—No puedes hacerme esto… — Su voz no sonaba calmada, ni relajada, es más ni siquiera la reconocía, no se sentía cómo su voz, no se sentía como el mismo, por qué él nunca se exaltaba, nunca se perdía de esa manera, siempre mostraba una sonrisa, siempre se mostraba afable, agradable, incluso cuando su rostro era serio, inspiraba confianza.
Alguna vez, cuando la curiosidad le había ganado, buscó en internet su propio nombre, en páginas, en redes sociales, normalmente prefería mantenerse alejado de estos, demasiados problemas. Pero esa vez estaba realmente aburrido y encontró una foto, donde dividían su rostro a la mitad, con una línea justo en el centro de su nariz, su mitad derecha la veían cómo dulce, un ángel, le llamaba la chica que la había compartido y las que comentaban, pero la segunda parte era mencionada cómo “un sexy asesino en serie” no estaba seguro de lo sexi. Pero estaba seguro de que en ese momento los dos lados de su rostro lucían igual.
____
Todo había sucedido periódicamente, diferentes detalles que fueron causando que poco a poco las cosas estallaran, que lograron que su temperamento siempre en calma, llegara a un punto donde ya no era él.
Después de la visita de Chris, las cosas no fueron tan mal, pasó el día con Liam, salieron a un parque cercano, hablando de todo y nada, Liam siempre conseguía sacarle una sonrisa, una risa, una carcajada, y a él le gustaba hacer lo mismo. Liam tenía una carcajada demasiada profunda, demasiado varonil y perfecta, una risa que hacía que su cuerpo se estremecería.
Pese a que realmente disfrutaran de eso, la lluvia normal de la tarde les hizo regresar a la casa, pero aquello no les arruino el día. Tom pudo olvidarse del todo, leyendo, metiéndose en una historia cómo hace mucho tiempo que no lo hacía, emocionándose con los personajes, todo debido a que Liam le miraba con ojos brillantes mientras leía en voz alta, sus expresiones cambiaban según el relato, y él, aún perdido en la historia se permitía observarle, deleitarse con su expresionismo.
Entrando la tarde, y a regañadientes cual niño pequeño, el menor de los Hemsworth lo llevó a los sets de grabación. Quizá si fuera otra persona, si no fuera ese chico alto y rubio que le miraba cómo si Tom fuera lo más grandioso del mundo, quizá en otro caso, la manera en que lo abrazó en el auto sin dejarle salir, la manera en que lo besó robándole por completo el aire, y la voz susurrándole lo mucho que le molestaba el no poder pasar más tiempo con él. En cualquier otro escenario, hubiera manifestado la necesidad de su espacio personal, la increíble prioridad que tenía su trabajo, y como su pareja tenía que entenderlo. Pero con Liam no era necesario, por qué sabía que Liam lo entendía, porqué estaba en su misma situación, y porqué cuando el menor le abrazaba y besaba la mejilla con tanto cariño, su espacio vital no era más que un cero a la izquierda en importancia.
Le besó una vez y más, y bajó del auto, despidiéndose del adolescente, que se marchó, pues a sus propias palabras, si se quedaba allí, no le permitiría trabajar.
Entonces al llegar al set, al ya no tener a Liam a su lado, toda la situación con Chris inundó sus pensamientos. Toda la culpabilidad y la confusión volvió a su cabeza, dio un suspiro, exhalando vaho por su boca, mentalizándose con centrarse en su trabajo.
