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Just one last time por ravenK

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Notas del fanfic:

Sekaiichi Hatsukoi ni sus personajes me pertenecen, es obra de Shungiku Nakamura. Fic hecho sin fines de lucro.

"Just one last time" es propiedad de sus colaboradores.

Notas del capitulo:

Este fic pertenece a una serie de songfics que vengo agregando desde hace un ratito.. se llama "song´s love" está en mi perfil x si quieren leer los demás :D creo que el ultimo que escribí fue uno referente a la pareja erotica (kouxshota) pero hace millll años jajaja... después de este todavía me falta uno, nadamas que encuentre una cancion lo suficientemente motivadora para hacerlo :D

Escuché esta canción y me gustó... luego vi el video y me encantó!!! jajajaja traigo de novedad a david guetta :P Me motivó bastante y salióe sto en un arranque de inspi... jijijijijiji

 

Espero k lo disfruten, sin más espero sus comentarios :D

Todo indicaba que sería un día normal en la editorial; con el fin de ciclo cerca el ambiente apesadumbrado de los editores y mangakas que fuesen recluidos en alguna sala para que terminen la publicación correspondiente… si, cualquier fin de ciclo normal.

Ya luego vendría una reunión entre compañeros para celebrar el haber entregado a tiempo la producción, unos cuantos regaños por su parte como jefe que era y luego acosar a cierto castaño que no se resistiría y… terminar en alguna de las camas; la única incógnita era saber cual sería; además de la reacción de Onodera al día siguiente… siempre era salir corriendo o gritarle o sonrojarse; a veces las tres juntas; para Takano siempre había sido un misterio y como buen estadista le gustaba hacer pruebas de probabilidad.

 

Pero… nada de eso estaba escrito, no el día de hoy… hoy no haría ninguna de esas cosas, pues un pequeño evento fuera de lo común hizo que no los invitara al mismo restaurante de siempre…a sí como hizo que se le fuese el tiempo en el evento en sí… y no poder llegar a tiempo.

No, esa noche no le hizo el amor y no le hostigó para que confesara que lo amaba… Onodera tampoco se resistió pues no había sucedido una causa previa para ello.

Solo un ligero cambio de planes; solo eso.

Y ahora esta arrodillado a las afueras del lugar, viendo como este se consume entre las llamas, sin poder creerlo, sin poder asimilarlo; ve como un grupo de aquellas personas que arriesgan a diario sus vidas por eventos como este saca algo en una camilla… con horror reconoce el sueter de franela que le había regalado en su cumpleaños… no puede evitarlo e intenta correr hacia él, pero dos firmes brazos le retienen esa persona le grita que se quede quieto; pero como hacerlo si el amor de su vida esta así? Piensa que no es real, que nada de esto es real… si tan solo tuviera una última oportunidad, solo una vez más…

 

 

 

Este es el final...- suelta su plumilla y se inclina en el escritorio muerto de cansancio; Takano siente su movimiento debido a la cercanía y espabila un poco… ¿se había quedado dormido?

 

Takano?- Hatori aún recostado le habla con extrañeza, no era usual que Takano también sucumbiera en este tiempo; era el que mas resistía a los embates de las trasnochadas y grandes dosis de cafeína y cigarrillos.

¿Te has dormido? Vaya, eso es inusual- comentó Mino quien cargaba algunos papeles, Hatori le entregó lo suyo y cambió de posición en la silla. Takano alzó la vista hacia el lugar de Onodera, quien totalmente absorto en escribir en su laptop no notaba la mirada entre extrañada y preocupada de su jefe, solo hasta cinco segundos después volteó a verlo cercieronandose de que, efectivamente, aún le seguía mirando.

¿Takano-san?-

Eh… nada… ¿Cómo vas con el reporte?- Ritsu frunció el seño y volvió a teclear, pensando en que si no tenia nada importante que decirle no le observara.

 

Entonces el miembro que faltaba llegó de donde sea que anduviera, eso pensó Takano; pero a juzgar por el rostro demacrado y soñoliento sabía que no había ido muy lejos.

¿Dónde estabas Kisa?- preguntó Hatori acomodando algunos papeles.

