Estaba hundido en el sofá de su casa, había terminado exhausto, no tanto por las grabaciones, si no por la enorme carga de sentimientos que le llenaban.
—Si tan solo… — Pensó en voz alta, pensaba en que hubiera pasado si hace un año Chris hubiera pronunciado las palabras que le dijo ahora. Todo hubiera sido diferente, las cosas no serían lo que son. Elsa, Liam, Chris… Él, todo sería tan diferente.
Pero el hubiera no existe, y las cosas ahora eran demasiado complicadas. No era una elección fácil, o mejor dicho era una decisión sencilla, pero dolía demasiado tomarla. Sabía lo que tenía que hacer. Elegir a uno y olvidarse del otro, ser sincero consigo mismo. Se pasó las manos por el rostro, no sabía cómo iba a hacer aquello, ni si las cosas iban a ir bien. Pero tenía que hacerlo.
Escuchó el timbre de su puerta y dejó que sonara, no tenía humor de ver ni hablar con nadie, el sonido cesó un rato, para luego comenzar otra vez. Tom suspiró, poniéndose de pie, dispuesto a decirle a quien quiera que fuera la persona que le molestaba, que podía regresarse por donde llegó porqué él no tenía la menor intención de tolerar a nadie en esos momentos. Abrió la puerta sin detenerse a ver, siendo recibido por la pequeña sonrisa tímida de Liam.
—Lo siento, ah yo se que quizá te estoy molestando, pero no contestabas el teléfono, ni el celular, ni ninguno de mis mensajes —Las palabras del menor emanaban a borbotones— y creo que entendí el concepto de que no quieres verme pero solo… solo necesitaba ver que estabas bien, ahora que ya lo veo puedo marcharme y dejarte que…
—No, Liam… — Le detuvo apoyándose en la puerta, cerrando los ojos para luego regalarle a Liam una pequeña sonrisa, uno de esos pequeños gestos que más que alegría, querían decir que todas las cosas estaban bien. —… es solo que estuve muy cansado, dormí casi desde que llegue— Relató haciéndose a un lado— ¿Quieres pasar?
— ¿De verdad no molesto? —Preguntó, y Tom negó con la cabeza, a lo que Liam le sonrío, aceptando la invitación. — ¿Fue muy cansado el trabajo? Yo podría darte un masaje o…
—No, no necesito eso…—Le dijo tomándole de una mano para guiarlo a la habitación.
— ¿Tom? —Cuando llegaron a la habitación el mayor le tomó del rostro, para besarle, al principio suave y lentamente, acariciando sus labios, colgándose del cuello del otro, hasta que Liam salió de su estupor, tomándole de la cintura con ternura al principio, apretando el agarre, cuando la lengua de Tom hizo lo suyo, internándose en su boca, acariciando su propia lengua, invitándolo a invadir su boca, de manera perezosa y sensual, causando que la temperatura del más joven aumentara considerablemente.
—Déjame agotado… — Le pidió mirándole a los ojos— No quiero pensar en nada Liam, has que no piense en nada— Dijo separándose un poco para sacarse la camisa frente al otro, dejando a Liam realmente sorprendido por aquella actitud.
—Tom… Tom… —Llamó acercándose a él, mirándole a los ojos, tomando su rostro entre sus manos. — ¿Estás bien?—Preguntó con tono preocupado, acariciándole las mejillas con sus pulgares.
—No… No realmente.
— ¿Qué paso?
—No quiero hablar de ello. — Le dijo posando sus manos en los hombros del otro—Quiero no pensar en eso, y necesito tu ayuda.
—Siento como si me estuviera aprovechando de ti Tom— Se lamentó el chico. Sacando una risa de la garganta del mayor, algo ligera y quizá dolorosa. El intérprete de Loki creía que aquello era una enorme ironía, Liam estaba preocupado por sus sentimientos, por lastimarle, sin saber que él era el único que nunca le había hecho sufrir realmente.
