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I think it's love. por HSMJYJ_6501

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Notas del fanfic:

Dedicado a Lucy, por su cumpleaños :3


Le prometí este fanfic al principio pero creí que se perdió porque tuve que actualizar mi sistema y... como sea, lo recuperé xD


El otro KaiBaek que te dije de todas maneras irá para ti e_e <3333


Feliz cumpleaños atrasado, Lucy <3

Notas del capitulo:

Usé unas líneas de la canción "Forever" de Kiss. Sin embargo, NO es un songfic del todo.

Tengo que decirte lo que siento por dentro.


Podría engañarme a mí mismo, pero es verdad.


 


Ahí estaba de nuevo.


Byun Baekhyun, el chico de las gafas enormes, caminando torpemente por los pasillos y abriéndose paso entre la multitud de estudiantes para poder distinguir su calificación —como siempre, la más alta— en el tablero del cuadro de honor. El orgullo invadiendo su rostro podía notarse a leguas de distancia.


Y ahí estaba de nuevo él.


Kim Jongin, el chico de las malas notas, por el que media escuela dejaba un rastro de saliva y el dueño de los pensamientos  —y quizá toques— nocturnos de muchas chicas.


Nunca jamás en la vida había estado si quiera en las primeras diez posiciones del cuadro de honor en la escuela, pero la expresión de felicidad en los ojos brillantes del más bajo hacían que el tumulto de empollones empujándole valiera la pena.


Porque era el chico que amaba, y sólo iba para verlo a él.


 


No hay manera de negarlo.                                      


Cuando veo tus ojos, baby, me estoy volviendo loco por ti.


 


Jongin tardó tanto en aceptar que Baekhyun le había vuelto loco; cerca de un año aproximadamente, pero eso para un joven que vive la vida apasionadamente, es bastante tiempo.


—Muy bueno, Baek, quizá para la próxima me acerque aún más a tu marca.


Y ahí estaba otra vez.


Kim Minseok, el otro chico de la misma clase de Baekhyun. El segundo mejor en la tabla de posiciones y el dueño de los pensamientos asesinos de Jongin.


Había pasado cerca de diez minutos desde que Jongin permanecía parado y quieto en el mismo sitio para esperar a ver a Baekhyun; apenas llegó, el moreno comenzaba a preguntarse si debía hablarle o no, felicitarle por sus siempre buenas notas y quizá invitarle a un helado después de clase. Pero te lo has pensado demasiado, Jongin, porque Minseok simplemente llegó y le habló —claro, porque van en la misma clase—.


Justo ahora, los dos mayores se están yendo hacia la cafetería, y Jongin no puede evitar seguirles.


 


Viví tanto tiempo pensando que el amor es ciego.


 


El amor no es siempre tan ciego, porque Jongin puede distinguir perfectamente, sentado desde dos mesitas a lo lejos, la manera en la que Baekhyun sonríe cuando está con ese chico pelirrojo Minseok. Y quiere explotar, quiere reventar de la furia.


Porque está celoso.


Porque desea que esos labios se curven por él, y esos ojitos de cachorro se entrecierren por él.


—Oye, Jongin.


El aludido se sobresalta ligeramente y un poco del jugo de uva que compró salpica el rostro de Sehun, su mejor amigo.


— ¿Q-qué quieres, Sehun? ¿Qué no ves que estoy ocupado?


El chico de cabello rubio rueda los ojos, sabiendo perfectamente el acto que mantiene muy, —bastante, demasiado, abundantemente— muy ocupado al mayor.


—He estado sentado aquí desde que vi que llegues —el menor dijo mientras desenvolvía su sándwich con cuidado para no mancharse demasiado las manos—, pero has estado demasiado entretenido viendo como el novio de tu no novio lo termina de enamorar antes que tú.


Sehun estuvo a punto de llevarse su merienda a la boca, pero unas repentinas ganas de reír por su propio comentario aparecieron y largaron todo a la mierda.


Y sí, Jongin se hizo mierda en su interior.


—Hoy intenté hablarle.


Y de nuevo, el sándwich no llegó a la boca del menor.


El semblante tan destruido con el que Jongin lo dijo le hizo ver que la había cagado, pero por un momento creyó que hacerle esa broma a Jongin funcionaría para levantarle el ánimo.


Claro, si una broma sobre el chico que te gusta relacionándolo amorosamente con alguien más es lo suficientemente bueno, entonces lo estás haciendo realmente bien, Sehun.


— ¿Y qué pasó?


Jongin dejó soltar un suspiro largo, casi resignándose por el hecho de no poder acercarse a Baekhyun.


Era irónico, porque media escuela quería ser parte de su círculo de amistad, y él no tenía ni siquiera una pizca de valor para hablarle al nerd de Byun Baekhyun.


—Pasó él —Jongin señaló al pelirrojo que estaba con el castaño a dos mesas de distancia, con el ceño fruncido y el veneno en su tono de voz.


Sehun quiso reír por la actitud infantil de su amigo, pero las ganas de meterse el sándwich a la boca de una maldita vez fueron más grandes.