Llegó a la zona de revisión de escenas improvisada, saludando a todos de manera alegre, diciéndoles a los muchachos que no hacían faltas tantas disculpas, que eran cosas que pasaban, simples gajes del oficio. Él único problema que Tom tenía, y que no manifestó en voz alta, fue que muchas de las escenas que se perdieron eran escenas en las que le tocaba hacer en compañía de Christopher, eso significaba pasar más tiempo con él. Apenas estaba revisando la mitad de las escenas estropeadas, cuando Chris llegó a su lado, y probablemente nadie se dio cuenta o lo notó, pero antes de entrar se quedó parado en la puerta, mirándole de manera intensa, clavando esas pupilas inmensas y azules en él, como si le interrogara, le preguntara ¿Qué piensas? ¿Qué sientes? Era una especie de reproche, o así lo sentía él, como si le reclamara un engaño, y él se sentía de nuevo mal, de nuevo culpable, de nuevo se sentía como el amante…
Giró la vista sin aguantar esa mirada, y se concentró en las escenas, en su trabajo, en lo que tenía que hacer. Era un profesional, se lo había repetido muchas veces desde que salió con Chris, cuando en el comienzo de su relación, su mirada boba de amor no se podía despegar de él. En el intermediario, cuando buscaban siempre los ojos del otro, transmitiendo toda la pasión que llevaban dentro, al final, cuando dolía verlo, cuando intentaba ser fuerte y no sucumbir al deseo de huir, de salir de cualquier lugar done Chris estuviera porqué le abrumaba demasiado su presencia.
Ahora tenía que hacer lo mismo, actuar aún sin estar en escena, fingir estar bien cuando lo único que quería era estar acurrucado en unos brazos fuertes y protectores, los de Liam preferentemente, nunca le gusto parecer una chica, era un hombre en toda la estricta palabra, un hombre de pies a cabeza, pero en ese caso cedía ante el deseo de ser la damisela que necesitaba consuelo. Cedía en término figurativo claro está, pues aunque su corazón le pedía aquello, su cabeza se negaba ante la idea de permitírselo.
Hablaron de trabajo de manera estricta, ni siquiera hubo bromas, o juegos o risas, las personas a su alrededor, creían que se debía a que los actores estaban trabajando en su tiempo de descanso, pero nada más fuera de la realidad, pues a estos nunca les había molestado la idea de esforzarse pese a las dificultades. Sin embargo el comportamiento de ambos era frío, trabajo impecable, pero la actitud distaba mucho de ser la de un Tom y Chris normales.
Hiddleston se fue con un dolor de cabeza a su casa, cayendo sobre el sofá en el que había pasado la tarde con Liam, abrazando la almohada y a Sir Albert, riendo ligeramente al ver unas pequeñas manchas en el mueble, evidencia de las emociones del día anterior, recordando cómo ni siquiera había pensando en ellas por estar volando en muchos más pensamientos.
Suspiró cansando, encogiéndose sus largas piernas, ese día y probablemente el día de mañana tampoco se preocuparía por limpiar el mueble, al fin no recibiría visitas al estar mañana todo el día en el set.
Se arrastró hasta la habitación llevando con él la almohada y el oso, dejándose caer en sueño profundo, dispuesto a no soñar, solo a quedar muerto y laxo, para que su cuerpo y mente se repusieran de todo el trabajo a los que les tenía sometido.
_____________________
No quiso comportarse así, de verdad no quería hacerlo. Chris estaba recostado en el sofá de su casa, tenía a la pequeña Rose recostada sobre su pecho, a la que acariciaba ausentemente el cabello. Hubiera querido que Tom lo perdonara por irrumpir así en su vida cuando ya era feliz, quería decirle que era verdad lo que había dicho, él quiso y quiere a Tom demasiado, pero no era una manera de hacerle sentirle culpable, al contrario, quería que Tom fuera consiente que para él, no fue solo una diversión o un experimento, que de verdad le había entregado su corazón y que aún lo tenía, porqué fue tan tonto para sacarlo de su vida, aún con él en la mano. Tom no se lo había devuelto, seguía siendo suyo.
Aunque esa mañana que vio a su hermano tan feliz en la casa de Thomas, tan cómodo, oliendo al pelinegro, lo sintió como si el mayor le hubiera devuelto una parte quemada y rota, era algo así cada vez que lo veía, cada vez que les imaginaba juntos, era como si supiera que en algún lugar su corazón se iba estrujando, destrozando, haciéndose tiras, que eran quemada por los celos poco después.