En el baño…-

Te has tardado demasiado-

Hatori… ¿acaso tomas tiempo?- el editor siempre sereno no cambió su semblante, Kisa suspiró rodando los ojos:

Okey si fui al baño y tardé un poco porque…-

No nos interesan tus problemas digestivos- le cortó el editor castaño, Shota enrojeció:

Dejarme terminar Hatori-san…como decía, ¿recuerdan a Ayano-san?-

La jefa de la sección de Joosei?- más que confirmar su identidad, Onodera no recordaba a la susodicha en cuestión, no físicamente claro.

Si, esa misma… nos topamos afuera del baño y comenzamos a charlar-

Aja… y tu reporte incompleto nos hará quedar en último lugar, Kisa- ahora Takano le refutaba, algo repuesto de su breve sueño… si es que se podía denominarle así.

Takano, ya terminé el reporte por si no te habías dado cuenta…- le espetó- y no fue cosa más de diez minutos… a lo que voy es que me dio un par de entradas a un concierto… dice que a sus subordinadas no les gusta ese estilo y no haya que hacer con ellas-

¿Y cómo las obtuvo ella? ¿Y porqué a ti?-

Dice que su hermano trabaja como técnico en el lugar y me las dio por la simple casualidad de toparnos ahí, además le mencioné que a mi si me gustaba ese DJ-

¿Un DJ?- Mino interrogó frunciendo el seño, Kisa asintió mostrando las entradas.

Es bastante popular y ya es algo raro que venga a Tokio a dar un concierto… o eso creo… le pedí seis entradas una extra porque llevaré a alguien conmigo- dicho esto se sonrojó levemente, aunque ninguno le puso atención a ese detalle, todos estaban algo cansados para siquiera procesar sus palabras.

Oh Kisa-san…gracias por el detalle, pero no puedo ir…-

¿Rit-chan?-

Si… es que todo el espectáculo de luces y todo eso me retumba en los oídos, por eso nunca voy a fiestas así… pero supongo que los demás si les gustaría ir- Kisa dirigió su mirada a los otros chicos; quienes lucían igual o más entusiasmados que cuando le piden a alguien de diez años subirse a un carrusel para cuidar a su hermano de dos años.

¿Vamos muchachos?-

Yo paso… no soy muy afecto  esos espectáculos- indicó Hatori con su habitual seriedad, Kisa no se extraño demasiado pero al menos supo que música no le gustaba al editor… suponiendo claro.

¿Mino?- el editor alzó los hombros y sonrió:

De acuerdo… veremos que tal…- Kisa sonrió y luego volteó a ver a su jefe:

¿Takano san?-

Yo también paso…- Onodera le recriminó:

Takano-san, debes de ir… tu si puedes además Kisa les está haciendo el favor de invitarlos-

Iré si tu vas…-

Pero ya dije…-

Solo un rato, Onodera… es una orden- el ojiverde abrió la boca en “o” sorprendido, ¿quien se creía Takano para ordenarlo aún en horarios no laborales?

Si, RIt-chan… además si te sientes mal podemos venirnos temprano… ¿te parece?- el chico trató de negarse pero era tal la insistencia de su amigo que terminó accediendo, intentaron convencer a Hatori pero este se reusó de nuevo, así que quedando un boleto libre Takano decidió tomarlo pensando en el bonito detalle desinteresado de un amigo a otro.

 

Si, Yokozawa había sido invitado y lo más insólito de todo era que había accedido, cualesquier argumento que Takano hubiese usado para convencerlo debió de ser muy poderoso, o el sonrojo del jefe de ventas por cierta evidencia tenía algo que ver…. En fin, si Takano se iba a morir de aburrimiento quería alguien con quien hablar y distraerse mientras Onodera disfrutaba el espectáculo; después de todo el editor si estaba entusiasmado por ir.

 

 

 

Si tan solo hubiera sabido que todo eso iba a suceder… su mente le jugó una mala pasada cerca de la hora de salida; pues una plática muy similar a la que sus subordinados en la parte de atrás estaban teniendo se desarrollaba; recordaba vagamente de que se trataba aunque no podía identificarlo…

 

¿Qué canciones crees que toque, Kisa-san?- preguntó Onodera recogiendo sus cosas, Kisa meditó algunos momentos- No sé, alguno de sus últimos éxitos obviamente; la verdad no lo conozco tan bien, pero Yukina si- dijo con un ligero rubor, Takano bufó sin que los chicos se diesen cuenta.

