente te queda ese traje - Respondió sin siquiera pensarlo, su expresión impasible, como si no se hubiera dado cuenta de lo que acababa de decir. Tenía las manos en los bolsillos y miraba directamente al rubio, que se había quedado mudo por la sorpresa
- ¿Eh?-
Tanto Kuroko como Aomine hicieron una increíble cara de molestia, de incomodidad y en cierto modo de asco mientras retrocedían un par de pasos hacia atrás, alejándose del pelirrojo que seguía sin entender porque todos actuaban como si hubiera dicho algo extraño.
Después de todo no veía la necesidad de mentir ante la realidad de que Kise se veía hermoso. Acababa de salir de una sesión de fotos, por lo que estaba muy arreglado, con el cabello liso cayendo sobre su rostro delicado, en sus labios el rastro de un chapstick de color piel y en sus mejillas un poco de rubor por culpa del calor, el arete plateado brillaba entre su cabello llamando la atención hacia su cuello fino. Había llegado corriendo a mostrarles la ropa que le habían regalado en la sesión y que llevaba puesta, era una chaqueta de color crema y corte largo que llegaba hasta la mitad de su pierna, el final de las largas mangas, al igual que el forro y los detalles de los bolsillos eran de color negro, con diseños de gatitos. Tenía un pantalón negro ajustado con cremalleras a los lados y unos zapatos de gala brillantes. Al llegar junto a ellos había levantado la capota y poniéndosela, les había mostrado que tenía cosidas unas orejitas de gato que le sentaban muy bien, de hecho también el cinturón que tenía en el pantalón, tenía una colita del mismo color crema amarillo que caía entre sus piernas. Había levantado una pierna y poniendo las manos cerradas a la altura de su pecho había hecho un “Miau~” adorable antes de preguntar
- ¿Qué tal me veo?-
Ante lo que Kagami había respondido sin vacilar siquiera – y por tanto sin pensar tampoco en las consecuencias de lo que hacía – aquella frase que los había hecho sorprender a todos. Kise se había sonrojado un poco y con los ojos bien abiertos, parpadeando rápidamente y con los tersos labios entreabiertos. Kuroko se había golpeado en la frente con la palma de la mano y Aomine mantenía esa cara de asco
- ¿E-En serio?- Inquirió Kise finalmente, sus ojos color dorado fijos en Kagami
- Pues sí, te sienta esa ropa- repitió sin comprender la reacción general de todos
- Uagghhh, que asco, no sabía que tenías esos pasatiempos- espetó Aomine mirándolo con desagrado- O al menos, que tuvieras tan mal gusto
- ¡Aominecchi que cruel!- Soltó Kise irritado por la ofensa del moreno
- ¿Pero qué tiene? Kise se ve realmente hermoso así-
- Waa, no sabía que Kagami-kun fuese capaz de decir cosas tan vergonzosas
- ¿Tú también Kuroko?- Soltó molesto al escuchar lo que el peliazul acababa de decir. Realmente ¿Qué tenía de malo admitir que Kise se veía bien con esa ropa? ¿No era por eso que era un modelo?
- Kagamicchi ¿Realmente crees que me veo bien?- Preguntó nuevamente, como si no pudiera creerlo
- Ou. Te ves kawaii- Dijo adelantando la mano para coger la suave orejita de peluche que asomaba de la chaqueta
- ¡Kyaaaa! Kagamicchi acaba de decir que me veo kawaii. ¡Kurokocchi, Kurokocchi! ¿Escuchaste?- Literalmente saltaba de la felicidad mientras intentaba coger las manos del esquivo Kuroko-
- ¿Ves lo que has hecho Kagami-kun?- Espetó en un tono irritado el sexto jugador fantasma mientras utilizaba a Aomine como cebo para intentar huir del rubio-
- ¿Qué? ¡Yo no hice nada!- Replicó molesto. No era divertido ser el único que no entendía lo que pasaba
- ¿Realmente que tan idiota eres, Kagami-kun?- Cuestionó el pequeño jugador de Seirin, irritándolo aún más- Ahora que le has dicho a Kise-kun que es lindo, no va a haber manera de calmarlo.
