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Hazme Caso por LittlePrincess73

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Notas del fanfic:

Este fanfic está en mi blog también, por eso si de casualidad te suena, es de ese lugar (aunque lo veo poco probable XD). 

Notas del capitulo:

Bueno... esto es uno de los pedidos que tuve en el blog por mi gemela XD (en general solo acepto los pedidos que se hacen allí porque controlo mejor lo que me dicen y tal, o bien en el twitter del blog es @sexyoppas ^^).

Entonces como es un fic sobre EXO pensé que lo mismo os interesaba leerlo ^^

Ah sí... segun ella, es algo... ejem... em... pervertido...

Pero no os preocupéis, que en 1r episodio no sale nada ;P

Son apenas 3 capítulos, los otros dos los subiré seguramente mañana ^^

POV. CHANYEOL

 

Me sentía completamente desatendido por aquel que se suponía que era mi novio, el cual había decidido pasar más tiempo pendiente de aquel instrumento del infierno que de mí.

El Piano.

Baekhyun llevaba un par de semanas dedicando su atención, exclusivamente, a aquel aparato que había ocupado una de las paredes de nuestro piso.

Entendía que desde que nos habíamos mudado le había sentado mal tener que dejar su antiguo piano en casa de sus padres.

También era consciente de que le gustaba mucho pasar algo de tiempo sentado frente a las teclas tocando canciones.

Pero lo que no soportaba es que, desde que habíamos metido a esa cosa en casa, únicamente se separase de él para ir al cuarto de baño o comer.

Desde que se levantaba hasta que se iba a dormir, lo único que hacía era practicar canciones una y otra vez.

Me despertaba muy temprano por la mañana oyendo como ya estaba aporreando las teclas del piano con una canción lenta, y me iba a dormir escuchando igualmente alguna otra canción más.

En 2 semanas apenas había conseguido que se separase del sillón del piano el tiempo justo para que comiésemos juntos, aunque él lo hacía en 5 minutos y volvía a irse.

Las vacaciones que íbamos a pasar juntos se habían convertido en una relación a tres bandas donde el objeto inanimado recibía más atención que yo.

Estaba todo el santo día aburrido, sentado en el sofá mirando la televisión, esperando que mi novio, que decía reiteradamente “una pieza más y voy a hacerte compañía” cumpliese con su palabra y fuese a hacerme compañía de una vez.

Había ocasiones en las que salía de casa solo, para pasear o ir a comprar, y él ni siquiera se daba cuenta de mi ausencia.

Comenzaba a sentirme realmente frustrado por toda aquella situación. ¡Ni siquiera cuando estábamos en la cama me hacía caso!

¿Y por qué? Porque yo ya estaba dormido cuando él se acostaba, y si intentaba esperarle despierto o insinuarle tras la cena lo que quería hacerle, me decía que quería tocar una vez más una canción antes o bien comenzaba a hablarme de que ya había perfeccionado otra nueva, molestándome.

Era sábado. Quedaba poco más de una semana para que se nos terminasen las vacaciones a ambos, y Baekhyun llevaba desde las 9 sentado nuevamente frente al instrumento.

Me vestí sin prisas y desayuné, sin lograr sacarle más de una sonrisa y un “Buenos días”, antes de que me ignorase completamente otra vez.

Suspiré resignado, pensando qué haría ese día yo solo nuevamente.

Limpié la cocina y recogí el apartamento antes de salir, aunque tampoco había mucho que limpiar esos días.

Cuando salí de casa, ni siquiera podría decir si Baekhyun se dio cuenta de ello, aunque me molesté en avisarle que saldría un rato y él cabeceó, como si estuviese conforme.

Seguramente no habría entendido lo que decía, y si lo había hecho, lo olvidaría en los siguientes segundos y al volver me preguntaría dónde había ido que le había dejado solo toda la mañana.

Llamé a Luhan y Kai mientras bajaba por las escaleras del edificio. Necesitaba tener una conversación con alguien y que me contestasen, no sentir que hablaba con una pared.

Quedamos en una cafetería, a medio camino de las casas de los tres, a la que solíamos ir cuando quedábamos un rato, eso cuando no salíamos de fiesta juntos, algo que comenzaba a echar de menos.

Ambos ya habían llegado cuando entré al local, incluso me habían pedido el café que a mí me gustaba.

Me senté y me miraron. Seguramente se veía en mi cara que estaba molesto.

-       ¿Sigue pegado al piano sin mirarte? – se burló Kai, sorbiendo de su propia bebida.

Le lancé una mirada que pretendía asesinarlo, mientras me quitaba la chaqueta para ponerla en el respaldo de la silla.