Rose bostezó y él le dedicó una sonrisa, acariciando con un dedo su pequeña carita, ella había sido uno de las razones que le habían llevado a dejarlo con Tom, y de alguna manera sentía que se lo debía, porqué al traicionar a su madre, también le traicionaba a ella. Era una serie de una culpa tras otra, hacia su esposa, hacia su hija, hacia Tom… incluso hasta su propio hermano. ¿Porqué como le explicas que la persona con la que ahora sale es tu gran amor y quien fue tu amante por mucho tiempo? No era algo que se pudiera decir sin duda así de fácil, que pudieras contar en una simple comida.
Aunque no podía negar que estaba tentado a decírselo, es decir… Si él se lo dijera, si le contara que Tom había sido su amante. ¿Qué haría? ¿Qué diría? ¿Seguiría a su lado? ¿Se molestaría con él, con Tom? ¿Se lo diría a Elsa o a sus padres? Quizá a Luke.
Todo era demasiado confuso, porqué se sentiría infantil realizando aquellas acciones, por qué sería de nuevo el niño que perdió su juguete, y que ahora desea recuperarlo a costa de todo, solo porqué ve a otro niño divirtiéndose con él.
_______________
No tenía ánimos para trabajar, para actuar, por primera vez desde… bueno, la verdad no recordaba desde cuanto tiempo, no quería llegar al set, ni hacer sus escenas, quería volver a su casa, llamar a Liam, y hundirse entre sus brazos, hasta que el malestar y cansancio se le pasara. Había hablado con él durante el viaje en coche, le sorprendía que el chico se levantara tan temprano solo para llamarle, buscando el momento perfecto para poder hablar con él.
Pero pese a lo que él quería, se obligó a avanzar por el set e ir a su tráiler para al menos respirar un poco de tranquilidad, y relajarse antes de ver a Chris.
La pantalla verde estaba puesta, todo el set estaba listo, y él se encontraba ya con el traje de Loki, tirado en el suelo, sintiendo los brazos de “Thor” a su alrededor, era duro hacer esa escena, normalmente sería una relativamente sencilla, solo tenía que mantener su cuerpo inerte, algo realmente básico. Sin embargo el calor de Chris, su aroma, su voz… Todo le llenaba los sentidos y estaba a nada de estremecerse, la escena de por sí ya conllevaba demasiados sentimientos para encima agregarle los suyos.
Cuando Chris comenzó con aquella escena, cuando reflejó aquella culpa y sufrimiento en el rostro, se perdió, porqué no fue capaz de distinguir ficción y realidad, de saber si el dolor que sentía era el necesario para hacer su papel, o si era de verdad una despedida hacia Tom. Su mente lo procesaba como una manera simbólica de perderle, y era algo que no podía resistir.
Entonces llegó el momento en el que le acunaba entre sus brazos, y al inclinarse sobre su rostro no pudo evitar que un “Lo siento, Tom, te quiero” escapara de sus labios. Unas cuantas palabras dichas en un tono tan lastimero y arrepentido, que no iban en el guión, incluso aunque dijeran que había confundido el nombre – lo cual dentro de lo que cabe era común- pero no era así. Las palabras se escucharon en todo el set, dejándolo en silencio, porqué el sentimiento de estas era demasiado, tanto que todos las personas a su alrededor, que los habían escuchado actuar varias veces, sabían que eso no era actuación.
Tom se había quedado sin aliento, sus puños se apretaron, ¿Por qué eso ahora? ¿Por qué dicho así? Era consiente aunque no lo viera que la atención se centró en ellos, más de lo que la tendrían al filmar la escena.
—Bueno, pues para la próxima no me vuelvas a acusar con mis hermanas, pero te perdono— Dijo el inglés con una sonrisa al pararse, mirando a todos— Lo siento, grabemos de nuevo, este grandote tiene demasiadas culpas porqué yo me pelee con mis hermanas por algo que él dijo, pero no es nada, rodemos de nuevo. —Hablaba con tono jovial, convenciendo a todos de lo que decía.
A casi todos, pues Chris obviamente sabía la verdad, Chris veía la mano de Tom echa puño, veía el músculo tensó de su cuello, y el labio interior temblando ligeramente, probablemente causado por el montón de sentimientos que se estaban ahogando en su garganta.