—Tú nunca te aprovecharías de mi Liam, lo sé—le dijo, acariciando con uno de sus pulgares el labio inferior del rubio.
—No, nunca lo haría Tom, te lo juro— Las palabras de Liam sonaban con una ferviente sinceridad que le hizo daño al inglés. Quiso decirle la verdad, quiso decirlo porque sufría, quiso explicarle que ese otro hombre que le había dañado era su hermano. Pero no pudo, solo se abrazó a él permitiendo que los brazos del otro le acunaran, calmándole. — Supongo que necesitas tiempo. — Susurró Liam, a lo que Tom se alejó casi espantado.
— ¿No estarás queriendo….?
— ¿…decir de forma delicada que terminamos, que nos topemos un tiempo? — Completó— No, no digo eso Tom, sé que esto es por él. No sé cómo ni por qué, pero esa persona te sigue doliendo, y bueno… a mí me duele, pero lo entiendo.
—Liam, no te merezco— Dijo Tom con una sonrisa enorme y los ojos acuosos, a lo que Liam se inclinó besándole en la frente.
— ¿Porqué no descansas Tom? — Le preguntó guiándolo a la cama, para que el mayor se recostara entre sus brazos, acariciándole el cabello y la espalda desnuda. Intentando que se durmiera.
—Eres demasiado maduro para tu edad— Musitó Tom enterrándose en el pecho ajeno.
—Eso me han dicho, aunque Jennifer me llama más bien amargado— Dijo con una pequeña risa, su compañera de elenco era genial y le apreciaba mucho. — Ella me hace bromas todo el tiempo durante los rodajes.
—He escuchado que es una chica divertida—Seguía hablando Tom en un tono bajito, siendo poco a poco vencido por el sueño, entre platicas banales con Liam.
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—Creí que tenías que saberlo, ya sabes, antes de que tomáramos aquella decisión definitiva— La voz de Elsa, sonaba dulce y conciliadora, con algunos tintes felices y alegres por qué era lo que a ella le causaba la noticia. Pero al mismo tiempo intentando ser moderada con respecto a todo lo que aquello significaba.
— ¿Y es seguro? —Preguntó Chris, volteando a ver a quien por mucho tiempo había sido su mejor amiga. Quería a Elsa, la amaba como parte de ese todo que era su familia y no podía negar que la idea de plantearse dejarla le dolía y ahora con eso.
—Si fuera una prueba casera habría dudas, pero… fui con el doctor y, tengo un mes y medio. Al principio no lo tome en cuenta, creí que el retraso era por el estrés del trabajo, y lo del pensamiento del divorcio, además no soy regular, pero… Es definitivo Chris, estoy embarazada.
Chris se echó hacia atrás en el sillón que ocupaba, dando una respiración profunda, no podía negar que estaba feliz por la noticia, Rose había sido una bendición en su vida, al igual que lo sería ese nuevo bebé, pero eso no quitaba que esa noticia afectara sus planes.
—Y piensas que deberíamos reconsiderar el divorcio— Dijo más como afirmación que como pregunta.
—Sabes que te amo Chris, que el bache en el que caíamos fue por el resentimiento que sentía al saber que me engañabas, accedí al divorcio porqué quería verte feliz, por qué sabía que retenerte si tú querías marcharte solo nos haría infeliz a ambos, pero siento que este bebé es… es una señal para que luchemos por nuestro matrimonio.
—Estoy feliz Elsa, ser padre me hace feliz— Abrió los ojos y se puso de pie— Y sabes que te quiero, siempre lo he hecho, pero…
—Pero algo pasa, algo pasa con esa persona que de repente has vuelto a tener interés en ella.