—Míralos… cómo se ríen —Jongin dijo con un deje de molestia en la voz—. Ese Minseok se creerá muy gracioso, pero…


—Hey —de nuevo Jongin se vio interrumpido en su ritual de odio con una palmada en el hombro por parte de otro rubio. Sólo que este estaba en tercer año como los otros dos de las mesitas lejanas, casualmente, en el mismo salón—. ¿Por qué esas caras largas? ¿Alguien se murió?


Ese era Luhan, el hyung favorito de los dos chicos de segundo año, pero no por eso dejaba de ser molesto en algunas ocasiones.


—No, nadie se ha muerto, pero pronto pasará.


Luhan miró a Sehun en busca de una respuesta más concreta. A veces, cuando Jongin estaba en su mundo era más difícil de entender que cualquier jeroglífico.


—Él dice que va a matar a Minseok hyung, el chico de tu salón.


Luhan siguió la mirada de Jongin, efectivamente hacia donde estaban los dos nerds de la escuela, riéndose y hablando quizá de cosas como la velocidad warp que podrían experimentar en un caracol.


— ¿Por qué? Minseokkie es un gran chico. —Luhan dice con el labio inferior formando un ligero puchero y Jongin rueda los ojos. "Gran chico", sí claro—. Lo que deberías hacer es conquistar a Baekhyun.


—Felicidades, hyung, has descubierto la octava maravilla del mundo.


Al mayor de los tres le tomó un par de segundos entender el sarcasmo de Sehun para devolvérselo con una palmada en la nuca.


—No seas grosero con tu hyung, niño.


— ¿Tú crees que Jongin no lo ha intentado? De verdad que no entiendo cómo puede incluso retar a algunos profesores, pero se vuelve cobarde si de hablar con Baekhyun se trata.


—No es tan fácil, ¿ok?


Jongin por fin dijo, tratando de calmar a Sehun porque su tono de voz se hacía cada vez más insoportablemente alto. Y claro que corría el riesgo de que los dos nerds de la mesita que ahora se le antojaba no tan lejana le escucharan.


—Tengo un plan, ven conmigo.


 


Pero todo en ti me dice que es el momento.


 


Jongin solo reacciona cuando se ve parado enfrente de Baekhyun y Minseok mientras ellos le miran curiosos. Cuando el moreno busca a Sehun con la mirada, éste está en la otra mesa riéndose de él y las locuras de Luhan.


"¿Podemos sentarnos aquí?", es lo que más o menos Jongin alcanza a escuchar, y reacciona cuando la aguda voz de Baekhyun les responde.


—Por supuesto.


Entonces Jongin, haciendo un máximo esfuerzo por no dejar escapar una sonrisa temblorosa que terminara espantando al castaño, se sienta algo torpe, con las piernas hechas gelatina. Casi podía jurar estar sudando frío.


Son unos eternos minutos en los que Jongin simplemente mira hacia algún punto en la mesa mientras los tres mayores se ríen entre ellos. Jamás en su vida se había sentido tan temeroso y con los nervios de punta.


—Uhm, Jongin-ah —el pequeño levanta la cabeza para encontrarse con la sonrisita de Luhan—. Minseokkie y yo vamos por unos dulces, ¿quieres algo?


Sí, quiero que me saques de aquí.


—No, nada.


—Bien.


¡Luhan, Luhan! ¡Llévame contigo, por favor! Tengo miedo y creo que voy a vomitar.


Jongin solo voltea la mirada siguiendo los pasos de los dos siameses —porque Luhan casi siempre estaba pegado a Minseok—, no quería ni siquiera dirigirle una mirada rápida a Baekhyun. Su lado más homosexual le gritaba que si lo hacía se perdería en la mirada celestial que ocultaban las gafas.


Pero quizá el destino no es siempre el que uno quiere. Jongin tenía la esperanza de que Baekhyun se quedara con él hasta que los dos mayores regresaran, pero el crujido de la silla alertó al moreno de que probablemente, el castaño estuviera huyendo de él.


Algo, tal vez algo estaba saliendo mal, pero Baekhyun se detuvo por el efecto de la mano de Jongin apresando su muñeca. Entonces el moreno descubrió el error.


Se había dejado al descubierto.


—Hmm, disculpa —Baekhyun murmuró lo suficientemente audible—, debo ir a tirar mi basura.


El más pequeño levantó la mirada descubriendo a Baekhyun con un envoltorio de galletas y una botella de jugo de naranja, ambos completamente vacíos. Entonces, Jongin no supo si el bochorno en su cuerpo fue producido por el aglutinamiento de personas en la cafetería o el sonrojo de su rostro.


—Sí… claro.


Muy pocas personas sabían lo sensible que podía ser el moreno, y los que lo sabían —como Sehun y Luhan— estaban seguros de lo que estaba a punto de pasar, era un Jongin con los ojos llorosos y la garganta hecha un nudo. Y sí, estaba ocurriendo, pero trató por todos los medios de controlarse a sí mismo para que cuando Baekhyun volviera, no le viera en ese estado.


