Uno
Dos
Tres
Cuatro
Seungri ya había perdido la cuenta de cuantas veces había encontrado a Daesung llorando.
Siempre que llegaba a casa de la compañía encontraba al mayor abrazando sus rodillas en la penumbra de su habitación. Daesung nunca lo escuchaba llegar, pero Seungri podía sentir su dolor. Porque aunque él lo negara Seungri podía ver lo mucho que aún le dolía.
Entonces, Seungri contaba mentalmente los segundos hasta que Daesung levantaba la mirada y le sonreía.
- No escuché cuando llegaste- murmuraba siempre, antes de limpiar los rastros de lágrimas con el dorso de su mano.- Has de estar hambriento. Jiyong hyung me matará si no cuido de ti.
-Hyung, no...
-No es ningún problema- insistía Daesung, saliendo de la habitación.- Todo está bien...
Pero por más que lo repitiera, siempre sonaba a que intentaba convencerse más a si mismo que al menor. Internamente Seungri se preguntaba qué clase de persona era ella, pero conociendo a Daesung podía ser cualquier persona. Daesung siempre se enamoraba rápido y siempre terminaba herido antes de que todo empezara.
Entonces Seungri seguía al mayor, resignado, y ayudaría Dae a preparar la cena. Después de que se hubiesen sentado a cenar, Daesung siempre intentaría bromear con él, aunque lo hubiese ignorado por completo cuando preparaban la comida. De vez en cuando era cuando Youngbae, Seunghyun o Jiyong salían de sus habitaciones y se sentaban con ellos, sin notar en absoluto la mirada de dolor y los ojos hinchados de Daesung, aunque generalmente siempre comían solos.
En algún momento durante su conversación acerca de los programas de televisión tontos y la nueva canción que casualmente ambos habían escuchado en el radio (que Seungri sabía, no era ninguna coincidencia), el teléfono sonaba y Daesung saltaba de su asiento para contestar, dejando su conversación en espera.
Y sin importar que Daesung hubiese estado riéndose a carcajadas de lo que Seungri estuviese contando, siempre después de esa llamada la tristeza volvía a los ojos del mayor. Era cuando Seungri se preguntaba qué clase de persona era ella y qué demonios le había hecho abandonar a una persona tan maravillosa como Daesung.
- Creo que ya estoy cansado- decía el mayor, intentando sonreírle.- Será mejor que vayamos a dormir.
Y dicho esto, Daesung desaparecía en la habitación que compartía con Seungri, dejándole a este la tarea de limpiar el lugar mientras continuaba pensando en aquella chica que le había roto el corazón a su "mejor amigo".
Después de que la cocina quedaba impecable (porque sabía que tendrían problemas si no era así), Seungri se escabullía a su habitación, donde generalmente Daesung ya estaba dormido. Entonces, después de que quitarse la ropa y meterse en la cama, se pegaba al cálido cuerpo del mayor, enterrando su nariz en la espalda de Daesung.
- Eres un idiota- murmuraba, sintiendo un malestar en el estomago que hacía que no creyera en sus palabras.
Así pasaba otra noche, pretendiendo que todo estaba bien y que no escuchaba el corazón roto del mayor latir cada vez más lento.
¿Ella aún es tan grandiosa?
¿Tú corazón late más lento con solo una llamada telefónica?
Incluso olvidaste lo que estabas diciendo y pensaste en algo más
Mi corazón está más sorprendido por tu rostro repentinamente endurecido
Nunca la he conocido, pero realmente no me agrada
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Qué era tan maravilloso acerca de ella?
¿Por qué eres así?
- No tienes que preocuparte, Seungri-ah- insistía Daesung, revolviendo su cabello a la mañana siguiente.- No pasa nada.
- ¿Y quién dijo que estaba preocupado?- preguntaba Seungri frunciendo el ceño, volviendo a su papel del chico cool.- Hay millones de personas en el mundo, no te creas especial…
Daesung entonces sonreía de lado, sabiendo que Seungri no hablaba enserio, y se despedía de él.
Aunque no lo dijera, Seungri sabía que iba a verla pero elegía ignorarlo, porque cada vez dolía más que Daesung continuara lastimándose. Pero él seguía sonriendo cada vez que veía una violeta, y Seungri sabía que era porque esa era su flor favorita y que había comprado cientos de ramos de esas preciosas flores que seguramente terminaban en la basura junto con sus sentimientos. También sonreía cuando sentía la brisa de la tarde que indicaba que casi terminaba el día, porque generalmente era cuando ellos salían a pasear juntos
Seungri pensaba que aquella debía ser o muy bonita o una buena actriz, porque de ninguna otra forma podría tener a Daesung comiendo de su mano. Aunque también podría ser que ella si tenía tiempo para pasarlo con él, o que ella no tenía esa fama de rompecorazones, o simplemente que era una chica... No sabía cuál de esas razones le hacía sentir peor, pero Seungri sabía que él nunca podría hacer esa clase de cosas por Dae.