Siguieron grabando la escena, aunque Chris podía notar que Tom no estaba cómodo con la situación. Él no había querido que aquella frase escapara de sus labios, pero fue imposible controlarlo. Cuando terminaron la escena Tom se marchó, desapareció con la perfecta excusa de que era tiempo del descanso.
________________________________
En el comedor se lo topó con algunas de las chicas de maquillaje, estaba bromeando con Rene Russo, esta le abrazaba y le llamaba hijo a modo de juego, diciéndole que era tan guapo que con gusto repetía la historia de Edipo con él, claro que todo aquello era una simple broma Rene estaba felizmente casada, pero eso no quitaba que Chris se sintiera resentido con cualquier insinuación hacia Tom.
—Hey… Allí estas Chris—Exclamó una de las chicas que se encargaba de su cabello, la cual se acercó para traerle al círculo, notando como esto tensó la espalda de Hiddleston— Justo estábamos por preguntarle sobre que fue eso que pasó en la escena.
—Fue algo sin importancia, cómo dije, a Chris siempre le gusta exagerar las cosas— comentó Tom de forma afable, pero Hemsworth notaba que el mayor no quería tocar ese tema.
—Si, en realidad fueron unas simples disculpas que debí dar hace mucho tiempo— aceptó Chris, pero siendo completamente sincero en lo que decía.
— ¿Fue muy fuerte la pelea? —preguntó Rene algo preocupada. —Es que querido sonabas realmente mal cuando dijiste aquellas palabras.
—Sabes quién es Tom para mí, no quiero perder lo que tenemos por algo así—. Se encogió de hombros.
—Ah, eso suena casi a que fueran amantes— comentó con ligereza una chica, intentando relajar el ambiente.
—Eso es absurdo—negó enseguida Thomas— Soy un hombre y Chris está casado y con familia.
—Ah, pero es solo una idea, ya sabes imaginación. — repuso la muchacha— Ustedes no entran a internet, pero se habla mucho de ustedes como pareja, hay imágenes e historias.
—Oh, ¿De verdad? ¿Hay gente que tiene tiempo para hacer eso?— preguntó Chris intentando tomar la relajación que el interprete de Loki parecía estar perdiendo.
—No tienes idea— pronunció la chica— Hay historias bastante intrincadas donde bueno… —Ríe algo nerviosa por tocar un tema como eso, no está seguro del todo de cómo los actores reaccionarían a eso, había visto alguna entrevista donde a Tom le mostraban algo del llamado “Thorki” y este pese a su sonrisa de siempre, se notaba que se había puesto algo incomodo. Lo que la chica no sabía es que cuando esa entrevista pasó, el actor apenas había terminado su relación con el australiano, y esas imágenes le hicieron revivir recuerdos muy dolorosos, y hermosos a la vez. Terminó por marcharse rápido, masturbándose en su casa con el recuerdo de Chris, para al final llorar sintiendo demasiado patético.
— ¿Dónde qué?—preguntó con interés Russo.
—Ah, Donde Chris se divorcia de Elsa, casi siempre en buenos términos, y luego Tom y él crían a la pequeña Rose juntos. —habló la chica sin mirar al par de actores.
—Creo que no es una idea tan mala, debería llevarla a cabo— dijo Chris intentando seguir el juego, aunque en realidad era algo que en su tiempo se había tomado demasiado enserio, incluso ahora lo hacía.
—Si me disculpan—el tono que Tom uso para decir esas palabras fue demasiado impersonal, frío, helado por el toque de desprecio en su voz, era como oír a Loki en la película de Avengers, cuando le pedía que volviera a Asgard con él. Cómo si este no le oyera y solo tuviera cabida para el rencor.
—Creo que se molestó un poco, no quise decir eso así— Se lamentó la chica.
—Descuida, el solo debe estar cansado, Tom no es de los que se molesten por cosas así, ¿No es así Chris?— Rene se giró a ver al rubio.