A pesar de que el moreno quería mostrarse tal y como era con el castaño, tampoco quería quedar en ridículo en su primer encuentro.


Con una fuerte inhalación, Jongin se aseguró de espabilar lo suficiente. Para cuando Baekhyun llegó, él era de nuevo el chico cool de porte sensual.


Estaba serio, pero a la vez su cuerpo se sacudía por los nervios, se sentía temeroso de que Baekhyun pudiese preguntar algo sobre su actitud anterior. A cambio, simplemente le dedicó un saludo que no alcanzó a escuchar muy bien, pero fue lo suficiente como para capturar su atención.


—Y… ¿cómo conociste a Luhan?


Jongin parpadeó un par de veces. Su actitud hostil aparecía cuando se ponía nervioso, y eso era lo que más temía.


Ser hostil con Baekhyun.


—Él es primo de Sehun, mi mejor amigo. Ellos siempre están juntos.


Al final de la frase, Jongin se encargó de adornar su rostro con una sonrisa algo torcida para su gusto, pero lo suficientemente buena como para que los ojos de cachorro permanecieran curiosos.


—Oh, interesante.


Jongin hizo un esfuerzo sobrehumano para no sonrojarse y quedar en evidencia —aún más— ante Baekhyun. ¿Cómo resistirse a su menudo cuerpo balanceándose en la silla?


— ¿Tú como conoces a hyung?


Perfecto, Jongin. Ni siquiera eres capaz de formular una pregunta en el tiempo verbal correcto.


—Minseok hyung y yo somos amigos, ellos están saliendo y por eso hablamos regularmente.


Un momento.


¿Acaso había dicho que están saliendo?


Jongin entrecerró los ojos, dudoso, y volteó la mirada hacia donde se supone deberían estar esos dos.


Si alguna vez Jongin pensó que Luhan era un pervertido, el hecho de que el rubio esté prácticamente comiéndose el cuello de Kim Minseok reforzaba sus teorías. El pelirrojo junto a él no parecía muy conforme con su acto exhibicionista, pero aún así se dejaba hacer.


— ¿Estás hablando enserio?


Y es qué cómo podría creerlo, si ese maldito hyung con cara de neonato no parecía de esos que disfrutaran de las relaciones de pareja.


El asentimiento de Baekhyun le terminó de confirmar todo, y Jongin casi pudo jurar saltar de alegría.


Su sonrisa se ensanchó y trató con todas sus fuerzas de no parecer un guasón.


— ¿Qué pasa? ¿Qué es tan gracioso?


Jongin por un momento pensó en decirle que nada, no ocurría nada y que absolutamente ese nada era demasiado gracioso, pero decidió que si quería conquistar el corazón de Byun Baekhyun, tenía que ser honesto.


—Creí que tú salías con el novio de Luhan hyung.


Ciertamente, a Baekhyun le tomó un par de segundos comprender lo que el moreno quiso decirle, y cuando por fin lo tuvo en la mente, decidió desecharlo por el porcentaje de improbabilidad que su hipótesis tenía.


En otras palabras, Baekhyun no podía creer que la respuesta a su duda era lo que él estaba pensando: Jongin se sentía celoso.


Y es que era más fácil descubrir el planeta Vulcano y su población avanzada al hecho de que alguien como Kim Jongin guste del nerd de Byun Baekhyun.


Pero dos repentinas y pesadas palabras del moreno hicieron que los colores subieran a su blanquecino rostro.


—Me gustas.


Baekhyun sentía su corazón latiendo a una velocidad superior a la del warp, y eso era decir mucho. Jamás se había fijado en alguien, pero Kim Jongin estaba aquí, acelerando su pulso.


El mayor se encargó de carraspear para sacar de su mente la mirada del moreno penetrando su rostro —o al menos intentarlo—. Sus ojos de cachorro se dirigieron a los ojos del menor y parpadeó un par de veces.


El timbre sonó, y Baekhyun sintió un gran peso liberando su alma. Pero a cambio, la incomodidad no se alejó.


—Me gustaría salir contigo… piénsalo.


La delicada sonrisa del menor le hizo pensar que quizá estaba hablando honestamente. Pero Jongin se sentía aturdido por no haber obtenido tan siquiera una sonrisa de parte del mayor.


Despacio, tomándose su tiempo, Jongin se levantó de la silla. Era sorprendente lo diferente que podía actuar cuando cogía confianza en alguien.


Afortunadamente, justo antes de salir de la cafetería, una mano suave le detuvo por la muñeca.


—Te veo después de clases, en la puerta principal.


Y Jongin esta vez sonrió tan ampliamente como Luhan cuando se vuelve loco. Baekhyun desapareció por el pasillo y el moreno casi podía jurar que su corazón explotaba de felicidad.


Eso fue un sí. Lo sabía por la sonrisa que Baekhyun le dedicó antes de irse.


 


Nunca pensé que alinearía mi corazón.


Pero todo en ti me dice que es momento.

Notas finales:

Eso fue todo -u- prometo un KaiBaek de aliens coming soon! 8D


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