Su móvil comenzó a sonar y al verificar el mensaje apuró en cerrar su mochila:

Me voy, me están esperando…-

Sí, nos vemos más tarde- se despidieron; Ritsu se dirigió a Takano, quien lucía pensativo, se acercó a él lentamente.

¿Takano-san?- el editor solo reaccionó cuando lo tuvo frente a frente, tardó un poco en enfocarlo:

¿Te sientes bien?-

Eh... Si… solo estoy pensando-

Ya lo noté… ¿en qué piensas que te tiene tan absorto?- Takano apartó la nube confusa de sus pensamientos y le sonrió con galantería:

En cómo te haré mío en los baños del lugar… ¿te gustaría atracar la puerta o encerrarnos en un cubi…- no terminó de hablar cuando una carpeta le dio de lleno en el rostro y solo atinó a reírse cuando Onodera salió grandes zancadas de la oficina.

 

 

Su mente de nuevo jugó con él al saberse completamente solo, sentía que todo esto ya lo habia vivido pero no sabía cómo ni cuándo ni porqué… el sonido de su celular le hizo reaccionar; al parecer había una ligera confusión con el numero de tiraje final, Takano suspiró, sabía que habia sido mala idea quedarse de más en la oficina.

“Creo que llegaré algo tarde, te recogeré para irnos juntos. Masamune”- le envió un mensaje a Onodera, sabía que esto podría tardar y a pesar de que el desviarse a su casa implicaba comprometerse con el trafico de la avenida mayor; no le era importante.

Pero a Onodera si.

“Iré por mi cuenta, no te preocupes, nos vemos allá. Ritsu”- Takano suspiró cuando leyó el mensaje, se pudo haber ahorrado sus once palabras pues sabía que Ritsu no admitiría ese desvió, guardó su móvil y se dirigió al área de imprenta.

 

 

 

 

Agradecía que Yokozawa fuera tan previsor que guardara un cambio doble en la oficina, así no tendrían que ir con la misma ropa durante todo el día al lugar; aunque le venía un poco grande la playera lucía bien; el jefe de ventas también se había quedado puesto que al cambiar el número también cambiaban los gastos que se hacían sobre esto así como sus ingresos, así que luego de arreglar el problema salieron de la editorial; Takano se abstuvo de llamar al castaño, pues conocía la respuesta y no quería que hubiera problemas en esta noche, así que confiaba que a estas horas Ritsu ya estuviera camino al lugar.

¿Nos vamos?-

¿Iremos en tu auto?- preguntó Takano con una mueca en su rostro, no era que el auto de Yokozawa fuera feo, pero él quería conducir su propio vehículo.

No me fio de ti, querrás llegar pronto al lugar y secuestrarte a Onodera… cosa que no va a suceder… anda sube- a veces detestaba que lo conociera tan bien, pero en fin, subió al auto y luego de abrocharse los cinturones emprendieron la marcha.

 

 

 

Las luces, el sonido estridente que aturdía su sentido auditivo… de pronto  se sentía como un mocoso de diecisiete años y no el adulto de casi treinta que era… el ambiente era enteramente juvenil pero ellos con su atractiva madurez encantaron a las chicas que posaban su vista en ellos. Nada como el poder del brillo de emerald.

Dieron con Mino, Kisa y su acompañante, el tal Yukina… dicho sujeto era un príncipe si lo comparaban como algún héroe de manga, Takano pensó que había algo entre él y el mayor de los editores; pero no le tomo demasiada importancia cuando se dio cuenta de que aún faltaba alguien.

¿No ha llegado Onodera?- preguntó al editor pelinegro, este negó con la cabeza agregando:

Dijo que se le hizo tarde pero que ya viene en camino- Takano hizo una leve mueca y se cruzó de brazos en espera de que el espectáculo comenzara; no llamo al editor pensando que se reportaría pronto. Eso esperaba.