—Yo…
—No quiero escucharlo Chris, no ahora— La mirada de Elsa estaba perdida en algún punto de la habitación. Ya había aceptado aquello, lo sabía, pero no podía evitar que le doliera. Ella amaba a Chris, pese a todo le seguía amando. —Piensa bien las cosas, o te quedaras sin nada— Le advirtió poniéndose de pie y saliendo de la habitación
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Tom despertó solo en su cama, y por un momento pensó que toda la situación con Liam había sido solo producto de su cabeza trastornada, abarrotada de culpa y sentimientos. Sin embargo al ver abajo, notó que llevaba su pijama, estaba cobijado en la cama, y alguien había programado su alarma –que fue lo que le despertó- se puso de pie, y salió de la habitación buscándole.
No lo encontró, pero sonrió al ver sobre la mesa de la cocina un desayuno que lucía apetitoso, con una notita encima.
Buenos días Tom. :)
Lucias muy cansado así que no quise despertarte, te deje preparado el desayuno, esperó te guste, llamaron del set, te esperan a las 11:30, por eso te programe la alarma, tuve que irme debido a una llamada de mi hermano Luke. Espero verte por la tarde.
Te quiero.
Liam.
—Yo también te quiero Liam— Le dijo a la nada, mientras sostenía el papel entre sus manos. Dándose cuenta de la verdad, dio un suspiró y se dispuso a pensar, después de descansar en los brazos del muchacho, se sentía mucho mejor, más ligero.
Disfrutó ampliamente su desayuno, y después se metió a la ducha, todos sus movimientos eran más fluidos, más relajados, se sentía mejor, y le era bastante sorprendente descubrir como Liam podía crear un cambio así en su actitud solo con un par de horas de intervención.
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Llegó a las grabaciones con ánimo, dispuesto a concentrarse solo en su trabajo y en nada más que su trabajo. Sabía que se toparía con Chris, pero ahora lo tenía más claro, su elección estaba a la vista, hiciera lo que hiciera Chris, sería su vida, y no tendría nada que ver con la suya. Quería a Liam, quería estar a su lado, quería construir algo junto a él, algo estable. Deseaba despertar y ver su sonrisa, quería leer sus mensajes en su celular, quería escucharle reír y prepararle de cenar, quería… demasiadas cosas a su lado. A estas alturas, con todo lo que había pasado, sus sentimientos por Chris se disolvían en el aire, y los que tenía hacía Liam, se afianzaban a su corazón.
Saludó a todos con una sonrisa, ni siquiera era su actitud normal; era una más brillante, revitalizada, era una que iluminaba la habitación con su sola presencia y que si bien, en todos causo extrañeza, también se alegraron de que todo fuera mejor en la vida del actor británico.
El problema es el enorme contraste con el humor de Chris, que parecía pensativo, meditabundo, como si su mente no estuviera donde debía y no pudiera concentrarse, añadiéndole eso, que la actitud de su ex amante, causaba que los sentimientos y pensamientos de Chris, se revolvieran aún más.
Eran dos extremos, la mente de Tom, por primera vez en meses estaba despejada, así como su corazón, sabía lo que haría, lo que quería, tenía establecido su propósito. En cambio Chris no sabía que hacer, la nueva noticia del embarazo de Elsa le estaba causando serios conflictos, quería a su esposa…. Si, la quería, pero por un momento supo que lo que sentía hacía Tom era más fuerte, pero ahora… al verlo tan feliz, se preguntaba si tendría derecho a interrumpir en su vida de esa manera, era una decisión que sabía le afectaría no solo a él y a Tom, eran varias las vidas que cambiaría, necesitaba recuperar la cordura, pero la amabilidad y cordialidad de Hiddleston solo le ponía más complicadas las cosas.
La tarde siguió rodando, las grabaciones continuaron, en un extraño ambiente, que finalizaba bastante bien, lo raro que había sido el rodaje de toda aquella película.