Sabía que no debía odiar algo (o a alguien) que hiciera feliz a Daesung, pero había tantas cosas que Seungri quería que el mayor notara. Como que siempre preparaba el baño para él cuando volvía cansado del trabajo, o como intentaba robar su atención haciendo comentarios que realmente no eran graciosos pero que siempre hacían sonreír a Daesung, y también que había asistido a su concierto en Japón pese a que tenía tanto trabajo que no podría tomarse un día de descanso en un año.
Pero Seungri no era ella, él no conseguía atraer la atención de Daesung ni borrarla ella de su mente.
Seungri se ponía a enumerar los errores que ella había cometido, por ejemplo la vez en que Daesung había pasado horas preparando su almuerzo y ella no lo había mirado siquiera, o la vez en que intentó llamarla durante horas después de una pelea y ella se había negado a hablarle en una semana. Pero sobretodo, la manera fría en que había dicho que Daesung "no era suficiente para ella", pese a que Seungri se encontraba ahí.
- Ella no sabe lo que dice, hyung- había dicho Seungri en ese momento, al ver el rostro sombrío de Daesung después de que ella se fuera.
- Tiene razón...- había murmurado Daesung, sonriendo tristemente- No sé porque pensé que podíamos estar juntos.
Seungri simplemente lo había abrazado y había dejado que llorara en su hombro toda la noche.
"La odio, la odio tanto"
Seungri se había sentido peor al día siguiente, cuando después del trabajo, Daesung le había dicho que había conseguido hablar con ella y que se verían más tarde.
- Lo arreglaré, Seungri-ah,- dijo- seré el mejor novio que alguien podría haber tenido.
Seungri había bajado la mirada y se había encogido de hombros.
- Es tu vida, haz lo que quieras...
"De verdad, la odio... ¿Por qué ella puede tenerte y yo no?"
Dijiste que la olvidaste, que has borrado todo de ella
Que todo está en el pasado, así que ni siquiera lo recuerdas
Pero en realidad, ¿tú aún la atesoras en tu corazón
y aún no eres capaz de dejarla ir?
Nunca la he conocido, pero realmente no me agrada
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Qué era tan maravilloso acerca de ella?
¿Por qué eres así?
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Qué era tan maravilloso acerca de ella?
¿Por qué eres así?
- No entiendo porque estas tan molesto...
- ¿Por qué? ¿No ves que está usando a Daesung hyung?
- Si, pero dijiste que no te importaba que saliera con ella- dijo Jiyong, mirando con atención a su amigo.- A menos de que estés pensando en por fin aceptar que...
- Solo estoy preocupado- le interrumpió Seungri fríamente.- Daesung hyung es un idiota, jamás lo notará...
Jiyong suspiró, acomodándose en su sillón favorito para poder ocultar su rostro entre sus manos.
- ¿Por qué él, Ri?- preguntó en tono suave- Podrías tener a cualquier persona que quisieras, ¿por qué escogiste a Daesung-ah?
Seungri no respondió de inmediato.
Estaban hablando de cosas que Seungri aún no entendía. No entendía porque cuando el mayor le sonreía le costaba trabajo respirar, o porque escucharlo hablar de aquella chica hacía que su estomago se revolviera. En un principio Seungri había creído que era la preocupación que uno sentía por sus amigos, pero fueron ocurriendo más y más cosas que le dieron a entender que tal vez (y no es que lo estuviera admitiendo) no quería ser solo el amigo de Daesung.
Jiyong lo había notado (era bastante difícil ocultarle este tipo de cosas), sin embargo nunca había dicho nada. Se había limitado a ver a sus dongsaengs lidiar con sus sentimientos por si solos, pero le frustraba ver que Seungri no quería admitir lo que sentía. Jiyong podía ver que el menor siempre actuaba ligeramente distante cuando Daesung estaba cerca de él frente a las cámaras y como tan pronto como llegaban a casa Seungri se esforzaba porque su compañero pusiera toda su atención en él.
Además, Seungri siempre estaba quejándose de algo que Daesung había hecho.