 

 

No prestó atención a las primeras tres piezas del repertorio del DJ; admitía que era bueno o eso juzgaba el al ver la reacción de los demás asistentes y sus propios acompañantes excepto claro por Yokozawa quien solo se limitaba a observar el espectáculo de luces; Takano mantenía su vista fija al frente y rotándola a la multitud; la ansiedad comenzaba a abordarlo y Onodera no daba señales de aparecer.

Ya vendrá…- dijo Yokozawa, seguramente harto de su actitud meditativa – No tienes que estar tan amargado… yo sí debería ya que me arrastraste contigo para distraerte…-

No es eso…-

¿Entonces qué te pasa? Has estado algo raro… ¿Masamune?- se quedó en silencio; pensativo  como estaba, el espectáculo de luces comenzaba a marearlo un poco, ya entendía a que se refería Onodera con eso, seguramente el estar tan alejado de estos eventos le habían desacostumbrado… pero no, eso no era, era algo más…

De nuevo, Yokozawa  su lado, sus compañeros divirtiéndose, la música la mezcla de sonidos, los colores; los gritos y… el calor…

Recordó.

Lo que había pedido, una ultima oportunidad, una vez mas…

Un escalofrío recorrió su cuerpo al escuchar la siguiente tonada así como el aclamado grito de la multitud por la pieza tan conocida:

Even though it hurts I can’t slow down
Walls are closing in and I hit the ground

Sintió su celular vibrar en su bolsillo derecho, saliendo de sus propios pensamientos lo atendió con voz trémula:

R-Ritsu?-

Takano-san?- escuchar su voz era un alivio, asi como un miedo comenzaba a abordarle, habia recibido una llamada… ahora lo recordaba… era el preludio de lo que sucedía.

¿Dónde estás? ¿Estás bien?-

¿Qué? Takano-san… yo… estoy saliendo del edificio, me quedé dormido-

Onodera, por favor… sal pronto… iré por ti-

Espera, no es necesario Taka…- le colgó respirando agitadamente y llevándose la mano a la frente, tratando de unir los detalles… eran demasiadas coincidencias para que solo fuese un sueño… una pesadilla… la peor pesadilla que se volviese realidad.

¿Masamune?-

Vámonos-

¿Qué?-

Vámonos, Yokozawa- arrastró al moreno fuera del lugar, con el eco de la canción retumbando en el recinto y siendo coreada

Just one last time

 

 

¿Se puede saber que te sucede? ¿Ahora qué paso? ¿Dónde está Onodera?-

El esta…- estaban en camino; Takano con el teléfono fijo en sus manos si los cálculos de Takano no fallaban, a esta hora comenzaría su pesadilla.

La llamada entró.

 

Lo siguiente que Yokozawa supo era que tenía que acelerar,  por mucho que no le agradase Onodera debía obedecer la voluntad de este hombre; el rentero se había reportado con su inquilino ausente, debido a que un fuego desde el tercer piso estaba consumiendo el edificio, y debido a la cercanía con el departamento fue el primero en ser consumado.

El único consuelo que Takano tenía era que llevaban diez minutos de ventaja antes de que presenciara el derrumbamiento total de su piso.

Yokozawa aún incrédulo y temiendo que Takano hiciese algo estúpido nada mas llegando tuvo que acelerar y romper algunas cuantas normas de conductividad.

 

 

 

 

Era un caos total en cuanto llegaron; las llamas consumían el edificio entero, dos camiones de bomberos y una docena de estos trataban de apagar el fuego desde fuera, dos ambulancias atendían a los heridos, la prensa ya había llegado y la policía mantenía a los curiosos alejados.

Demonios… no podremos pasar, Masamune- farfulló Yokozawa, pero apenas terminó de decir esto cuando escuchó el clic de la puerta cerrarse; no hacía falta pensar demasiado para saber que el editor había corrido en dirección del siniestro.