Al finalizar Tom fue a su camerino tomaría su abrigo e iría a salir con Benedict, quería ver a Liam, pero también necesitaba contarle a su amigo la resolución a la que había llegado, si bien era una conclusión definitiva, sentía necesario que alguien le apoyara y Cumberbatch parecía la persona más adecuada, al ser la que más sabía acerca de todo el conflicto con los hermanos Hemsworth. Le mando un mensaje a su dulce novio, indicándole que no podría verle, porque saldría con Benedict, este le mando un montón de caritas tristes, pero al final le aseguraba que estaba bien, que él igual tenía algunas cosas que resolver.
Sin embargo, al salir de su camerino, y al pasar por el de Chris, este se interpuso en su camino. —Tom, ¿Podemos hablar? —Preguntó con un gesto, que conmovió al inglés.
—Claro, hablemos— Asintió, se sentía lo suficientemente bien, para afrontar lo que Chris tuviera para decirle.
—Adentro, por favor…—Tom miró su reloj, Bennedict se molestaría si llegaba tarde, pero… comprendería cuando le explicara.
—Supongo que es serio—Masculló Hiddleston con ligereza entrando al remolque, seguido del rubio.
El pelinegro se sentó dando un suspiro, no quería más problemas con Chris y quizá era un buen momento para dejar claro todo. Miró a Chris, este caminaba de un lado a otro, como fiera enjaulada, y allí estaba de nuevo esa sensación de que el Australino parecía perdido, distante, con su mente fuera de enfoque.
—De verdad parece algo mal—Masculló, cuando Chris no decía nada, el otro fijo sus profundos ojos azules en él, y tras un hondo respiro, se sentó a su lado, echando sus cabellos rubios hacía atrás.
—Algo está mal desde hace mucho Tom, conmigo, estoy mal. —Asintió mirándole fijamente, acercándose más a él—Tom, ¿Qué pasó? ¿Cómo llegamos a esto? ¿Por qué no nos pudimos que dar en aquella noche en Central Park? —Preguntaba mientras acariciaba su rostro con delicadeza.
—Teníamos que avanzar Chris—Le devolvió con una voz suave, podía sentir el dolor impregnado en cada una de las palabras de su compañero, sentía lo mucho que le dolía el comprender que todo aquello había quedado atrás, pero al mismo tiempo podía ver que Chris comenzaba a verlo, comenzaba a aceptar que todo lo que tenían había terminado —Y llegamos a un límite, tú y yo no podíamos seguir con esto.
—Te amo Tom—Le dijo mirándole fijo, con sus rostros a centímetros de distancia.
—Y yo te amaba Chris—Respondió con voz temblorosa.
—Pero ya no… tú lo…
—Lo amo—Asintió—Lo quiero mucho Chris.
El rubio tragó grueso asintiendo, deslizó sus manos por los cabellos azabaches por última vez. —No puedo competir contra eso, no puedo. Estaba dispuesto a luchar por ti, justo ahora, a pedir que dejarás a mi hermano, que te fueras conmigo, que olvidaramos todo el pasado, quería luchar por ti, contra él, pero ahora que te veo, las cosas son distintas y… ¡Diós! Soy un mal hermano mayor—Rió doloroso, haciendo que Tom también riera.
—Lo eres. —Asintió Tom, ambos lo sabían, aquello era el final de esa historia que quizá era necesario que sucediera, pero no debía durar por siempre.
Tom le acompañó en su risa, y se recargó en su hombro, Chris se giró a verlo y le tomó de la barbilla.
—¿Puedo Tom? Antes de que te quedes con él por siempre.
—Por siempre… espero que sea así. — Dijo de manera esperanzada.
—Si mi hermano es listo, lo será—Tom sonrió, y asintió mudamente ante la pregunta antes formulada.
—Adiós Chris.
—Adiós Tom—Correspondió, antes de inclinarse a besar sus labios suavemente, tomándose el tiempo de acariciar la boca rosa, era su último beso, y deseaba disfrutarlo plenamente, acarició el elegante cuello británico, sin dejar de probarle y saborearle. Era una delicada despedida, una que querían atesorar.