Como la vez que le había preparado el almuerzo porque Seungri se había quejado de que nunca tenía tiempo para comer. Seungri había pasado toda la tarde refunfuñando acerca de como Daesung no dejaba de tratarlo como un niño. También, aquella vez que salieron a la tienda y se desató un aguacero, Seungri se había alejado corriendo de Daesung cuando este había sugerido que usaran su chaqueta para no mojarse.
Jiyong sabía que Seungri nunca admitiría en voz alta que se había enamorado de un hombre, era demasiado genial para hacer eso, pero el menor no podía dejar de expresar su preocupación por Daesung y era por eso por lo que seguía yendo con Jiyong a quejarse, últimamente, de la novia de Dae.
- Ese no es el punto- dijo Seungri torciendo el gesto- Daesung hyung no entiende que ella no lo quiere realmente.
- ¿Y tú sí?- preguntó Jiyong enarcando una ceja.
- ¿Eso qué quiere decir?- preguntó el menor, molesto.
- ¿Estás seguro que no estás celoso?
Seungri miró a Jiyong sorprendido, antes de negar con la cabeza.
-No es asunto tuyo- murmuró Seungri, apretando los puños.- Y tampoco se trata de lo que yo siento, sino de lo que está pasando.
- Entonces tal vez tú deberías con Daesung-ah...
- Pensé que habías dicho que...
- Hablaré con Daesung-ah acerca de todo esto- dijo Jiyong- pero creo que es más probable que se dé cuenta cuando daño le está haciendo esto si "su mejor amigo" se lo dice.
Entonces Jiyong se puso de pie y salió del lugar, dejando a Seungri completamente desconcertado.
¿Por qué te está llamando cuando te dejó tan fríamente?
Es frustrante verte contestar la llamada también
Mientras te veo pasar por esto, aún me pego a ti
Por eso, soy el idiota más grande
Soy el idiota más grande por esperarte
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Qué era tan maravilloso acerca de ella?
¿Por qué eres así?
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Cuánto te gustaba para que actúes así?
¿Qué era tan maravilloso acerca de ella?
¿Por qué eres así?
-¿Cómo me veo, Seungri-ah?
Seungri suspiró con cansancio y levantó la mirada de la revista que estaba intentando leer para encontrarse con la mirada ansiosa de Daesung. ¿Que cómo se veía? ¿Era una broma?
-Te ves bien, hyung- respondió el menor, intentando sonar tranquilo pese a que la imagen de Daesung en aquel traje negro le había hecho sentir mariposas en el estomago. “¿Realmente ella vale tanto para que te vistas así?”
Daesung sonrió aliviado y se dio vuelta para mirarse por última vez en el espejo de la sala.
-Espero que a ella le guste- murmuró. Seungri apretó ligeramente la revista, molesto ante la mención de ella- No quiero perderla…
-No quieres perderla, pero estas dispuesto a perder tu orgullo- gruñó Seungri sin mirarlo. Daesung pareció no escucharlo, y Seungri comenzó a rezar porque se arrepintiera y decidiera no asistir a esa cita. No quería ni imaginar lo que ocurriría cuando se encontrara con ella.
Porque Daesung le dedicaría su brillante sonrisa a ella, que solo lo miraría y fingiría que está feliz. Daesung probablemente había planeado todo para hacerla feliz, aunque él odiara los restaurantes elegantes o la música de orquesta. Porque si era lo que ella quería, Daesung lo haría.
El malestar en su estomago se incrementó cuando Seungri se dio cuenta de que Daesung nunca haría esas cosas por él, no porque no quisiera hacerlo sino porque Seungri no lo permitía. Había estado huyendo de esos sentimientos que tenía por el mayor pese a que sabía lo mucho que deseaba que lo mirara como a ella o que siquiera sonriera como sonreía cuando hablaba de ella.
Daesung era amable con todos, pero era con ella era diferente. Seungri sabía que era porque ella había sido la primera en “quererlo” y Daesung necesitaba precisamente eso porque detrás de ese rostro amable había un corazón débil. Y tal vez si Seungri no hubiese estado tan asustado podría haber evitado que Daesung terminara siendo herido una y otra vez.
-Bien, creo que estoy listo- dijo Daesung sonriendo al reflejo del espejo, sacando a Seungri de sus pensamientos- Deséame suerte.