Kagami volteó rápidamente a ver a Kise, estaba tan emocionado que brincaba en el aire zarandeando a Aomine con ambos brazos, repitiéndole “Kagamicchi dice que me veo lindo” mientras el moreno intentaba desesperadamente soltarse, amenazando con golpearlo si seguía así, irritado por el tono en el que hablaba el rubio.
- Pero… es cierto ¿O no?- Soltó nervioso. ¿Acaso en Japón eso era algo que debía de negarse? ¿Era algún código cultural del que no había oído hablar? ¿Por qué todo en Japón tenía que ser tan difícil de entender, tan lleno de códigos extraños?
- Ese no es el punto, Kagami-kun- replicó el jugador fantasma en tono irritado
- Kagamicchi- Lo siguiente que sintió fue los brazos del rubio pasándole por los hombros y rodeando su cuello, el pecho del rubio contra su espalda y una respiración cálida contra su cuello- Gracias… Eres el primero que me dice que me veo bien…
Las mejillas del 10 de Seirin empezaron a tornarse de un color rojo similar al de su cabello, finalmente comprendiendo en cierta medida lo que había hecho y porque lo habían mirado de una manera tan extraña… Tartamudeando una excusa intentó soltarse al rubio de encima, sin embargo, el as de kaijou no parecía tener ninguna intención de soltarlo, riendo melodiosamente a su oído y apretándolo con fuerza.
Lo cual estaba llamando demasiado la atención, siendo que estaban en mitad de una calle concurrida del centro de Tokio, especialmente entre las chicas que sonrojadas habían empezado a suponer que ellos probablemente estuvieran saliendo, algunas intentando tomar fotos desde lejos…
- ¡O-o-oye Ki-Kise!- Una extraña mezcla de tartamudeo y grito, ocasionada por la mezcla de sensaciones que estaban explotando en su cabeza. Nervios, vergüenza, sorpresa, molestia… y un algo extraño que hacía a su corazón latir con fuerza- ¡Ya-ya su-suéltame!
- Oi, Tetsu, vámonos antes de que crean que estamos con ellos- dijo el moreno haciendo un gesto con la mano y Kuroko le siguió en silencio
- ¡Oigan, no, no se vayan! ¡Ahomine, me habías prometido un 1 a 1!- Gritó logrando finalmente soltarse del agarre del rubio para correr tras ellos
- Lo siento, Bakagami, pero no juego con homos- Movió la mano a modo de negación y siguió caminando
- ¡QUE NO ES ASÍ COJONES!- Gritó irritado tratando de seguirlos, pero la mano de Kise sujetando la suya lo detuvo.
- Kagamicchi…- Escuchó que lo llamaba y se quedó en silencio, sonrojado, nervioso
- ¿Q-qué?
- De verdad, gracias…- Con su otra mano había cogido el borde de la capota que caía sobre su rostro y jugaba con la tela, mordiéndose levemente el labio. Sus mejillas tenían un tono carmín muy tenue- La verdad es que Kurokocchi y Aominecchi siempre me dicen que me veo terrible y se burlan de mí. Aunque las chicas lo digan nunca puedo saber si lo hacen porque realmente lo creen o solo porque está de moda y porque aparezco en una revista ¿sabes? Así que…
Era extraño ver a Kise así, diciéndole todas aquellas cosas de repente, su corazón latía más rápido que antes… Apretó inconscientemente la tersa mano del alero entre la suya, aumentando el sonrojo en las mejillas de ambos.
- De verdad… eres muy lindo- Bajó los ojos, incapaz de ver a Kise a la cara, demasiado sonrojado ahora que entendía la magnitud de sus propias palabras
- Kagamicchi- Levantó los ojos para encontrar la sonrisa más hermosa del mundo entero, en el rostro más bello que jamás hubiera imaginado, justo frente a él; dirigida a él- Gracias…
Ninguno de los dos fue capaz de soltar el agarre de sus manos, con los corazones desbocados y las miradas esquivas. Habían encontrado sin darse cuenta y sin admitirlo aún, la dulzura del primer amor.