Tan concentrados se encontraban en guardarla en su memoria tal caricia, que no se dieron cuenta de que alguien entraba al remolque, no se dieron cuenta de los pasos, ni del apuesto joven parado frente a ellos, hasta que este decidió hablar.
—Así que después de todo, tenemos más en común de lo que pensé—La voz de Liam causó que Tom abriera los ojos de golpe y se separará de su ex amante.
—¡Liam! —Exclamó, poniéndose de pie, pero este lo ignoró por un momento.
—Luke llamó, Elsa se sentía muy mal. Lo del divorcio, no le está sentado muy bien—Pronunciaba con cierto rencor. —Y eso con el embarazo, se le complicó.
—Embarazo…—Repitió Tom anonadado, se sentía mareado por la situación.
—¿Qué no lo sabías? —Liam miró a Tom con un profundo odio, que golpeó a Hiddleston con dureza. —¿No le habías dicho nada a tu amante? —Le preguntó a Chris, casi escupiendo la última palabra.
—¿Elsa está bien? —Preguntó Chris de manera sencilla, no sabía que más decir, y pensar en su bebé, en que le pasará algo, era algo que le consumió el pensamiento en un instante.
—¿Ahora te preocupa? —Pronunció con un poco de sarcasmo—Si, ella está bien…. Y el bebé igual. —chasqueó la lengua—Ahora ya puedes seguir cogiéndote a tu amante tranquilo—Dijo mirando a Tom, distrayéndose, sintiendo entonces un golpe fuerte en la mejilla, que le tiró al suelo, causando algo de sangre en una de sus cejas.
—No vuelvas a hablar así de Tom, Liam. ¡Nunca! —Le reclamó, señalándole de manera acusadora, a lo que Liam le miró con un gran rencor en los ojos, se puso en pie, y se le fue encima, tirándole al sofá, devolviéndole el golpe con fuerza provocando una herida en la boca a su hermano.
—¡Deténganse! ¡Por todos los cielos! —Fue el regaño que soltó Tom, sin creerse que aquello estuviera pasando, siendo ignorado por ambos hermanos, los cuales se miraban fijamente, perdidos en las pupilas del otro, como teniendo una pelea silenciosa.
—Descuida, no le volveré a hablar en mi vida. —Le dijo por fin Liam, mientras sus ojos se humedecían un poco, antes de salir rápido de allí. Chris volteó a ver a Tom que parecía en schock, por las palabras del menor de los australianos.
—Tom….
—Tengo, tengo que ir tras él—Le interrumpió sin dar tiempo a más, saliendo igual corriendo del remolque, persiguiendo al joven que se había alejado furioso.
—¡Liam! ¡Liam! —Todos en el set podían oír los gritos de Tom, mientras corrías tras él, casi desesperado, ¡Aquello no podía pasar! ¡No podía! —¡Liam, por favor espera! ¡Escúchame!
Pero Liam se sentía realmente mal, traicionado por las dos personas que más admiraba. Le habían visto la cara de tonto por todo ese tiempo, y él no se había dado cuenta, no podía creer que ellos hubieran hecho algo así.
—Liam—Tom le alcanzó antes de que subiera a su auto—Por favor, sólo quiero que me escuches.
—Debiste habérmelo dicho, pero supongo que siempre seré el segundo de Chris, ¿No? Vuelve con él Tom, al fin, sólo fui un remplazo—Pronunció dolorosamente con veneno en los labios, antes de entrar al auto, cerrando con fuerza la puerta, encendiendo y acelerando. Dejando al británico con el corazón en las manos.
Thomas llevó las manos a su rostro, cubriéndolo sintiendo que había arruinado todo lo bueno que pudo tener, con el sentimiento de las lágrimas que amenazaban con comenzar a salir. Tenía algo especial con Liam, ese niño lo había enamorado por completo, y él lo había herido, había herido al chico que hizo todo por poner una sonrisa en sus labios, al niño que curó su corazón, había dañado al hombre del que se había enamorado por miedo, y era algo que nunca se perdonaría.