—No, tiene razón, no tienes de que preocuparte, ah… Yo, si me disculpan, iré a… iré a descansar un poco también— Se excusó avanzando primero lentamente y luego casi corriendo hasta el tráiler de Thomas, tomo la manija de la puerta y afortunadamente esta se encontraba abierta.
—Sabía que vendrías aquí— Fue la frase con la que Tom le recibió, sentado en el sillón del lugar, tenía un gesto molesto y algo ido en el rostro, y de nuevo Chris se preguntó si estaba viendo a su ex amante o al super villano.
—Tom, yo… creí que…
—No puedes hacerme eso, no puedes hacerlo Chris— Le recriminó apoyando sus pies en el suelo, y mirando hacia ellos. —Estoy bien ahora, estoy intentándolo, ya sabes… ser feliz, estar tranquilo, aceptar que no puedo ser parte de tu vida como quiero… —suspiró—… como quise serlo. Y luego tú llegas, me pides disculpas, y me dices… me dices que aún me quieres, y sé en qué tono lo dijiste, no como amigos tú quieres… ¿Qué quieres Chris? — Se puso de pie viéndole a los ojos— ¿Qué vuelva a ser tu amante? ¿Qué ahora engañemos no solo a Elsa, sino también a Liam, tú hermano? Ellos no se lo merecen Chris, ni tampoco yo…. No puedo hacer eso.
—No te pido que lo hagas— Dio un paso a él, atreviéndose a tocarle, a posar su mano en su mejilla, acariciando la piel que llevaba demasiado tiempo ansiando. — No es eso lo que quiero Tom, quiero… creo que voy a pedirle el divorcio a Elsa.
— ¡¿Qué?!
—Lo que escuchaste, no puedo seguir engañándome así, quizá me equivoqué, pero no puedo soportarlo Tom, no puedo soportar verte con él, verte con nadie… Tú eres…
—No, no… Yo no soy tuyo Chris, no importa que las fans lo quieran, no importa que tú quieras… No importa si quiera que yo lo quiera. Eso es algo que ya no puede ser.
— ¿Seguro?—Le cuestionó deslizando sus mano por el largo cuello, sintiendo la piel erizare bajo su tacto.
—Seguro—Reiteró ya sin voz, antes de sentir un suave beso en sus labios, era uno calmado, sin prisas, sin ansias, como si el otro le estuviera agradeciendo el contacto. ¿Estar juntos? ¿Sin ser amantes? Quiso escuchar eso tantas veces, tantas veces soñó con esas palabras, que Chris le afirmara que solo se pertenecían el uno al otro.
Se dejó guiar por esa emoción, apoyo sus manos en los anchos hombros, recibiendo el cálido contacto, tan suave, tan perfecto, tan cargado de sentimientos, porqué no podía engañar a nadie si decía que ya no sentía nada por Chris, porqué aún tenía un lugar en su corazón, uno pequeño y oscuro, porqué Tom no podría soportarlo verle allí a diario, pero no se marchaba. Seguía viviendo bajo su piel, en su cabeza, impregnado en su sistema.
—Te amo Tom, de verdad— le susurró contra su boca al separarse, y en ese momento maldijo salir con dos hermanos, maldijo que estos se parecieran tanto, porqué le pareció ver la cara de Liam y no la de Chris la que pronunció aquellas palabras. Se alejó confundido.
—Eso… piensa mejor las cosas Chris— Se giró, apoyando sus manos en una pared, sentía que le faltaba el aire.
—Tom, ya lo pensé, no puedo vivir sin ti.
—Viviste muchos años sin mí, sobrevivirás—. Respondió el inglés, pegándose totalmente a la pared, hasta chocar su frente contra esta.
—No lo creo, pero habló enserio Tom, seré un hombre libre, y cuando lo sea, lo primero que haré será buscarte, te buscaré porqué sé que aún me quieres.
—Márchate Chris.
—Sé que estoy siendo egoísta, lo sé. Pero quiero entiendas que nada me importa más que tenerte a mi lado — declaró antes de dejar ese remolque, si recordar cuantas veces había salido de allí, sintiéndose culpable por dañarle, pero con la esperanza firme de ser perdonado y estar a su lado.