-       Sí. No entiendo cómo puede pensar sólo en eso – gruñí, mirando la carta para pedir algo de comer también.

Luhan me señaló uno de los nuevos pasteles que había en la carta.

-       Ese está bueno, lo probé hace unos días – bebió de su vaso –. Y bien… ¿De verdad sigue sin hacerte caso?

Asentí, maldiciendo por lo bajo el momento en el que le propuse trasladar el piano a la casa para que se relajase tocándolo en los malos días.

Pero no… lo tenía que usar a todas horas de forma obsesiva.

Kai se recostó más contra el respaldo de su silla, mientras Luhan apoyaba sus codos en el borde de la mesa para mirarme. Yo llamé a la camarera para pedirle el pastel que me había aconsejado el mayor.

-       Apenas se separa de él el tiempo justo para comer e ir al baño. Me desespera – bufé, sonriendo a la camarera cuando me trajo el postre.

Kai comenzó a reír bajo mi atenta mirada cabreándome.

-       A ti lo que te pasa es que llevas 2 semanas a pan y agua porque no te lo has podido tirar en lo que lleváis de vacaciones.

Luhan se sonrojó un poco al oír con cuánta poca delicadeza había dicho Kai aquello, para luego reír suavemente, dándole la razón.

Y sí, la tenía, mucha.

Llevaba 2 semanas exactas sin nada más que algún beso que conseguía sonsacarle a Baekhyun por las mañanas al despertar o antes de ir a dormir y era algo que me estaba afectando demasiado.

Nunca en mi vida había pasado por tanto tiempo de sequía y menos teniendo novio.

¿Cómo podía ese insensible tenerme así?

-       Sí. Es eso. ¿Algún problema que me frustre no poder tirarme a mi propio novio teniéndolo delante todo el tiempo? – protesté, como si fuese un niño incomprendido.

Kai continuó riendo un buen rato, llamando la atención de algunas de las personas que estaban en la cafetería, las cuales se preguntaban, por la expresión que tenían, si el chaval estaría loco.

Luhan, en cambio, solo sonrió, robándome un poco de mi pastel cuando estaba distraído fulminando con la mirada al menor.

Le pillé in fraganti cuando ya tenía el tenedor entre sus labios. Me sacó la lengua burlonamente, dejando de nuevo el tenedor en su sitio.

-       Piensa que llevaba meses sin tocar el piano. Supongo que querrá aprovechar estos días libres para recuperar el tiempo. No te enfades con él – dijo Luhan, ahora bebiendo de lo suyo.

Esas palabras me hicieron sentir como si fuese yo el malo en aquel asunto.

Que sí, que entendía que él echase de menos las horas que pasaba practicando con el instrumento, pero representa que habíamos hecho coincidir nuestros días de vacaciones para pasarlos juntos.

Si hubiese sabido que me iba a ignorar de esa forma, los hubiese escogido en otro momento y me hubiese ido de vacaciones con alguien a vivir la vida.

No estaba insinuando que fuese a engañarle o algo así, pero hubiese podido hacer coincidir mis vacaciones con las de Kai o Luhan y habernos ido esos días a la playa o a cualquier parte.

Suspiré.

Me sentía enormemente derrotado por aquel cacharro de cuerdas. Ni siquiera conseguía que me prestase atención aunque me metiese con él como hacía siempre, o me burlase de algo.

Obtenía una mirada distraída de vez en cuando, como si hubiese oído que le hablaba pero no prestase atención.

Y claro que no me la prestaba. El único en esa casa que recibía atención alguna por su parte era el piano.

-       No le prohíbo que toque el piano. ¡Solo exijo que me preste algo de atención! La televisión me presta más atención que él – refunfuñé, completamente indignado porque mis amigos no me entendiesen.

Kai terminó su bebida antes de hablar. Estaba pensando que volvería a reírse en mi cara por mi situación cuando me sorprendió.

-       Sal de fiesta hoy con nosotros. Si el problema es que él no te presta atención, haz que note tu ausencia. Puedes quedarte a dormir en mi casa esta noche.

La propuesta sonó francamente interesante. Hacía al menos un mes que no salía por ahí con mis amigos simplemente a desconectar un poco de todo.

No me había importado, porque esos días solía estar con Baekhyun en casa, o bien salíamos juntos a dar una vuelta, pero en esos momentos, necesitaba no estar en casa, y estaba claro que mi novio no iba a ser quién me acompañase.

Luhan asintió conforme, acercándose descaradamente lo que quedaba de mi postre para terminarlo.