Seungri abrió la boca, deseando pedirle al mayor que no se fuera. No sabía si podría seguir soportando ver como lo lastimaban, porque no podía seguir fingiendo que no le importaba. “Me importas. Es ilógico y tonto… pero es la verdad”
Tal vez si lo intentaba…
Cuando menos lo esperaba, su mano ya estaba sobre la de Daesung, impidiéndole salir del apartamento. El mayor lo miraba confundido, esperando alguna reacción de su parte, pero Seungri estaba congelado mientras lo miraba a los ojos.
-¿Seungri-ah?- le llamó Daesung- ¿Ocurre algo?
Seungri abrió la boca solo para cerrarla de nuevo. Todas las emociones que había luchado por evitar, el malestar en su estomago cuando la mencionaba y la tristeza de saber que no hacía todo eso por él, estaban surgiendo de nuevo y por mucho que Seungri intentó ignorarlas y decirle a Daesung la verdad, la situación se estaba volviendo abrumadora.
-Hyung…- la voz le salió en un susurro- No vayas…
-¿Qué? ¿Por qué?- preguntó Daesung repentinamente molesto.
-Porque si vas ella volverá a herirte y entonces yo tendré que fingir que no pasa nada porque tú no quieres verlo- Seungri carraspeó, intentando deshacer el nudo en su garganta- Ella… no me agrada.
-Seungri-ah…- suspiró Daesung, negando con la cabeza.- Sé lo que hago.
-No, no lo sabes. Si lo supieras te darías cuenta de lo ridículo y estúpido que es que sigas actuando así por ella.- respondió Seungri, mirando molesto al mayor.- Ella ya no te ama, hyung, yo sí…
Aquella declaración los sorprendió a ambos. Todo se sintió más real cuando por fin lo dijo; el dolor en su corazón, la desesperación de saber que Daesung aún quería estar con ella a pesar de todo, y sobre todo, la cálida sensación de la piel del mayor entre sus dedos.
Y Seungri no pudo controlarse más. Abrazó a Daesung como si la vida se le fuera en ello, y comenzó a sollozar.
-No sigas haciendo esto…- rogaba con la voz rota- Por favor, hyung.
-Seungri…- murmuró el mayor, sorprendido de ver a Seungri quebrarse así.
-No lo hagas por mí- dijo el menor sin escucharlo- No te pido que te quedes conmigo, pero por favor no dejes que te siga lastimando.
Daesung estaba temblando, y por la humedad que sentía en su hombro, Seungri supo que había comenzado a llorar también. Uno de sus brazos rodeó la cintura de Seungri mientras la otra acariciaba su espalda, buscando reconfortarlo, y una parte de sí pensó que era estúpido que Daesung estuviese intentando consolarlo a él aun en el estado en el que se encontraba.
-Perdóname- susurró Daesung con la voz llena de emociones- No sabía que te estaba lastimando, Seungri-ah.
-Esto no es por mí…
-Es por los dos, Ri- insistió Daesung- Siempre ha sido por los dos.
Seungri no dijo nada más, simplemente se limitó a tener a Daesung entre sus brazos sin saber si esto cambiaba su relación en algún sentido, pero después de pensarlo se dio cuenta de que esto lo cambiaba todo. Solo que no era el momento de hablar… eso podía esperar.
Cuando Jiyong regresó a casa, Daesung estaba sentado en el pasillo de la salida con la cabeza de Seungri apoyada en su hombro. Aún estaba usando el traje y continuaba acariciando el hombro de Seungri, quien hacía mucho se había quedado dormido. Su expresión apenas se alteró cuando el mayor entró al apartamento, dando a entender que tenía muchas cosas en que pensar.
-Supongo que ya te lo dijo- suspiró Jiyong. Daesung asintió levemente.- ¿Cómo te sientes?
-Supongo que bien, algo abrumado pero bien- dijo con aire pensativo.- Aunque ahora me pregunto que debería hacer…
-El tiempo lo dirá- dijo Jiyong, sonriendo levemente- Solo no vuelvas a hacerlo, no eres el único que lo pasa mal.
El agarre de Daesung sobre Seungri se intensificó un poco mientras asentía. Había sido muy extraño que Seungri hubiese dejado su orgullo a un lado para decirle todo lo que le había dicho, y Daesung se lo agradecía profundamente. No podía entender muchas cosas (como el hecho de que Seungri estuvieraenamorado de él), pero se sentía mejor de tenerlo a su lado y no quería que eso cambiara.
Tal vez ahora por fin tendría el valor de dejarla ir…
-Te lo prometo- murmuró Daesung, sin estar seguro a quien de los dos le hablaba. Jiyong simplemente alborotó su cabello antes de entrar a su habitación, dejando a Daesung perdido en sus pensamientos
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