 

“Solo una vez más… solo eso, quiero verte, quiero estar contigo… te necesito…”- era lo único que tenía en su mente, el tiempo había sido valioso, la visión o lo que se  que hubiese tenido le daba una segunda oportunidad… pero antes de siquiera acercarse un bombero le detuvo por la fuerza:

¡No puede estar aquí, aléjese!-

¡Mi pareja está adentro! ¡Tengo que ir!-

La rescataremos, usted manténgase alejado- ignorando el hecho de que fuese hombre, Takano no dijo más y se marchó perdiéndose entre los dos camiones de bomberos; como había visto en las películas y deseaba que ese detalle fuera real abriera una portezuela lateral, había un par de trajes especiales para estos casos.

No dudo un segundo en ponerse solamente la chaqueta y corriendo entre los bomberos que mantenían las mangueras en alto decidió meterse, no sin antes ser visto por el jefe de bomberos quien le persiguió hasta que lo perdió cuando entró en el edificio.

 

Takano subió las escaleras que comenzaban a derrumbarse, cayó un par de veces y llegó al tercer piso; efectivamente su departamento estaba destrozado, pero el siguiente, el de Ritsu aún lucía intacto.

Chocó su propia espalda contra la puerta y la abrió, adentró una nube espesa de humo le hizo toser sin misericordia y recordando las veces que ha estado ahí se dirigió a la habitación del editor, de nuevo una puerta y de nuevo no dudó en estrellarse contra ella.

Onodera estaba nervioso, parado en medio del lugar sin saber que hacer cual gatito asustado, vio a Takano enfundado en esa chaqueta y no pudo menos que sonreír entre nervioso y desesperado.

Takano-san-

Ritsu…- Takano se tomó un tiempo para contemplarlo; su rostro lloroso y con manchas negras debido al humo no le hacían menos justicia a su belleza natural, Masamune le besó efímera pero tan amorosamente que por un momento olvidaron que estaban en medio del fuego.

Vámonos…- una vez separados, Takano le abrazó con un brazo los hombros y con el otro alzó sus rodillas; regresó sobre sus pasos con Onodera firmemente aferrado a su pecho; Takano encontró adrenalina resguardada en su interior y sacándola por medio de la fuerza rompió los delgados muros de las paredes, traspasando a lo que sería la habitación de enfrente, la cual aun no había sido alcanzada por el fuego; sin pensar en lo que hacía solo sabiendo que tenía que salir de ahí siguió corriendo girando su espalda y chocar contra la ventana, cayendo al vacio.

 

 

 

 

Ritsu solo escuchó un estruendo. Como algo rompiéndose, luego sintió caer y finalmente detenerse abruptamente; se quedó quieto revisándose mentalmente si había algún daño o sentía alguna herida, pero no… estaba ileso.

Sobre algo cálido y suave. Entonces se giró y pudo ver el rostro de Takano con alguna heridas debido a los vidrios rotos, su cabello cubierto de ceniza por el incendio y sus ojos cerrados…

 

Takano-san…- alguien los había visto y pronto pedían ayuda para auxiliarlos, pero era tarde para uno.

¡TAKANO-SAN!- Ritsu seguía gritándole, complicando la labor de los paramédicos por checarlo, el seguía viendo el rostro de su amor inmóvil.

¡Onodera!- Yokozawa se paró a su lado sin poder creer que lo que veía era verdad; ayudó a los paramédicos a retirarlo del cuerpo  y lo mantuvo aferrado en lo que estos inmovilizaban su brazo derecho para curarle las heridas de los vidrios, Onodera apenas las sentía.

Takano-san… por favor, no… ¡Takano!.- solo podía gritar, de impotencia de dolor, preguntándose el porqué y el cómo; no tenía respuesta; al menos ellos no.

Pero Takano sí. Porque él lo había pedido y mientras Ritsu lloraba su pérdida y lamentaba el haberse quedado dormido Takano no había dudado un segundo en arriesgarse por él.

A pesar del precio.

Porque Ritsu había podido vivir si él durante diez largos años, mientras él se destruía a sí mismo. Takano lo sabía, el no podría vivir sin Ritsu el resto de su vida, no podría alejarse de él, no por segunda vez. Hasta el último segundo, no se arrepintió de su decisión. Era su destino, lo que él había pedido, lo que él había cambiado.


Even though it hurts I can’t slow down
Walls are closing in and I hit the ground
With “there’s no tomorrow” echo in my mind
Just one last time

Notas finales:

David Guetta- Just one last time


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