-       Eso. Hace tiempo que no salimos los 3 solos. Será divertido – comentó, sonriendo al comer una porción más del dulce.

Asentí conforme, terminando mi bebida yo también.

-       Cualquier cosa con tal de no estar más tiempo solo en casa muerto del aburrimiento como si fuese una seta. Si de aquí a las 9 de la noche no me ha hecho caso, me apunto. ¿En el club de siempre? – pregunté, llamando nuevamente a la camarera para pedir la cuenta.

Ambos contestaron al unísono, sonriendo ampliamente. Parecían saber que no conseguiría que Baekhyun me prestase atención aquella tarde y que terminaría en el club bebiendo con ellos.

Pagué y me levanté para irme, colocándome la chaqueta en el proceso.

-       Os llamo más tarde – me despedí, dejándolos como les había encontrado al llegar.

Como sospechaba, al llegar a casa después de un par de horas fuera, mi antiguamente cariñoso novio no había notado para nada mi ausencia, aunque le había avisado de ello.

Me puse a cocinar, pagando con los ingredientes mi molestia con mi novio. Si la receta no dijese que había que picarlo todo finamente, lo hubiese hecho de igual forma.

Cuando terminé, Baekhyun seguía sin haberse dado cuenta de mi presencia en el apartamento.

Tenía la firme convicción en ese momento, de que si nos entraban a robar, a menos que pretendiesen llevarse el piano, nos dejaban la casa vacía y él no se daría cuenta.

Coloqué los platos en la mesa, los vasos, los cubiertos, la bebida… y carraspeé, intentando llamar su atención.

Nada.

Me acerqué hasta él y golpeé su hombro con algo de fuerza. Me miró, como sorprendido porque hubiese alguien más en la casa y sonrió.

-       Chanyeol, ¿qué haces? No te he oído en toda la mañana.

Le miré, fingiendo una sonrisa que escondía las ganas de gritarle que tenía.

-       Me fui de casa. Te lo dije, ¿no te acuerdas, hyung?

Negó con la cabeza, sonrojándose al darse cuenta de que me había ignorado abiertamente.

Suspiré, girándome hacia la mesa.

-       La comida está lista.

Se apartó del piano para venir a comer, pero en todo el tiempo, solo habló, nuevamente, de lo contento que estaba por tener al trasto de vuelta en su vida.

Estaba harto. Si me estuviese hablando de algún amante suyo, estaría menos enfadado.

-       Saldré esta noche con Kai y Luhan – le informé, recogiendo los platos.

Él asintió distraídamente, volviendo de nuevo hacia su nuevo amor.

Me molesté, casi provocando que los platos se rompiesen al tirarlos en el fregadero para mirarle.

-       ¿No vas a decir nada más? ¡¿Algo como te acompaño o quédate en casa conmigo?! – pregunté, alzando el tono de voz al punto que parecía echarle en cara el poco interés que mostraba en mí.

Y sí, era exactamente eso lo que estaba haciendo.

Ahora fue él quien me miró, pareciendo no entender porqué le había gritado.

-       Hace mucho que no sales con ellos. ¿Qué tiene de malo que te diviertas? No pasa nada si no te acompaño esta vez.

Un suave gemido de frustración escapó de entre mis labios, mientras cogía y me encerraba en la habitación de un portazo, pasando el seguro para que no entrase nadie más.

No intentó seguirme, le oí aporreando nuevamente el piano como si nada hubiese ocurrido.

Llamé a Kai para decirle que nos veíamos esa noche en el club después de cenar.

Pasé la tarde en la habitación leyendo un poco, viendo algo en el ordenador, hasta la hora de la cena.

Preparé algo sencillo, cené sin decirle a ese estúpido hyung, pues ya se buscaría la vida si tenía hambre, y me duché para vestirme e irme.

Escogí unos pantalones completamente ceñidos a mi cuerpo, aunque no fuese algo que usase mucho, y una camiseta estrecha que marcaba completamente lo que había debajo de ella.

Incluso me puse unos pendientes de plata a juego con un colgante de una cruz, con una chaqueta de cuero negra.

Me miré en el espejo antes de salir y me aprobé a mí mismo.

Salí de casa tras tomar las llaves y el móvil sin despedirme de Baekhyun. Tampoco me hubiese escuchado.

Esa noche haría como si no tuviese novio, puesto que él parecía haber encontrado algo mejor que yo.

Iba a recordar lo que se siente al ser libre y disfrutarlo sin que me pesase la conciencia.

Notas finales:

Ejem... en fin...

El capítulo era para... meternos en la historia ;P

Seguramente en los otros dos alguien querrá matarme... pido perdón por adelantado XD


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